17 de noviembre:
Sakura:
Mi alarma chillaba intensamente...mucho más fuerte de lo usual, sin embargo yo me rehusaba a levantarme...el dolor de cabeza que tenía era insoportable y no solo hoy...era la cuarta vez en la semana que despertaba con dolor de cabeza.
-¿Sakura? –mi mejor amiga seguramente extrañada de que no le contestara o estuviera lista allí afuera. – ¿Otra vez la cabeza? –asentí contra la almohada. – Dame un momento –la puerta deslizarse un par de veces...silencio, excepto por la condenada alarma...
-Basta...cállate de una vez... –como hablarle a una pared. – ¡Desactívate de una vez! –grite ya al borde, no era algo normal en mí pero de verdad el dolor era muy fuerte...peor que el de una resaca.
-Vaya... –Ino justo entrando con una bolsita y agua.
-Lo siento...
-Tranquila, te entiendo...aquí tienes.
-Gracias Ino... –aquel par de círculos de colores eran lo único capaz de apaciguar el dolor...al menos hasta el día siguiente.
-Yo creo que lo tuyo es migraña Sakura –suspire...
Vale mi madre sufría de migraña y sabía que la enfermedad podía ser hereditaria pero...jamás pensé que me daría, eso ciertamente dificultaría un poco mi vida.
-Vaya suerte la mía...
-Ah no te preocupes, hay medicinas para arreglar eso solo debes ir a la enfermería –torcí el gesto...no me apetecía en lo absoluto...los médicos y yo no nos llevábamos bien.
-Luego.
-Algo me dice que tendré que arrastrarte –reí. Mi brazalete vibro.
-¿Sasuke sabe? –susurro acercándose a mí.
-No.
"Buenos días Sakura.
De: Sasuke-kun"- No veía necesario decirle ¿Para qué...? Solo le preocuparía innecesariamente.
"Buenos días Sasuke-kun ^^ ¿Vas al comedor ya?"
"Sí ¿Tú?
De: Sasuke-kun"
"En un momento voy ^^."- Finalmente con el dolor bajo control conseguí salir de la cama para arreglarme, Ino me espero afuera mientras.
Usualmente ordeno cualquier cosa del menú nunca es algo que piense con antelación, sin embargo hoy al pararme frente a la maquina sentí unas extrañas ansias de pedir jugo de tomate...no es que no me guste pero no acostumbro a tomarlo, locuras mías concluí.
-¿Jugo de tomate? –de camino a la mesa Ino observo mi bandeja con una ceja arqueada.
-Sí ¿Qué tiene?
-No sabía que te gustaba –me encogí de hombros.
-Me provoco.
Ya en la mesa mi jugo recibió varias miradas confusas, ok...no era una bebida muy popular entre las personas. El único que no lo observo como si se moviera solo fue Sasuke, dijo que estaba acostumbrado a tomarlo ya que en su casa se servía mucho porque era el favorito de su mamá. Sonreí tímidamente con la cabeza hacia mi jugo...oírle defenderme era lindo.
Hoy mi silla se sentía simplemente incomoda...no entendía por qué, varias veces escuche un "estate quieta" por parte de Ino, desde que me senté llevaba rato cambiando de posición. No fue hasta 2 horas después que logre encontrar una confortable y conseguí concentrarme en mi trabajo.
-Sakura-san, perdona que te moleste pero...necesito el reporte sobre la comida de los unagos, tengo entendido que cambia con el clima y quería saber si tú los tenías... –suspire frente a la pantalla. Jalando una de las gavetas sin mirar, tantee hasta que en el fondo toque lo que buscaba.
-Aquí esta.
-Gracias.
Tal vez era mi imaginación pero...Kabuto tenía la mala costumbre de interrumpirme cuando estaba 100% metida en mis investigaciones.
-Hey Sakura –es que ya nadie puede trabajar en paz aquí...
-¿Qué?
-Uy pero que amargue...yo solo te iba a preguntar por la boda de Tenten digo...si puedo ir yo también.
¿Cómo quería que no estuviese de mal humor si me desconcentraban cada 5 minutos?
-Claro que puedes Ino, eres mi mejor amiga.
-Vale no me comas...
-Exagerada.
A eso de las 12 Hinata fue a buscarme para un rutinario paseo entre las cámaras de observación. Agregando uno que otro detalle que se nos presentaba en el camino mientras hablábamos de los animales o sobre nosotras mismas.
-Oh mira, parece que el jiloku líder ha encontrado pareja.
Ciertamente se veía como acariciaba el lomo de una femenina, esto definitivamente debíamos fotografiarlo...grabarlo y anotarlo. Me acerque para hacer la parte del escrito mientras mi amigo capturaba el momento con el aparato, sin embargo a pocos metros de llegar me vi obligado a detenerme...un fuerte y desagradable olor aturdió mis fosas nasales intoxicando mis pulmones, cubrí mi nariz casi instantáneamente ¿Qué era ese olor...?
-¿Sakura? ¿Qué ocurre? –ella muy cómodamente cerca del vidrio como si nada.
-¿No lo hueles...? –arrugo la nariz buscando una respuesta.
-No siento nada.
-Apesta... –un par de pasos en reversa. Volvió a inhalar pero no encontró nada especial en el aire.
-Lo único que capto muy ligeramente es el olor de los jilokus que no tienen aroma a rosas pero es soportable –aparte la mano para probar de nuevo, una mueca de asco antes de regresar mi improvisada mascarilla.
-Si...si quieres cambiamos, yo anoto y tú quédate allí ¿Va? –negué, sería una irresponsabilidad abandonar mis labores por un simple olor.
Jamás fue tan difícil escribir un reporte...la mitad de mi cerebro hacia su mejor esfuerzo para concentrarse en lo que veía mientras que la otra gritaba para que me alejara. Al finalizar prácticamente corrí fuera del pasillo en busca de aire limpio.
-¿Sucede algo? –Ino quien nos esperaba fuera para almorzar.
-Sakura percibió un olor feo ahí dentro...
-¿Olor feo?
-Era insoportable.
Mi amiga observo a Hinata quien levantaba las manos en señal de no entender nada.
-Ya...am... ¿Vamos a almorzar?
Una comida típica de la nave acompañada por el inusual jugo de tomate. Conversando sobre lo emocionante que sería este diciembre con todos regresando a casa para la boda de Tenten; por mi parte lo único que me ilusionaba más que la misma celebración era el hecho de estar con Sasuke-kun sin limitaciones de ningún tipo, de tiempo o con el temor de ser descubiertos, al menos por unas semanas seríamos completamente libres de hacer y estar como queríamos. Aquellos hermosos pensamientos fueron interrumpidos por un extraño movimiento en mi estómago...como un retorcijón seguido por la desagradable sensación de que algo...subía. Me aferre a la mesa con una mano mientras con la otra tapaba mi boca respirando profundo rogando al cielo que mi interior se quedara donde pertenecía...el cosmos no se apiado de mí, al segundo siguiente me vi forzada a volar hacia el baño y sacar hasta lo que no había ingerido.
-¿Sakura? Sakura eh... ¿Qué sucede? ¿Estás bien? Hey...tranquila...shhh.
La primera en aparecer fue Ino quien sin preguntar aparto la puerta para arrodillarse a mi lado acariciando mi espalda.
Me pareció oír a Hinata interrogar nerviosamente a mi improvisada enfermera, no obstante repetir sus palabras me es imposible...la agitada respiración que llevaba mas las ruidosas arcadas de mi cuerpo nublaban mi sentido auditivo ¿Qué comí para estar así? Luego de unos minutos mi estómago no tuvo mas que expulsar permitiéndome recostarme sobre Ino...demasiado anonadada como para erguirme sola.
-Saku... ¿Estás bien ya? –asentí ligeramente. – Hinata trae agua por favor.
-Sí.
Con cariño Ino aparto la pollina ligeramente sudada de mi frente sin dejar de sobar mi espalda.
-¿Segura estas bien?
-Sí Ino...tranquila...algo me cayó mal es todo.
El agua no tardó en llegar, luego de beberla me sentí un poco mejor aunque según ambas continuaba pálida como las losas del baño. Luego de hacerles prometer al par, mas a Ino que a Hinata, no decir nada de lo sucedido regresamos al trabajo...muy a mi pesar.
26 de noviembre:
De la noche a la mañana los dolores de cabeza simplemente desaparecieron, sin explicación alguna ni medicamento mas que los calmantes...ahora como por turno otra molestia ha abarcado mi cuerpo...nauseas, a casi todas horas es un constante malestar en la boca del estómago...no me provoca comer nada porque siento que lo devolveré igual que hace varios días atrás.
-¿Otra vez comerás solo unas tostadas? –mi primo me reprocho evidentemente enojado por mi repentina mala alimentación.
-No tengo hambre...
-Siempre dices lo mismo, si sigues así te vas a enfermar –creó que ya estaba lo suficientemente enferma...
En un intento para que dejaran de regañarme debido a mis hábitos alimenticios hui a las cámaras exteriores organizando mi agenda para quedarme allí el resto del día. Tres cámaras de distintos tipos de animales antes de llegar a la de los gyruos.
Los gemelos ya tenían el tamaño colosal de sus padres, sin embargo sus personalidades persistían. Solo me senté en una roca pero aparentemente para Kio eso significaba "ven para acariciarte" claramente ya no se me encaramaba encima, una sola pata suya cubría mis 2 piernas. Al igual que su madre optaba por acomodar su enorme cabeza a un lado lo mas cercano a mi posible para cumplir con mi "tarea".
-Estas mas guapo cada día –comente rascando cerca de la oreja, gruño un poco en respuesta. – ¿Crees que algún día Kia se deje acariciar? –otro gruñido, sonreí...parecía una loca hablando con seres que probablemente solo respondieran al sonido y no al significado pero...igual me hacía feliz.
No paso mucho hasta que Shia apareció echándose frente a mí levantando un montón de hojas y polvo. Tosí varias veces mientras me restregaba los ojos.
-¡Shia! ¿Tenías que lanzarte así? ¿No podías ser mas delicada? Me entro tierra en los ojos Shia ¡eso molesta!
Ambos animales se levantaron rápidamente moviéndose lejos de mí, asustados por mis repentinos gritos. La condenada arena no terminaba de salir...era frustrante y así sin mas quise llorar, mejor dicho, comencé a llorar. Era muy desagradable tener todo ese polvo encima...por más que restregaba no salía, era como si se multiplicara en mi cara.
-No sale....ahora me pica toda la cara... ¡Que fastidio contigo!
Me puse de pie aun lloriqueando para dirigirme hacia el baño y lavarme la cara, estaba increíblemente molesta...tanto que llegó un punto en que yo misma me sorprendí y más aun cuando asimile las gotas de agua salada cayendo por mis ojos.
-¿Qué es esto? –mis emociones dieron un giro de 180 grados, de estar molesta y frustrada pase a estar deprimida y sintiéndome el peor ser humano del planeta. – Soy horrible...¿Por qué les grite...? No se lo merecen.
Era la primera vez en todo mi historial de trabajo que me comportaba así con ellos y eso que en repetidas ocasiones incluso llegaron a mojarme por accidente.
-Shia...Kio...
Regrese vacilante a la cámara temiendo que estuviesen molestos conmigo, sin embargo...ambos seres se acercaron agachando la cabeza arrepentidos por algo ilógico.
-Lo siento...no fue mi intención –con algo de dificultad abrace la enorme cabeza de Shia para luego ir con Kio pero...al acercarme su terrible olor me causo nauseas. – Kio...necesitas un baño urgentemente –más sonidos guturales.
Luego de estar un rato más con ellos me dispuse a cambiarme a la próxima cámara. A mitad de camino Kia se atravesó, sorprendiéndome.
-Oh pequeña...me asustaste.
La usualmente tímida gyruos camino lentamente hasta que su gigantesca cabeza estuvo a centímetros de mí.
-¿Quieres que te acaricie? –no hubo una respuesta de ninguna forma, solo se limitó a observarme. – Mmmm...bueno Kia, otro día ¿sí? Tengo trabajo.
Solo ahí se movió, a paso de tortuga fue aproximando su nariz a mi rostro olfateándome y...humedeciendo mi cara.
-Kia...basta no hagas eso –repetidamente un acto tan...común entre ellos me pareció repugnante.
Gruño un poco antes de bajar a mi estomago posando su nariz color aquamarin lo más delicado que el cuerpo le permitía, un corrientazo se deslizo por mi ser provocando que diera 2 pasos en reversa.
-¿Qué haces? –finalmente le oí gruñir, sus orejas se movieron y luego ella también lo hizo alejándose para volver con su hermano. – Definitivamente es especial...esta Kia.
Continúe con mi recorrido por las cámaras hasta finalizar la jornada. Mi plan era volar a mi habitación sin cenar...las náuseas habían regresado gracias a Kio, no obstante mi queridísima amiga, hago uso del sarcasmo, Ino se engancho a mi brazo jalándome hacia el comedor.
-Pero no tengo hambre... –realmente no deseaba comer absolutamente nada...solo quería ir a mi cuarto y dormir hasta mañana.
-Tienes que cenar, sin quejas.
-Ino...en serio...no quiero comer, tengo nauseas...
-Te daré algo para que se calmen y comerás.
-Estoy cansada...quiero ir a dormir.
-Cenaras primero deja de chillar pareces nena malcriada.
Mi frente arrugada, la mandíbula tensa por un minuto antes de ser víctima de un temblor involuntario y mis ojos...aguados sin permiso, Tenía sueño...verdaderamente quería dormir y...luego me dice cosas así...no estoy segura de por qué me dolió tanto y aun cuando mis lágrimas solo ayudarían a confirmar el insulto no pude evitar dejarlas salir.
-No te pido comas media máquina solo algo ligero pa... –paro en seco mirándome con los parpados recogidos a su máxima capacidad. – Sa...Sakura... ¿E...estas llo...rando?
Desvíe la cabeza ¿No era lógico? Pasé mi muñeca infantilmente por sobre mis ojos en un burdo intento por detener la cascada...acción completamente inútil...mi cuerpo se burlaba de mí fabricando más y más lágrimas...pensamiento que empeoro el llanto ¿Por qué no podía parar?
Sasuke:
Por fin hora de cenar...no es que quisiera algo en específico simplemente tenía un hambre voraz. Al cruzar la puerta mi atención iba fija en la máquina de comida hasta que Sai abrió la boca.
-¿Esas no son Ino y Sakura?
Mi hambre literalmente disminuyo un 50% al escuchar su nombre. Vire en la dirección señalada, ciertamente estaban ahí pero algo no era normal en el ambiente. Ino estaba paralizada con los ojos abiertos como platos mientras soltaba lentamente la mano de Sakura quien se secaba los ojos... Espera...
Sakura estaba.... ¿Llorando?
Mi apetito desapareció.
-Pero qué...Ino ¿Qué sucede aquí?
Verla llorar era algo que me destrozaba por dentro, sea la razón que sea dolía como el demonio, lucía infensa cual niña pequeña. Sentí ganas de abrazarle ¿Teníamos que estar en uno de los lugares mas públicos de Feline?
-Ella...ella solo comenzó a llorar... –tartamudeaba sin moverse en lo absoluto incluso...estaba algo pálida, ver llorar a su mejor amiga seguramente no era algo que le ocurría todos los días y menos en un lugar así.
-Sakura... ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? –enormemente preocupado pose una de mis manos sobre su hombro y como para agravar mi incertidumbre la aparto de un manotazo débil ¿Qué diablos sucede aquí?
-Nada –estaba atónito. Nuevamente uso su manga de pañuelo.
-Uno no llora por nada... ¿Estás bien? –su rostro...estaba ¿Enojada? ¿Ah?
-Sí, déjenme en paz...quiero irme a dormir –brazos cruzados, ceño fruncido.
-Sakura...tienes que cenar –dudando en cada palabra Ino habló... ¿Habrá sido esa la razón de esto? ¿Obligarla a comer?
-¡No quiero dije! ¿Qué no tienen nada mas que hacer que molestar?
Por poco no se me salieron los ojos de la cara...en todo el tiempo que llevaba conociéndola nunca le oí levantar la voz de esa manera y menos tener aquella expresión de furia iracunda en sus ojos. Giro sobre si misma iniciando su caminata a...algún lado.
-Ella...debería comer algo...no se ha sentido bien digo...mínimo una fruta.
Sabía que algo estaba mal cuando cambio su menú matutino pero que Ino dijera eso...empeoro mi estado.
-Sakura... ¿No quieres jugo de tomate? –sentí que arriesgue mi masculinidad en esa oración, cuando se detuvo la sensación de horror me consumió... ¿En que estaba pensando?
-Mmmm el jugo de calabaza sabe bien sí, debería tomar un poco –media vuelta de retorno con una sonrisa de oreja a oreja sobre su rostro
¿Qué demonios...sucede aquí...?