En honor a Carl Grimes...
OMNISCIENTE'S... P. O. V:
Rick y Michonne, hacen una corta expedición, en busca de cosas para los salvadores y otras para los tipos que secuestraron a Gabriel. Es poco lo que han encontrado, pero una que otra aventura, refresca el alma.
-¿Qué pasa?- pregunta con gracia, al ver la expresión en el rostro de la morena.- ¿porqué esa sonrisa? Llevamos un par de días explorando y solo conseguimos dos armas, latas abolladas y algunas camisetas de fútbol, no es mucho.
-Es cierto.- responde sin abandonar la sonrisa.- pero estamos luchando. Es mejor.- ambos asienten sonrientes. Un ligero ruido, llama su atención, poniéndolos en guardia de nuevo. Con sigilo, se escurren entre los árboles y matorrales, buscando su procedencia. Para sorpresa, no son ni más ni menos, que un par de salvadores descuidados, que matan el tiempo '' jugando '' al golf. Una camioneta con algunas provisiones, llama su atención. Unos cuantos minutos después, la pareja está en la carretera, junto a una camioneta y provisiones.
-Dos días..- habla Michonne al volante.- ya tenemos que regresar..- espera una respuesta por parte de su compañero, pero este no se hace presente.-¿Rick..?-llama con gracia, mirándolo de reojo.
-Un día y medio más.- dice como chico regañado.- hoy y mañana.
-Podemos volver a salir, deberíamos volver.
-Solo un poco más..- pide.
-Vamos bien, no hace falta que las encontremos ya mismo.
-Sí.. Ya sé. Solo un poco más, ¿sí?
-De acuerdo.- se rinde por fin la morena.
-De acuerdo.- ríe.
En Alexandria, Rosita sutura delicadamente su herida.
-Hey!- habla Tara frente a ella.- justo venía a eso. Denise, me enseñó.
-Ya terminé.- Tara suspira sin ánimos.- qué?
-Nada.- niega.
-Está bien.
-Todo saldrá bien.- dice subiendo al porche.
- ¿Qué quieres decir, Tara?
-Que ahora tenemos el número para luchar. Sólo falta encontrar armas y..- Rosita la interrumpe.
-¿Sabes dónde podemos encontrar tantas armas hoy? ¿Esta semana?- frena de golpe su esperanza.-¿Este año? No. No lo sabes. Yo no puedo, solo esperar. No sé tú, pero yo no puedo.
-Vamos a encontrar las armas.- habla decidida.- Okay? Y vamos a luchar. No será fácil! No lo fue la última vez, en el puesto. Oye, tal vez podrías reservar todo esto para ellos.. Toma.- le lanza un tubo de crema antes de irse.- te ayudará para la cicatriz.- está asiente y se pone de pie.
-Guárdala.- le pasa el tubo.- necesitamos armas y voy a buscar.
Michonne y Rick, se alejan un poco de su descanso, siguiendo el rastro de un pequeño venado.
-¿Qué pasa?
-Vi un venado.- responde ella.
-Yo te debo un venado.
-¿Ves eso?- señala a lo lejos.
-Sí..- unos cuantos minutos después, se dirigen hacia un establecimiento abandonado, encontrándose a un caminante vestido de militar con un rifle en su espalda.- son armas como las que necesitamos.- un rifle y unos cuantos casquillos en el suelo, los hacen llegar a una conclusión.
-Algo muy grave pasó aquí.- dice Michonne preocupada.- hace mucho tiempo.
-Sí. Estás son municiones en serio.- le enseña un casquillo de metralleta.- quizá haya armas en serio.- varios gruñidos, los hacen prestar un poco más de atención a su alrededor.- vamos a ver, mejor.
-Sí.- desde el techo del edificio, pueden observar lo que posiblemente, fue un refugio alguna vez.
-Soldados, civiles, tantas municiones, hubo una pelea.
-Quizá fueron los caminantes. Quizá fueron otras personas.
-Aún llevan las armas!- exclama Rick, con emoción.- creo que lo encontramos.
-Yo también lo creo.- son ríe
-¿Podremos hacerlo?- Michonne toma el rifle y dispara dos. Veces, hasta derrumbar unas botellas dentro de una vieja carpa, para después reír junto a Rick.
-Sí, podremos. - sonríe. Un extraño sonido lleva su atención hasta sus píes, sin previo aviso, ambos caen por un agujero, segundos después, la melodiosa risa de la morena, retumba después adentro. Afortunadamente! Había un colchón improvisado en ese lugar, luce como una especie de fábrica.
-¿ Estás bien?- le pregunta a Rick entre risas.
-Sí.- responde este, de igual forma.- y tú?
-Sí! Jaja! Esto es una señal verdad?!- ríe mientras se mueve sobre el colchón.- Lo encontramos! Tiene que ser aquí!
-Oh, oh Dios! Lo es.- le da unas palmadas en la pierna, para llame su atención. Cajas, grandes y vastas, llenas de las tasas de comida.- lista para comer?
-Están listas.- ríen.- Comamos!- horas después, están felices, tranquilos y llenos.- tenemos las armas, las personas, que pasará cuando matemos a Negan y a todos los que sean necesarios? Negan organizó el mundo a su gusto, qué haremos para reorganizarlo nosotros?
-Las comunidades, cada una podrá decidir como seguir adelante.
- Sí, pero alguien tendrá que lograr eso. Se necesitará a alguien a cargo, ¿cierto?- Rick asiente.- deberías ser tú.
-Yo no.
- ¿Porqué no? Tú podrías hacerlo. Lo harías bien. Si lo deseas.
-No creo que eso sea lo que quiero, o quizá sí.. Pero si fuésemos los dos. Tú y yo. Sí lo haríamos. Reorganizariamos todo juntos.. Eso es lo que deseo. Si.. Tú lo quieres también.- finaliza con un poco de timidez.
-Sí.- sonríe, para después besarlo.- voy a necesitar cinco más de estas cenas, Okay?- toma el sobre de nuevo.
-Sabes, no es necesario que terminemos mañana.. Podemos tomar nuestro tiempo. Si necesitamos otro día, eso esta bien. Quiero decir, el sitio está despejado, está protegido.. Hayamos la única entrada. Así que...- se lleva la cerveza a la boca.
-Deberíamos regresar..
-Sí conseguimos las armas, no importa si nos lleva un poco más de tiempo. Espera, quería.. Mostrar te esta.- toma una de las bolsas de comida y la ubica entre sus manos como si fuera un vendedor.- tiene fideos, con queso, salsa.. Y todos esta junto.- se la entrega. Las horas pasan y se levanta un momento para pensar, Michonne duerme a su lado, tranquila. Está es la vida que quiere. Está es la paz que necesita. Las cosas que ________ le dijo aquella vez en la iglesia, rondan su cabeza casa noche. Si no hubiera sido por ella, nunca se hubiera recuperado a sí mismo.. Una vez más.
-¿Pasa algo?- pregunta Beth mientras juega con Judith.
-No, lo siento.- responde Tara.- solo estaba pensando.- quita la pulsera de su muñeca y se la entrega a la bebé.- ahora es tuyo.
-vuelvo en un momento, ¿sí?- Beth se pone de pie y sale de la habitación.
-Alguien me lo regaló.. Ella se arriesgó por mí. Me salvó la vida, sabes? No tenía por qué hacerlo! Pero me salvó, eso es lo importante ahora.- dice recordando a la chica de la playa y a sus amazonas compañeras.- debe serlo...- se pasa la mano por la frente con preocupación.- si digo algo.. Rick no se irá de allí sin sus armas. Incluso si logramos acercarnos, ellas abrirán fuego! Y nosotros lo regresaremos. Es decir, ella debería luchar con nosotros. Los salvadores mataron a sus padres, a sus hijos y hermanos. No querrán unirse a nosotros, solo desean esconderse.- suspira cansada.- así que nos atacarán.- si hablo de Oceanside, eso es lo que pasará. ¿Porqué nuestras vidas valen más que las de ellas? ¿Porque que remos de tener a quienes nos hacen daño? ¿A quienes les ha tan daño a otros? Maldita sea.- susurra.
Michonne y Rick, se escabullen entre entre pasillos abandonados hasta estar más cerca de los caminantes, decidiendo que deben actuar de una forma muy moderada, para no atraer a la horda.
-Siete, ocho.. Nueve. El auto.- le susurra.- puedo bloquear el agujero con el, de camino puedo matar a aquel, tu ocúpate del resto.
-Me estás dejando ocho.- dice Michonne mientras sonríe con sarcasmo. Él, asiente con gracia.
-Podríamos disparar, pero eso atraería a los del campo. Hay que moverse en silencio, con la espada.- le hace una señal y se quita el maletín.- tú puedes con ocho!- exclama.
-Oye, yo voy primero, luego tú.- sale de entre los recipientes metálicos y los golpea para la mar la atención de los caminantes, Rick corre por el lado contrario y le rebana la cabeza a uno de ellos. Llega hasta el carro, pero para su sorpresa, uno de los soldados está en el parabrisas, impidiéndole el paso. Michonne se las arregla, mientras él trata de sacarlo de este, sin embargo, la descomposición del cadáver, hace que con cada intento, solo logre desmembrar lo. Finalmente, lo consigue y empiezan a movilizar el vehículo.
-Tienes a tus ocho caminantes. Puedo empujar solo.- se queja, Rick, como niño pequeño.
-Entonces yo también.- se burla Michonne.- tú preocúpate por dirigirnos hacia el hueco.
-Diablos! Los frenos no funcionan!- Michonne deja el auto con Rick dentro, ya que alguien empieza a dispararle con un rifle. Resulta, que uno de los caminantes se atoró en unas varillas y el arma se accionó sin querer. El auto continúa hasta el otro lado de las rejas, donde está la horda, Michonne alcanza a meterse en la parte trasera de este. El problema, es que los caminantes ya empiezan a apelmazarse sobre ellos.
-Michonne, estás bien?- pregunta Rick, recostado en los asientos delanteros.
-See.
-Creo que nos pasamos.
-¿Crees o lo sabes?- Rick have mala cara y suspira.
-Lo sé.. Pero era un buen plan.
-Era un plan estupendo..- minutos después, salen por una pequeña ventana, en la parte superior del auto. Entre patadas y empujones, logran entrar en un área infantil, protegida por bajas aunque resistentes rejas azules.- Lo haremos aquí.
-Sí.- con Katana y hacha en mano, se disponen a acabar con los caminantes.
-Mierda, no va a resistir.
-Ahí vamos.- la pequeña muralla, perece después de unos cuantos segundos. Corren hacia la salida, ocultándose entre las carpas. No son demasiados, pero juntos, se vuelven un peligro mayor.
-Vamos a dividirlos en grupos más pequeños. Tal vez, las barreras resistan.
-Vas al tobogán y yo a la vuelta al mundo?- resulta que el pequeño refugio, una vez fue una feria.- o sólo podríamos irnos.
-¿Te quieres ir?
-Nah, podemos hacerlo.
- Sí, sé que podemos.- corren hacia ambos lados. Cada vez son menos y menos los caminantes, una pequeña sorpresa, llama la atención de Rick, haciendo que este escale la rueda de la fortuna. Es el venado, va a disparar, pero no puede, ya que un grupo de caminantes se lo devoraria en segundos. Al tratar de bajar, este resbala y cae como costal, el pobre.
-Rick!- Michonne corre hacia él, sin importarle la horda.-¡RICK!- resuenan los disparos hasta que se queda sin munición. Se ve estancada entre andamios de la máquina, logra cruzar con mucho esfuerzo. Y se dirige hasta él. Pero su corazón deja de latir, cuando observa como los caminantes que quedan, se están devorando algo, con mucha ansia. Su mundo se derrumba por completo. Su rostro está neutro y lágrimas atacan sus ojos sin piedad, deja caer su espada y el shock no le permite moverse, sin importar que un par de caminantes ya se dirigen hacia ella. Un silencio llena el lugar, no hay gruñidos, ni huesos rompiéndose, tampoco sangre salpicando, solo silencio. Silencio que aturde. Silencio que ensordece.. Niega repetidas veces, aún sin poder créerlo. Tata de retroceder mientras estos se le acercan cada vez más. De la nada, Rick sale corriendo, estaba escindido tras de unas cuantas cajas. Empuja fuerte a un caminante y recoge la katana, Michonne no sale del transe hasta que esté le grita y se la lanza. Ella la atrapa con agilidad y rebanada la cabeza de los caminantes que la acechan. Rick continúa con su hacha, hasta acabar con el último de ellos. Sin pensarlo dos veces, corre hasta el y lo abraza fuertemente mientras llora.
-Lo intenté, pero aún te debo un venado.- dice, acariciando su espalda. Después de recoger todas las armas, se disponen a encontrars con el camino, de nuevo. El silencio se apodera de la camioneta, Rick, se deriven a un lado de la carretera y la observa sin saber que decir.- podría haber seguido un par de días más.. Me habría gustado.- Michonne guarda silencio, con la mirada perdida.- No puedo dormir.. Pienso en lo que perdimos. Pienso en mis amigos. Glenn me salvó la vida. Al principio de todo. Y yo no pude salvarlo. - Sus ojos se humedecen.- es normal, ya lo sé.- ella se gira y lo observa.- pero estoy atrapado en ello.. Fue una experiencia tremenda.. - su voz se quiebra.- ________, estaba allí. Y Carl, dejé.. Dejé que viera eso.- se apreta el tabique y niega.- deje que esa niña, viera eso, permití que ella viera como hacían pedazos a una de las personas a las year más aprecio le tenía.. Esto, no remedia eso.- hace una seña hacia las provisiones.
-Rick, lo lamento.- acaricia su mejilla, él toma su mano y deja un beso en ella.
-Vamos a luchar contra ellos, eso es lo que pasará después.. Y vamos a perder gente, quizá mucha.. Tal vez a uno de nosotros.- Michonne se aleja de él, negando.- pero incluso así.. Lo habrá valido.
-cuando pensé que..- niega aun más fuerte.- no puedo perderte.- se lamenta llorando.
-Me preguntaste que tipo de vida teníamos si solo nos rendiamos. Eso.. No era vida. Lo que acabamos de hacer allí, lo que hacemos ahora, construir un futuro para Judith, para el bebe de Glenn y Maggie, para Carl, para ________, luchar.. Eso es vivir. Tú y ella me hicieron ver eso. Puedes perderme.
-No.- se cubre el rostro.
-Sí, sí puedes.. Yo puedo perderte, podemos perder a nuestros amigos, a nuestros seres queridos.. Ya no se trata de nosotros. Se trata del futuro. Y si soy yo quien no sobrevive, tu tendrás que guiar a los demás. Eres la única que puede hacerlo.
-Pero... ¿Cómo lo sabes?
-Porque tú, me guías te hasta aquí..
De regreso en Alexandria, esconden las provisiones y le entregan las armas a los cacharreros.
-Limpiamos y aceitamos algunas, ustedes hagan lo que falta. Estamos en esto juntos.
-Sí, sí, pero ¿funcionan?- pregunta la. Líder aún sin poder creérselo.
-Puedes disparar algunas, prueben las si quieren.
-¿Cuantas hay?- pregunta un hombre.
-Sesenta y tres- responde Tara.- hicimos un inventario.- saca un papel de su bolsillo y se lo tiende.
-No, dice la mujer.
-Al inventario?
-No es suficiente.
-¿Qué? De qué hablas?- pregunta Rosita.
-Pediste muchas armas. Aquí las tienes.
-Alcanzan para ustedes. ¿Para nosotros? Casi el doble.
-Ya perdimos mucho tiempo- Rosita se acerca hasta ellos.- nos llevamos las armas.
-No, las armas se quedan, el trato sigue en pie.
-No todas.- se niega Rick. Nos quedamos con diez, para encontrar más.
-Cinco.
-Diez.
-Seis.
-Diez.
-Nueve.. Y devuelves el gato.
-Veinte, me quedo con el gato. Les conseguimos las armas. Luchamos juntos. Di que sí.
-Sí.. Más pronto lucharemos.- los otros, empiezan a formarse, para tomar las armas.
-Pasarán unos días.. Antes de lo que suceda después.- dice Michonne a su lado.
-¿Unos días más?
-Sí. Encontraremos más, lo resolveremos. Pronto.. En unos días más.
En Alexandria..
-Hola.- saluda Rick.
-Hola.- responde Tara.
-¿Estás bien?
-Sí, Sí, justo iba a.. Justo iba a verte. ¿Qué pasa?
-¿Viste a Rosita? Esta mañana no apareció a hacer su turno en la guardia.
-Seguramente salió a buscar más.
-Umm, sí.¿Para qué.. Para que ibas a ver me?- pregunta amable. La expresión de Tara es de miedo, confusión y preocupación, todo en un pequeño rostro.
-Tengo algo que decirte..- toma aire y asiente.
En Hilltop...
-Hola.- dice Sasha, una vez se encuentra frente a Rosita.- viniste a..- señala las tumbas.
-Vine porque necesito tu ayuda.
-Con una condición.. - el silencio y la tensión reinan entre ambas.- Yo le disparo.
-De acuerdo.
-Trajiste explosivos?
-Lo pensé. Pero no quería que se enteraran y trataran de detenerme.. Pero traje algo mejor.- saca un rifle de su mochila y empieza a armar lo, al terminar, sonríe y se lo entrega.- pata que le dispares.- Sasha lo toma con emoción y prueba la mira.- Rick y Michonne encontraron armas.
-Pero no se deciden a actuar.
-No pueden.. Necesitan más armas, más gente, más tiempo, más escusas.. Memorice todo. Lo que Daryl y Carl le dijeron a Rick sobre donde vive Negan.
-Jesús me hizo un mapa del exterior.. Es lejos, esta bien protegido. Solo nosotras dos?
-¿Te arrepentiste?
-Estoy dispuesta a matarlo. Pero necesito estar segura de que sabes lo que significa.
-¿Tu lo haces?
-No pueden atraparnos con vida. Si es así, les daremos algo.
-Un boleto de ida para los dos.- asiente.- sí quieres ir conmigo?
-Sí.
... (Con amor, de mí para ustedes, sucias)...
Carl, cierra la puerta de la habitación con seguro. Se tarda un poco, ya que sus manos tiemblan y transpiran. Respira hondo y se da la vuelta lentamente para observarme, con los ojos brillantes y los labios tensos. Lo observo en silencio, mi respiraciones está un poco agitada y mi rostro expresa curiosidad. ¿Qué sigue? Nos besamos con pasión, vinimos hasta aquí. ¿Qué sigue después de eso? Nunca ha pasado nada más, aunque hoy, hoy es diferente, su mirada es diferente. Hay mucho amor en ella, pero también algo más. Se acerca lentamente hacia mí, aún sin apartar su mirada de la mía, hasta que estamos tan juntos que nuestras respiraciones se vuelven una sola. Carl es más alto que yo, así que debo levantar un poco la cabeza para observarlo mejor. Baja su rostro lento mientras cierra los ojos, acercando cada vez más sus labios a los míos, prolongando más el tiempo previo a la unión de estos. Cierro los ojos cuando los siento sobre los mios, los separo un poco y vuelvo a cerrar los atrapando los suyos. Suavemente, pongo una de mis manos sobre su mejilla y la otra sobre su hombro. Él, deja ambas sobre mí cintura, nos besamos lento, de una forma dulce, con amor. Siento como pasa su lengua suavemente por la mía, siendo sincera se siente algo raro, pero supongo que con el tiempo te acostumbras. Me separo lento, mordiendo un poco su labio. Recuerdo que así lo hacía Maggie cuando besaba a Glenn, eso le encantaba porque este sonreía como tonto al final.
-Sí, - sonrío.- justo así.- río un poco al ver como Carl hace lo mismo.
- ¿Qué?- pregunta con una sonrisa preciosa.
-Nada, Olvidalo.- dejo un beso en su mejilla.- te amo.
-Te amo.- finaliza la conversación para volver a besarme, pero esta vez, con un poco más de pasión. La velocidad del beso, va incrementando de a poco, hace presión en el agarre de mi cintura, con sus pulgares empieza a hacer pequeños círculos. Los latidos de nuestros corazones se sienten mucho más fuertes y vivaces. Siento la sangre circular por mis venas con más velocidad
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por ende, las respiraciones se agitan y los cuerpos transpiran con delicadeza, cobrando vida propia, dejando notar un nuevo y sutil brillo sobre aquellas jóvenes pieles, las mejillas de ambos se tornan de carmín, resaltando el fresco azul de sus ojos. Sus labios se notan húmedos, suaves y un poco inflamados. Se separan lento para después juntar las frentes. Carl abre los ojos y observa a semejante criatura, hermosa como siempre. Perfecta. Es la palabra que la describe en su totalidad. No es un ángel es una Diosa. Sus rojos labios, entre abiertos, sus ojos suavemente cerrados, sus pestañas, su nariz, sus pequeñas y preciosas mejillas, es tan adorable que parece un espejismo, uno muy hermoso joder. La observa con detenimiento, con amor, con anhelo.. Si tan sólo pudiera conservarla para siempre, pero quizá no pueda ser.. Él, es humano y ella, un ángel, que solo vino para tratar de salvarlos, eso es todo. La idea de que Dios se la arrebate, le destroza el corazón, no puede permitir se perder a alguien más y mucho menos a el amor de su vida. Porque eso es ella, el amor de su vida. Hay que ser realistas, es el fin del mundo! Y aunque no lo fuera, nunca encontraría un ser igual. Ella vive en su mente cada maldito segundo del día.
Delicadamente, recorre su rostro con las yemas de sus dedos. ______ suspira, los pasa suave por sus labios, delineando los. Ahora por su cuello, lo cual la hace estremecer, acerca su rostro hasta su cabello y da una profunda respiración, recogiendo todo el aroma que puede, para después exhalar lo con nostalgia. Sus dedos pasan por su clavícula deslizándose hasta los hombros de la chica, los suspiros tienen un suave compás que va y viene entre caricia y caricia. Deja un beso detrás de su oreja y rosa sus labios en esta. Ninguno se atreve a abrir los ojos. No, el momento no lo permite, la atmósfera que posee la habitación es casi irreal, como si una dulce niebla lo cubriera todo. La piel de sus brazos es tan suave, y sus manos tan tersas. Acaricia sus palmas y se dispone a regresar su camino. Con una de sus manos, acaricia la mejilla de la chica, mientras que la otra, reposa en su espalda, aún sin despegar el rostro de su cuello.
-Se mía...- se escapa de sus labios. Ni él se lo creía, rápidamente abre los ojos y la observa con detenimiento, esperando lo peor. ________ lo observa de igual forma mientras se acerca hasta sus labios. Ninguno aparta la mirada hasta que ella habla.
-Sí..- susurra sobre los labios de Carl, una pequeña sonrisa tira de estos. Vuelve a besarla, lo hace lento y sin afán. Acaricia su cabello y ella su pecho.
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Carl baja sus manos hasta el borde de mi blusa y la sube lento mientras me acaricia el abdomen, siento como tiemblan sus manos, las mías están igual, están frías y sudan. Estoy muy nerviosa, no dudo. Claro que no. Yo lo amo y quiero que ser suya en cuerpo y alma, nuestras almas están destinadas, yo lo sé. Sé que esto está bien. Sé que estoy haciendo lo correcto, porque lo amo y el me ama. Levanto los brazos y la quita. Se detiene para observar mi torso, examina con curiosidad y ansias cada rincón de este. Acaricia mi abdomen y besa mi hombro. Cierro los ojos disfrutando de su tacto. Pasa sus manos suavemente sobre mis pechos, me muerdo el labio ante la sensación y un suspiro me abandona. Abro los ojos y me encuentro con ternura en su mirada. Agacho la cabeza con vergüenza, pero el sube mi mentón y deja un beso en mis labios. Ahora me observa como si solicitara permiso para continuar. Desabrocha mi pantalón y pasa saliba antes de bajarlo. Quita mis botas y lo saca por completo. Acaricia mis piernas, mientras regresa a su posición anterior.
-Mi turno.- susurro, quito su sobrero y lo dejo caer. Paso mis manos hasta la parte trasera de su cabeza y desato el nudo de la venda que cubre su ojo. El toma mis manos antes de que pueda empezar a quitarla, aprieta los labios y su mirada se dirige hacia otro lado. - Oye... Está bien, ¿si?- beso su frente. Las suelta lentamente y empiezo a retirar la venda, después la gaza sobre su herida, para después dejar un beso sobre esta.- a mi, no me importa esto.- me mira y sonríe con las mejillas rojas, bajando la mirada. Lo beso de nuevo mientras quito su camisa, Muerde mis labios y aumenta la velocidad de este. Nos separamos con la respiración agitada y reímos un poco para después continuar. Quito su camiseta y acaricio su pecho. Voy dejando un camino de besos mientras me agacho para quitar su pantalón. Una especie de suspiros extraños salen de sus labios, desabrocho el cinturón y lo dejo en el suelo, luego su pantalón y sus zapatos, hasta que por fin, queda en bóxers. Me pongo de pie y le pregunto. - Qué fue eso?
-El qué?
-lo que hiciste ahora.
-Amm, yo.. Esto.. Pues, se le dice gemir.- se pone rojo y desvía la mira.
-Y es malo? Te duele algo?- digo preocupada.
-No, no. Es algo bueno.- me mira de reojo.- pasa cuando a tu cuerpo.. Le gusta algo.
-Está bien.- sonrío.- me alegra que te guste.- asiente. Toma un mechón de mi cabello y juega con el.
-Eres muy hermosa.- susurra mirándome.
-Gracias..- lo observo con curiosidad, ¿qué sigue?.- ¿Vas a besarme?- pregunto riendo. El ríe también y asiente de nuevo, para después acercarse. Nos besamos sin parar, este beso es más subido de tono, no cabe duda, pero despierta algo en mi, algo sumamente nuevo. Lujuria... Escucho en mi cabeza. Respondo el beso con un poco más de fuerza, descargas eléctricas recorren mi cuerpo desde la punta del pie hasta el último de mis cabellos, Carl acaricia mi abdomen y lleva las manos hasta mi espalda, enredo mis dedos entre su largo cabello, Dios, amo su cabello.. Tiro de el.
-Ah.. - gime. Desabrocha mi Bra y lo quita rápidamente. Siento mis ojos arder así que parpadeo un poco, mientras él, baja los besos por mi cuello.
-Ah..- lo hago yo esta vez. Carl me observa de reojo mientras lo muerde.- Ahh..- lo hago más alto. Deja mi cuello para observarme mejor y una expresión de sorpresa cruza su rostro.
-________, tus ojos.
-¿Qué tienen mis ojos?- pregunto asustada, me miro en el espejo y..
-Están.. Están..
-rojos.-completo, admirando mi reflejo. No rojos, rojos, cambian, hay una guerra entre azul y rojo en ellos.- no creo que sea algo malo. Me siento bien.
-Segura?- se acerca preocupado.
-Sí.- asiento y volvemos a besarnos. Recuperando el ritmo que perdimos, apaga la luz del baño y cierra la puerta, apaga la luz de la pequeña lámpara sobre la mesita de noche y lentamente nos acostamos sobre las sábanas que desde hace un tiempo y gracias a los salvadores, son nuestra cama. Me recuesta suavemente sobre estas y baja recorriendo mi cuerpo con besos. - ahh..- curvo mi espalda al sentir sus labios sobre mis pechos, dudando un poco, pasa la lengua sobre estos, agarro su cabello y lo halo suave.
-Umm..- pronuncia. Repite la acción con el otro. Para después continuar con el camino de besos hasta el borde de mis bragas. Regresa y se pone sobre mi, acaricia mi mejilla suave y sonríe dejando un beso en mis labios.- ¿Estás segura?- lo beso dulce y asiento.
-Te amo.
-Te amo.- nos besamos con amor y pasión a la vez.- hey, otra vez son azules. Sonríe y besa mi nariz. Toma el borde de las bragas y me observa de nuevo.- voy a quitarlas, ¿sí?- asiento suave sin dejar de mirarlo. Las desliza por mis piernas hasta sacarlas por completo. Ahora estoy completamente desnuda frente a él. Me recorre con la mirada una y otro vez.
-Eres hermosa.- dice para después besarme. Una vez más, nos separamos y nos miramos fijamente.
-¿Ahora voy yo no es cierto?- siento mi cara arder de la pena.
-Si quieres.- ríe un poco. Tomo el borde de su bóxers y los bajo lento, Carl me ayuda a quitarlos. Lo observo unos segundos y me cubro la cara con las manos. Esto lo hace reír aún más.
-¿Por Dios, que es eso?- pregunto aún cubriendo mi rostro, espíritu santo, que vergüenza tengo. El ríe fuerte y me contagia.
-Pues es.. Es lo que es.- dice entre risas.- vamos, no está tan mal.- se sigue riendo.- Oye- descubre mi cara de tomate.
-Deja de reírte!- hago un puchero.
-Owww..- muerde mi labio.- te amo, pequeño tomate.
-Cállate, Grimes!- trato de cubrirme el rostro de nuevo, pero no me lo permite.- y.. ¿dónde va?
-Um? Qué? Ah! Ya ya.. Pues ahí.- señala mi parte baja, esa zona que adán y Eva, le enseñaron a la humanidad a cubrir.- sino estas segura.. Te prometo que no haremos nada, ¿está bien?- no respondo, solo empiezo un nuevo beso, suave, con amor, con pasión y anhelo, como todos los predecesores de esta noche. Ya es el momento.. Acaricio su mejilla y me separo un poco, sin dejar de besarlo, susurro.
-Hazme tuya, Carl..- vuelvo a besarlo con un poco de más intensidad y este me sigue. Acaricio su cuello y espalda mientras él, se organiza sobre mi. Acaricia mis piernas suavemente y las separa poco a poco, ubicándose entre estas. Deja un beso en mi frente y después continúa con otros por todo mi rostro, pequeños y dulces besos. Baja hasta mi cuello y lo besa lentamente, como saboreando cada parte, suspira entre mi cabello y muerde un poco.
-Te amo..- susurra. Siento una presión extraña en mi entrepierna.
-Ahh...- me muerdo fuerte los labios y lo abrazo fuerte.- duele..
-Shh Shh tranquila.- me devuelve el abrazo mientras acaricia mi cabello, y sigue entrando lentamente en mi cuerpo.- te amo..- susurra en mi oreja. Y besa mi mejilla.
-Ah.- Gimo por el dolor, pero también porque se siente bien, mi cuerpo aún no se acostumbra al suyo, pero tampoco lo rechaza, por el contrario, quiero estar así con él, siempre. Jamás me sentí tan completa como en este momento. Apoya su frente en la mía y besa mis labios.
-ya está amor..- me besa. Acaricia mis piernas y las pone suavemente alrededor de su cadera. Acaricia mi cabello y yo el suyo.- ya está. Voy a moverme lento, ¿sí?- asiento, apretando los ojos. Lentamente, empieza a salir y después vuelve a entrar, esto lo repite una y otra vez.
-Ahh..- acaricio su cabello mientras besa mi cuello y mis pechos.- Carl..
-Ah, Dios!________!.- unos minutos después, ya empieza a moverse cada vez más y más rápido, el dolor es sustituido por deseo y placer. Nos besamos para callar los gemidos, pero aún así, uno que otro se escapa. Mis piernas se aprietan en su cadera y sus movimientos se vuelven más fuertes y rápidos, Dios, estamos en busca de algo, pero aún no se que es. Su cabello está empapado, El sudor domina cada rincón de nuestro cuerpo, siento su corazón palpitar desbocado junto al mío. Clavo mis uñas en su espalda, mientras él, succiona y muerde fuerte mi cuello. Un gemido retumba en su garganta cada vez que se mueve, yo por otro lado, lo hago bajo y en su oído, descubrí que eso le gusta, o almenos es lo que parece. Sin previo aviso, un extraño calor invade mi parte baja, subiendo por mi abdomen y finalmente un grito silenciado por mi propia mano, sale sin permiso de mis labios.
-Ahh! Carl!!- parece que el siente algo similar, ya que baja el ritmo de sus movimientos a tan solo unos cuantos, pero aumenta su fuerza. Él, sí logra controlarse y apoya su cabeza sobre mi pecho, soltando un fuerte suspiro. La habitación queda en silencio, solo nuestras agitadas respiraciones hacen eco en la habitación. Después de un tiempo, se dispone a salir lentamente de mi cuerpo, para después acostarse a un lado y abrazarme fuertemente, atrayendo me hasta el suyo.
-Te amo.- besa mi frente.- gracias, por ser mía, ángel.- mis párpados se ponen cada vez más y más pesados, no me había dado cuenta que había una tormenta en proceso. Siento como Carl nos cubre con las sábanas y me acerca aún más a él. Quizás gracias a la tormenta es que no tenemos a Rick, Michonne o Beth, tocando nuestra puerta por el ruido.
El cual está...
¡¡VIVO MALDITA SEA!! QUE LE JODAN AL HIJO DE PERRA DE SCOTT GIMPLE!! VOTA Y COMENTA SI AMAS A CARL Y TIENES FE EN QUE ESTARÁ SANO Y SALVO!! ANIMO CHICAS!! QUE LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE!!... Con cariño.. PAO.. BYE😙😙