Stefani no dejaba de presionar el acelerador. ¿Qué pasó? ¿Está bien? ¿Por qué sonaba tan alterada? ¿Habrá pasado algo grave? ¿Por qué demonios el auto no puede ir más rapido?
No dejaba de oprimir el volante. Sentía como palpitaba su corazón. No dejaba de suplicar porque Tara estuviera bien.
La cabeza de Stefani estaba a punto de estallar. Su preocupación crecia conforme se acercaba más al lugar.
-Doble a la izquierda en dos metros.-Y por lo que veía en el mapa ya faltaba poco.
Apenas iba a doblar a la izquierda cuando vio una joven caminando en las oscuras calles. Pasó tan rápido que dio de reversa en cuanto se dio cuenta. Y si, era ella, la joven rubia.
Los ojos de Tara se iluminaron al ver el coche de Stefani.-Sube.-Lo hizo y no dijo nada.-Ponte el cinturón de seguridad.-Mencionó su profesora al mirar a los lados y retornar su camino.
Stefani pensó que encontraría a la joven completamente alterada y llorando, pero no era así. Ella no dejaba de mirar hacia enfrente.
-¿Estás bien?-preguntó rompiendo el silencio entre ambas. La rubia sólo asintió con la cabeza.-¿Algo qué quieras decir?
Tardó en responder.-Gracias por venir.-Respondió sin dejar de mirar hacía enfrente.
Stefani no sabía si era correcto el insistir pero su cabeza no dejaba de explotar de preguntas.-¿Qué pasó?
La joven volvió a tardar en contestar.-Nada.
Esas pequeñas respuestas no eran suficientes.-¿Nada? ¿Entonces me llamaste alterada y casi llorando porque...nada pasó?
Vio como Tara bajó la mirada.-Si...
La paciencia de Stefani se terminaba.-Quita tus manos de tu blusa.-La joven abrió más sus ojos. Creyó que ella ni siquiera lo había notado. No lo hizo.-Tara...quita tus manos de tu blusa.
Sintió como sus labios temblaban amenazando con un llanto, pero luchaba porque no fuera así. Quitó sus manos y Stefani vio como su blusa se abría.-¿Quién te lo hizo?-preguntó controlando su enojo, no con ella, sino con la persona que lo había hecho. La joven no respondió.-Tara, ¿Quién te hizo eso?
Tara volvió a cerrar su blusa con sus manos.-No preguntes.-Respondió con un hilo de voz. En ese momento la paciencia de Stefani se acabó.
-¿Cómo quieres que no pregunte? Me llamas a las dos de la mañana para que vaya por ti a una fiesta, casi...
-No tienes que reprocharmelo.
Stefani comenzó a estacionar el auto, la última vez que discutió en él las cosas no terminaron bien.-¡No te lo estoy reprochando!-Se dio cuenta que alzó demasiado la voz y respiró hondo y volteó a verla.-Sólo qué...me preocupo. ¿De acuerdo? Me preocupa el hecho de que alguien te pudo lastimar...
-No lo hizo.-Desvió la mirada.
-¿Quién fue?-No respondió.-Fue Taylor ¿No es así?
La joven abrió más sus ojos.-¿Por qué crees eso?-preguntó de inmediato.
Ella tardó en responder.-Los vi juntos toda la semana.
-No...no fue él.-Tara sintió un nudo en la garganta al responder.
-Tara, necesito saber qué pasó.
Las imagenes de ese momento comenzaron a bombardear a la joven rubia, en ese momento sintió como nuevamente su cuerpo comenzaba a temblar.-No insitas.-Respondió con la voz quebrantada.
-Pero Tara, si esa perso...
-Por favor.-Las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas.-No insistas.-Era inútil el querer resistirse así que sólo dejó que las lágrimas siguieran saliendo.
Stefani veía como Tara ocultaba su rostro. Sintió sus ojos llorozos y que en cualquier momento se uniría a la joven, pero sabía que eso no iba a ayudar.-Tara...-Acercó su mano a su hombro y la joven la apartó de inmediato de una manera brusca.
Ella sólo la miraba sorprendida por lo que había hecho.-Lo siento...-Respondió entre sollozos.
Pero Stefani no le dio importancia.-Es hora de irnos.-Dijo tranquila y encendió el auto...
Durante el trayecto a casa las dos se mantuvieron calladas. Stefani entendió que ya no debía de tocar el tema, apesar de que su mente aún insistiera con tantas preguntas.
Cuando llegaron se dio cuenta que la joven ya estaba dormida, no quería hacerlo pero tenía que despertarla.
-Tara.-Habló para no tener que tocarla.-Tara.-Insistió pero no despertaba. Toco levemente su hombro.-Tara.-Despertó dando un respingo y completamente asustada.
-¿Qué? ¿Qué pasa?
-Ya llegamos.-respondió tarnquila. Volteó para cerciorarse y así era.-Te ayudaré a bajar.
-No, estoy bien.-Habló mientras tomaba sus cosas. Abrió la puerta y volteó a verla.-Yo...-respiró hondo.-Incluso el decirlo ya me causa vergüenza.
-Entonces no lo hagas.
Ella negó con la cabeza.-Gracias.-Estaba a punto de salir del coche cuando Stefani le habló.
-Tara, quizás crees que estoy molesta pero no es así, prefiero mil veces que me llames en la madrugada a que vuelvas sola o con un extraño a casa.-La joven asintió.-Y si necesitas hablar...sabes donde encontrarme.
Volvió a asentir.-Gracias, Stef.
Stefani parpadeó un par de veces. Era extraño que la joven la llamara así.
Reaccionó y comenzó a estacionar su coche, al salir de el un pequeño bostezo surgió. Con todo lo que había pasado definitivamente necesitaba un descando. Volteó a ver hacía enfrente y sus ojos de abrieron completamente.-¿Pero qué demonios?-Se dijo a sí misma al ver como Tara subía por el arbol cerca de su casa. Llegó fácilmente a las tejas que le permitían llegar a su habitación. Al abrir su ventana volteó y vio como Stefani estaba parada viendola. Se despidió de ella y entró.
Stefani tardó en reaccionar.-Está loca.-Mencionó mientras buscaba sus llaves...
Después de una larga ducha Tara decidió recostarse, pensaba que si dormía todo iba a ser más fácil de olvidar, pero no fue así, ni siquiera podía dormir. Aún tenía esa terrible sensación de ser tocada y a pesar de que se encontraba en casa...no se sentía segura.
Miles de pensamientos cruzaban por su mente, ¿Qué hubiera pasado si no hubiera podido alejarse de Taylor? Ya no podía volver a la escuela, en cualquier momento podría cruzarse con él y podría lastimarla otra vez...
Negó con la cabeza. Si comenzaba a faltar su padre iba a sospechar y lo menos que podía hacer es que el se enterara de todo...
Respiró hondo. Lo único que podía hacer era afrontar la realidad, no tenía otra opción.
Tara parapadeo un par de veces y siguió mirando a la nada. El sonido del timbre la hizo reaccionar. Se dio cuenta de la luz que entraba por su ventana, por lo visto, ya era de mañana. Se levantó de su cama y miró por su ventana. Ella misma se sorprendió al notar que no había dormido toda noche, no era la primera vez, sólo que ni siquiera se dio cuenta que lo había hecho.
Se acercó más a su ventana y pudo notar que Stefani se encontraba en su casa.-Oh no.-Se dijo, saliendo de prisa de su habitación. Cuando llegó a la planta baja se quedó escondida en la ventana para tratar de entender lo que pasaba. ¿Y si le está diciendo todo lo que sucedió anoche?-.Se preguntó angustiada.
Su padre se veía serio y eso no ayudaba a decifrar la situación.
Al último Mark asintió con la cabeza y ambos se fueron a sus respectivos hogares Tara aparentó apenas estar bajando las escaleras.-¿Qué haces despierta tan temprano?-preguntó su padre con sorpresa.
-Ah...escuché el timbre y eso me despertó. ¿Quién era?-Nuevamente quería ponerlo a prueba.
-Ah...nadie, no era...
-Creí haber visto a Stefani.-Él asintió.-¿A qué vino?
-Sólo preguntaba por unas cosas
...-De repente la mirada de su padre se concentró en su brazo.-¿Qué te pasó?
Tara miró y notó una marca. Oh no. Sus recuerdos la llevaron al instante en el que Taylor la sostenía con fuerza en aquella fiesta.-Nada.-Respondió de inmediato.-Ayer me golpeé con la puerta del baño.
Él comenzaba a acercarse más a ella.-¿Estás segura? No parece...
Fingió una risa.-Papá no exageres.-Escuchó el sonido de una notificación de su celular y comenzó a subir las escaleras.-Ahora vuelvo.
Su padre tardó un poco pero finalmente le creyó.
Tara comenzó a buscar de inmediato una blusa que ocultara sus marcas, se miró y notó que su otro brazo también las tenía.-Maldito.-Habló con coraje hacia Taylor. Se acercó a su celular y vio que tenía un mensaje.
Parpadeo un par de veces para creer si estaba viendo bien...
Stefani: ¿Cómo te sientes?
Vaya, ésta mujer si que va a al punto. Pensó mientras contestaba.
Tara: Hola...Estoy bien. Al menos mejor que ayer.
Stefani: Me alegro. Quizás sonaré algo insistente, pero tienes que saber que si necesitas hablar...
Stefani estaba a punto de enviar otro mensaje cuando Tara respondió de inmediato.
Tara: Estoy bien. Y la verdad no quisiera hablar del tema. Prefiero tratar de olvidarlo a mi manera.
Stefani: ¿Estás segura?
No creo que sea buena idea.
Tara: Lo és. Stef, por favor no insistas. Sólo quiero quedarme en casa y pasar el día normal cómo si no hubiera pasado nada. Me sentiré mejor así.
Stefani se odiaba por no poder escribir más rápido. Sus argumentos para convencer a la joven rubia no iban a servir de nada si no lo hablaban en persona. Suspiró y dejó que la joven descansara de todo por esta ocasión.
Tara: Por cierto. ¿A qué veniste hace un momento? Te vi hablar con mi padre.
La pregunta le tomó por sorpresa, que ni siquiera sabía que responder.
Stefani: Le pregunté sobre unas cosas a tu padre. Nada importante.
¿O se habían puesto de acuerdo para decir aquella mentira o era demasiada coincidencia? Se preguntaba Tara sospechosa.
Tara: ¿Qué cosas?
Stefani: Cómo ya dije, nada importante.
Tara puso los ojos en blanco. No estaba de ánimos para insistir y dejó la conversación. Claramente nunca iba a obtener respuesta de ellos dos.
Mark comenzaba a sospechar de la actitud de Tara, no había comido bien en el desayuno y menos en la comida. Además que no había salido de su cuarto desde hace horas. Tocó su puerta esperando que no tuviera nada de que preocuparse.-¿Tara?
Abrió la puerta.-¿Si?
-¿Está todo bien? ¿Te sientes mal?
Ella negó con la cabeza.-Sólo...estoy un poco cansada eso es todo.-Fingió una sonrisa.
-¿Estás segura?-En ese momento el celular de Tara sonó.
-Si papá, estoy bien. No te preocupes.-Cerró la puerta y contestó viendo que se trataba de Federic.-Creo que es un poco tarde para venir respondiendo mis llamadas.
-Lo siento rubia, me fui con Josh y perdí la noción del tiempo. ¿Pero para que me necesitabas con urgencia?
Otra vez aquél horrible momento con Taylor apareció en su mente haciendo que sus labios temblaran.-Federic...no...no puedo creer realmente lo que pasó.
Su amigo comenzaba a asustarse.-Rubia..¿Qué pasó?
-¿Podrías venir? No quisiera decirlo por aquí y...realmente necesito hablar con alguien.-Pidió con voz quebrantada.
-¡Ese maldito hijo de perra!-exclamó Federic y todos en el café voltearon a verlo.-Lo siento.-Susurró. Tomó la mano de su amiga.-Sé que es estúpido que lo pregunté pero...¿Estás bien?
Tardó en contestar.-No lo sé. Realmente no lo sé.-Sintió como sus ojos amenzaban con llorar.Luchó con todas sus fuerzas para no hacerlo y lo consiguió.
-Rubia me siento...me siento horrible, yo debí de estar contigo, no deb...
-Tú no tienes la culpa. Fui yo al creer que Taylor...Ya no sé en que creía.-Comenzó a beber de su café pensando que al menos así se iría aquél nudo en la garganta.-¿Por qué demonios no fuimos a un bar?
Una pequeña risa se formó entre ellos.-Porque ya tuvimos suficiente alcohol por un fin de semana.
Ella suspiró.-No bebí demasiado, aún hubiera podido manejar pero pensé que era arriesgado llevarme el coche y...tuve que recurrir a Stefani otra vez...
-Esa mujer se merece más que el cielo por todo lo que a he...-De repente los ojos de Federic se abrieron completamente.
Pero Tara no lo notaba, mantenia su vista en su café.-Lo sé. Tengo que pagarle de alguna forma. No sé cómo pero teng...
-Quizás dejando que salga con tu padre.
Alzó su mirada.-Sabes que no me gustan esas bromas Federic.
-No es broma.-Respondió señalando detrás de ella.
Volteó y vio como Stefani y su padre caminaban juntos hacía uno de los restaurantes de la plaza.
Tara se levantó de su asiento.-¿Pero qué demonios?
-Nymph