Me perteneces (COMPLETA)

By Joly0711

4.4M 211K 13.4K

Ella....una hermosa chica con un espantoso pasado que busca un nuevo comienzo. Él....el hombre que pondrá el... More

Comienzo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 28 (cont.)
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 32 (cont)
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 36 (cont.)
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Epílogo

Capítulo 40

83.1K 3.3K 337
By Joly0711

POR MYLA

Hemos manejado alrededor de treinta minutos en las afueras de la cuidad. Está muy frío y ha empezado a nevar levemente. Mi mente todavía está un poco perdida con todo lo que ha sucedido. Khris se detiene en el medio de la nada y se sale de la carretera. Sigue pero no hay más carretera, sólo árboles y una pared de arbustos.

- ¡Khris, vas a chocar! - frena frente a la pared de arbustos. Me mira y sonríe. Oprime un código en su móvil y el arbusto se divide en dos exponiendo un camino en piedra - ¿Has cubierto las rejas del portón con arbustos?

- Sí. Ni siquiera tú te diste cuenta de que estaban ahí. Es un buen camuflaje, además da privacidad.

- Muy original.

- Gracias - seguimos entrando por el camino de piedra.

A lo lejos se puede ver una casa, más bien una cabaña. Al acercarnos puedo ver que no es tan grande, lo cuál es raro considerando la fortuna de Khris. Es muy bonita. Tiene pinos alrededor y un pequeño riachuelo en frente que se ha empezado a congelar. Entra a un garage que se encuentra por el lateral de la cabaña. Abre mi puerta y me carga en brazos. Entramos a la cabaña y es bastante amplia y rústica. Me gusta al instante. Hay muchas fotos en la sala de estar, de Khris con su madre y una señora que supongo es su abuela. En otra foto aparece con dos hombres, uno mucho más mayor que el otro. Hay otra con los dos mismos hombres y su hermano. En todas tiene una enorme sonrisa excepto en la que aparece su hermano. Se acerca.

- Él es mi padre, mi abuelo y mi abuela - dije señalando a las respectivas personas.

- Lo imaginé.

- Imaginaste bien.

- ¿Por qué me cargas?

- Dijiste que estabas agotada y dolorida.

-Es cierto, pero no dije que no pudiera caminar. Bájame por favor - Lo hace de mala gana.

- ¿Te gusta? - me pregunta mientras admiro la cabaña.

- Sí, es muy bonita. Lo que me extraña es el tamaño, considerando tu fortuna.

- La compré cuando aún estaba en servicio. No me gustaba quedarme en casa de mis padres cuando tenía los pases de visita. Aquí tenía mi privacidad. Y me agradaba que mis padres y mis abuelos vinieran los fines de semana a pasar el rato. Tengo muchos buenos recuerdos de ésta cabaña, por eso nunca he querido venderla. El valor sentimental es incalculable. No es muy grande, sólo tiene dos habitaciones lo cuál era perfecto para alguien soltero. Y tiene una vista impresionante desde aquella ventana. Suelo venir cuando necesito estar solo y escaparme de la realidad - señala hacia una ventana enorme de cristal que está en el salón y voy hacia ella. La vista es realmente impresionante. Se puede ver una colina repleta de pinos y un lago. La poca nieve que ha caído lo hace ver más hermoso. Aquí en el salón hay una chimenea espectacular y me acerco a ella para calentarme  - Ven, vamos a limpiarte y luego nos sentaremos frente a la chimenea todo el tiempo que quieras.

Me toma de la mano y me encamina hacia la habitación. Por el pequeño pasillo me explica quienes son las personas que aparecen en varias fotos. Se trata de algunos familiares y amistades. Subimos unos pocos escalones y llegamos a la habitación. Me abre la puerta para que entre primero. Al entrar me encuentro el mismo escenario que en el apartamento de Khris. Velas, rosas y pétalos sobre la cama. Me volteo a mirarlo.

- Anoche prácticamente no pudiste disfrutar de casi nada de lo que Nana hizo, así que le pedí a Alexie, Liz y Nana que lo volvieran a recrear para tí.

- ¿Nana fue la responsable de lo de anoche?

- Sí, ella lo preparó todo, tal y cómo le pedí. Fue con ella con quién me escuchaste hablar por teléfono. Fue a ella a quién le dije que la amaba y que no sabía qué me haría sin ella en mi vida - ahora me quiero morir de la vergüenza - Te dije que estabas molesta sin motivo alguno.

- No tenía manera de saber con quién hablabas.

- Tienes razón. Pero no te hubieses tenido que enfadar si realmente confiaras en mí - desvío la mirada porque sé que tiene toda la razón.

Entramos al baño y está igual que la habitación, velas y rosas por todos lados. Se acerca y abre la llave para llenar la enorme bañera de agua. Vierte sales y jabón de espuma. Se quita toda su ropa y admiro el cuerpo del hombre que me poseyó anoche. Es una visión preciosa. Es alto, hombros anchos, abdomen plano con su paquete de ocho abdominales y muslos y piernas fuertes. Está manchado de mi sangre por su abdomen y pelvis , pero eso no evita que quiera pasar mi lengua por esa V que se marca en la parte baja de su abdomen y definitivamente quiero pasar mi lengua en esa enorme y gruesa erección que pide a gritos mi atención.

- Cielo, quiero limpiarte y si sigues mirando mi polla de esa manera sólo lograrás que te ensucie más - me pongo colorada y miro hacia el suelo. Me levanta la barbilla para que lo mire - No tienes que avergonzarte, me encanta que te guste lo que ves. Sólo quiero sacarte toda esa sangre y luego nos podremos ensuciar de nuevo cuántas veces quieras, pero no con sangre - me sonríe de medio lado y comienza a quitarme la ropa y las botas. Me percato de que tiene arañazos en sus brazos. Miro su cuerpo y tiene otros pocos en la parte baja de su abdomen y las caderas. En su reflejo en el espejo veo los que tiene en su espalda.

- No me había dado cuenta de que te había arañado, de verdad lo siento.

- No tienes por qué, yo también tenía que llevarme mi parte - me da un tierno beso.

Una vez estoy desnuda, cierra la llave y me ayuda a entrar en la bañera. Se sienta detrás de mí y me hala hacia él. Ahora sé lo que sintió Ana cuando entró a la bañera con Christian. Creo que leer tantos libros ha trastornado mi cabeza. Hecha mí cabeza hacia atrás y moja mi cabello. Lo cepilla con su dedos y luego comienza a lavarlo con delicadeza. Cuando termina con mi cabello, agarra la esponja y el jabón líquido. Vierte un poco de jabón en la esponja y comienza a pasarla por mi cuerpo con cuidado.

- Lamento tanto haberte dejado toda llena de moretones. No pensé en ese momento que tu piel se marcaba con facilidad. En realidad dejé de pensar.

- Ya te dije que no me hiciste daño.

- Te hice daño cuando te penetré de esa forma, pensé que mientras más lento lo hiciera más iba a lastimarte.

- Estoy bien Khris, en serio.

- ¿Aún estás dolorida? Me refiero en general.

- Un poco. Mi cuerpo se siente como si hubiera hecho ejercicios por primera vez, pero no es nada que no pueda soportar.

- De todos modos lo siento - me acerca y besa la coronilla de mi cabeza. Sigue pasando la esponja por mi cuerpo hasta que se da por satisfecho.

- ¿Puedo hacer lo mismo por tí?

- Eso suena bien - me volteo para estar arrodillada frente a él. Ya he perdido la vergüenza de que me vea desnuda, pero a mí aún se me hace difícil verlo desnudo a él, es demasiado varonil.

Me pasa la esponja y le hecho un poco de jabón cuando comienzo a pasarla por su cuerpo me agarra por la cintura con la excusa de que no quiere que me resbale. Después de un rato termino con su cuerpo y pongo la esponja a un lado. Mojo su cabello y lo lavo. No para de observarme durante todo el proceso. Cuando estoy quitándole la espuma cierra sus ojos. Me levanta y me sienta a horcajadas sobre su erección y me abraza. Lo abrazo de vuelta por el cuello. Tiene su cara enterrada en mis pechos. Termino de quitarle la espuma como puedo. Después de unos minutos levanta su rostro y me mira.

- Necesito contarte algo que sucedió hace mucho tiempo y que tiene que ver con la actitud de mi hermano y en parte con la de mi madre. ¿Podrías escucharme por favor? De verdad quiero contarte todo - me ha tomado por sorpresa. Suena a algo muy personal y considerando que yo no le confío nada de mi pasado, no creo ser merecedora de tanta confianza.

- Khris no tienes que contarme nada. Es tu vida personal y no tengo por qué saberlo.

- Lo sé, pero quiero contártelo. Confío en tí y quiero que sepas todo sobre mí, más ahora con el escándalo que hizo mi hermano. Sé que buscará la forma de hablar contigo y sé que no va ha contarte cómo sucedieron las cosas realmente. Sólo escúchame, por favor  - asiento. Me levanta y me sienta de lado en su regazo - Cómo te había comentado durante la cena en el restaurante, estudié en una escuela militar desde los doce años por elección propia. Desde muy pequeño le dije a mis padres que quería servir en el ejército y estuvieron de acuerdo ya que mi padre y mi abuelo también lo hicieron y yo sólo quería seguir sus pasos. Tenía permitido ir a casa cada dos semanas por el fin de semana, siempre y cuando tuviera un comportamiento de excelencia. Cuando estaba a punto de cumplir mis diecisiete fui a casa por el fin de semana y me topé con que teníamos nuevos vecinos. Mis padres los habían invitado a la casa para una comida. Eran personas muy amables y educadas. Y tenían dos hijos, una chica y un chico. Ella se llamaba Annabel. Era rubia de ojos color miel. Era muy bonita y me dejó flechado al instante. Seguimos hablando por un tiempo y compartíamos cada fin de semana que podía ir a casa. Nos fuimos enamorando, o al menos yo lo veía de esa forma en ese momento. Yo la respetaba muchísimo. Nunca la toque indebidamente ya que mi padre me inculcó esos valores. Siempre decía "hijo, el hombre propone y la mujer dispone". Me decía que a las mujeres había que tratarlas con respeto, y así lo hacía yo con ella. Yo ya tenía mi mente fija en el futuro que quería tener, la profesión que quería ejercer y el hogar que quería formar cuando llegara el momento. Lo quería con ella, pero ella no parecía querer lo mismo. Decía que no quería casarse ni tener hijos porque tener hijos la haría engordar y le saldrían estrías en la barriga y ella había nacido para ser una modelo. Así empezaron nuestros problemas. Admito que eramos demasiado jóvenes, pero siempre tuve mucha madurez y veía las cosas desde un punto de vista totalmente diferente al de otras personas. En fin, a los pocos meses de haber estado saliendo, ella me dijo que quería tener relaciones sexuales conmigo. Me invitó a su casa y se encontraba sola. Había estado tomando toda la tarde y se encontraba sólo en ropa interior cuando llegué. No fui con la intención de acostarme con ella, solo fui porque la había escuchado rara en el teléfono. Al llegar se abalanzó sobre mí. Quería que hiciera el amor con ella pero me negué. No quería que las cosas fueran así entre nosotros. Yo quería hacer las cosas bien con ella, además estaba borracha. Se enojó mucho y comenzó a golpearme y a arañarme por todos lados. Me fui de su casa dejándola sola. Mis padres tampoco se encontraban en casa, sólo estaba John cuando regresé. Me preguntó que qué me había pasado y le conté. Dijo que iba a casa de Annabel para verificar que estuviera bien. Yo sin embargo le dije que iba a ducharme. Al cabo de una hora la policía estaba tocando a la puerta de mí casa para arrestarme.

-¿Por qué?

- Cuando la policía llegó Annabel estaba golpeada y había sido violada brutalmente. Le dijo a la policía que había sido yo.

-¿Pero por qué dijo eso si no la tocaste?

- En ese momento no tenía idea de por qué lo dijo. Mi hermano confirmó su historia diciendo que yo había llegado a la casa con arañazos y que me había ido directo a la ducha para eliminar la evidencia o cualquier rastro de la agresión y que cuando fue a la casa de Annabel la encontró en ese estado. No había nadie más de testigo. Sólo nosotros tres. Mis padres se volvieron locos. El escándalo público fue enorme. Mi padre buscó los mejores abogados que pudo pagar ya que él no podía representarme. Cuando la llevaron al hospital y le hicieron el chequeo encontraron rastros de mi piel en sus uñas. Sin embargo no encontraron rastros de semen. El agresor aparentemente usó protección. Durante el curso del caso ella empezó a contradecirse. Mi abogado aprovechó la situación y la presionó hasta que admitió que no había sido yo quien la agredió y que ella sí me había agredido a mí. Los cargos fueron retirados, pero la experiencia fue sumamente desagradable y el nombre de mi familia estuvo en la mira por un tiempo.

-¿Finalmente confesó quién la agredió?

- Sí. Después de eso regresé a la escuela militar y ya no iba a casa los fines de semana. Mis padres eran los que me visitaban los domingos por unas horas. Mi temperamento se volvió agresivo e intolerante. Tenía mucha rabia y no podía contenerla. Un día, en vez de recibir la visita de mis padres recibí la de ella. Me puse furioso cuando la vi. Sólo quería estrangularla. Me suplicó que la escuchara, que la perdonara. Le grité que se fuera, que no quería saber nada de ella. Cuando me di la vuelta para marcharme, me confesó que había sido idea de John. Le había ofrecido diez millones de dólares y ayudarla a conseguir contratos con las agencias de modelaje más prestigiosas. Ella sabía que el tenía mucho dinero e influencia por nuestro apellido y le creyó. Él le dijo que tenían que hacerlo parecer real, pero se le fue la mano. Ella tenía dieciséis y era virgen, mientras que el tenía 26. Él es nueve años mayor que yo.

- Pero, ¿le dijiste a tus padres, cierto? - esto es espeluznante.

- No. Ya habían sufrido demasiado con toda la situación.

- Pero eras inocente, ¿por qué callaste?

- Porque sólo quería olvidarme de todo, de ella, de mi hermano, de la prensa. Mi madre dejó su trabajo por dedicarse a criarnos a mí y a él. Por fin estaban llevando una buena relación. Si mi madre se enteraba era muy probable que lo odiara y mi padre no me quiero imaginar lo que hubiera hecho. Probablemente le hubiese quitado toda su herencia. A pesar de todo el daño que me ha hecho no lo odio. Ni le deseo el mal, pero ahora entenderás el por qué no nos soportamos, yo a él por lo que hizo y él a mí por simplemente existir. Por eso no lo quiero cerca de tí.

-¿Cómo se atreve a acusarte de que eres un violador, cuando él mismo sabe que fue él quién lo hizo?

- Nunca hablé, Myla. Nunca dije nada a nadie. Eres la primera persona a quien se lo cuento. Ni siquiera él sabe que Annanbel fue a visitarme para contarme la verdad. Nunca le reclamé ni le pregunté por qué lo hizo. Era obvio que me odiaba y sólo quería arruinar mi vida. Siempre tuvo ese estúpido pensamiento de que le arrebaté el amor de mi padre cuando mi padre no demostraba ninguna preferencia por ninguno de nosotros. Por eso no podemos llevar una buena relación como hermanos.

-¿Es por eso que te molestaste tanto con las preguntas de tu madre?

- Sí. Sé que estaba haciendo su trabajo y en parte también sé que la situación ha sido dolorosa para ella. La historia casi repitiéndose nuevamente. Lo que me duele es que a veces actúa como si en el fondo hubiese creído que soy capaz de hacer algo así.

- ¿Qué sucedió con Annabel? - pregunto y honestamente no sé si quiero saber la respuesta. Me mira por un instante.

- No lo sé, ni quiero saberlo. Cuando se marchó ese día le dije que no quería volver a verla nunca en mi vida. Que estaba muerta para mí. Lo siguiente que supe fue que se mudaron a otro estado o algo así. Nunca me interesé por su paradero. Es por ella que empecé a tratar a las mujeres como basura, como objetos, como sí sólo quisieran mi dinero. Con muchas ha sido así. Sólo quieren ser fotografiadas de mi mano. Sólo quieren fama y dinero y les importa una mierda quién soy yo como persona.

- Khris lo siento tanto, lamento que hayas pasado por eso.

- No tienes por qué. Quería que supieras el por qué no tengo una buena relación con mi hermano y si te lo cuento es porque confío en tí y quiero que tú también confíes en mí. Me destrozó la mirada de horror en tus ojos cuando escuchaste sus palabras. No quiero recibir esa mirada nunca jamás. No sé que fue lo que te sucedió para que seas de esa forma ni quién te lo hizo. Tampoco te he contado mí historia para que me cuentes la tuya, sí no lo quieres hacer eso está bien conmigo. Es tu pasado y sólo te pertenece a tí. Lo único que quiero es que confíes en mí y en que nunca te haría daño. No soy una mala persona como mi hermano quiere hacerte ver - me quedo callada por un largo rato tragando el nudo en mi garganta. Sé que nunca me haría daño de esa forma. Ya lo hubiese hecho sí hubiese querido.

- No es que no confíe en tí. Creo que eres la persona en la que más confío en estos momentos.

- Sé que confías en mí, pero no del todo. Hasta ahora sólo me has confiado tu cuerpo.

- No. Te he confiado más que mi cuerpo y confío en tí como jamás pensé que confiaría en un hombre.

- Te lo agradezco. Quiero ganarme tu confianza por completo y sé que tengo que ganármela y lo haré aunque tome tiempo.

- Por favor no hables en tiempo futuro. Hicimos un trato. Eres un buen hombre Khris. No te he conocido por mucho tiempo, pero eres uno de los pocos hombres buenos y decentes que quedan. Se puede notar la diferencia. No me cabe duda que algún día serás un buen esposo y un excelente padre. Ya tienes un buen futuro y algún día tendrás ese hogar que tanto has deseado. Tendrás la felicidad que te mereces - le digo con tristeza porque por más que quiera ese hogar no podrá ser conmigo, simplemente no podrá ser. Nos miramos por un tiempo indefinido sin decir nada. Al cabo de un rato él rompe el silencio.

- Ven, salgamos. El agua se está enfriando - se sale del agua y no puedo creer que todavía tenga una erección. Recoge dos toallas de la tablilla. Envuelve una en su cintura y cuando me ve mirando su erección dice... - No es fácil verte ahí toda mojada. No soy de piedra. Ven - me levanto y envuelve una toalla en mi cuerpo. Busca otra para secar mi cabello.

Luego de secar mi cabello y vestirnos vamos a la cocina por algo de comer. Sólo llevo una camiseta de Khris que me llega casi a las rodillas y él sólo lleva una sudadera y está sin camisa ya que la chimenea mantiene la cabaña caliente. Khris ha preparado café y estamos sentados mirando a través de la enorme ventana del salón.

- Está nevando bastante, ¿es seguro manejar en esas condiciones?

- No nos iremos hoy, Myla. Es una tormenta. Como mucho nos podremos ir mañana en la tarde o en la noche, eso sí vienen a limpiar la carretera.

-¿Sabías que habría una tormenta antes de venir aquí?

- Sí, pero igual quería pasar rato contigo. Ya te dije que me debes mis horas y las horas que pasamos en el hospital no cuentan. Me debes aproximadamente unas veintiún horas - niego con la cabeza, ¿por qué será tan testarudo?

- ¿Khris, por qué te empeñas en hacer las cosas más difíciles?

- No las hago más difíciles, todo lo contrario, las estoy haciendo más fáciles.

- Honestamente no veo cómo.

- Yo sí lo veo y eso es más que suficiente para mí - ésta conversación no lleva a ningún lado así que la doy por terminada - Ven, vamos a sentarnos frente a la chimenea - al acercarnos a la chimenea, me entrega su taza de café. Se va y regresa con unos almohadones enormes y un edredón. Los lanza al suelo - Ahora estaremos más cómodos - me toma de la mano y nos sentamos. El almohadón es igual de grande que yo. Nos quedamos en silencio durante un rato mirando el fuego en la chimenea y acabo de recordar algo.

- Nunca me dijiste que era lo que poseías mío. ¿Era cierto o era sólo una trampa para llevarme a tu habitación? - me regala su sonrisa de vampiro moja pantys.

- Es cierto, poseo algo tuyo.

-¿Qué es?

- Uno de tus pantys. El negro de encaje que llevabas puesto la primera noche que te quedaste en mi apartamento. Supongo que con la prisa y el mal humor que llevabas esa mañana no te diste cuenta de que cayó al suelo. Lo encontré a la mañana siguiente en el suelo al lado de mi cama - no lo puedo creer - No me mires como si fuera un pervertido. Fuiste tú quien lo dejó allí y ahora es mío.

- No tienes remedio Khris.

- Y no quiero tenerlo - lo dice de una forma en la que percibo el acento británico que le escuché ayer al hablar con su madre - ¿Por qué estás hablando con acento británico?

- Porque lo soy y toda mi familia - oh mierda, siento debilidad por los británicos, son los hombres más sexys del planeta y ese acento puede provocar mil cosas. Ahora entiendo porqué es el jodido hombre más caliente que he visto en mi vida.

- Pero, nunca te lo había escuchado antes.

- Lo sé. Vivimos en Nueva York desde que era niño. Adopté el acento americano supongo que por la costumbre de escucharlo, pero no he perdido el británico ya que siempre lo utilizo con mi familia. Además hablo siete idiomas, probablemente eso también tiene algo que ver.

- Eso es impresionante. Yo sólo aprendí español, inglés y obviamente italiano.

- Hablar más de uno es ya una buena cosa.

- Me encanta el acento británico. Ojalá pudiera adaptarlo.

- En ese caso lo utilizaré cuando hablemos - oh Dios esto va a ser mí perdición. Terminamos nuestros cafés y nos acostamos. Nos envuelve en el edredón y me abraza desde atrás - Olvidé decirte que tienes una voz preciosa, es una voz fuerte y ronca. Me dejaste impresionado. La forma en que tocaste el piano fue espectacular.

- Gracias. Aprendí cuando era niña. Siempre sentí pasión por la música. Sin embargo, no recuerdo cuando fue la última vez que canté o toqué el piano. Creo que fue hace unos siete años. Se sintió bien volver a hacerlo después de tanto tiempo.

- ¿Por qué no lo hacías?

- Sucedieron cosas que me hicieron perder el interés. Sí soy honesta, pensé que jamás volvería a hacerlo. Sólo lo hice porque Liz me lo suplicó. No quería que su velada se echará a perder.

- Pues deberías retomarlo. Tienes un gran talento y una voz preciosa. Pagaría por escucharte todos los días - me volteo para mirarlo.

- ¿En serio lo piensas?

- Por supuesto que sí. ¿Acaso dudas de lo buena que eres?

- A veces es difícil creer que pueda ser buena en algo.

- Myla, ¿por qué tienes tan baja autoestima? - esa pregunta me incomoda - Eres hermosa, definitivamente tienes talento para la música. Sé que tienes mucho talento para otras cosas. Apuesto a que serías inclusive graciosa sí te lo propusieras.

- Ya estás exagerando, Khris. No tengo nada de graciosa, eso te lo aseguro - coge su móvil y busca algo en él.

- No lo creo. Eres sólo demasiado reservada y me encantaría que me dejaras conocer a la verdadera Myla, aunque sólo sea por un momento - sus palabras se clavan en mi cerebro. La verdadera Myla, ni yo sé quién carajos es la verdadera Myla.

- Esa persona ya no existe y dudo mucho que vuelva a existir - le digo con un hilo de voz. La música comienza a sonar en algún lugar del salón y se escucha Lights down low de Max. Adoro esa canción.

- Entonces déjame ayudarte a reinventarla - se acerca y me besa con ternura. Cuando su cuerpo está acomodado entre mis piernas intensifica el beso y lo hace más carnal.
Sostiene el peso de su cuerpo con su brazo izquierdo. Con su mano derecha acaricia mi cuerpo debajo de la camiseta y es todo lo que necesito para perder la voluntad.

POV KHRIS

Myla yace bajo mi cuerpo, dócil y dispuesta. Su cabello tiene unas ondas que la hacen ver salvaje. Levanto la camiseta que lleva puesta hasta quitársela. No lleva nada debajo. Su piel es jodidamente suave y palida. Sus manos vuelan a mi espalda. Comienzo a besar su cuello, sus preciosas tetas. Sigo bajando por su abdomen besando, lamiendo, succionando y mordiendo. Ella gime y se retuerce. A medida que sigo bajando hacia su pelvis sus gemidos se hacen más fuertes. El tatuaje que tiene en el hueso de su cadera se extiende por encima del hueso de su pelvis. Al pasar mi lengua por él, siento una protuberancia. Una fina línea igual a la que tiene en el pómulo izquierdo. Miro su tatuaje pero no distingo nada. Es algo que definitivamente voy a verificar después. Llego hasta donde quiero.... su dulce coño. Abro sus piernas lo más que puedo y se queja. Sé que su cuerpo está dolorido y haré que le duela más. Al levantar la vista la veo mirándome. A la expectativa de lo que sabe voy a hacerle. Su pecho sube y baja rápidamente y su respiración es irregular. Sabe perfectamente lo que le haré sentir y no se resiste. Lo espera.

- Espero que ya no estés dolorida - llevo mi boca a su coño y le arrancó un profundo gemido de su garganta.

Echa su cabeza hacia atrás y su espalda se arquea. Sus manos agarran fuerte mi cabello. No me detengo. No voy a detenerme hasta que se corra varias veces. Y así lo hago. La hago correrse más de una vez. Es una imagen preciosa ver como su cuerpo entero se tensa y se pone rígido para luego temblar con cada orgasmo, como sus muslos aprietan mi cabeza. Ver como su boca se abre en busca de oxígeno y su cuerpo bañado en sudor. Nunca antes había prestado atención a éstas cosas cuando tenía sexo con una mujer. Quizás es porque ahora no es sólo sexo. Por primera vez estoy haciendo el amor y es con ella, y eso lo hace completamente diferente a las experiencias pasadas, esas sólo fueron una verdadera pérdida de tiempo. Esto realmente no tiene explicación. Hago mi camino hacia su boca nuevamente. Respira con dificultad y sus ojos se abren de par en par cuando acomodo mi polla en su apretada entrada.

- Prometo que ésta vez no dolerá. Ya no dolerá más.

- Khris - dice en un suspiro y niega con la cabeza. Voy entrando con delicadeza en su estrecho coño. Una de sus manos me agarra por el cuello y la otra va a mi trasero, enterrando sus uñas en él. La tengo acorralada con mi cuerpo y mis brazos. Se ve tan diminuta e indefensa, pero jodidamente caliente. De su garganta salen gemidos agudos.

- Dios, eres tan jodidamente pequeña y estrecha - sigo entrando y saliendo con cuidado abriendo el camino para que mi polla pueda entrar. Es tan pequeña que aún cuando llego al fondo mi polla no entra por completo.

- ¡Oh, Khris, es tan grande! - pego mi frente a la suya y sigo embistiéndola. No sé cuánto más podré aguantar. Aumento la velocidad. Y su cuerpo se agita bajo el mío. La beso ahogando sus gritos y en cuestión de segundos su coño se contrae apretando mi polla, llevándome con ella. Los espasmos duran varios minutos. Esto es más intenso de lo que jamás haya experimentado. Me derrumbo sobre ella y no parece molestarle mi peso. Mi cara está enterrada en su cuello. Me encanta su olor. Su mano está acariciando mi cabello y se siente bien.

- Se siente tan bien.

- ¿El qué? - le pregunto. Levanto mi cabeza para mirarla.

- Todo. El estar aquí contigo, hacer el amor contigo, tenerte sobre mí, sentir paz. Todo eso se siente bien en este lugar - la miro por unos minutos.

- Sí, por eso me cuesta deshacerme de él. Cuando quieras venir sólo tienes que decirlo y te traeré de vuelta.

- Khris...

- Sí, Myla ya lo sé. No tienes que repetirlo. Eso no significa que no podamos pasar rato juntos como amigos.

- ¿Crees que podamos pasar rato como amigos después de lo que ha pasado en tu apartamento y en este lugar?

- Dímelo tú. Eres tú quién no quiere nada conmigo. Supongo que serás tú quién no va a permitir que nada más suceda entre nosotros. Pero por el momento, mientras estemos aquí, eres mía por completo - todavía estoy duro y estoy dentro de ella. Me muevo y ella gime. La levanto con cuidado enroscando sus piernas en mi cintura y ella se agarra a mi cuello. La sujeto por el trasero para llevarla a la habitación. Me mantengo dentro de ella a medida que camino.

- ¡Oh mierda!

- Eres tan pequeña y liviana. Tienes el tamaño y el peso perfecto para follar - me detengo en medio de la habitación. La agarro por las caderas y comienzo a subirla y bajarla sobre mi polla con rapidez y un poco de brusquedad. El aire escapa de sus pulmones, y cuando está a punto de correrse me detengo. La llevo a la cama y la acuesto con delicadeza sin romper nuestra conexión. Vuelvo a embestirla y vuelvo a detenerme cuando comienza a temblar. Está perdiendo las fuerzas por el esfuerzo.

- Por favor - dice suplicando.

- ¿Por favor, qué? ¿Quieres que lo haga más rápido o más fuerte? ¿Quieres correrte? - le pregunto mientras la penetro muy lentamente. Ella sólo niega con la cabeza - Lo tomaré como que quieres correrte otra vez.

- ¡Nooo! - la hago correrse y la sigo.

Su cuerpo se queda lánguido en la cama. No se mueve, sólo respira con dificultad y sus ojos se están cerrando. Mi respiración es entrecortada. Beso cada parte de su rostro hasta que se queda dormida. Salgo de ella con cuidado y su cuerpo se estremece. Voy al baño en busca de un toalla húmeda para limpiarla. Está bañada en sudor pero está dormida así que el baño tendrá esperar. La dejo dormir. Voy al salón de estar y me sirvo un vaso casi lleno de Whisky. Doy un gran sorbo y siento como me quema la garganta. Ésto se está saliendo de mi control. Le he dicho a Myla que ya he captado el mensaje, que ya no voy a insistir, que sólo quería unas horas, pero todo ha sido una mentira. No me voy a dar por vencido. No voy a dejarla escapar. No ahora que ha sido mía. No ahora que me pertenece.





Continue Reading

You'll Also Like

1.5M 110K 83
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...
171K 15.7K 33
Hyunjin es el chico más guapo y coqueto de la preparatoria, Felix es un chico estudioso y el líder del club estudiantil. ¿Podrá Hyunjin lograr que Fé...
155K 17.8K 24
Azariel y Emma son hermanastros que afirman odiarse, pero una herencia compartida cambiará sus vidas. **** A Emma la despidieron, sus amigos la aband...
1M 42.6K 13
Calder Hillenburg es reconocido por odiar a su familia más directa. No es un misterio que el nuevo duque de Bermont gusta en hacer la vida imposible...