"Tu mirada me dice que podrías llevar a alguien al mismo infierno cuando quisieras...Y no sabes cuantas ganas tengo...de que me lleves ahí" "Tu mirada me dice que...
Stefani no dejaba de repetir esa parte de la grabación. No podía dejar de escucharla. Había pasado media hora desde que Tara se había marchado y ella aún no salía del coche. Su cabeza estaba apoyada al volante y su vista seguía perdida pero su mente no dejaba de prestar atención a la grabación. Cerró sus ojos y su mente sólo le hacía recordar lo que había pasado con Tara. "Tu mirada me dice...-No puedo...-Apenas recordaba la sensación de los labios de la joven, su corazón comenzaba a golpear su pecho. "...llevar a alguien al mismo infierno"-No puedo más...-
Apretó sus labios al igual que sus manos. Éstas comenzaron a temblar de coraje. "...me lleves ahí"-¡No resisto más!-Gritó tirando su celular lejos de ella. Con su respiración agitada apretó sus manos en el volante.-¿Por qué no puedo quitarme esta necesidad? Esta maldita necesidad...-De tenerla. Reprimio éstas últimas palabras. El calor dentro de ella exigía ser apagado. Pasó su mano por su cabello y sólo pensó una forma de calmar ese calor.-Tengo que salir de aquí.-Sentía que si seguía ahí, a sólo unos metros cerca de Tara haría una locura. Así que, sin saber a dónde ir, comenzó a manejar, sólo así se sentiría fuera de peligro...
-¡¿Castigada!?-Exclamó Tara con furia hacía su padre.
-Saliste y no sabía en dónde estabas, ni siquiera me pediste permiso, te llamé y nunca contestaste eso aún más me preocupó. No quiero que esto se vuelva a repetir. Estás castigada por dos semanas.
La joven se levantó de su asiento.-¡¿Dos semanas!? Este fin de semana es el cumpleaños de Federic no puedo faltar a su fiesta.
-Eso debiste de pensarlo antes de salir sin mi permiso y regresar a éstas horas.
-¿Cómo puedo pedirte permiso cuándo estás todo el tiempo en el estudio de grabación? Últimamente apenas y puedo verte en la mañanas y ni siquiera puedo hacerlo en la noche porque llegas en la madrugada.
-Estamos terminando el álbum no puedo darme el lujo de salirme temprano del estudio, soy el productor principal de ese disco.
-¿Y después qué? Vendrán más peoyectos, más discos, más grabaciones, más trabajo y yo no puedo darme el lujo de salir porque mi padre apenas y tiene tiempo de hablar conmigo.
-No quieras convertirme en el villano de la historia, tienes que aceptar...
-Mi error, lo sé, pero al menos acepto parte de mi culpa, ¿¡Por qué no aceptas tú parte!?
Alzó una ceja.-¡No uses ese tono conmigo! Hago lo mejor que puedo, es difícil encargarme de todo yo sólo.
-¡No estarías pasando por esto si te hubieras preocupado más por mamá y por mi que de tú estúpido traba...-Tara calló y retrocedió un poco al ver que su padre estaba a punto de darle una cachetada. Pero por suerte al último él no lo hizo. Sólo apretó su mano y la miró molesto.
-Vete a tú habitación. Ahora.
La joven sintió sus ojos llorosos y lo miró dolida mientras subía a su habitación sin decir nada...
No sabía como había manejado tan lejos y ni siquiera como había llegado ahí después de los dos bares que había ido a visitar, por suerte sus sentidos estaban intactos y algo tenía claro, debía aprovechar al máximo su estadía. Eran casi las 2 a.m. y Stefani se encontraba en un prostíbulo. No era la primera vez que entraba a un lugar así sólo que habían pasado muchos años desde que había sucedido eso. Comenzó a mirar a todos lados, sobre todo a las mujeres del lugar, pero ninguna la convencía. Estaba casi del otro de la ciudad así que no tenía problema en mirar sin ocultarse.-¿Estás perdida?-preguntó una mujer castaña y pelo rizado. Comenzó a guiarla a una pequeña mesa.
-De hecho estaba buscando la chica correcta para esta noche.
La castaña sonrió.-Podría ser yo.
-Lo siento, pero esta noche...-Respiró hondo.-Tengo ciertas preferencias.
Hizo un pequeño puchero.-Es una lastima. Pudimos habernos divertido.
Sonrió.-Quizás en otra noche.-Stefani desvió un poco la mirada y notó a una joven bailando cerca de unos hombres del lugar. La castaña apenas se iba cuando Stefani la detuvo.-Espera, ¿quién es ella?
-¿La rubia de zapatillas rojas?-Asintió con la cabeza.-Ella es Mary Jane.
-¿Podrías decirle que venga conmigo?
-Ah...está con unos clientes, no cre...
-Le pagaré el doble.
La mujer se mostró sorprendida, como si a ella le hubieran hecho la propuesta. En ese momento fue en dirección a la joven Mary Jane. Stefani veía todo lo que pasaba y como la rubia no dejaba de mirarla, sus ojos cambiaron cuando la castaña se acercó más a ella y le susurró algo. En ese momento se alejó de los otros clientes y comenzó a acercarse a ella.
-¿Tú eres quién no puede esperar para conocerme?-Mostró una sonrisa de lado.-Soy Mary Jane pero...puedes decirme Jane.
Stefani la miró de arriba a abajo notando con más detalle los rasgos de la joven. Sus ojos son más grandes que los de...Tara. Pensó. Y su boca no es tan grande como la de ella pero...podría funcionar.
Bajó su mirada a su cuerpo y su complexión era delgada. Nada mal. Se dijo antes de sonreír levemente.-Espero que esos hombres no se hayan disgustado mucho porque los hayas dejado.
Ella se sentó a su lado.-La dejé en compañía de mi amiga, aunque dudo que sientas remordimiento por ellos.
-En realidad no.
-Cómo lo sospechaba. ¿Y... qué servicio deseas? ¿Un baile, quizás la música del lugar pued...
Negó con la cabeza.-Prefiero evitar la parte del baile.-Con uno es suficiente. Habló su subconsciente.-Quiero ir a una de las habitaciones.
La rubia se levantó de su asiento.-Si que tienes prisa.-Comenzó a caminar hacia las habitaciones y Stefani comenzó a seguirla.
-No tienes idea de cuanto...
Tara salió de bañarse y mientras secaba su cabello notó como el carro de Stefani no estaba estacionado, miró hacía la casa y no había ninguna luz encendida. Entrecerro sus ojos. Claramente no estaba en casa. Miró su reloj. 2:25 a.m. ¿Dónde podría estar a estás horas? Bajó la mirada y notó la pequeña herida que tenía en su codo por haber sido empujada por Stefani de su coche.-Ya estoy harta de ella.-Mencionó molesta.-De todos.-Agregó, al recordar la pelea con su padre y lo que había hecho Federic esa noche.
Todo parecía indicar que Tara se había rendido y ya no seguiría con el plan...
-Creo que aún no me has dicho tú nombre.-Mencionó Jane mientras Stefani le quitaba la poca ropa que tenía.
Tardó en responder y alzó una ceja-¿Por qué quieres saberlo?
-¿Entonces qué nombre gritaré cuando esté tan excitada?-Rió levemente.
Stefani sonrió.-Prefiero que no hables. Si no es mucha molestia.
Se encogió de hombros.-Lo que el cliente pida.-Stefani estaba a punto de besar sus labios.-Eso es un costo extra.
-¿Esto es por qué no quiero que hables?-Preguntó intrigada.
Apretó una sonrisa.-Es porque es un costo extra, siempre lo pido. Nada personal.
-Pagaré por ello.
Jane sonrió.-Debes de estar muy...-Stefani comenzó besarla sin previo aviso. Sus labios devoraban los de ella y sus manos recorrían cada parte de su cuerpo, apretandola y acercandola hacia ella. Su lengua pasó entre los labios de la rubia mientras que sus manos ascendían hasta su rostro y lo acercaba al de a ella.
Jane apenas y podía corresponder a sus besos, ella se adueñaba de sus labios sin poder hacer nada al respecto. Cuando Stefani se separó para bajar a su barbilla, por fin pudo controlar su respiración.
-Casi me...dejaste sin aliento...-Bromeó Jane con la respiración pesada.
Dejó de besar su cuello para mirarla a los ojos.-Dije que no hablaras.-La tomó del cuello y comenzó besar sus labios nuevamente.
Era lo único que pedía de aquella mujer. Silencio. Era la única forma de que pudiera disfrutar de ella. Si la voz de Jane resonaba en su cabeza la imagen de Tara comenzaba a desintegrarse en su mente y por supuesto no era lo que quería.
Se odiaba por tener que llegar a sobrepasar sus límites para callar y calmar aquél deseo que la consumía por dentro, por culpa de su joven alumna.
No sabía si la odiaba o realmente le gustaba por hacerla sentir de esa manera.
Comenzó a besar los pechos de la rubia, deslizando una y otra vez su lengua sobre sus pesones. La necesitaba, la deseaba con tant...
El gemido de Jane la hizo despertar de sus propios pensamientos.
-Descontaré eso de tú pago.-Dijo después de poner su mano encima de su boca y seguir besando cada parte de su cuerpo. Inciando una vez más, con culpabilidad, pero disfrutando de la sensación de "estar" con Tara...
-David, despierta.-Stefani escuchó una voz de mujer susurrando en su oído.-David...-Entré abrió sus ojos y miró a su al rededor confundida, no era su habitación.
-¿Tara?-Preguntó con voz ronca. Volteó y vio que no se trataba de ella.
-¿Tara? ¿Acaso no me recuerdas?-Se trataba de la castaña que la había atendido antes que Jane.-Soy Constance.
-¿Y Jane? O...-Comenzó a levantarse.-¿Acaso sólo fue...
-¿Tú imaginación? Eso quisieras pero no, después de que saliste de su habitación te invité unos tragos, platicamos, bailé y...bueno, lo demás es historia.-Rió.
Stefani comenzó a recoger sus cosas.-¿Qué? ¿En qué...-Trató de recordar pero su cabeza lo único que hacía era daler un intenso dolor. Miró por la pequeña ventana de la habitación y notó como si estuviera amaneciendo. -¿Qué hora es?-preguntó algo asustada.
-6 o 7 de la mañana. También vengo despertando.
-¿¡Qué!? ¿Por qué me dejaste dormir toda la noche?-Comenzó a vestirse deprisa.
-¿Toda la noche? Quizás dormimos tres horas y eso es mucho. Nos la pasamos muy bien anoche, David.
Stefani la miró confundida.-¿Por qué me dices David?
-Por tú tatuaje de David Bowie, anoche te dije que así iba a llamarte ya que no querías darme tu nombre.
Comenzó a revisar sus bolsillos.-¿Dónde está mi dinero?
Constance sonrió.-Regla número 1: Nunca traigas mucho efectivo a estos lugares. Ayer estabas muy dadivosa con el dinero. Las chicas y yo estamos muy agradecidas por eso.
Pasó su mano por su cabello. No más salidas a media noche. La regañó su subconsciente.
-Tara, no te repetiré que saques la basura.-Mencionó Mark mientras arreglaba su cabello. El timbre sonó y notó por la ventana que se trataba de la agencia dónde había dejado su auto para que lo repararan. Abrió la puerta.
-Su auto está listo señor...-El trabajador revisó sus papeles.-Ronson. Su firma por favor.
-Llegaron justo a tiempo.-Mencionó con una sonrisa.
-Necesito pasar.-Mencionó Tara sosteniendo las bolsas de basura. Ambos se hicieron a un lado.
-¿Hubo algún otro desper...-Mark paró de hablar al ver el auto de Stefani.
Tara tampoco se mostró indiferente ante su llegada. ¿No llegó en toda la noche? Se preguntó sorprendida. Sus sospechas se confirmaron al verla con la misma ropa de anoche...
Stefani bajó del carro sin mirar hacía otro lado. Se había dado cuenta de la presencia de Mark y Tara. Lo único que quería era llegar a su casa y descansar de la noche que apenas y podía recordar.-Stefani.-Escuchó la voz de Mark aproximándose a ella.
Respiró hondo al parecer el descansar aún debía esperar.
Volteó a verlo.-Hola.-Fingió una sonrisa.
Él paró de caminar al verla mejor.-¿Acaso...vienes llegando de algún lugar?-Se acercó a ella para darle un pequeño beso. Respiró hondo.-Hueles a alcohol y a...perfume barato.
-Me paré temprano y fui por un par de tragos y...no critiques mi perfume.-Siguió caminando. Con el rabillo del ojo notó como Tara los estaba mirando desde su puerta y después entró a su casa.
En ese momento pudo recordar la grabación que había hecho.-¿Qué clase de bar abre tan temprano?
Paró de caminar.-Mark, tengo que decirte algo.
-Es curioso porque...yo también.
Fruncio el ceño.-¿Sobre qué?-Preguntó mientras buscaba su celular en su bolsa. Cuando finalmente lo encontró Mark habló.
-Ah...me iré unos días.
-¿Qué?
-Me iré a Nueva York esta tarde y creo que me iré por dos días, aún no estoy seguro de cuanto tarde, la disquera quiere que solucione algunos problemas y no sé cuanto tiempo me tome y...aún no se lo he comentado a Tara pero...quisiera que cuidaras de ella mientras no estoy.
Parpadeo un par de veces.-¿Cuidar de...ella?
-Si, es un asunto de negocios y no podría llevarme a ninguna de las dos conmigo. Vives en frente de mi casa, ella te conoce y por supuesto confío en ti...
-Nymph