Me perteneces (COMPLETA)

By Joly0711

4.4M 213K 13.5K

Ella....una hermosa chica con un espantoso pasado que busca un nuevo comienzo. Él....el hombre que pondrá el... More

Comienzo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 28 (cont.)
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 32 (cont)
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 36 (cont.)
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Epílogo

Capítulo 39

74.7K 3K 380
By Joly0711

POV KHRIS

"No puedo creer que esté en este lugar".

Varias horas antes.....

- ¡Myla, oh cielo santo! ¡Myla! ¡Nena, no, no, no cierres tus ojos, joder! - le golpeo en la cara pero no despierta.

Está sangrando, está sangrando demasiado. Hay sangre por todos lados. En la cama, sus muslos, su coño, toda mi pelvis y por supuesto mi polla. ¿Qué carajos le he hecho? La cargo en mis brazos y la llevo hasta el baño. Abro la llave del lavamanos para mojarle la cara con agua fría, pero no reacciona. Las gotas de sangre siguen cayendo al suelo sin parar. Miro su reflejo en el espejo y pareciera que estuviera muerta. Su cabeza está hechada hacia atrás y sus brazos cuelgan. Se me hace un jodido nudo en la garganta. ¡Demonios! La llevo a la cama nuevamente y la recuesto. Busco mis pantalones, mi chaqueta y mis zapatos y me los pongo junto con la camisa y la dejo sin abotonar. Agarro el teléfono de la mesa de noche y llamo al lobby y pido que haya alguien esperando por mí en la puerta de emergencia que da al estacionamiento privado. Busco ropa caliente en el armario y se la pongo como puedo y la envuelvo en el edredón. Mis manos están manchadas de sangre y ella también a medida que la he estado moviendo. Ahora tiene sangre hasta en su cara. La cargo nuevamente y agarro las llaves y mi móvil como puedo. Entro al ascensor y la sacudo y la sigo llamando, pero nada. No da señales de vida y me está preocupando. Salgo del ascensor y el portero me está esperando en la puerta trasera.

-¡¿Sr.Becker, qué sucede?! ¿Necesita que llame a una ambulancia?.

- No, no te preocupes, yo me encargo. Sólo toma las llaves del bolsillo y abre mi camioneta.

- Enseguida señor - hace lo que le pido y me dirijo a mi camioneta tan rápido como puedo. Él abre la puerta por mí. La coloco en el asiento del pasajero y lo recuesto y le abrocho el cinturón - Muchas gracias Lorenzo, te debo una.

- Señor, si necesitara algo más no dude en llamar.

- Te lo agradezco - salgo disparado del estacionamiento.

Es la una de la madrugada, pero en esta jodida cuidad hay tráfico a todas horas. Agarro mi móvil para hacer una llamada mientras pienso cuál podría ser la ruta más corta.

-¿Dónde estás? - grito inmediatamente contesta.

- Estoy a punto de terminar mi guardia.

- Te necesito, llegaré en diez minutos máximo.

-¿Khris, qué sucede?

- Te lo explicaré cuando llegue allí, no tengo tiempo ahora. Espérame en la puerta de emergencia con una camilla, por favor, es urgente. Por favor.

- Está bien - cuelgo la llamada y sigo sorteando el tráfico como un taxista demente.

Por suerte parte de la carretera está prácticamente vacía y no ha nevado aún. La temperatura está muy baja allá fuera. Sólo espero haber abrigado a Myla lo suficiente. Freno de golpe frente a la puerta de emergencia y allí está esperándome con una camilla tal y como le pedí. Salgo de inmediato. Abro la puerta del pasajero y la tomo en brazos. ¡Mierda! Está toda mojada lo que indica que la hemorragia no ha parado y eso no es bueno. Al mirar la tapicería de cuero crema de mi camioneta lo compruebo. Corro con ella en brazos hasta la camilla y la acuesto.

- ¡¿Khris, pero qué demonios sucede?!

- Tiene una hemorragia.

- ¿Desde hace cuánto?

- No lo sé. Me di cuenta hace apenas unos quince o veinte minutos y la traje de inmediato. No lo sé con seguridad - unos paramédicos inmediatamente se acercan para revisarla - ¡No la toquen! ¡ Ni se atrevan a mirarla!.

- ¡Khris, déjalos hacer su trabajo!

- ¡Y una mierda! ¡Que nadie la mire y que nadie la toque! ¡Te la encargo a tí y sólo a tí! - estoy perdiendo la poca cordura que me queda. Los paramédicos me miran inmóviles, saben quién soy. La doctora me mira un momento.

- Khris, ¿quién es?

- Es ella, sólo detén la hemorragia - es todo lo que le digo y asiente con la cabeza.

- ¿Tiene alguna condición médica?

- Tiene un problema con la coagulación de la sangre y es hipoglucémica. Es todo lo que sé.

- Está bien. Por favor, estaciona tu camioneta y luego ve a la sala de espera. Y abotona tu camisa y ponte un abrigo o algo, está demasiado frío.

- Lo haré enseguida. Y ustedes dos ni una jodida palabra sobre esto - los paramédicos asienten frenéticamente. La doctora me mira y niega con la cabeza. Sabe que no estoy bromeando.

Luego de estacionar mi camioneta, voy directamente a la sala de espera del área de emergencias. Por suerte encontré un abrigo en mi camioneta. Al entrar todos me miran como si fuera un extraterrestre. Con una sola mirada de mí parte miran hacia al otro lado. Pregunto en el lobby por Myla, la doctora está revisándola. Espero que ninguno de aquellos cabrones ponga un ojo, mucho menos una mano sobre ella o serán hombres muertos. Estoy caminando de un lado al otro cavando un roto en el suelo con mis pies. Cuando levanto la cabeza, todos me están mirando otra vez y varias enfermeras me sonríen.

-¡¿Qué carajos miran, acaso no tienen pacientes que atender?! ¡Pónganse a trabajar, que para eso se les paga! - y digo se les paga porque soy un gran benefactor de este hospital. Algunas personas me aplauden, supongo que llevan rato esperando a ser atendidos. De la nada aparece la Sra.Smith. Lleva ejerciendo como enfermera en este hospital por más de veinticinco años. Me puso todas mis vacunas de chico y es muy amable.

- Aquí tienes hijo - me entrega una pequeña toalla húmeda - Es para tus manos. Llevas rato pasándolas por tu cara y tu cabello.

- Oh, gracias - comienzo a limpiarlas y noto que están bastante manchadas de sangre, al igual que mi chaqueta y mi camisa. Ahora entiendo porqué me miran como un extraterrestre.

- Hijo, tranquilízate. Ella está en muy buenas manos y es muy afortunada de tenerte. Se te nota que la adoras y te preocupas.

- ¿Cómo no voy a adorarla y preocuparme por ella? ¿Acaso has visto a la mujer que está allá dentro? Tú también la adorarías si la conocieras.

- No he tenido la oportunidad de verla o conocerla, pero apuesto a que es muy bonita.

- ¿Bonita? Parece un jodido ángel caído del cielo.

- Bueno, eso sólo lo diría un hombre verdaderamente enamorado. Iré a buscarte un café - le entrego la toalla.

- Gracias - la toma y me limpia la cara con cuidado.

- Apuesto a que esas jóvenes enfermeras me miran con envidia - yo solo le sonrío, pero aún estoy estupefacto por su comentario.

¿Estoy enamorado? Sé que actúo como un desquiciado con ella y que nunca había sentido esto por alguien antes, pero no me había dado cuenta de que estaba enamorado. No me había dado cuenta de lo jodido que estoy sí ese es el caso. A los pocos minutos aparece la Sra.Smith con mi café.

- Aquí tienes hijo.

- Gracias. Por el café y la toalla también - me sonríe y se marcha.

Me quedo sentado pensando en Myla. No puedo creer que esté en este lugar. Hace unas horas estábamos en mi cama haciéndola mía por primera vez, y ahora estamos aquí, ella inconsciente en una camilla de hospital y yo rogándole a Dios que nada malo le suceda. Me siento como un animal por haberla penetrado de golpe. Debí ser más cuidadoso. Ahora que lo pienso quizás un lubricante habría ayudado, no lo sé. Ya no sé en carajos pensar. No sé cómo pude olvidar ese detalle de su sangre. Me termino mi café y recuesto la cabeza hacia atrás en la pared y las imágenes de las horas que pasamos juntos se repiten en mi mente como diapositivas. Se veía hermosa con ese vestido, pero luego se veía más hermosa sin él. Su piel pálida, ese perfecto trasero y esas perfectas tetas serían la perdición hasta de un santo. No se da cuenta de lo sexy y hermosa que es y que cualquier hombre podría perder la cabeza por ella. Pienso en sus pecaminosos y carnosos labios alrededor de mi polla y en un instante tengo una erección muy dolorosa. El lugar en el que estoy no creo que sea apto para que me vean con una tienda de campaña en mis pantalones. Abro los ojos y me enderezo pasando mis manos por mi cabello. Ya ha pasado más de una hora. La puerta se abre y sale la doctora, se acerca. Me levanto y camino hacia ella. Me da un fuerte abrazo el cuál le devuelvo.

- ¿Cómo está?

- Sigue inconsciente, pero ya está estable. Ven hablemos - caminamos hasta una esquina un poco alejada de sala de espera - Ya detuvimos el sangrado. Su presión sanguínea se ha estabilizado bastante pero aún se encuentra baja lo que es normal por la pérdida de sangre. Se irá estabilizando a medida que reciba toda la sangre que necesita. Perdió mucha sangre así que tuvimos que transfundirle dos pintas de sangre para poder estabilizarla. Es posible que pueda necesitar otra más tarde. También tuvimos que subir su nivel de glucosa que estaba por los suelos. Eventualmente todo estará bien.

- Gracias a Dios - estoy halándome por los pelos y caminando de un lado al otro - No sé cómo no pensé en eso. Todo estaba tan perfecto y de momento.... esto sucede. Dios, parecía muerta.

- La traíste justo a tiempo. Definitivamente llevaba sangrando mucho más de veinte minutos.

- Supongo que sí. Mi cama está bañada en sangre y el suelo de mí habitación y el baño - paso mis manos por mi cara y la restrego. Estoy muy cansado.

- Sé que no es mi asunto, pero ¿qué sucedió? - la miro y honestamente no quiero contestar a su pregunta. Lo que sucedió es algo privado e íntimo. Pero creo que no me va a quedar más remedio.

- Estuvimos juntos por primera vez. Era virgen. No creo que necesites los detalles - me mira y entrecierra sus ojos.

- ¿Era virgen?

- Sí. A eso se debe el sangrado. Jamás pensé que esto iba a pasar.

- ¿Fue consentido?

- ¿Consentido? ¿Qué quieres decir con eso? Por supuesto que fue consentido - estoy apretando mi mandíbula para no gritar.

- Khris, por favor no te molestes...

-¡¿Cómo quieres que no me moleste?! ¡Estás insinuando que la forzé!

- No, no lo hago y baja la voz. Sólo necesito saber. En éste tipo de casos hay que hacer ciertos reportes y ella tiene un desgarre vaginal bastante severo. Está llena de moratones, tiene varios mordiscos, inclusive tus dedos marcados en sus caderas...

-¡Porque su jodida piel se marca fácilmente!

- Baja la voz, por favor - estoy furioso. ¿Cómo se atreve a preguntarme semejante cosa? - Sólo necesito saber si algo más sucedió.

- Ni siquiera voy a perder el tiempo respondiendo a tu pregunta. Pregúntaselo a ella cuando despierte sí quieres.

- Por favor no lo tomes a mal, sólo hago mi trabajo.

- Tu trabajo - digo sarcásticamente negando con la cabeza aunque sé que es cierto, sólo hace su trabajo.

- Por favor entiende que si otro doctor en vez de yo la hubiese visto o la viese en estos momentos comenzará a hacer preguntas mucho más incómodas debido a que presentas todos los indicios de una violación. Y aunque yo jamás creería que fueses capaz de hacer algo como eso, debemos cubrir todas las bases en caso de que alguien que la haya visto llegar en éstas condiciones diga lo contrario. Y sí, sé de lo que serías capaz en ese caso - la miro por un instante. Me conoce bastante.

- ¿Dónde está? Quiero verla.

- Las enfermeras iban a limpiarla para llevarla a una habitación....

- ¡No! ¡No quiero que la toquen! ¡Ve allá dentro y diles que no la toquen!

- Khris, ella está toda manchada de sangre...

- No me importa, ya me encargaré yo de ella cuando lleguemos a casa. Sólo llévala a una maldita habitación privada - no me contesta, sólo se marcha. Tendré que disculparme cuando esté más tranquilo. Sólo me está ayudando y no se merece que descargue mi frustración con ella.

Hago una llamada y les dejo saber a Alexie y a Liz lo sucedido. Vendrán en un rato para traerle algo de ropa y me ayudarán a coordinar para que alguien limpie mi camioneta. Tendré que avisar a Nana para que limpie mi habitación. Les dejo saber mis planes para después de sacar a Myla del hospital ya que voy a necesitar la ayuda de ambos y la de Nana nuevamente. Al cabo de unos veinte minutos soy avisado de que se encuentra en una habitación privada. Subo al tercer piso y pregunto en el lobby por el número de la habitación y todas las enfermeras que se encuentran allí me miran como lobos hambrientos.

- Es la habitación 36B. Sí necesita algo no dude en preguntar señor - dice con una sonrisa estúpida.

- Ahora que lo dices, sí, sí necesito algo - sus ojos brillan y su sonrisa se amplia.

- ¿Y qué será lo que necesita el señor? - dice coqueta y las demás se ríen.

- ¡Que se comporten como jodidas profesionales y hagan su trabajo como es debido! - se les borra la sonrisa a todas. Me doy media vuelta y antes de marcharme les digo - Ah, y no quiero a nadie molestando a mi chica, lo tienen totalmente prohibido a menos que sea estrictamente necesario. Para ser más exactos, la única que puede entrar a la habitación es la Sra.Smith, ¿les quedó claro? - todas asienten.

Me marcho en busca de la habitación y las dejo a todas pasmadas. Entro a la habitación indicada. Myla está pacíficamente dormida. Tiene una intravenosa en la parte superior de su mano derecha y una bolsita de sangre cuelga al lado del suero. Me percato que hay una manguita que llega hasta su brazo lo que indica que aún necesita sangre. Perdió mucha. Me siento en la cama y tomo la mano que tiene libre y la beso. Toco su cabello y beso su frente. Tiene un rostro tan angelical. Su semblante es pacífico, nada que ver con su semblante cuando está despierta. Es cómo sí algo la atormentara día y noche. Tiene una mancha de sangre en su cara y en el cuello. No entiendo porqué mintió al decirme que no era virgen cuando evidentemente lo era. Su actitud me dejó saber desde el principio que no tenía experiencia y que tenía miedo, pero no entiendo porqué no me lo dijo. Quiero acostarme con ella y lo hago con cuidado de no despertarla o aplastrala. Son casi las tres de la madrugada y estoy agotado. Sólo me queda esperar a que despierte.

POV MYLA

Escucho a lo lejos el sonido de un bip. Se va haciendo cada vez más fuerte. Trato de abrir mis ojos pero mis párpados están pesados, pareciera que están pegados. Trato de moverme, pero mi cuerpo pesa una tonelada y todo me duele horrores. Poco a poco logro abrir mis ojos. No sé dónde estoy. Voy analizando el lugar y definitivamente es un cuarto de hospital. Veo una línea intravenosa en mi mano derecha y otra línea con sangre. Trato de mover mi mano izquierda, pero está atrapada. Al mirar, veo a Khris sosteniéndola. Sostiene mi mano con su mano derecha. Su mano izquierda se encuentra debajo de su cara que descansa en la cama. Su cabello está todo revuelto. No sé qué ha pasado y por qué estoy aquí, pero me alegra saber que él está conmigo. Me siento cansada. Libero mi mano de la suya como puedo y acaricio su cabello y su cara con cuidado de no despertarlo, pero da un brinco y levanta su cabeza. Dos zafiros azules me miran con asombro.

- Myla, por fin despiertas. ¿Cómo te sientes, cielo? ¿Estás bien, necesitas algo? - le sonrío. Se levanta inmediatamente y se sienta en la cama a mi lado.

- Me siento cansada. Y mi cuerpo pesa una tonelada y está dolorido - eso le saca una sonrisa de vampiro - ¿Qué pasó, por qué estoy aquí?

- ¿No recuerdas nada?

- No. Bueno, recuerdo todo lo que sucedió antes de dormirme o desmayarme, no sé cuál de las dos cosas pasó.

- Te desmayaste. Tuviste una tremenda hemorragia y me diste el susto de mi vida. Cuando vi toda esa sangre y no despertabas.... - niega con la cabeza y traga fuerte - Han tenido que transfundirte sangre, no sé cuánta exactamente. Tú solo parecías... muerta - veo la angustia en su rostro, estaba preocupado por mí.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- Estamos aquí desde la una y cuarto de la madrugada - mira su reloj - son las nueve treinta. Estuviste inconsciente por más de ocho horas - ohh - Myla, ¿por qué me mentiste diciendo que no eras virgen? - su pregunta me sorprende, pero afortunadamente la puerta se abre y no tengo que contestar. Entra una mujer con una bata blanca de doctor. Cabello negro y ojos marrón claro. Debe tener unos cincuenta años, pero es muy bonita y elegante. Se nos queda viendo a ambos.

- Qué bueno que ya estés despierta. ¿Por qué no me avisaste? - le pregunta a Khris. Tiene acento británico.

- Recién despertó.

- Entiendo. Soy la doctora Fisher. ¿Cómo te encuentras?

- Agotada y el cuerpo dolorido.

- Ya veo - le brinda una mirada significativa a Khris y él se pone tenso. No entiendo que sucede o si se conocen, sólo sé que a Khris se le ve molesto - Myla, quisiera hacerte unas preguntas de rutina. En privado, sí no te molesta - ahora soy yo quien se pone tensa.

- No pienso marcharme - dice Khris.

- Sólo puedes quedarte sí la paciente lo permite.

- Ya dije que no me voy a mover, y no me vengas con la política de privacidad del paciente. No me muevo - la doctora me mira como esperando mi autorización y le asiento.

- ¿Sobre qué exactamente?

- ¿Enserio tienes que hacer esto? - Khris está muy molesto, y no sé porqué demonios estoy escuchando en él el mismo acento británico de la doctora.

- Me temo que sí. Es parte del protocolo en estos casos, ya te lo expliqué - Khris resopla furioso.

- Khris, está bien - le digo para calmarlo.

- No, no está bien.

- Sólo deja que haga su trabajo, así podremos marcharnos - está apretando su mandíbula pero asiente. La doctora no se pierde detalle de nuestra interacción. La miro y ella prosigue.

- Bien, en este tipo de casos, debido al motivo de tu ingreso y el estado en el que se encuentra tu cuerpo, es necesario hacer ciertas preguntas.

-¿El estado de mi cuerpo? No entiendo - mira a Khris y yo lo miro también. El niega con la cabeza.

- Tu cuerpo está lleno de hematomas o moratones, por así decirlo, mordiscos y tienes las marcas de sus dedos en tus caderas. Sin olvidar que tienes un desgarre vaginal bastante severo.

- Literalmente está insinuando que te violé - estoy en estado de shock. Ella lo mira muy seriamente.

- En ningún momento he dicho eso, sólo necesito saber, ¿ha sido absolutamente todo esto consentido?

- ¡¿Si no piensas que la violé, que clase de jodida pregunta es esa maldita sea?! - Khris estalla.

- Ya he dicho que es protocolo y necesito escucharlo de la paciente - la doctora está perdiendo los estribos también.

- ¡No puedo creerlo, jodidamente no puedo! - Khris está echando chispas. Yo estoy muy nerviosa pero logro contestar.

- Por supuesto que fue consentido. Él nunca me obligaría a hacer nada que no quisiera. El nunca me haría daño de esa forma, y sí tengo mordiscos, pero no me los hizo por hacerme daño o lastimarme, simplemente.... estábamos muy envueltos en el momento. Yo tampoco me quejé o le pedí que no lo hiciera.

- ¿Contenta? - la doctora lo mira de una forma extraña, como si estuviera dolida. No sé que diablos pasa y definitivamente tengo que preguntarle por su jodido acento británico.

- Entiendo. Gracias por la confirmación. Pero necesito saber si fue brusco contigo aunque haya sido consentido. Es un desgarre bastante severo.

-¿Enserio? ¿No te basta con su respuesta, acaso no es suficiente?

- Khris, por favor... - trato de calmarlo.

- ¡No! ¿A dónde quieres llegar a parar con esto?

- ¡Sólo estoy haciendo mí trabajo y necesito que todo esté correctamente documentado en su récord por el bien de los dos! - la doctora se está alterando de verdad - Sí no puedes mantener la compostura te recomiendo que salgas de la habitación.

- ¡Te dije que no me voy a mover joder! - definitivamente se conocen por la forma en que se hablan y se tutean. Me están poniendo nerviosa - Myla, no tienes que contestar.

- Necesito que lo haga.

- ¡Que no tiene que hacerlo!

- ¡Por favor, ya basta! - ambos me miran sorprendidos - ¡No me forzó, no me obligó y definitivamente no fue brusco conmigo! ¡Yo le dejé que hiciera lo que le viniera en gana conmigo! - respiro profundo para calmarme - Fue muy cuidadoso conmigo es sólo que... ¡Dios que vergüenza! Es sólo que él es - le hago gestos a la doctora señalando hacia él, pero luce confundida - Es sólo que él es un hombre muy grande allá abajo - ambos abren los ojos ante mí respuesta. La cara de la doctora es un poema y yo debo de estar roja como un tomate.

- ¿Qué él es qué?

- ¡Se acabó! - le dice a la doctora - Sí querías que me marchara, lo conseguiste. No pienso quedarme a escuchar cómo mi madre y mi novia hablan del tamaño de mi polla - ¿qué diablos dijo? ¡¿Su madre?!

- ¡¿Qué demonios acabas de decir?! - los miro a ambos. Su madre lo mira sorprendida y él sólo me sonríe.

- Discúlpame cielo, se me olvidó presentarlas.

- ¿Se te olvidó, enserio? ¿Cómo diablos se supone que iba a adivinar que se trataba de tu madre? ¿Te das cuenta de la vergüenza que me has hecho pasar? ¡Le estoy hablando del tamaño de tu polla, por el amor de Dios! - estoy molesta, muy molesta por haberme avergonzado de esta manera - Sabes, tu madre tiene toda la razón, mejor espera afuera - me dedica su sonrisa de vampiro el muy cabrón y se acerca para besarme la frente. Trato de esquivarlo, pero me fue imposible.

- Tus deseos son órdenes - se da la vuelta y antes de salir le dice a su madre - A eso se le llama tenerme agarrado por los huevos madre - su madre sólo levanta sus perfectas cejas y me mira sin palabras, yo sólo quiero que me trague la tierra. Aclaró mi garganta.

- Mis disculpas por eso.

- No tienes por qué disculparte. Pensé que te había dicho quién era.

- No lo hizo. ¿Tiene alguna otra pregunta? Realmente quisiera irme.

- Ehh, de hecho sí. Por las condiciones en las que llegaste, me vi obligada a realizarte varios estudios. Entre ellos un sonograma y un sonograma pélvico, lo cuál reveló cicatrices internas antiguas y también la falta de gran parte de tu sist....

- ¡No pienso contestar nada que tenga que ver con eso! - le digo bruscamente. No era mi intención hablarle de esa forma, pero es un tema muy delicado para mí - Lo siento, no quise ser grosera. No hablo de ese tema - ella aún se encuentra pasmada.

- ¿Te encuentras bien? Tus latidos han aumentado drásticamente - se levanta para revisar la máquina. No me había dado cuenta de que el bip de la máquina había aumentado la velocidad.

- Sí, lo estoy - no la miro, no me atrevo. Se sienta en la silla dónde estaba Khris antes.

- Lo lamento, no quise incomodarte. ¿Sabe Khris de esto? - sigo sin mirarla.

- No y no tiene porqué saberlo. Eso es algo mío privado y no somos nada, así que no tiene sentido que lo sepa. Además lo que sucedió anoche fue cuestión de una sola vez, no volverá a repetirse. Al salir de aquí cada uno irá por su camino.

- Ohhh... pero pensé que..... dijo que eras su novia.

- No, no somos pareja. Suele presentarme como su novia ante todo el mundo pero no lo soy.

- ¿Pero entonces.... por qué le entregaste tu virginidad sí realmente no van a estar juntos como pareja?

- El quiere algo de mí que no puedo darle. Entonces me dijo que sí no le podía dar lo que me pedía, que al menos le concediera una noche, ya sabe cosa de adultos. Y así ha terminado su noche - nos quedamos en silencio por varios minutos hasta que ella habla.

- No conozco completamente a mi hijo, él es muy reservado, pero sí te puedo decir que nunca lo había visto así por alguien. Sé que no es un hombre perfecto, pero tiene un gran corazón, es un buen hombre. Si pudieras intentar darle una oportunidad te lo agradecería enormemente. Hacía mucho que no veía ese brillo en sus ojos - cierro mis ojos con fuerza tratando de que las lágrimas no salgan. Al abrirlos la miro.

- No se trata de que él no sea un buen hombre. Él es perfecto. Se trata de que él es demasiado bueno para mí y yo no lo merezco. Sólo lo haré sufrir y él merece ser feliz. Yo no soy la indicada para él - las lágrimas escapan de mis ojos y ella se ha quedado perpleja. De repente escuchamos voces. Hay personas discutiendo afuera de la habitación y una de las voces es la de Khris. La madre de Khris se levanta y sale dejándome sola en la habitación.

POV KHRIS

Ver la expresión de mi madre al escuchar la descripción de mi polla fue gracioso, aunque un tanto incómodo. Salí de la habitación porque de verdad presentía que mi madre quería preguntar algo específico y no lo hacía por mí. Llevo algunos minutos aquí sentado en el pasillo esperando a que terminen cuando escucho una voz indeseable.

-¡Así te quería encontrar! - cierro los ojos con fuerza. Lo menos que necesito en estos momentos es esto.

- Te lo advierto, no estoy de humor.

- ¡No me importa sí estás de humor o no, alguien tiene que ponerte en tu lugar!

- ¿Y quién será ese alguien, tú?

- Sí, tal vez tenga que hacerlo yo - me río con ganas.

- Vete a la mierda. Vete a predicar la moral a dónde no te conozcan y no sepan quién eres realmente.

-¿Qué diablos se supone que significa eso?

- Lo sabes perfectamente.

- No, dímelo de frente.

- No voy a perder mi tiempo contigo.

- ¿Prefieres perder el tiempo hablando sobre lo que acabas de hacerle a esa chica, sobre cómo volviste a tus viejos hábitos?

- No te atrevas - digo apretando mis dientes.

-¿O qué, me vas a pegar hermanito? ¿Vas a volver a ser un jovencito rebelde y vas a descargar toda tu rabia sobre mí? ¿Qué piensas que va a decir esa pobre chica cuando se entere que tienes la mala costumbre de violar y golpear jovencitas?

-¡No te atrevas a acercarte a ella, no te atrevas! - le grito a todo pulmón.

-¿O qué? - lo agarro de su bata de doctor y lo estrello contra la pared. Es unas pulgadas más alto que yo pero no me intimida. Físicamente nos parecemos bastante. La composición de su cuerpo es casi igual a la mía con el único detalle de que yo aprendí a cómo matar a una persona en cuestión de unos pocos segundos, a él le tomaría un poco más de tiempo. Todas las enfermeras del lobby nos miran y algunos pacientes con sus acompañantes, pero me importa una mierda. Ésta vez no voy a callar.

- No te le acerques. Si me entero que estás respirando el mismo aire que ella date por muerto. Soy capaz de matar a cualquier infeliz que intente hacerle daño, incluso si ese infeliz eres tú. Te acercas, sólo un poco, y te juro que no respondo - me mira con los ojos entrecerrados. Trata de zafarse de mi agarre, pero se lo pongo difícil. La puerta de la habitación se abre. Mi madre me hala y nos separa.

-¿Qué demonios significa este escándalo? ¡Y ustedes a trabajar! - les grita a las enfermeras.

-¿Vas a permitir que se salga con la suya nuevamente? - le reclama mi hermano a mi madre.

- Lo que no voy a permitir es este escándalo. Eres un doctor, por el amor de Dios, compórtate como tal y vete a trabajar al piso que te corresponde. Éste no es tu piso.

- No le puedes permitir esto nuevamente Eloise.

- No le permito nada ni a él ni a tí. Ahora vete a tu piso - me volteo y abro la puerta de la habitación de Myla, ella está sentada en la cama . Antes de cerrarla John me grita.

-¡No te saldrás con la tuya Khris, ésta vez no te lo voy a permitir!- Myla me mira asustada y cierro la puerta con fuerza. Voy dónde ella para abrazarla y me abraza de vuelta.

- Khris, ¿qué sucede?

- Nada, nos vamos.

- ¿Qué fue todo eso?

- Nada, sólo un idiota. Voy a sacarte de aquí - la beso y voy al baño para humedecer una toalla para limpiar su cara y su cuello. Mientras lo hago mí madre entra nuevamente a la habitación - ¿No se suponía que estaba fuera del estado? - le pregunto a mi madre desde el baño.

- Regresó hace unos días - niego con la cabeza.

- Hijo de puta.

- Khris no te expreses así.

-¿Por qué no me lo dijiste?

- Lo olvidé por completo. Además jamás pensé que haría algo como eso, mucho menos aquí en el hospital. Se suponía que estuviera en su piso.

- Quítale el suero, voy a sacarla de aquí.

- Deberías esperar ....

- Quítale el suero madre, por favor - digo con la mandíbula apretada. Myla está asustada - Yo me encargaré de ella - Lo hace mientras saco la ropa de la mochila que Liz trajo hace unas horas para Myla.

- Iré a preparar los papeles del alta - mi madre nos deja solos. Comienzo a limpiar la cara de Myla y su cuello. Al quitarle la bata veo su cuerpo todo manchado de sangre y moratones por todos lados. Al ver que me quedo mirando ella hace lo mismo.

- ¿Por qué todavía estoy llena de sangre? - levanto su barbilla para que me mire a los ojos.

- Porque no quería que nadie te viera o te tocara. Prepararé un baño de agua caliente cuando lleguemos y te limpiaré, lo prometo - ella asiente - Y lamento haberte dejado llena de moretones.

- Eso no importa Khris. No me hiciste daño - la beso nuevamente. Le ayudo a poner la ropa caliente. Afuera hace un frío de los mil demonios y se espera que neve más tarde. Cuando estoy poniendo sus botas, mi madre entra con una silla de ruedas.

- Ella no va a ir en eso, la cargaré en brazos - ella suspira y le entrega los papeles a Myla para que los firmé.

- Espero volver a verte Myla - Myla le dedica una leve sonrisa - Recuperáte. Y tú cuida bien de ella, es tú responsabilidad ahora y llévala a comer, lleva muchas horas sin comer.

- Sabes que lo haré.

-¿Saldrás por la puerta trasera?

- Sí, Alexie dejó mi camioneta en la parte de atrás del edificio y no necesitamos más inconvenientes.

- Recuerda usar el ascensor de mantenimiento entonces.

-¿Alexie estuvo aquí?

- Sí, vinieron hace unas horas pero estabas dormida. Fueron a hacer algo importante.

- ¿Qué puede ser más importante que estar aquí conmigo?

- Algo que les pedí que hicieran por mí para tí.

- Ohh. Gracias por todo - le dice Myla a mi madre.

- Por nada. Sólo cumplía con mi trabajo.

Me pongo mis guantes termales que Alexie me trajo y le pongo los de Myla. Parece una niña pequeña con esa vestimenta. Coloco la mochila sobre mi hombro y la cargó. Es un peso pluma. Mi madre sostiene la puerta abierta para nosotros. Al pasar por el lobby todas las enfermeras miran a Myla con envidia. Bajamos en el ascensor de mantenimiento y cuando estoy llegando a mi camioneta escucho su voz nuevamente.

-¡No te vas a salir con la tuya hermanito, no lo permitiré! - por suerte mi camioneta no está muy lejos. Myla se agarra a mi cuello y mira por encima de mi hombro.

- No mires, cielo - baja su cabeza y la recuesta en mi hombro. Al llegar abro la puerta y la acomodo rápidamente en en asiento del pasajero y abrocho su cinturón. Al abrir la puerta trasera para guardar la mochila Myla grita.

- ¡Khris! - el muy hijo de puta iba a abrir su puerta. Lo empujo con fuerza.

-¡Aléjate de ella maldita sea!

- ¡¿Ya te contó lo que le hace a las chicas bonitas cómo tú, cómo le gusta violarlas y golpearlas?! - le propino un puñetazo en la cara y cae al suelo. Su nariz sangra.

- ¡Te dije que te alejaras y te juro que sí lo vuelves a hacer me olvidaré de que eres mi hermano! - lo dejo tirado en el suelo. Al voltearme Myla me mira con horror. La puerta trasera todavía está abierta lo que indica que escuchó perfectamente lo que él dijo. Sólo espero que no lo haya creído. Antes de entrar a la camioneta le propino varios puñetazos a un contenedor de basura para poder calmar mis nervios y poder conducir. Myla está horrorizada y a punto de llorar. Yo respiro con dificultad y aprieto el volante.

-¿Khris? - dice con un hilo de voz. La halo hacía mí y la abrazo.

- Lo siento, no quise asustarte - la abrazo fuerte.

- Dime que no es verdad.

- Por supuesto que no. Ya te contaré cuando lleguemos para que también entiendas la actitud de mi madre. Ahora tienes que comer. ¿Qué te apetece?

- Un capuchino y un croissant relleno de chocolate de Starbucks.

-¿Enserio? - le pregunto con el ceño fruncido y ella sonríe de oreja a oreja y asiente - Starbucks entonces.

Compramos por el servicarro y comemos en el estacionamiento. Comienzo a conducir. Me dirijo a las afueras de la cuidad.

- ¿Khris, a dónde me llevas? - le sonrío.

- Todavía me debes muchas horas.

- Nunca acepté darte tus veinticuatro horas.

- Lo sé. Ya lo verás. Es una sorpresa. Te va a encantar.

- ¿Cómo sabes que me va a encantar?

- Sólo lo sé - ella sólo me regala una sonrisa. Y allá vamos......

Continuará.........

Continue Reading

You'll Also Like

2.5K 198 10
-No soy un sueño imposible -dijo Neil- No iré a ninguna parte. -No te pregunté. -Pregúntame -insistió Neil -o quédate lo suficiente para descubrirlo...
8.3K 542 37
Podra el amor de tu vida salvarte de todo los peligros que existen. -Tu me mentistes. -Que querias que hicieras tu no dejabas que nadien te cuidara a...
1.5K 185 35
Alex Rivera vive en Venezuela, junto a su padre y su madrastra; Álvaro Morgan vive con su madre en California . Al principio ambos no saben de la exi...
137K 29.2K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...