EL OSCURO CORAZÓN DE ADAM

By iza9087

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¿Qué harías si, de repente, el hombre que crees detestar, y que es tu jefe, te propone un juego carnal lleno... More

Prologo
capitulo 1
capitulo 2
capitulo 3
capitulo 4
capitulo 5
capitulo 6
capitulo 7
capitulo 8
capitulo 9
capitulo 10
capitulo 11
capitulo 12
capitulo 13
capitulo 14
capitulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
capitulo 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28
capitulo 29
capitulo 30
capítulo 31
capítulo 32
capítulo 33
capítulo 34
capítulo 35
capítulo 37
capitulo 38
capitulo 39

capítulo 36

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By iza9087

El dolor en mi espalda era igual de irritante que el dolor en mi pierna izquierda, mi respiración era irregular, y seguir las grandes zancadas que daban las largas piernas de Adam me era cada vez más complicado. Tropecé otra vez con una de las tantas raíces que poseía el bosque en el que tuvimos que escapar.

Todo había pasado tan rápido, mucho antes de que Adam pudiera contestar a mi pregunta, Sebastián nos había gritado que nos bajáramos de la camioneta, yo no sabía que carajos estaba pasando, hasta que Adam me jalo de mala gana fuera de la camioneta y el lio se desato, aun todo era tan claro, podía sentirlo como si fuera hace unos segundos que ocurrió.

> Dos horas antes

-Se acercan tres camionetas por el frente y cuatro motos por detrás- Sebastián saca de la maleta dos armas y se las extiende a Adam, que aun tenía un fuerte amarren alrededor de mi antebrazo, por lo que toma ambas armas con su mano izquierda -por esto le he dicho que salir con tan poca protección tiene sus desventajas-su voz sonaba irritada.

Saca una nueva arma un poco más pequeña que las otras dos y me la extiende, haciendo estremecer mi cuerpo, odiaba el ver esas cosas. Adam zarandea mi cuerpo para que despertara y tomara el arma, cuando alce la mano derecha para tocar el trozo de metal que me ofrecían, los tres pudimos notar el temblor irracional que tenía.

》 ¿Sabe utilizarla? - pregunta con una voz suave, tratando de controlar el claro rechazo de mi cuerpo con el arma.

Negué levente con la cabeza, en realidad tenía más recuerdos de cómo habían utilizado esas armas en mi presencia, pero ninguna experiencia utilizándola.

-Apunte los pies, con eso podrá defenderse, aunque sea la más bizca lograra acertar- Adam corta la conversación, claramente irritado-tomare el Sur, hay una pequeña parada de camioneros.

Sebastián asiente. Adam me jala lejos de la carretera y me adentra al gran bosque que rodeaba la carretera por ambos lados con grandes árboles que no dejaban paso a la luz, todo tan oscuro que el pánico en mi cuerpo se hizo más visible. Odiaba los bosques, odiaba el sentirme tan pequeña que cualquier cosa pudiera hacerme daño, odiaba tener que haber tocado un arma, odiaba que mi pasado me atormentara en esta situación. Lo único que me mantenía a flote era el agarre de Adam que nunca dudo.

Unos ruidos lejanos y otros cerca nos detuvieron a ambos, yo miraba con pánico a todos lados, recuerdos muy presentes llegaban en mi cabeza. Y todo se volvió mucho peor cuando Adam me soltó.

- Corra hasta encontrar una luz- ordena, y eso hice, sin replicar u objetar, me di la vuelta y solo corrí.

La luz de la carretera se veía lejana, pero estaba más cerca que hace un momento, cuando tropecé con una raíz que poseía el gran bosque, mi pierna fue tan afortunada de caer en un tronco a medio cortar, rasgando tanto mi vestido como mi muslo, grité de dolor y no pude evitar derramar lágrimas.

Oí unos pasos acercarse, trate de moverme, pero mi pierna era un impedimento. Puse la pequeña arma debajo de mi regazo y esperé a que cualquier cosa apareciera. Un hombre, cubierto por una mascara se me acerca, cuando estuvo lo suficientemente cerca, saque el arma y di donde Adam indico hace unos minutos que diera.

- ¡Perra! - grita de dolor, al caer toma su pie ahora herido.

¡Buena esa Miz! Alentándome trate de pararme. Todo se torno de negro cuando una rodilla impacto en mi cara, haciéndome caer y perder el aliento.

Una bota de cuero me sometía a quedarme en el suelo. Trate de localizar el arma, pero el poco oxigeno que entraba en mi sistema, me hacía imposible la tarea de focalizar algo en el suelo.

- ¿Dónde está tu amigo, perra? -pregunta gritando cerca de mi rostro el otro hombre que hace unos pocos minutos había derribado.

-Él no es ni por asomo mi amigo, estúpidos- le escupí en el rostro- que clase de matones son si ni siquiera saben encontrar su presa, que lastimas me dan- me reí amargamente, para luego seguirle un gemido por la patada que me había dado el hombre que se posaba sobre mí.

Al parecer Adam era bueno en perderse en los bosques, por que tenía a estos hombres locos, desorientados y enfadados. Todo su enojo me lo transmitieron pegándome en casi todo el cuerpo, me castigaban por tener mi boca bien cerrada ¿Por qué le estoy sido fiel? ¿Por qué aguantar este maltrato por ese sujeto?

Cerré como acto reflejo los ojos al sentir unos disparos, me quedé quieta unos minutos que se hicieron horas, al sentir disparos por todo el lugar. Al sentir el fuerte golpe del cuerpo sin vida caer en mi lado derecho, abrí los ojos. Un fuerte brazo me levanto del suelo, para acto seguido quitarse.

Mire al frente, cuatro hombres yacían muertos en el suelo. Adam los había matado a cada uno, y continuo su paso sin inmutarse, en realidad su rostro era el mismo de siempre.

-Vamos- esa voz ronca, me decía que le había costado pronunciar esa simple palabra.

Mi paso era lento, y eso llamo la atención de Adam. Me estaba apoyando en un árbol para no lograr perder el equilibrio, me quedo estupefacta al ver como Adam se arrodillaba de repente y me rasgaba el vestido.

- ¿Qué hace? - mi voz apenas era audible. El vestido que antes me llegaba a los tobillos ahora terminaba en mis muslos.

Grite, con el poco aire que me quedaba al momento que Adam con la tela que había rasgado de mi vestido, la rodeo en mi pierna mala. Veía todo borroso, estaba segura de que iba a perder el conocimiento, aunque algo llamo mi atención, los grandes brazos de Adam me ayudaron a no perder el equilibrio.

Nuestros cuerpos estaban muy cerca, y como siempre no perdí el hecho de comparar nuestras contexturas. Al levantar mi rostro, el me miraba con atención, esas sombras como siempre opacando el azul artificial.

Al sentir algo en movimiento ambos nos giramos, una sombra que aparecía nos apuntaba sin ningún blanco fijo. Adam levanto el arma y con una precisión aterradora, le disparo al sujeto que cayó en pocos segundos.

- Siga- me ordena mientras me empuja levemente en la espalda baja, animándome a continuar.

< Presente.

Me demore más de lo que deseaba en levantarme, al levantar mi rostro pude notar como Adam me esperaba, al estar de pie, continúe el camino. Después de eso no habíamos hablado ni una sola vez, lo que, por cierto, me iba a provocar un serio dolor de cabeza, por todas las dudas y aclaraciones que inundaban mi cabeza.

Escuché el ruido de uno que otro auto, y al ver más allá de la gran espalda de Adam, se veía la misma luz de hace un rato. ¡La carretera!

Adam se detuvo antes de que cruzáramos la calle. Observe como se quitaba su chaleco y luego me lo extendía. En otra ocasión lo hubiera rechazado, sin embargo, ahora mi aspecto era algo que no debía llamar la atención.

Al cruzar Adam vigilaba con detalle cada espacio del perímetro que nos rodeaba. Se coloca unas gafas que saca de su pantalón, mientras nos dirigíamos a un mini supermercado que estaba al lado del complejo.

Me deja en la entrada, y mueve su mano para indicarme que me quede donde este, para luego entrar en el supermercado.

Mire la silla que estaba en frente y luego mi pierna, sentí el dolor en mi trasero, el dolor de mi pierna buena por soportar todo el peso de mi cuerpo y el dolor que me causaría en mis brazos tener que apoyarme para tan siquiera sentarme. Hice una mueca de dolor al momento de suspirar.

Adam regresó y con un movimiento pequeño de su cabeza me indicó que le siguiera. Al momento de llegar en las habitaciones, nos dirigimos a las escalas laterales que nos llevarían al segundo piso del complejo.

Adam miro el poco montón de escalas y luego mi pierna. Sabía que entendía que, aunque fueran pocas, mi pierna iba a sentir cada una como si estuviera subiendo 100 a la vez.

No deje que el dolor me inundara y pasando por su lado, comenzó mi trayecto al infierno.

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Hola Como están todos? Espero les este gustando los capítulos.

Por ser mañana una época tan especial como lo es el 24 de diciembre, les subire el 25 Como traído dos capítulos más "posdata: los subire por la noche" y como siempre me encanta leer sus comentarios y sobre todo ver como más gente lee está hermosa historia.

En estos días he estado corrigiendo los primeros capítulos que muchos de ustedes me han corregido.😋🤗






















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