Había pasado más de una semana y para Pame Brown la presencia de Timothy Fitzpatrick en su vida se estaba convirtiendo en algo normal. Ya no se ponía colorada al verlo; bueno, no tan colorada como se ponía antes. Ahora se encontraba mucho más a gusto con él y todo comenzaba a ir de maravilla.
Sus estudiantes de tutoría estaban obteniendo buenas calificaciones. Los flojos mala paga de algunas facultades ya se estaban haciendo hombres responsables y comenzaron a saldar las cuentas. Todo iba en la escala de lo bien, excelente. Cosa que le asustaba a la melliza.
Loras manejaba lento, a diferencia de ella que todos criticaban y la comparaban con un camionero. Él era mucho más paciente y tolerante con el tráfico. Sonaba de fondo una de las canciones viejas de Green day la cual iba cantando con toda la serenidad del caso mientras su hermana movía su cabeza con el ritmo proveniente de la música.
Al llegar a la universidad y aparcar se separaron. Pues ese día tendrían clases muy alejadas el uno del otro. Él se dirigía a la sala de computación para ayudar a un estudiante con un trabajo y ella simplemente se dirigía a la maquina lanza comida más cercana para buscar alimento.
En ese momento escucho los suspiros de varias chicas y supo quién se encontraba cerca de ella. Porque era la única persona en ese lugar que podía causar tantos suspiros en chicas hormonales.
— ¿Adivina quién obtuvo la mejor nota del examen? —Pregunto en su oído prácticamente antes de hacerla sonreír. Rápidamente volteo para encontrar los ojos verdes de uno de sus pupilos y posiblemente el más querido por ella. Le mostro la hoja cuadriculada gigante marcada con rotulador.
Emocionado Jackson le abrazo antes de dar vueltas con ella haciéndola reír y gritar que iba a golpearlo si no la bajaba en ese momento. Muchas chicas se encontraban observando la escena con envidia. Cosa que le parecía realmente tonta a la melliza, teniendo en cuenta que era simplemente él. Las mujeres solían ponerlo como un dios e intocable sin saber que podría sentarse por horas a contarte historias asquerosas sobre su querida pero muy loca vida siendo el único hombre en su casa.
Aún Pame no lograba entender porque creían que el chico era una especie de omnipotente con poderes o cosas por el estilo. Para ella era su amigo, sí, su amigo. No era algo del otro mundo. Cuando sus pies volvieron a tocar el suelo su cabeza se posiciono en el pecho del chico quien la abrazo de nuevo mientras sonreía.
— ¿A dónde va la mejor profesora del mundo? —Pregunto—. ¿Qué puedo hacer por ella el día de hoy?
—Es una decisión muy difícil. Pero por ahora simplemente estoy en la búsqueda de las maquinas lanza comida para buscar una manzana.
—Te acompaño. No tengo clases si no dentro de una hora—Contesto comenzando a caminar con ella a su lado.
—Yo iré a química luego. Merlyn termina clase dentro de poco así que mientras lee la sección económica del periódico de hoy, podre pensar en un súper proyecto de biología, el mejor de todos para mi pequeña sobrina. Hare explotar cosas y eso.
—Vas a matar al profesor y de paso te llevaras esa ala de la universidad. Lo bueno es que estaré supremamente alejado de dicho lugar, lo malo; quizás alguno de mis jugadores este por allí para entonces—Dijo causando que Pame le sacara la lengua, él respondió de la misma manera. Saludo a unas cuantas personas de abrazos y besos en el camino antes de volver a avivar la conversación—. Así que tú y la mexicana son amigas ahora.
—La mexicana tiene nombre y es Ximena. Y sí, estamos en proceso de crear una muy buena amistad, ¿por qué? Aléjate de ella. No eres para nada su tipo Jackson.
—La voy a invitar a comer arepa, en realidad creo que debería ir todos. Mi hermana quiere verlos nuevamente. Además, no creo que tu estés muy molesta por ello, iría Fitzpatrick ahora con eso de que tienen algo—en el momento que Jackson dijo las palabras la chica quedo fría.
— ¿De dónde sacas eso? —Pregunto enseguida tratando de aligerar la situación.
—No me hagas reír. Soy Jackson, no tonto. Además, me gusta estudiar a los jugadores, siempre estoy alerta frente a todas las cosas y no son tan buenos ocultando las cosas. No sale de como quiera que se llame tu lugar de tortura tecnológica que no entiendo. Incluso está incumpliendo las dietas por ti. No se aquí como le dirán ustedes los gringos pero yo le llamo tener algo.
—Es mi nuevo aprendiz. Por eso no las pasamos todo el tiempo juntos—Comento la chica. Ella tampoco quería que las personas supiesen mucho, primero porque era malísima para ser demostrativa en persona en cuanto de relaciones se trataba. Segundo, no tenía nada con él y tercero, tenía está loca teoría de que el decir algo o contar algo, lo dañaba todo. Así que por esa razón procuraba tener en secreto pero ahora no tan secreto sus encuentros clandestinos con Timmy.
De lo único que si podía decir que se declaraba culpable era de hacerlo romper la dieta. Pero de eso podía también culparlo a él porque siempre llegaba preguntando "¿Qué comemos hoy?" y a ella la movía básicamente la comida.
—Bueno, no importa, solo piensa lo que te dije. Arepas en mi casa, llevas a Ximena y listo. Te diré cuando, pero por ahora no. Tengo que mantenerme a la línea para el próximo partido y deja de hacer que mi jugador coma tantas grasas dañinas para el cuerpo—dijo antes de regalarle un beso en la frente—. Tengo que ir en busca de Michael para un asunto pendiente que tenemos, nos vemos luego. No explotes el salón de química, créeme, los estudiantes te lo agradecerían.
La chica rio antes de despedirse con la mano. Comenzó a caminar hasta las escaleras. Tristemente se le había quitado el hambre en ese momento y ahora solo quería hacer explotar cosas. Todo para que su casi sobrina llevara el mejor trabajo del mundo.
La universidad se encontraba llena y los protestantes se encontraban haciendo barricada con pupitres en el bloque c como huelga para que les permitan colocar un salón de descanso exclusivamente para ellos. Porque con el que contaba la universidad siempre se encontraba lleno. Eran demasiado locos cuando querían.
El teléfono de la melliza comenzó a sonar fuerte espantando a algunas personas por el tono de llamada de elefante que le había puesto Bradley la noche anterior para cada vez que Samantha la llamara. Contesto rápidamente.
—Necesito tu ayuda. Me llamaron de la escuela diciendo que Sandy se encontraba enferma, fui corriendo por ella antes de ir a mi examen de artes plásticas, resulta que en el camino me dice que todo fue un plan para no estar en la escuela porque odiaba ir a clases de educación física, por dicha razón invento un dolor para irse a casa. Pero tengo un grandioso problema, no puedo dejarla en casa porque nadie se encuentra allí, ni siquiera Brownie pues está en la peluquería, entonces llame a Bibi pero se encuentra en reunión con Braxton, por lo tanto no quiero molestarlo porque se va a preocupar y...
—La va a regañar, sí, lo sé. Oye pero se lo merece. Aunque yo lo habría hecho—Comento Pame riendo.
—Entonces me encuentro frente a tu universidad porque pase por aquí y quería saber si puedes quedarte con ella un rato, teniendo en cuenta que dijiste que pasarías un rato en el salón de química hoy para su proyecto y yo no puedo faltar el día de hoy porque es mi última oportunidad para presentar este examen entonces. ¿Quieres pasar tiempo de calidad con tu sobrina? ¿Un poquito y ya? —Pregunto.
—Ya voy por ella—Respondió la melliza. Colgó antes de comenzar a correr por las escaleras y cruzar gran parte de la universidad para llegar hasta donde se encontraba su hermana mayor. Realmente fue un sacrificio que hizo por amor a su pequeña rubia de ojos cafés. De no ser así habría dicho fácilmente que "no" por teléfono. Se conocía muy bien, sus sobrinos la tenian por completo.
En cuanto apareció por la puerta su hermana se encontraba con el cabello desordenado, un overol y la cara llena de pintura. Algo muy característico de ella. Sandy por su parte se encontraba uniformada y muy bien peinada. Lucia como toda una niña esbelta de clase y su hermana simplemente otra loca fuera del manicomio.
— ¡Tía Pame! —Grito Sandy. Aun la melliza no se acostumbraba a la palabra "tía" pues le seguía causando mucha emoción al escucharla de sus pequeños. La chica abrió los brazos antes de que la cabellera rubia brincara hasta ella. Pame la beso fuerte haciéndola reir.
—Eres muy mala ¿eh? Enfermarte para no hacer deporte, increíble. Ni yo lo hice alguna vez.
—Ay es que en la escuela la profesora cree que porque soy hermana de Bradley soy tan buena en los deportes como él. No quería hacerlo—Dijo escondiéndose en el cuello de la mujer.
—Y eso no va a salvarte de la charla que tendremos tu y yo cuando regrese por ti y de camino a casa, señorita. Hay que aceptar las responsabilidades—Comento Samantha. La pequeña levanto su cabeza para mirar a la hermana de Pame y luego regalarle un puchero—. No me vas a comprar de esa manera. Ven, dame un abrazo. Nos vemos luego.
La pequeña bajo de su tía para abrazar a Samantha con amor antes de regalarle un sonoro beso y una sonrisa.
—Éxitos en tu examen, mamá Sam. Dios te bendiga, te ira genial, eres la mejor del mundo mundial—Dijo la pequeña haciendo a la mayor de los Brown morir de ternura y en ese momento rápidamente perdonarla de todo lo anteriormente ocurrido.
—Te quiero, pórtate bien. No hagas enojar a Pame.
—Ella nunca me haría enojar—Comento la melliza ganándose un giño de la pequeña. Samantha se montó al auto y luego desapareció del lugar. Pame tomo a Sandy de la mano antes de entrar nuevamente a la universidad.
Cuando llegaron al salón de química la clase ya había terminado. Justo como lo esperaba, el profesor Merlyn se encontraba leyendo la sección del periódico como todos los días, al entrar la chica hizo caer su bolso sobre la mesa más grande del laboratorio.
—Buenos días, Brown. Otro día más en el cual te metes en un salón que no te corresponde.
—Otro día más leyendo la misma sección del periódico. Me asusta nuestra monotonía, Merlyn. ¿Ya ganaron por fin tus queridos Pittsburgh Steelers? —Pregunto mientras buscaba las gafas. Busco otras para Sandy y ambas se las colocaron.
—Deje de impartir odio al deporte nacional—Comento. Bajo en ese momento el periódico—Vaya, incluso hay otra infiltrada ¿Quién nos acompaña el día de hoy?
—Sandy Abbruzzi, buenos señor Merlyn. Es un gusto para mi verlo hoy, gracias por prestarnos por unos minutos el laboratorio. Prometo que trataremos de no hacer daños aquí, donde realmente se da el saber, un lugar para el conocimiento. ¿Qué dice la sección de economía el día de hoy? —Pregunto respetuosamente y con toda la clase del mundo la rubiecita sentada en la mesa.
— ¿Abbruzzi como Basile Abbruzzi? —Pregunto el hombre.
—Oh sí, ese es mi tío Bas—Respondió la pequeña.
—Increíble, veo que la clase realmente viene de familia. Tuve el placer de conocerlo hace un tiempo, estuve presente para un caso que gano. Fue algo impecable ¿y cuéntame señorita, que te trae por aquí el día de hoy?
—Papá dice que tío Bas es el mejor abogado de Estados Unidos. Y hoy me encuentro acompañando a mi tía Pame—Dijo Sandy sonriente.
— ¿Eres sobrina de la loca? —Pregunto Merlyn.
— ¡Oiga profesor respete! ¡Yo no estoy loca! —Exclamo la melliza realmente afectada.
—Sí, soy sobrina de Pame. Espero que no le moleste que nos encontremos trabajando aquí señor Merlyn. No seremos una molestia.
—No te preocupes pequeña, pueden quedarse todo el tiempo que quieran—Respondió.
—Está bien, gracias—Respondió antes de dar la vuelta para ver nuevamente a Pame que se encontraba viéndola con asombro por ver las técnicas para atrapar de su sobrina y no se la quería imaginar en unos años—. ¡Explotemos cosas! —Grito.
Pasaron por lo menos una hora ingeniando cosas. Al final habían elegido un grandioso proyecto para biología y su semana de la ciencia, un teléfono que al explotar botara burbujas. No se sabía realmente como podría Pame o Loras hacerlo, pero lo lograrían, o por lo menos intentarías hacerlo lo más real posible como para hacer que eso explotara.
Pame sinceramente no entendía porque no podían simplemente poner un frijol a germinar. Pero bueno, la pequeña quería ver explosiones, tendrían explosiones.
Escucharon unos pasos antes de que la puerta del laboratorio se abriera. El profesor ya se había ido del lugar y solo quedaban ellas dos. En la entrada se encontraba un apuesto chico, alto, de cabello castaño con ojos oscuros y una cara de terror.
—Hola ¿este es el bloque de arquitectura? —Pregunto regalándole una sonrisa a las chicas. Tenía barba, lo cual lo hacía lucir increíblemente apuesto. Cosa que en ese momento Pame no podía negar, lucia bastante bonito.
—No, estas muy lejos del bloque de arquitectura. ¿Eres nuevo? —Pregunto Pame.
—Sí, lo siento. Hice un traspaso, estudiaba antes en Nueva York y no conozco esta universidad. No tuve inducción, apenas llevo dos días aquí. Mi horario dice 309, busque ese salón—El chico les dio una sonrisa tierna. Pame no pudo evitar sonreír por eso. Aprovecho que habían recogido todo y tomo a Sandy de la mano para ayudar al chico.
—No te preocupes, yo puedo ayudarte. Los bloques la mayoría tiene las mismas cantidades de aulas y los mismos números, la diferencia la tienen el número del bloque. Arquitectura es el bloque F. Vamos, te acompaño y así te mostramos un poco la universidad, estamos bastante lejos. Perdón por no presentarme, soy Pame, Pame Brown y ella es Sandy, mi sobrina—Dijo la chica dándole la mano al chico.
—Un gusto, mi nombre es Jake Rossi, es un gusto.
El chico aparte de ser una ternura físicamente. También era bastante intelectual y hogareño. En el trayecto las chicas pudieron conocerlo un poco más, algo muy general. Bueno, Pame que fue quien realmente le escucho porque Sandy iba jugando con las paredes y un avión de papel que el mismo Jake le hizo con una hoja de su cuaderno.
Para cuando llegaron al bloque F y al respectivo salón el chico le dio las gracias por milésima vez. Incluso le dio un abrazo.
—Si necesitas algo más no dudes en buscarme—Comento Pame antes de sacar una de sus mini-tarjetas—. Allí se encuentran mis datos, puedes preguntar lo que sea.
—En serio muchísimas gracias, Pame. Espero verte de nuevo, en serio lo espero.
—Igual, Jake. Me gustaría también—Respondió.
El chico se puso en cuclillas para despedirse de Sandy y luego entro a su salón de clase. Sandy miro a Pame con una sonrisa.
—Lindo chico ¿no?
—Bastante—Respondió la melliza.
Eran las 4 de la tarde. Pame había salido de su última clase del día y ahora se encontraba dando vueltas en la silla de su "oficina" de trabajo, esperando que alguien entrara por la puerta y hiciera su día menos aburrido de lo que se estaba tornando en ese momento. Y como si su mente hubiese llamado personas, pasos cerca se escucharon y se agudizaron.
Pasos pertenecientes a una persona que realmente ella no quería ver en ese momento. Y nunca en realidad.
—Hola Mackenzie, ¿en qué te puedo ayudar? —Pregunto.
—Tenemos que hablar. Es sobre Timmy.
— ¿Qué tenemos que hablar sobre él?
—Entiendo muy bien que le parezcas atractiva porque eres una chica poco común en estos años. Te gustan la cosas que a cualquier hombre le gustaría como arreglar cosas y eres muy poco femenina, supongo que eso también llama mucho la atención de los chicos pero no eres realmente su tipo, Pam—La chica se estaba quedando dormida antes, pero ahora estaba más que despierta—. El no será capaz de decírtelo porque a lo mejor le duele tener que dejarte ir, porque te ha tomado cariño y puedo permitir que sigan manteniendo una amistad.
>> Las mujeres y los hombres puede ser amigos. Pero creo que sería bueno si yo te lo dijera, Timothy y yo somos pareja, desde hace más de dos años, tuvimos un momento de receso mientras él estaba en Portland pero ahora hemos vuelto y no quiero que salgas con el corazón roto de todo esto. Eres una gran chica, no eres su tipo pero eres una gran chica y sé que cualquier otro niño, uno que no sea Timmy se fijara en ti.
—Bien, pero espera, no entiendo. ¿Por qué eres tú quien me dice estas cosas? Entre Timothy y yo no hay nada, simplemente hemos estado trabajando en el teléfono de su hermano. Nos conocemos desde la escuela y es tonto que ahora que hemos creado un vínculo de confianza el simplemente me mande recados, no es muy él hacer eso.
—Es que él es muy buena persona y no va a decírtelo porque sabe que va a romperte. Por eso lo hago yo para que entiendas que así es la vida, algunas cosas tienen que romperse para que salgan nuevas cosas. Solo espero que pongas de tu parte y te alejes de él—Pame no pudo evitar comenzar a reír en ese momento porque nunca había escuchado barbaridades tan grandes en toda su vida.
Le parecía la cosa más tonta y estúpida de todo el mundo. Le causaba demasiada gracia todo lo que estaba diciendo en ese momento Mackenzie, pero lo que más risa le daba era que Timmy no tuviese la decencia de decírselo por el mismo. Vaya que las personas se enteraban de cosas loquísimas a diario.
—Dios me hablo hace mucho tiempo, me mostro mi vida junto a él. Seremos una gran pareja de esposos.
—Increíble—Respondió Pame burlándose antes de aplaudir— ¿Me invitaran al matrimonio? Igual solo iría por la comida y la mesa de dulces.
—No lo sé, aún falta mucho para eso. Pero creo que no podrás asistir mi querida Pame, porque es para personas muy allegadas, de la familia. No haces parte de nuestra familia y bueno, no creo que nuestras fiestas sean nuestro estilo. Tú eres muy liberal, nosotros somos muy conservadores. Que decirte, la familia de Timothy me adora, no pueden esperar a vernos juntos de nuevo, morirán con la noticia.
—Wao, eso es genial Mackenzie. Me parece una maravilla. Y sí, definitivamente no soy mucho a tu estilo, soy más liberal, soy más me vale un carajo la vida y así. Muy friki para tu gusto. Me encanta arreglar cosas, definitivamente no entraría en esa fiesta.
—Pensé que esto sería más difícil, pero ha sido muy fácil hablar contigo el día de hoy, Pam. Pensé que lo que decía Timmy de que eras muy difícil al conversar era todo un chiste de su parte. Solo me decía que aburrido es hablar con ella. Esta loco mi tontito, claro que hablar contigo es genial, nada de aburrido. Le diré que se equivocó.
—Claro, díselo, no hay problema. Dile que felicitaciones de mi parte.
—Está bien, adiós, Pam—Dijo la rubia desapareciendo con una sonrisa en su cara.
Aburrida. La palabra que no podía sacar en ese momento de su cabeza. A lo mejor sí lo era. Se la pasaba todo el tiempo hablando de tecnología, números y cosas que él no entendía, a lo mejor si le había aburrido muchísimo su charla y ahora, más que nunca Pame se sentía triste.
Muy pocas veces se ponía triste, por lo general siempre se enojaba. Pero escuchar a Mackenzie decirle todo eso la había puesto triste. Y sinceramente estaba comenzando a darse cuenta que nunca tuvo realmente que generar alguna relación con Timothy, que debía haberse quedado donde estaba, en el pasado, siendo olvidado, para siempre.
Saco un espejo de su bolso para verse la cara.
—Ni se te ocurra llorar, Pame Brown. No seas idiota, si eres aburrida para él que se joda. No eres aburrida para otros—se dijo a sí misma en voz alta—. Además, Molly dijo que tu sentido de la moda era muy bueno, compostura.
Entonces perdió todas ganas de trabajar. Apago todo y salió del lugar.
Como una punzada en su corazón sintió como una imagen destrozaba por completo el pequeño sueño estúpido que se había creado en las últimas semanas con Timothy Fitzpatrick. Donde a lo mejor si se podía hacer algo. Pensó en todas las veces que la hizo reír o que se reía con ella '¿habría pensado que soy aburrida ahí también?' pensó en ese momento.
Al voltear la mirada encontró una escena mucho más rompe corazones. Timmy se encontraba leyendo su teléfono antes de que Mackenzie le tomara del brazo. No pudo ver más, porque era un dolor intenso para su aun joven corazón.
Comenzó a buscar la salida. Sabía que tenía que irse en taxi pues Loras se encontraba en casa de un amigo terminando un trabajo y no tenía auto. Pero esa tarde quiera simplemente caminar.
Llamaron su nombre y una mano se puso sobre su antebrazo. Su tacto genero un roce lleno de carga eléctrica y emocional que la hizo dar un salto. Todo se tornaba mucho más patético en ese momento para ella.
—Pamela, hola, estaba escribiéndote a tu teléfono—Dijo Timmy con voz emocionada. La chica volteo a verle—. ¿Estás bien?
—Estoy de maravilla—Respondió.
— ¿En serio? ¿A dónde vas? —Pregunto preocupado.
—A casa, Timothy.
—Vamos, Pame, ¿Qué te pasa? Estas rara, sonríe, anda, me gusta mucho tu sonrisa—Dijo regalándole una mirada picara cargada de entusiasmo. Pero ni siquiera eso la hizo sonreír, lo único que quiera era irse de allí.
—No estoy para juegos ¿sí? Me quiero ir a casa, nada más. Si quieres saber realmente que paso, entonces pregúntale a tu novia, a lo mejor ella si puede decírtelo sin que te aburras de más. Adiós—Respondió antes de dar la vuelta y dejarlo allí.
— ¡Pame, hola! —Grito una voz que ahora era bastante nueva para la chica.
Timmy se acercó más a ella para tomarla del brazo delicadamente pero se arrepintió en cuanto Pame respondió las palabras al saludo.
— ¡Hola Jake, no te imaginas lo mucho que en este momento me agrada verte! ¡a ti y a tu sonrisa de perdido! —Exclamo regalándole una sonrisa al chico. No fue una sonrisa estúpidamente grande como las que le regalaba al tonto de Timothy Fitzpatrick, pero en serio le alegraba verlo ahí en ese momento porque por lo menos le haría olvidar el mal rato que estaba pasando.
Estuvo un rato más hablando con el chico fuera. Timothy le mando un mensaje al teléfono pero la chica lo ignoro. Al parecer se había rendido al final porque no volvieron a llegar más mensajes y lo que quedaba de la tarde, Pame se quedó hablando con Jake sobre arquitectura y tecnología.
Se les hizo incluso de noche que Loras pudo pasar por ella a la universidad. Al llegar a casa su madre la recibió con un abrazo gigante, lo cual era un poco extraño porque su madre por lo general nunca la recibía con abrazos como ese.
Al entrar a la sala se encontró con un ramo gigante de rosas.
— ¿Y eso? ¿Braxton te está mandando rosas? —Pregunto la chica. Su cuñado solía mandarle rosas a su madre siempre. Era ya algo normal ver rosas en casa. Aunque estas eran rojas y no blancas como las de siempre.
—No, no son para mí. Son para ti—Respondió su madre.
— ¿Para mí? —Pregunto Pame riendo—. ¿Quién carajos me manda rosas un día de semana? Oh, debe ser Sam por lo de hoy. Le salve la vida. Es la única que sabe que amo las rosas rojas.
La chica se acercó al ramo gigante que allí se encontraba. Miro la nota y no pudo evitar que su corazón comenzara a latir más rápido, como si estuviera a punto de salirse de su pecho.
"Perdón, no fue mi intención borrarte la bonita sonrisa. Aun no sé qué fue lo que hice, pero claramente me siento apenado por ello. Espero que estas rosas te gusten, por alguna loca razón las rosas rojas me recuerdan a ti. Con amor, Timmy."
Técnicamente ya es sábado en Colombia, son las 12:40 am y quería subirles este capitulo de sábado ahora porque no estaré más tarde en todo el día si no hasta el domingo. Tratare de publicar seguido porque ya estoy en vacaciones.
Solo tengo para decir que Mackenzie me cae mal y la quiero golpear. #NoMásMackenzie #RenataEraMejor #PincheVida #CuandoNoEsLaSuegraEsLaEx #PobreLasBrown
Timothy me tiene enamorada, me encanta nojoñe #QuieroUno
Sandy hizo presencia, mi niña ♥