La vida no es tan mala

By Puuuly

118K 11.3K 6.2K

Después reencontrarse de la peor forma, Katsuki ayuda a Ochako a ver la vida de otra manera, no todo tiene qu... More

Accidente
Hospital
Despertar
Percance
Camino a casa
Conviviendo
¿Qué es esto que siento?
Noche de películas
Reencuentro
El puto abogado, pt 2
Un mal día para Bakugou
Una noche extraña
Un día extraño
Malas decisiones
Palabras que duelen
¿Donde estas, Uraraka?
¿Donde estas, Uraraka? pt 2
El valor de la amistad
Al fin te encontré
Noche en casa de Iida
Volviendo a casa
La vida no es tan mala.

El puto abogado

5K 493 431
By Puuuly

Bakugou no quería despertar, estaba tan cómodo, estaba calentito y nuevamente sentía que dormir en su cama era como dormir en una nube, tal vez era porque no tenía que despertar con el sonido de una alarma o quizá por la buena compañía...

Buena compañía.

Abrió los ojos rápidamente y se dio cuenta que estaba acostado hacia arriba y al lado de él, más precisamente en su pecho, Uraraka dormía plácidamente.

Hizo una mueca de sorpresa, ¿Como llegaron a esa posición si él se acostó casi en la orilla para no tocar por accidente a la morena? Peor aún, ella se veía muy cómoda encima de él y hasta lo tenía abrazado con un brazo.

Ah, y eso no podía ser todo, él también la estaba abrazando, tenía un brazo pasando por el cuello de Ochako, como si hubiese tenido la intención de atraerla hacia él.

¿Qué carajo había pasado?

Katsuki se calmó un poco, la chica seguía con su típico 'pijama' y él con su ropa, todo bien, no había pasado nada de lo que se pudiera arrepentir.

Intentó salir de la cama sin despertar a la morena, algo así como cuando fue un policía encubierto, debía ser cuidadoso... Espera, ¿Por qué tenía que ser cuidadoso? Que se joda la chica, que despierte y deje de flojear.

La miró enojado, pero su cara se relajó y se ruborizó un poco al ver la expresión de paz que tenía ella mientras dormía, se golpeó la frente, ¿Desde cuándo era tan blando?

Se quitó la polera que llevaba para lavarla, y se dirigió al baño, al parecer dormir con Uraraka no había sido tan buena idea. Entró ahí y se lavó bien la cara, como unas 5 veces, tomó su cepillo de dientes y se lo metió en la boca, cepilló sus dientes por 10 segundos cuando de pronto escuchó el timbre, pensó quién podría ser y no había otra opción que no fuera el cartero, así que lo dejó así y siguió lavándose los dientes.

-Hola, ¿Qué desea?

El rubio escuchó esa voz, esa voz que reconocería en cualquier parte y todos sus sentidos se pusieron alerta, así que se asomó por la puerta para ver que tramaba esa chica.

-Traigo este telegrama para... -Dijo el cartero, sin mirar a la chica que tenía en frente. -Bakugou Katsu...ki. -Terminó de decir, subiendo la vista para ver a la morena, ella estaba despeinada, aun no lavaba su cara, bostezo mientras se restregaba un ojo y aún estaba con la polera que le quedaba gigante de su amigo, pero a pesar de estar así, se veía muy linda y sexy.

Katsuki se dio cuenta de la cara que tenía el cartero y su furia incremento, vio como le pasaba un pedazo de papel a Ochako y como intentó tocar la mano de la chica al pasárselo y se precipitó a la puerta, tomando a la morena de la cintura y poniéndola tras él, así mismo como hizo cuando Mina la acosaba con sus enormes bubis.

-Tú, maldito depravado, ¿Quieres morir? -Le dijo apuntándolo, aún con el cepillo de dientes en su boca y con la cara hecha un desastre, ni siquiera era necesario preguntarle que le pasaba, era cosa de ver su expresión, estaba realmente encabronado.

-¿Eh? -Al cartero se le pusieron todos los pelos de punta.

-¿Hola? - Katsuki nuevamente escuchó la voz de Uraraka dentro del departamento, miró de reojo hacia donde estaba ella para darse cuenta que hablaba por teléfono, miró nuevamente al cartero para mandarlo a volar, pero algo hizo click en su cabeza en ese momento.

-Uraraka Ochako, es un agrado escuchar nuevamente tu voz, ¡jojoj! ¡Espero que te acuerdes de mi! -Dijo el jefe del rubio al otro lado del teléfono.

-¡Sí! Recuerdo muy bien su voz, lamentablemente solo sé que es el jefe de Kacchan y no sé su nombre. -Dijo la chica con un tono triste.

Katsuki miró con espuma en la boca a la chica, primero va y le abre la puerta a la primera persona que toca y para qué hablar de que ni siquiera se había vestido para eso, ¿Y ahora es capaz de tomar su teléfono y contestarle a su jefe?

-Oh, que inconciencia la mía, puedes llamarme Masaki. -Le respondió contento el jefe.

-¡Masaki! ¡Que lindo nombre! -Dijo la morena.

-Ohhh, eres un amor niñita, me alegro de que mi pequeño Katsuki esté contigo, les mandé un telegrama hace un rato, ¿Lo recibieron?

-Sí, lo estoy leyendo ahora mismo.

-Genial, bueno, nos vemos hoy en la noche entonces, ¡Será un honor conocerte Uraraka!

-¡Llameme Ochako señor! -Respondió enérgica la chica, pero antes de que el tipo al otro lado del teléfono le pudiera responder Bakugou le quitó el celular con fuerza, colgando la llamada mientras hacía explotar el celular en su mano con una explosión.

-¡MALDITA ENANA DESGRACIADA! ¡¿PORQUÉ ABRES MI PUERTA Y CONTESTAS MI TELÉFONO SIN NIGUNA VERGÜENZA?! ¡TE MATARÉ AHORA!

-¡Kacchan! -Le gritó enojada la chica, frunciendo el ceño y poniendo sus manos en la cintura. -Primero, no soy sorda no deberías gritarme, segundo, era tu jefe y al parecer quería hablar conmigo, no contigo...

-¡Y PORQUE MIERDA CREES QUE ÉL QUERRÍA HABLAR CONTIGO SI ME ESTABA LLAMANDO A MI! -La interrumpió el rubio.

-No te atrevas a volver a interrumpirme. -Le dijo la chica aun más enojada, haciendo que Katsuki bajara un poco la guardia, nunca nadie, jamás, le había respondido así ni habían tenido los cojones para enfrentarlo. -Te lo digo porque me habló muy bien, y tercero, es de muy mala educación no abrirle la puerta a alguien que viene a tu casa.

Uraraka tenía el ceño muy fruncido, la única vez que Bakugou la había visto así de enojada fue hace años, cuando se enfrentaron en el festival deportivo, a pesar de que era una tonta y sabía que lo que ella le decía no tenía coherencia, la entendía, debía ser difícil mantenerse tranquila y feliz siempre.

-Bien. -Le dijo el rubio.

-¿Bien? ¿Es todo lo que me dirás?

-¿Y qué más quieres que te diga cara redonda? ¿Acaso quieres seguir buscándome pelea?

-Hmm, jamás podré entenderte Kacchan. -Dijo la chica, entrecerrando los ojos y dándose la vuelta para ir al dormitorio a cambiarse ropa. -Y por cierto, Masaki te envió esto.

Tiró la hoja al aire, no quería pasársela al rubio en la mano, si él podía ser un idiota pues ella también.

Katsuki fue y agarró la carta, era de su jefe y lo estaba invitando a un evento ese mismo día en la noche, ya que un famoso abogado iría a dar una conferencia, recordó que su jefe le había hablado de eso hace unas semanas atrás, pero si mal no recordaba la charla sería en la estación de policías, no en un salón de eventos como decía la carta.

Pero lo peor aún no llegaba, al final del telegrama se podía leer 'Es obligatorio venir al evento con un acompañante, recordemos que siempre hay que prevenir y siempre será de conveniencia tener un amigo para testificar en caso de cualquier cosa :D', su jefe era un grandísimo idiota, sabía que lo había hecho a propósito.

Pasaron unos minutos y Ochako salió de la habitación con una falda y una polera puesta, se dirigía al baño a peinarse y lavarse la cara, aun con el ceño fruncido.

-¡Oi, cara redonda! -La llamó, pero no recibió respuesta a cambio. -Oi, no me ignores cuando te hablo. -Dijo más enojado, ya se estaba marcando una venita en la cabeza y el puente de su nariz se empezaba a arrugar.

Al no tener respuesta se paró y fue al baño a encarar a la chica, abriendo la puerta violentamente.

-¿Qué crees que haces, idiota?

Katsuki se mordió la lengua para no responderle volándole la cabeza. -D-Debemos ir a comprarte un vestido, en la noche tenemos que salir.

-¿Eh? -Ochako dejó su ceño fruncido en el olvido, haciendo ahora una expresión de asombro. -¿A-A que quieres llegar con eso? ¿Acaso es una broma, Kacchan? -Se volvió a enojar.

-No lo repetiré, el estúpido de mi jefe quiere que vaya a la conferencia de un estúpido abogado de mierda y es mi obligación ir contigo, estoy muy cagado ahora mismo, así que arréglate y vámonos ahora.

Uraraka pestañeó con curiosidad, estaba segura que había escuchado mal, hace unos minutos atrás el rubio quería matarla y ¿Ahora la estaba invitando a salir?

-No me gustan esas bromas Kacchan, y tampoco necesito un vestido, es lo que más tengo.

-¡NO ES UNA PUTA BROMA! ¡Y NI DE JODA IRÁS CON UNO DE ESOS TRAJES, IREMOS POR UNO DECENTE!

Ochako le dio una mirada asesina.

El rubio sabía que si quería que la morena le hiciera caso debía tratarla de otra forma, así que salió del baño encabronado, yendo hacia su sillón para tomar un vaso de whisky y enfriar la mente.

Pasó un rato y Uraraka salió del baño, se quedó ahí pensando en que Katsuki le dijo que había sido su jefe el que lo estaba obligando a ir con ella a una conferencia, se lo dijo muy enojado y ella le estaba haciendo todo más difícil, también entendía que él era un idiota y jamás iba a entender que lo que ella hacía antes no era más que otro trabajo cualquiera, pero no le pediría más a un hombre con una actitud como la de Bakugou.

Lo vio en el sillón recostado y se acercó a él, le iba a decir que aceptaba acompañarlo e ir a comprar el vestido que él quisiera, pero cuando lo vio de frente lo encontró durmiendo con la boca abierta y roncando como si nada, notó el vaso de whisky en el suelo y supuso que se había dormido bebiéndolo.

-Jjj. -Rio bajito. -Kacchan se ve muy gracioso cuando duerme así. -Quitó el vaso del suelo y lo llevó a la cocina, luego fue al cuarto del rubio a buscar unas toallas, se daría una buena ducha, ella no se enojaba nunca así que tenía que calmar un poco la mente.

Katsuki abrió los ojos, ¿Cuánto había dormido?, busco su celular para ver la hora, pero recordó que lo explotó, así que prendió el televisor y ahí lo vio.

-¡No puede ser! -Gritó fuertemente, eran las 7 de la tarde, había dormido todo el maldito día y Uraraka ni siquiera fue capaz de despertarlo. -Me quedan 3 horas para convencer a la idiota cara de ángel de que acompañe e ir a comprarle un vestido, arreglarme y llegar, ¡Puta mierda, como odio vivir! -Se lamentaba.

Se paró y rápidamente comenzó a buscar a la morena, fue a su habitación y no la encontró, pero se dio cuenta de que la luz del baño estaba encendida.

Fue hacia ahí y abrió la puerta sin siquiera golpear.

-Estúpida cara redonda, porque no me despertas... -No pudo terminar la oración, Ochako estaba frente al espejo intentando peinarse y al sentir que abrían la puerta se dio vuelta, estaba levemente maquillada, tenía un delineado suave, y el rubio no entendía como sus pestañas habían crecido tanto, haciendo que sus ojos se vieran más grandes de lo que ya eran y también haciendo que su mirada fuera más tierna de lo normal. Ella llevaba un vestido negro que no era tan extravagante, tenía los hombros caídos y le llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla, pero era ajustado y hacía que las curvas de la chica se marcaran como nunca las había visto y sus zapatos de tacón, también negros llevaban una pequeña rosita encima. Bakugou la examinó de pies a cabeza antes de poder terminar lo que quería decir. -...te.

-Pues, el mejor momento del día es cuando estás durmiendo, Kacchan. -Dijo Uraraka riendo, molestándolo, al parecer ya se le había pasado el enojo, así que el rubio evito cualquier respuesta ante lo dicho por ella para evitar cualquier percance.

-Entonces... ¿Sí me acompañas, cara de ángel? -Le preguntó el chico, tenía que controlarse un poco, ya estaba sintiendo como la sangre le corría por la nariz.

-Nooo, obviamente me puse mi vestido más decente para ir al mercado, tonto. -Ochako rodó los ojos. -¿Y tú? Ve a lavarte la cara, aún tienes baba pegada.

Bakugou volvió a la realidad ante lo dicho y se pasó la mano por la cara, si era verdad que aún tenía baba eso sería tan vergonzoso.

Salió del baño para ir a su habitación a ponerse su traje y peinarse, también debía pensar en algo para que su jefe no lo jodiera por el resto de su vida después de esa noche.

Ya faltaban 30 minutos para llegar al lugar donde se haría el evento y ellos aun no salían del departamento, Uraraka estuvo mucho rato intentando peinarse adecuadamente según ella y Katsuki solo quería entrar al baño a hacer del 1, pero la chica nunca salía.

-¡Espero que estés feliz cara redonda! -Decía encabronado Bakugou mientras bajaban al estacionamiento del edificio donde vivían.

-Pues sí que estoy feliz, Kacchan me invitó a salir jajaa. -Reía para molestarlo.

-Grrr, te estás buscando una muerte horrible, tú, maldita estúpida. -Le gruñía el rubio.

Subieron al auto y Katsuki casi rompió el acelerador para llegar lo más rápido posible al lugar.

-Kacchan, no manejes tan rápido, es muy peligroso. -Le dijo la morena, haciendo que él recordara el día en que la chocó, quitando un poco de fuerza en el acelerador.

-Te estás volviendo menos torpe, ¿Eh?

-¿A que te refieres con eso?

-Nada, olvídalo idiota. -Le terminó de decir Katsuki, al parecer la chica estaba empezando a ser más cuidadosa.

Encendió la radio y puso música para hacer su viaje más ameno.

Al llegar al lugar, la morena estaba impresionada, era todo muy bonito y todos iban muy arreglados.

-¡Kacchan! -Lo llamó Ochako, haciendo que este la mirara apenas bajaba de su vehículo. -¿Estoy acorde a todo? -Le preguntó levantando los brazos. -Todas se ven muy bonitas, no quiero opacarte.

Al rubio, la pregunta le causo ternura, ella ni siquiera se imaginaba lo guapa y sexy que se veía, hasta le molestaba que cualquier idiota se atreviera a mirarla con deseo o algo, los mataría a todos si fuera necesario.

-¿De qué hablas tonta? Te ves bien, ahora ven aquí, salgamos de esto rápido. -La tomó de la mano y entraron al salón frente a ellos, tenía que buscar a su jefe, quería explicaciones y en algún momento debía presentarle a Uraraka para terminar con su sufrimiento lo antes posible.

Dentro todo estaba muy ordenado y decorado, había un bar abierto que llamó la atención del rubio y de la morena, entre toda la gente le sería difícil encontrar a Masaki, así que qué mejor idea de que él los encontrara a ellos.

-Cara redonda. -La llamó y ella lo miró. -¿Estás pensando lo mismo que yo? -Le preguntó, indicándole el bar con la cabeza.

-¡Ohhhh sí! -Dijo Ochako, levantando los brazos. -¡Alcohol gratis! -Y ahora era ella la que lo tomaba de la mano para dirigirse a ese lugar.

Había pasado un rato y habían bebido un par de cervezas cada uno, nada fuera de lo normal.

-Aquí estás, mi escurridizo chico estrella. -Dijo una voz conocida atrás de Bakugou.

Él se dio la vuelta, para encontrarse con dueño de esa voz.

-Ah jefe, lo estábamos buscando. -Dijo el rubio, parándose de su asiento para saludarlo.

-Si no estás de turno puedes llamarme Masaki, Katsuki jojo, y dime, ¿Dónde está tu chica?

-No es mi chica señor. -Dijo encabronado.

-Pues no aún, jaja. -Respondió Uraraka desde atrás de él. -¡Señor Masaki! -Gritó al ver al tipo, corriendo a saludarlo. -Al fin nos conocemos, es un honor, gracias por mantener esta ciudad en paz. -Le dijo con su mejor sonrisa.

Katsuki se tapó la cara, esa chica lo volvería loco y si perdía su trabajo por culpa de ella, esta vez de verdad la mataría.

-¡Uraraka! Sabía que mi mano derecha tenía un muy buen gusto, ¡Eres muy bonita! -Le dijo el jefe. -El honor es mío. -Ambos reían y Katsuki solo quería que la tierra se lo tragara. -Querida, ¿Me dejas hablar un momento con el gruñón?

-¡Sí, claro! -La morena miró al rubio que estaba tras ella, intentando esconderse. Fue hacia él para decirle que su jefe quería hablarle y mientras ellos estaban en eso se quedó en el bar.

-¿Qué pasó, señor? -Bakugou le preguntó a Masaki.

-Pues, necesito que conozcas al abogado que vendrá hoy, es un tipo genial, de 20 casos gana 19, la idea es que mi mejor policía se haga amigo de él o algo y así tenerlo de nuestro lado, aunque nunca encerremos a nadie que no sea inocente siempre es bueno tener al mejor para que los malditos se pudran en la cárcel.

-Bien, pero no le aseguro nada, si es un imbécil lo mataré.

-Hoy no matarás a nadie, luego de que hable en el escenario quiero que lo busques y hagas lo que debes hacer.

-Copiado jefe, haré mi mejor esfuerzo. -Le dijo el rubio, chocando los puños con el hombre.

-Y oye. -Agregó algo más, poniendo una cara de Katsuki jamás había visto. -Ella es muy linda, no seas un idiota o te despido.

A Bakugou se le pusieron los pelos de punta, pero aun así fue al bar y se sentó al lado de la chica.

-¿Qué pasa, Kacchan? -Le preguntó ella, bebiendo un vaso de mojito.

-Nada, no te preocupes cara redonda. -Le respondió. -¡Oi! -Llamó al bartender. -Dame un whisky, con 3 hielos.

-Recuerda que tenemos que devolvernos manejando, prometo no beber tanto si tú tampoco lo haces. -Le dijo Uraraka, sonriéndole.

Katsuki sentía que su mente se volvía loca cuando ella le sonreía así, le daban ganas de golpearla en la cara para que no lo volviera a hacer, pero al mismo tiempo le daban ganas de tomarla y besarla hasta que no pudieran respirar.

Eso estaba muy mal.

-Lo sé, definitivamente este será mi último trago. -Dijo recibiéndolo.

-Já, si es así pues también es mi último trago, ¡Salud por eso! -Gritó emocionada, chocando los vasos.

Estaban conversando y riendo con algunos compañeros de trabajo del rubio, cuando de pronto Ochako notó algo que no le gusto para nada.

Frente a ellos, en otro grupo notó una cabeza con cabello entre rojo y blanco, definitivamente debían ser ellos.

Apretó el brazo de Bakugou inconscientemente, haciendo que este tomara guardia.

-¿Uraraka? -La llamó, notó que la chica miraba un punto fijo con cara de preocupación mientras apretaba el brazo del chico. -¿Te sientes bien?

-No. -Respondió ella fríamente. -Vámonos de aquí, por favor. -Esta vez lo miró, y él pudo notar la súplica en su mirada.

La tomó de la mano y sin preguntar nada, empezó a caminar a la salida del lugar, pero de pronto sintió que alguien lo llamaba.

-¡¿Kacchan?!

Era la voz que menos quería escuchar, la estúpida voz del idiota que le jodía la vida en su infancia y adolescencia, el idiota que hacía todo bien y que pensaba que podía ser mejor que él.

Era el idiota de Deku.

Intentó ignorarlo, caminando más rápido, pero lo volvió a llamar.

-¡Kacchan! ¡Soy yo, Midoriya! -Dijo el chico, esta vez acercándose a él y tomando el hombre del rubio.

Katsuki se giró con su cara de encabronado, él era la única persona con la que no se quería encontrar nuevamente en su vida, y el destino era tan desgraciado de ponerlo justo ahí, donde tenía que cumplir una misión.

-¡¿Qué quieres idiota?! -Le gritó, dándose la vuelta para mirar al pelinegro.

-¡Kacchan, soy yo, Deku! -Le dijo el chico feliz.

-Sí, ya lo sé idiota, ¡No me vuelvas a llamar Kacchan o te mato aquí mismo! ¿Qué mierda quieres?

-¿Eh? Sólo quería saludarte, hace años que no te veo, ¡Te ves genial! -Le decía Izuku mientras sonreía. -Me enteré de que eres un policía muy reconoci...do.

Midoriya no pudo evitar arrastras las palabras al ver a la chica que se encontraba casi escondida tras el rubio.

-¿URARAKA? ¿Eres tú? -Preguntó el pelinegro, moviéndose para ver mejor si se trataba de ella.

-¡Hola Deku! -Dijo Ochako alegre. -Wow, jamás pensé verte de nuevo, ¡Mírate, estás tan grande!

Bakugou notó el cambio de ánimo de la chica y se confundió, de verdad que era muy bipolar, pero recordó cómo se puso la última vez que le preguntó sobre el idiota de pelo negro y algo no le cuadraba.

-Sí jajaja, he crecido mucho, ahora soy abogado y hoy me toca dar una charla en este lugar. -Dijo Izuku, poniendo alerta al rubio.

-¡¿QUÉ?! ¿Tú eres el puto abogado? -Preguntó con rabia Katsuki.

-Kacchan, no lo llames así. -Le recriminó la morena.

-Jajjaja, no te preocupes Uraraka, pero sí Kacchan, soy abogado y pues, creo que soy el abogado al que te refieres, jeje. -Dijo Midoriya, sobándose la nuca con timidez.

-¿Pasa algo, Izuku? ¿Te estás metiendo en problemas de nuevo?

-Oh, claro que no Todoroki, ¿Recuerdas a Kacchan y Uraraka? -El pelinegro se movió para que el chico de cabello rojo y blanco pudiera ver y saludar a los recién nombrados.

-Claro, como olvidarte Uraraka. -Dijo mientras la saludaba, y ella, qué no había quitado las manos del brazo de Bakugou lo saludo tímidamente, dándole más agarre al rubio.

Él sintió eso y al mirar a Ochako notó su cara de incomodidad, algo pasaba ahí y él no pensaba quedarse para que ella se sintiera incomoda.

-Bien, bien, que lindo reencuentro, nosotros tenemos que irnos, vamos cara redonda. -Dijo tomándole la mano, intentando moverse.

-Espera Bakugou. -Dijo Shouto. -¿Ya se van? Si la fiesta aún está empezando.

-Es cierto. -Dijo esta vez Izuku. -Vamos a tomarnos algo para que me cuenten de ustedes, por cierto, ¿Qué hacen aquí juntos? Juraría que Kacchan odiaba a todos, jajaja.

-¡No hables de mi como si me conocieras, maldito nerd! -Le gritó Katsuki, quería irse de ahí lo antes posible, no quería que la morena se sintiera incomoda, el que lo hubiese acompañado era algo que no se esperaba así que no estaba en sus planes hacerla sentir mal. -¡Te voy a matar, idiota! -Dijo sacando pequeñas chispas de sus manos, haciendo que Todoroki se pusiera frente a Midoriya.

-Atrévete a hacerle algo y todo se quemará aquí. -Dijo en voz baja.

-¿Crees que te tengo miedo, mitad y mitad bastardo? -Le preguntó Bakugou, sonriendo.

-Deberías. -Terminó diciendo Shouto, pero Izuku lo movió desde atrás.

-No deberías hacer esto aquí, Shou. -Lo calmaba el pelinegro.

-Tiene razón Kacchan, ¿Qué tal si vamos por unas cervezas? -Ochako también intentó calmar al rubio.

-¡Sí, es una buena idea! -Dijo Izuku. -¡Vamos! -Salió de atrás de Todoroki y lo tomó del brazo para ir al bar.

Katsuki miró a Uraraka mientras el otro par se alejaba, como preguntándole que mierda estaba pasando, pero ella solo lo miró y sonrió, tomándolo de la mano para ir al bar.

Sentado ahí, Ochako y Midoriya hablaban enérgicamente de cualquier cosa, mientras Bakugou y Todoroki estaban callados bebiendo.

-Y Deku, cuéntame, ¿Qué tal fue conocer a Endeavor como suegro? Jajja. -La morena rio y el pelinegro se sonrojo, pero alguien más escuchó eso.

El rubio escupió todo el trago que tenía en la boca. -¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR CARA REDONDA?! -Esperaba haber escuchado mal. -No me jodas Deku, tú y el idiota del mitad y mitad son unos put...- La chica le pegó un codazo por debajo de la mesa.

-Cuida tus palabras Kacchan. -Le recriminó.

-Jaja, no sé si esa sea la palabra adecuada, pero uhmm...-Midoriya no sabía cómo decirlo.

-Sí Bakugou, Izuku y yo somos novios, ¿Acaso eso te importa? -Le respondió Shouto del otro lado de la mesa.

Katsuki se sobaba el estómago donde su querida amiga lo había golpeado. Ahora entendía todo, el estúpido de Todoroki era tan gay como Deku, y era más que obvio que Uraraka estaba babosa por el nerd de pelo negro en Yueei.

Todoroki volvió super gay a Deku y se lo robó a Uraraka.

Todo tenía sentido ahora.

Continue Reading

You'll Also Like

931 55 5
TN Hawke hija de Ethan Hawke su padre trabajo en una película llamada The black phone TN siempre lo acompañaba a grabar la película pero lo que nunca...
74.6K 5.7K 25
Todo el mundo tiene un lado secreto que oculta ante los demas. Ante sus amigos, ante su pareja, incluso ante su familia. Ocultan sus intenciones y su...
213K 22.7K 22
Una inmensa popularidad ahoga a Bakugou Katsuki cuando éste obtiene el título de héroe número tres, a tan sólo 22 años de edad, su vida parecía estar...
42.9K 3.1K 23
Marinette cree que al mejor su confianza podrá hablar bien con Adrien y tal vez conquistar su corazón, Luka la ayudara a hacerlo, pero los planes no...