Ya falta poco. Cada vez estamos más cerca del final de esta historia.
Yo no tengo nada ni a nadie. Daryl está a punto de encontrar a su hermano, y la familia es más que importante.
Si yo tuviera una oportunidad de estar con mi familia, también me iría corriendo tras ellos.
Atlanta y Daryl son solo un sueño para mí. Un sueño imposible de olvidar y tampoco quiero hacerlo.
Porque su solo recuerdo, es lo único que me queda.
Recordar su voz, sus pequeñas caricias, sus ojos azules, su mirada profunda e inocente, su rostro... El vivo retrato de un hombre fuerte e invencible, que por dentro es tan sólo un niño pequeño e indefenso que tan sólo está perdido.
Ese es Daryl para mí. Un hombre fácil de amar, pero difícil de olvidar.
...
"No debiste. Nunca debiste".