No podía dormir, no podía dejar de pensar, todos mis pensamientos estaban invadidos por pensar en que había arruinado mi momento con Billy, había sido algo egoísta al alejarlo, pero... la verdad en ese momento me sentía celoso y asustado al mismo tiempo, ahora solo me sentía como un estúpido, quiero a Billy y aunque no estoy seguro de en que forma lo quiero si estaba seguro de que no quería que el se alejara, ambos estábamos arruinados y aunque no pudiese abrirme su corazón nunca, igual sentía que podía complementar mi dolor.
Pasaban las horas y las horas y la noche continuaba avanzado sin detenerse, trate de cerrar los ojos y caer en sueño pero no podía dejar de pensar, mi cabeza daba muchas vueltas y cuando me di cuenta la luz de la madrugada estaba asomando por mi ventana.
<<los chicos no lloran>> me vino a la mente, una extraña sensación invadió mi estómago, como si tuviera hambre, no era eso, me sentía ansioso.
-Eddie- me dije.
Y me levante inmediatamente para ir a su casa.
De igual manera quizás con suerte el no habría dormido.
Baje las escaleras tratando de no despertar a nadie y salí de casa, hacia algo de frío pero no podía regresarme y hacer ruido, así que seguí adelante.
-¡Gracias a Dios la Tia Helen es sorda!- exclamé para mi mismo.
Lo bueno era que Eddie no vivía tan lejos de mi casa como Billy, era más simple llegar.
me fui a la parte trasera de la casa para gritarle a Eddie hasta su ventana, pero ahí vi unas cuantas piedras amontonadas en el patio trasero y tome unas, esperaba que no se rompiera la ventana.
La lance con algo de fuerza y era tan pequeña que solo rebotó e hizo un pequeño sonido.
-¡Eddie!- grite y volví a lanzar otra pequeña piedra.
-¡Eddie, despierta!- y cuando iba a lanzar la otra, el se asomó.
-¿Que estás haciendo Jamie?-
-¿Estabas dormido?-
-Si lo hubiera estado nunca te habría escuchado-
-Ábreme- le dije -aquí afuera hace mucho frío-
-Espera un minuto- sonreí ante su respuesta.
y tire al suelo las pequeñas piedras que tenía en la mano dirigiéndome a la puerta trasera de su casa, mire el tapete en el suelo un segundo mientras Eddie habría la puerta.
-¿Que haces despierto tan temprano?- preguntó mientras habría el mosquitero.
-No podía dormir- dije -quería hablar con alguien-
-Yo tampoco puedo dormir- respondió -pasa- entre y lo seguí hacia su cuarto.
-Hace tiempo que no venía a tu habitación- dije algo melancólico -había olvidado que tocabas la guitarra- señale con mi dedo.
-¡Tengo mi propia intervención!- exclamó -no tengo drogas Jamie- su voz sonaba algo desesperada y ronca.
-Tranquilízate un poco-
-¡No puedo!- gritó.
-Baja la voz, tu madre te escuchará-
-Me comí un tarro completo de cerezas viejas- dijo -y no puedo lograr calmarme-
-¿Nadie quiere venderte?- pregunte.
-No-
-Es lo correcto- dije -algún día tendrías que dejarlas-
-No... ¡no entiendes!- exclamó -siento que no puedo respirar y no puedo dormir, ni siquiera tengo trabajo... yo... necesito un empleo... algo que hacer-
-Haremos algo con eso- el se tiro en su cama casi temblando.
-¡Esto es muy difícil, mierda!- dijo -quisiera morir- sabía que no lo decía enserio.
-Vine aquí para contarte algo... pero, veo que tú también tienes tus problemas-
-¿Que te pasa a ti?- preguntó -¿es sobre Billy?-
-Creo que ahora todo lo que hablamos es sobre el-
-¿Que sucede ahora?-
-¿Recuerdas cuando todos decían en el pueblo que la familia de un chico había muerto en un accidente mientras el estaba en la escuela y que después el se volvió loco?-
-Si-
-Acabo de descubrir que Billy es ese chico...-
-¿Que?- preguntó.
-La chica que me dio trabajo, Vanessa, es transexual...-
-Mierda ¿Que?-
-Ella conoció a Billy antes, también a su hermana y... al ex novio de Billy...-
-¿Estás de coña?-
-Y lo peor... es que... ayer le di a entender a Billy, que necesito mi tiempo-
-¿por qué mierda dijiste eso?-
-Eddie..- dije -no me siento capaz de quedarme con el para... algo más-
-¿Es por no te sientes enamorado?- preguntó -o... ¿solo por qué tú creas tus propias ideas?-
-Ni siquiera se cómo debo sentirme-
-¿Es por todo... lo que... ha pasado?- preguntó.
-Tengo miedo de comprender mis sentimientos y que la vida junto a él vaya a ser un desastre con un alcohólico- confesé soltando una lagrima -hay muchas cosas que se que Billy jamás podrá olvidar-
-No llores, Jamie...-
-Se está volviendo adictivo, me siento seguro y estar con el me hace pensar que toda esa confianza que anhelo viene del padre que me abandono- me limpie con la mano -no quiero que pase lo que me sucede contigo- agregué -no quiero estar sufriendo por qué estás tan cerca... pero ala vez muy lejos-
El solo me observaba temblando, ansioso y confundido.
-No tengo cabeza ahora para decirte algo- respondió.
-Ya lo he escuchado antes-
-Siempre que creo que has olvidado todo, no es así, me hace pensar que no nunca lo harás-
-Ya no es sobre ti-
-¿Entonces?- preguntó.
-Es por mi- el solo me miró como si estuviera decepcionado -estoy tratando de sacarte de mi corazón, pero eres mi mejor amigo y es imposible que lo haga tan rápido-
-Tienes la oportunidad de estar con cualquier otro hombre- dijo -y tú lloras por un drogadicto y un alcohólico- sus palabras dolían pero eran ciertas -ven aquí- abrió sus brazos -acuéstate conmigo- me acerqué a el y el se acostó contra la pared dejándome un espacio, me puse frente a el y Eddie puso sus manos alrededor de mi.
-Odio sentirme confuso- dije.
-No es tu culpa-
-Seguimos complicando las cosas- reí tristemente.
-No podemos evitarlo-
-Solo nos tenemos el uno al otro al final del día, es imposible evitarlo.
-Ambos necesitamos ayuda- dijo -quiero dejar este maldito lugar-
Juntos acostados, me sentía calmado, imaginaba a Billy en un momento así pero solo podía imaginarlo escupiéndome o corriéndose en mi cara y pude imaginarme a Bernard a mi lado, todo este tiempo buscando un hombre que llenara el vacío de mi padre era el hecho de que mi hermano mayor era idéntico a el cuando se fue, Eddie lo sabe, Eddie intenta cuidarme aunque no puede cuidarse el, yo soy su Frankie, soy su recuerdo al que está sujeto y no se puede ir por mi, en este cuarto vacío con solo nosotros dos puedo entender que si continúo así voy a destruir todo, todo va a venirse ante mis pies, el tiene sueños, le gusta leer y escribir, tiene un corazón artístico en un pueblo de adicciones y promiscuos.
-Quisiera tener unas cuantas cerezas- dijo detrás de mi.
-Compraremos unas después- respondí riendo -y le pediremos un trabajo para ti a Billy-
Volvía a ser egoísta, buscaba a Billy cuando lo necesitaba y eso también agradaba el problema en aclarar mis pensamientos, quisiera decidir y poder quedarme con Eddie, aquí mismo en su cama, dormir abrazados todas las noches y reír como cuando éramos niños, sería más fácil... excepto que no lo es, nunca funcionaría así.
CANCIÓN:
DUA LIPA - ROOM FOR 2