Son las once y diez de la mañana, estoy tan tranquilamente durmiendo, cuando de repente noto algo que se lanza encima de mí y oigo.
- ¡Buenos días princesa! Me dice alegre.
- Quita zorra. Le digo enfadada.
- Maa, que es tarde, levántate.
- No quiero, estoy enfadada. Le digo con cara de pena.
- No me das pena, como que levántate.
- Lucia, joder, ya está bien pesada, quita.
- Va tonta, levanta.
- Voy pesadilla.
Me levanto con un humor de perros siempre que me despiertan y no he dormido todo lo que quería, como hoy… ¡Odio que me despierten!
Cojo el móvil y miro la hora que es, son las once y cuarto, lo desbloqueo y veo varios whats app.
*Buenos días maaa, ¿Qué tal has dormido?*
*Despierta bella durmiente.*
*Maa, en cinco minutos voy a por ti, levanta.*
Los leo, miro a Lucia y le digo.
- Serás pesada, si ves que no te contesto es que estoy durmiendo.
- Ya, por eso he venido a despertarte.
- Pues no, joder, por tu culpa me levanto de mala leche.
- Ya, por eso he venido.
- Esta noche hay discomovil, por eso me quería levantar tarde.
- Pues te jodes y ya te he despertado. Y se empieza a reír.
Me pongo el bikini, me hago un vaso de leche, cojo la bolsa de la playa y nos bajamos.
Llegamos a la playa y están unos cuantos, no todos, hay más del grupo de los mayores, que del nuestro, la guardería, según los mayores.
Los mayores son los hermanos mayores de algunos de los nuestros, como Carla, la hermana de Carlitos y Mario el hermano de Clara.
Ponemos las toallas en la arena, Lucia se pone a mi lado y al otro lado esta la toalla de Elena, al lado la de Leonor, al lado la de Alicia, enfrente la de María, al lado de ella la de Andrea y al lado la de Clara. Los otros aun no han bajado.
Hace mucho calor y me apetece bañarme, pero estoy muy perra y la orilla esta lejos, entonces Lucia me dice.
- ¿Me acompañas a ver a mi madre?
La miro con cara de sorpresa y le digo.
- Pero si quiero ir a bañarme y como esta lejos no voy.
- ¿Lejos? Pero si esta a 10 pasos.
- Para mi esta lejos.
- Vale borde.
Pasan unos minutos y ya no aguanto más, necesito bañarme, entonces digo.
- ¿Alguien se viene al agua?
- Yo, por favor. Dice Andrea.
- Sisi, vamos todos, que hace mucho calor. Dice Elena.
Nos levantamos todos y nos vamos al agua, entramos poco a poco porque esta fría, pero en ese momento viene Carlitos y nos moja a todas, me giro para ver quien es y grito.
- ¡¡Me cago en todos tus muerto favoritos, hijo de puta!!
- Venga exagerada, si no es para tanto. Me dice a carcajadas.
- ¿Qué no es para tanto? ¿Sabes lo fría que está maricón?
Pasa de mi y se mete corriendo hacía dentro, voy detrás de él con las manos llenas de arena y cuando esta a punto de meterse, se la hecho en la espalda con toda la rabia que tenia dentro. Primero me despierta Lucia y después viene el gilipolla este y me hecha agua, hoy no es mi día por lo que veo. Cuando sale del agua, me quedo mirándolo y me sale una pequeña sonrisa, me encanta, entonces se me olvida todo lo que ha pasado. En ese momento viene Lucia y me dice.
- ¿Tú no estabas enfadada?
- Si.
- Pues entonces quita esa sonrisa y límpiate la baba. Me dice riéndose.
La miro con cara de pocos amigos y me sumerjo, cuando salgo me veo a Carlitos a pocos centímetros de mi con las manos llenas de arena, intento escapar, pero no me da tiempo, me hecha la arena en el pelo.
- ¡¡¡¡Noooooo!!!! En el pelo no, joder.
- Te jodes.
Lo miro y le saco la lengua, me doy media vuelta y me voy, no me da tiempo a dar más de dos pasos, viene y me coge de las costillas y me tira al agua, hago como si tragara agua, pero en realidad no he tragado. Cuando salgo esta metiéndose más adentro, lo persigo, pero no para, al final no hacemos pié, lo alcanzo y lo hundo aguantándole la cabeza para que no pueda salir, al final me sabe mal y lo dejo salir, entonces me hunde él, el capullo no me deja salir y al final tengo que meterle un puñetazo para que me deje salir, cuando salgo cojo aire, tengo la respiración acelerada de no poder respirar, lo miro y se me acelera el corazón, no puede ser, otra vez no, lo miro a los ojos, son marrones y grandes, en ese momento estornuda, no me acordaba de que estaba resfriado, entonces le digo.
- ¿Estás mejor?
- Bueno, solo tengo mocos, de momento fiebre no.
- ¿Para que te metes en el agua si estas malo?
- Porque hace calor. Dice con una sonrisa
- Te vas a poner peor, va salgamos.
- Que va, tranquila.
- Va jo, que me canso de nadar, que no hacemos pie.
- Va tira para fuera.
- Tú conmigo.
- Que sí, pesada
Lo fulmino con la mirada y él me sonríe, salimos a la orilla y me siento allí, él se va a las toallas. Me quedo pensando si esta noche saldrá, aunque no creo, en ese momento Lucia me saca de mis pensamientos.
- Pedro es más mono.
- ¿Por? Le digo extrañada.
- Porque si.
- Ah, eso esta bien.
- Te he visto en el agua con Carlitos, ¿Qué tal? ¿Se lo has dicho?
- ¿Decirle el que?
- Que te gusta.
- No, ¿tu estas loca?
- No, creo que deberías decírselo
- ¿Tú se lo has dicho a Pedro?
- No.
- ¿Entonces?
- No sé, aun no estoy preparada para decirle nada.
- Yo tampoco.
- Tú sí.
- No. Y se acabo hablar de esto.
Me levanto y me voy a la toalla, Carlitos está por ahí hablando con Clara, ¿Qué le estará diciendo? Claudia, no te ilusiones, que seguro que de ti no hablan. Me tumbo en la toalla y a los pocos minutos viene Carlitos y se tumba encima de mí.
- Joder Carlitos, que me aplastas.
- Era mi intención.
- Gilipolla. Y apoyo la cabeza sobre la toalla.
- Estás rara, ¿Te pasa algo?
- Que va, ¿Por?
- Me miras raro.
Mierda, se ha dado cuenta, ¿Se me notará que me gusta? Espero que no.
Son las dos, es hora de subirme a casa a comer, hoy viene mi hermana Raquel, tengo ganas de verla. Cuando subo me abre ella la puerta, le doy dos besos y me pregunta.
- ¿Ya has visto a tu querido Carlitos?
- Si. Y le saco la lengua
- Yo aun no, che que pena.
La fulmino con la mirada y nos llama mi padre, para poner la mesa, vamos y entro en la cocina, también esta mi abuela, no sabía que ella venia.
- Hola iaia.
- Ya era hora que vinieras.
- ¿Siempre me tienes que reñir?
- Si, sabes que sí. Dice Raquel.
Le saco la lengua y cojo los vasos y los llevo a la mesa. Terminamos de comer y me voy a la terraza, veo que está Carlitos y Clara como siempre, en la playa, me saludan, los saludo y me meto en la habitación.
Esta noche es la discomovil y creo que le voy a decir a Carlitos que me gusta, pero no sé si estoy preparada para su respuesta, no sé si estoy preparada para que me rechace, porque seguro que lo hace, no sé porque pero me lo imagino, ne ese momento suena mi móvil, pone que es Paula, me quedo pensando que Paula es, lo cojo y oigo.
- Mireia, que estoy en la playa.
- Pipi, ¿enserio?
- Sí, asómate.
Voy corriendo a la terraza y la veo, Pipi es su apellido, porque cuando la conocimos llevaba dos trenzas y desde ahí empezamos a llamarle así, Pipi es de un pueblo al lado del mío, es morena, con el pelo por los hombros y delgada.
Bajo a darle dos besos, mi madre me pregunta que donde voy tan pronto y le contesto que a ver a Paula. Bajo por el ascensor, cuando llego al portal está allí, abro y se me abalanza a darme un abrazo, cuando nos separamos me dice.
- ¿Qué tal todo?
- Bien tía, bueno indecisa por hacer una cosa o otra.
- ¿Y eso?
- Pues resuelta que me gusta Carlitos desde semana santa y he decidido decirselo esta noche, pero no sé como.
- Tía pues se lo digo yo.
- No, se lo quiero decir yo, pero no estoy preparada para una respuesta, si me dice que no, se me cae el mundo encima y si me dice que si, no sé como puedo reaccionar.
- Tia, no te ralles la cabeza, si no se lo dices, nunca sabrás si te quiere o no.
- Ya, pero no quiero estropear nuestra amistad.
- No creo que sea así, escucha, ¿Y si lo escribimos y se lo lees?
- Vale.
Al ver que saco de mi bolsillo una Black Berry me dice.
- Tía, ¿Pero que haces con ese móvil?
- Madre, que con el otro la lié.
- ¿Qué hiciste?
- Me cayó por el hueco del ascensor, desde el cuarto y se me ha roto toda la pantalla, se me desmontó.
- Madre mía, como la lías.
- Ya tía y pues ahora me tengo que quedar con esto.
En ese momento me llama mi madre, y me dice.
- Claudia, si vas a estar en la calle cuando vayas a subir no llames que tu abuela y Verónica van a acostarse.
- Vale, estoy en el portal, llevo llaves, ahora subo en un rato.
- Vale.
Le cuelgo y seguimos hablando Paula y yo.
- Bueno tía ¿Cómo empiezo?
- Espera que piense.
- Ya sé. Carlitos si te he traído aquí es porque tengo que decirte algo y no es para decírtelo por el móvil, no me interrumpas, que decírtelo ya me cuesta mucho. Te conocí en semana santa y todo este tiempo hemos estado hablando por teléfono casi todos los días, te he contado mucho y tú a mi también, no me quiero enrollar, pero no sé como decírtelo, bueno, que me gustas, ya lo he dicho, no me contestes aun, espera a que acabe, si me dices que no, no pasa nada seguimos siendo amigos como ahora, no quiero perder la amistad, quiero que todo sea igual, bueno y eso, ¿Quieres salir conmigo?
- Tía está perfecto, yo se lo diría así.
- Vale, ahora falta que me atreva.
- Pues claro que te vas a atrever, no seas tonta.
- Bueno, ya veremos, tú esta noche me acompañas.
- Vale.
- Tia, me subo a mi casa a ducharme que hemos quedado a las cinco y media y son las cuatro y media, bájate.
- Vale, después nos vemos.
Me subo a casa y me meto a la ducha, tardo diez minutos en salir, me cambio y me hago el pelo, hoy me apetece pintarme, esta noche ya veré que me pongo.
Son las cinco y cuarto, hablo con mi hermana hasta las cinco y veinticinco y después me bajo a los bancos, cuando llego están Clara, Andrea, Paula, Elena, Leonor y Alicia, están hablando de algo, pero lo verdad es que no estoy para pensar en que, me siento, me enciendo un cigarro y estoy embobada mirando el suelo, solo pienso en como decirle a Carlitos que lo quiero, en ese momento alguien me da en la cabeza, la levanto y lo veo, ¿no podía ser otro no? Me tenía que pegar él…
- ¿Qué pasa chicas? ¿Cuándo viene Denis? Dice Carlitos.
- Pues creo que mañana, no sé, después le hablo y ya os digo. Le digo triste.
Denis es un amigo mío de la infancia, es de estatura normal, delgado y moreno, fuma porros y es súper majo, lo conocí un poco después que ha Lucia, él se juntaba con tres, Julio, es un chico alto, de un año más que mi hermana, es grandote y es como mi hermano, Juan es su hermano pequeño, también es muy alto y grandote con el pelo castaño tirando a rubio y Rafa, ha sido mi amor desde bien pequeños, pero ahora ya no, ya hace mucho tiempo que no, es alto también, no como Juan y Julio, pero es alto, de piel morena y pelo también, a ellos los conocí porque nuestras madres se juntan en la playa y de ahí nos empezamos a juntar, ese es mi anterior grupo, también estaban en ese grupo Bárbara, que es una chica bajita, bueno de estatura normal, con el pelo por debajo de los hombros, morena y morenita de piel y Lidia, es bajita, rubia de bote y muy simpática, aunque hace años que no la veo.
En ese momento baja Lucia con Miranda, es una chica bajita, morena con el pelo muy largo y simpática, que es amiga de Lucia desde hace años, pero nunca nos habíamos juntado todos con ella, algunas veces Lucia y yo.
- Hola. Dice Miranda avergonzada.
- Hola. Le digo con una sonrisa a la vez que me levanto y le doy dos besos
- ¿Qué tal?
- Bien, pues aquí disfrutando del veranito.
Lucia me señala a Carlitos, que estaba sentado a mi lado antes de que me levantara, me imagino que se referirá si le he dicho algo y le niego con la cabeza, ella levanta los hombros y se sienta al lado de Elena junto a Miranda, me siento donde estaba, Carlitos me observa, pero me hago la tonta como si no lo viera, entonces me coge el móvil.
- Déjalo, no lo cojas.
- ¿Por qué? ¿Qué me ocultas?
- Nada, solo que no quiero que lo cojas hoy, ya lo entenderás esta noche si vienes a la discomovil.
- ¿Por?
- Porque si, ya lo verás.
- Uy, miedo me das.
- Que va, no es nada del otro mundo.
- Da igual, me das miedo.
Lo miro desafiante y le saco la lengua.
- ¿Vamos ha hacer un billar? Dice Clara
- Vale. Dice Carlitos.
- ¿Vamos chicas?
- Vale. Dice Elena.
Cuando nos estamos levantando del banco vemos aparecer a Pedro.
- ¿Ya os ibais sin mí? Dice pedro
- ¿Cómo nos vamos a ir sin ti? Eres el más importante. Dice Lucia.
- Gracias enana.
Me quedo mirando a Lucia, ¿Cómo Pedro no se da cuenta que le gusta? Pero si no disimula, al menos lo noto y parece ser que no soy la única.
Cuando llegamos al bar donde está el billar, se ponen a jugar Carlitos, Pedro, Clara y falta uno, Clara se lo dice a María. Alicia y yo nos salimos a fumarnos un cigarro, bueno ella viene a acompañarme porque no fuma, no hemos hablado mucho, pero se le ve simpática.
- Te gusta Carlitos ¿verdad? Me dice.
- ¿Qué? Le respondo sorprendida.
- Se te nota.
- ¿Qué dices? Que va.
- Te conozco de muy poco, pero se que te gusta y a Lucia, Pedro.
- ¿Enserio?
- Si. Dile a Lucia que vaya con cuidado con Pedro, porque no hace mucho se liaron Clara y él.
- ¿Qué dices? ¿enserio?
- Si. Este verano en julio.
- No me lo puedo creer. Le digo muy sorprendida.
- Pues si, aquí hay secretos que muy poca gente sabe.
- Me dejas flipando, enserio.
- Cuando vayas conociendo a la gente, verás que esconden muchas cosas.
- Madre, que miedo me das.
- Que va, tranquila.
Me termino el cigarro y nos metemos dentro, está el aire acondicionado puesto, fuera hace mucho calor, como se nota que estamos en pleno verano. Entramos y me siento en una silla que hay libre y veo como juegan, Carlitos, Clara y Pedro saben jugar, pero María veo que sabe poco, o solo es un mal día para jugar. Paula viene y se sienta a mi lado y me susurra al oído.
- ¿Nerviosa?
- Mucho.
- Relájate, que se te nota.
- Vale.
- ¿Quieres salir a hablar?
- No, estoy bien.
- Escucha, a Lucia ¿le gusta Pedro?
- Joder, todos lo habéis notado. ¿A mí también se me nota tanto?
- Un poco, le chupas el culo un poco.
- Joder, es que si nos dice que estoy borde.
- Porque quiere que le chupes el culo, a todos los tíos les gusta eso.
- Bueno, esta noche si viene se lo diré, si puedo.
- Que si tonta, ya verás.
- ¿Estarás conmigo?
- Si, tranquila.
- Vale.
- Me voy, ¿alguien se viene? Dice Lucia.
- Yo, ya es tarde. Le digo.
- Vale, pues vámonos.
Nos levantamos, cogemos mi bolso y nos vamos.
- Tía, ¿Tú tienes bebida para esta noche?
- No, ¿Y tú?
- Si, pero creo que no voy a beber.
- Yo tampoco tengo ganas.
- Tía, se te nota mucho que te mola Pedro.
- Que va.
- Si, me lo ha dicho Alicia y Paula.
- ¿Enserio?
- Si.
- Joder, bueno a ver si se da cuenta.
- Ten cuidado.
- ¿Por qué?
- Porque me ha dicho Alicia que Clara y él se liaron en julio.
- ¿Si?
- Si…
- Bueno, que yo sepa no tienen nada, de todas formas esta noche hablaré con él por Whats app.
- Vale, pero yo no te he dicho nada eh.
- Que no, tranquila.
Llegamos a su portal, nos despedimos y cada una sube a su casa.
Cuando subo, no hay nadie en mi casa, me asomo al balcón y veo a mi madre, mi abuela y mi padre en el paseo con los padres de Lucia y de Juan y Julio. Le llamo a mi madre, pero no lo oye, entonces le llamo a mi padre, que tiene el móvil en las manos.
- Papa, pásame a la mama.
- Voy.
- ¿Qué?
- ¿Qué me hago de cena?
- Lo que quiera, hay tortilla de patatas que ha hecho la iaia en la nevera.
- Vale, pues ceno eso.
- ¿A que hora te vas?
- A las diez hemos quedado en los bancos.
- Vale, si no he subido, no tardes en venir hoy eh.
- Mama, hay discomovil, no sé a que hora llegaré, pero no muy tarde.
- Vale.
Cuelgo y entro a la cocina, cojo la tortilla y me la caliento, mientras tanto llamo a Mireia.
- Hola fea. Me dice.
- Hola. Voy ha cenar, llámame luego.
- Espera tía, es un segundo.
- Va dime rápido.
- Le voy a decir esta noche a Carlitos que me gusta.
- ¿Qué?
- Eso
- ¿Enserio?
- Si, cuando me diga algo te llamo, si ves que no te llamo es que me ha dicho que si, bueno te llamaré igualmente.
- Vale, tía me voy a cenar, te quiero.
- Vale, te quiero.
Cuelga y me sale una sonrisa, es más tonta, pero la quiero muchísimo.
Voy a la cocina y cojo la tortilla, arde, la llevo al salón y mientras se enfría un poco voy a la habitación a por el cargador del móvil y enchufo la televisión, no hacen nada a estas horas, así que pongo neos, que están haciendo Los Simpsons. Ceno y cuando acabo dejo el plato en la pila, voy a la habitación y miro que ponerme, saco un vestido, pero no, demasiado cantoso, entonces cojo el móvil y veo un Whats app del grupo de la playa.
*¿Qué os vais a poner? Dice Alicia.*
* No tengo ni idea. Dice Clara.*
* Yo vestido. Dice Alicia.*
* La chica de los vestiditos. Dice Clara*
* Jajaja, es que me gustan. Dice Alicia.*
* Yo también estaba pensando en ponerme vestido. Digo.*
* ¿Nos ponemos? Dice Alicia.*
* Que va, me voy a poner vaqueros. Digo.*
Dejo el móvil y me empiezo a vestir, cojo los pantalones vaqueros y una camisa rosa, no me convence, en ese momento llaman al timbre.
- ¿Quién es? digo.
- Soy Paula, ¿estás ya?
- No, sube.
- Abre.
- Voy.
Le abro y me espero a que suba a la cuarta planta, tarda unos minutos, cuando oigo el ascensor le abro la puerta y me dice.
- ¿Aun vas así?
- Si, no se que ponerme.
- Pues va, que son las diez y veinte.
- Ya voy, no me estreses, que si nos no salgo.
- Relájate anda.
- No puedo. Solo hago que pensar como decírselo a Carlitos.
- Tía, como te salga en ese momento.
- No, así no.
- Las cosas que se planean salen mal.
- Joder, hija, gracias por tus ánimos.
- De nada. Y se ríe.
- No me hace gracia, estoy súper nerviosa. ¿Qué me pongo?
- Una camisa.
- ¿No? ¿Enserio? Pensaba que el bikini.
- Tonta.
- Ya, va ayúdame.
- A ver que ropa tienes.
- Abre el armario, ahí esta todo.
- A ver… Ponte esta.
- Vale, esta chula.
Me la pongo, me pinto, me arreglo el pelo y bajamos, son las once menos veinte, mi madre aun no ha subido y estos se abran ido ya seguro.
Giro la esquina y veo a gente en los bancos, pero no se si son ellos o los mayores, vamos dirección allí y de repente me tapan los ojos, no sé quien es, ni me lo imagino, me pongo nerviosa, huele bien, pero no sé si es una tía o un tío, no distingo bien los olores de las colonias.
- ¿Quién eres? Digo
- No sé.
Reconozco la voz enseguida.
- Carla. Y me destapa los ojos.
- Tía, no hagas esto, hoy no.
- ¿Por qué?
- Le voy a decir a tu hermano que me gusta.
- Creo que no baja, esta súper malo.
- ¿Qué? Grito.
- No sé, quizás si baja.
- Como no baje lo mato. Estamos casi llegando a los bancos y oigo.
- ¡Guapa!
Reconozco enseguida su voz, es él, ¿Ha bajado o grita desde la venta? El corazón se me acelera, huelo su colonia, esta cerca.
- Gracias hermano. Dice Carla.
- Te he dicho que me esperaras, que solo me faltaba ponerme colonia. Dice él
- Pues no te he oído.
- No pasa nada.
- Hola eh. Le dice Paula.
- Hola Pipi, ¿Qué pasa?
- Nada nada.
- ¿Tú no me saludas? Dice él.
- ¿Yo? Digo
- Si, tú
- Que va, pero si te he visto hace un rato. Digo
- ¿Y? ¿No me puedes saludar?
- Hola Carlitos ¿Qué tal estás? Digo.
- Hola Claudia, pues resfriado ¿Y tú?
- Nerviosa. Mierda, se me ha escapado, he pensado en voz alta.
- ¿Y eso?
- No sé.
- Va dímelo.
- Va, lentos, que llegaremos tarde. Grita Clara.
Menos mal, me ha salvado, no sabía que decirle. Llegamos a los bancos y se están levantando ya, solo faltábamos nosotros, Carlitos se va a ver a Pedro y a Toni, es un chico un poco raro, de estatura normal, pelo moreno y piel también, y Paula y yo nos vamos con las chicas, cuando llegamos no hay aun nada, Carlitos esta con el móvil de Toni, en el Tuenti, veo que es mi hora, es la hora de hablar con él, antes que nada voy a Pedro y le digo.
- Tengo que contarte una cosa.
- Dime.
- Me gusta Carlitos y se lo voy a decir ahora.
- ¿Qué?
- Eso y estoy muy nerviosa, no se como decírselo.
- Este tranquila, pero no te aseguro nada.
- Tú que eres su amigo, dime algo.
- No sé que quieres que te diga.
- Pedro, joder estoy muy nerviosa. Bueno ahora veré como sale la cosa.
Cojo el móvil, me meto en el Tuenti y lo busco, no esta en línea, le envío un mensaje
* Tengo que hablar contigo algo que no me atrevo a decirte… lo siento, ya hablaremos cuando quieras tú y yo*
* Ven y dímelo. Me contesta.*
* Ven aquí detrás, donde me has visto irme con Paula.*
* Voy*
- Paula, que viene ya, no se que decirle, estoy muy nerviosa joder.
- Tranquila, estoy aquí para ayudarte.
- ¿Qué quieres? Dice él.
- No sé por donde empezar.
- Va que estoy malo joder.
- Joder, no es fácil para mi decírtelo.
Cojo el móvil, se lo doy a Paula y me voy corriendo.
Llego donde esta Pedro y me pregunta.
- ¿Qué te ha dicho?
- No lo sé, me lo he dejado hablando con la Pipi.
- Joder Claudia.
Veo a Carla, voy corriendo hacía ella y le digo.
- Se lo está diciendo Paula, la Pipi, le he dado el móvil y me he venido corriendo.
- ¿Qué dices tía?
- Si, no podía decírselo. Mira por si somos cuñadas, de hoy en adelante nos llamamos “Cucu” de cu-cuñada.
- Tía estás fatal.
- Ya.
No paro de mirar a Carlitos y Paula, Carlitos anda dando círculos y Paula mira el móvil y habla, que le estará diciendo? Se me para el corazón, veo a Paula buscarme, me encuentra, me mira y me niega con la cabeza, sin pensármelo dos veces empiezo a correr hacía la playa, me siento en la orilla y empiezo a llorar, en ese momento llega Paula y Lucia.
- ¿Estás bien? Dice Lucia.
- ¿Tú que crees?
- Que no, por eso estoy aquí.
- Paula, ¿Qué te ha dicho?
- Que esta esperando a que venga Berta, que llevan hablando ya tiempo de liarse y eso y a él le mola.
Empiezo a llorar como una tonta y digo.
- Soy tonta, por eso no quería decirle que me gustaba, porque lo sabía, sabía que acabaría mal.
- Tía y si te llega a decir que sí ¿Qué?
- Tenia un presentimiento, sabía que no. Dame el móvil.
- Toma.
Lo desbloqueo y le llamo a Mireia.
- ¿Sí?
- Tia, me ha dicho que no, que está esperando a otra.
- Tía, no te ralles, que no pasa nada, no es el único tío en el mundo.
- ¿Y que? Pero si el único que quiero y le he dicho que me gusta.
- No pasa nada, no tiene porque cambiar vuestra amistad.
- No lo sé, no se que hacer ahora mismo.
- Disfruta de la noche tía y deja de rallarte la cabeza.
- Vale, te quiero
- Y yo más.
Le cuelgo, me seco las lágrimas, me limpio el rimel que se me había corrido y sonrío.
- ¿Así estoy bien?
- Si, vamos anda. Dice Lucia.
Salimos de la playa, busco a Carla, la veo y se lo cuento todo y ella me dice.
- Da igual lo que te diga tía, él no te dejará de hablar.
- Ya, pero ahora será muy raro.
- Ya, pero no te preocupes, sigues siendo mi cucu.
- Gracias.
- De nada tonta.
En ese momento suena mi móvil, lo miro y es mi hermana Raquel.
- ¿Dónde estás?
- En la discomovil, pero ya voy a casa.
- ¿Y eso? ¿Qué pasa?
- Nada, cuando te vea ya te lo cuento.
- Vale, estoy en los bancos.
- Vale, ya voy.
Es casi la una de la madrugada y nos tenemos que ir, bueno yo me quiero ir ya, necesito un abrazo de mi hermana.
- Nosotras nos vamos ya, ¿alguien se viene? Dice Paula.
- ¿Por? Dice Carlitos
- Porque está la hermana de Claudia esperándola, ¿os venís?
- Si, que tengo ganas de ver a Raquel. Dice Carlitos.
Nos vamos hacía los bancos, nadie dice nada, seguro que Carlitos ya lo ha contado.
Llegamos y veo a mi hermana en el banco, voy corriendo y la abrazo, me mira a la cara y me dice.
- ¿Qué ha pasado?
- Le he dicho a Carlitos que me gusta y me ha dicho que no.
Se empieza a reír, la fulmino con la mirada y me abraza.
Llegan todos, se suben todos a su casa, menos Carlitos, mi hermana y yo. Es el momento más incomodo, mi hermana y yo hablamos sobre Agres y Carlitos esta callado mirando el móvil.
En ese momento llega Carla, voy a verla y mi hermana y él hablan… No sé que hablaran, pero después me imagino que me lo contará.
Nos vamos hacía el portal, mi hermana va hablando con Carlitos y yo con Carla. Me río fuerte para que me oiga, que a pesar de todo, le quiero demostrar que no me ha dolido, me despido de Carla y creo que él espera a que le de dos besos como siempre, no se los doy, cojo a mi hermana de la mano y nos vamos, y de repente grito.
- CUCU, TE QUIERO.
- Y yo cucu. Me sonríe.
Subimos en el ascensor, estamos las dos calladas, cuando llegamos a casa abrimos sin hacer ruido, todos están durmiendo seguro, voy a la terraza a fumarme un cigarro lo necesito, al momento viene mi hermana con el pijama puesto y me dice.
- Invítame a uno.
Le doy un cigarro y le digo. - Me vas a decir ¿Qué te ha dicho?
- No, le he dicho que no te diría nada.
- ¿Qué te ha dicho que le doy asco? ¿Qué no quiere saber nada de mi? Y me pongo a llorar.
- ¿Tú eres tonta?
- Si, tonta por decirle que lo quiero.
- No. Tonta por pensar que ha dicho esas cosas.
- Es que no entiendo, porque no me lo puedes decir.
- Porque son cosas nuestras.
- No, porque son malas para mí
- Me a dicho que ha flipado cuando te has ido corriendo, que no se lo imaginaba y que te quiere, pero solo como amigos.
- ¿Enserio? ¿No esta enfadado? Sonrío.
- No, se siente mal y todo.
La abrazo y le doy las gracias. Cojo el móvil, me meto en el Tuenti y le envío un mensaje a él.
* Carlitos, si ahora estoy rara contigo no es porque este enfadada, ¿vale? Tengo que pensar… Espero que te vengas a mi pueblo como te ibas a venir antes, que esto no te cambie de opinión. Te quiero.*
Apago el cigarro, le digo buenas noches a mi hermana y me voy a la habitación, me pongo el pijama y no tardo en dormirme, pensando como estaremos mañana.