Hayley...
El papel cayo ante mi mesa, de soslayo mire a Cody que me saludaba mientras el maestro de calculó no veía, abrí la nota. “te espero a la salida en mi auto ;)” después de que Cody me insistió accedí a salir en una cita con él, hoy era el gran día, me había topado con Cody unas 20 veces y siempre me decía que no olvidara que lo vería hoy en su auto, “si Cody ya me lo dijiste antes” le respondía cada vez, la campana de la salida sonó y entonces fui hasta el auto de Cody, me esperaba recostado en el toldo, se veía tan… ¡tan sexy! Llevaba una chaqueta de cuero con una camisa azul que resaltaba sus hermosos ojos.
–¿Lista? –me pregunto Cody quitándome la mochila del hombro.
–Desde mi nacimiento –mencione sonriendo.
Cody solo negó con la cabeza mientras sonreía, me abrió la puerta de su auto y luego subió él, manejaba en silencio mientras yo solo veía por la ventana el paisaje.
–Y Hayley... ¿Qué me cuentas? –dijo Cody después de un rato al parecer hartado del silencio.
–No mucho en realidad, soy algo aburrida ¿tu que me cuentas?
–Bueno, no mucho en realidad –admitió con el ceño fruncido– me gusta jugar cartas.
–Si eso pude notarlo ¿a cuantos no has estafado?
–A mas de los que imaginas –admitió sonriendo.
–No puedo creer que sean tan estúpidos.
–¡Oh vamos! Solo porque tu lo descubriste no quiere decir que los demás sean estúpidos –Enarque una ceja y el rio sonoramente– bueno, tal vez si son algo estúpidos.
Llegamos a un pequeño restaurant, se veía pequeño y hogareño, Cody me abrió la puerta y tomo mi mano, no se si era normal el escalofrió que sentí en todo el cuerpo cuando tomo mi mano, sentía un hormigueo hasta que nos separamos para tomar nuestros menu’s.
–Deberíamos pedir la pizza de pepperoni, es la especialidad de la casa.
–Por supuesto –la mesera tomo nuestro pedido y nos trajo las bebidas, tome un sorbo y mire fijamente a Cody– ¿Y ahora que? ¿Que se hace en una cita?
–¿En serio? ¿Nunca has estado en una cita?
–¡Ya te dije que no! Deja de exponer mi antisocialismo, he leído en libros cuando los personajes tienen citas…
–Te gusta leer ¿verdad?
–Si, es mi pasatiempo favorito –replique apoyando mi cabeza sobre mi puño– ¿cuales son tus pasatiempos favoritos? –pregunte.
–Bueno, además de las cartas, también me gusta leer a veces y jugar billar.
–¿En serio te gusta leer o solo lo dices para que al final de esta cita te bese?
Cody abrió exageradamente la boca y se apunto a el mismo con la mano, claramente indignado.
–¿Como me crees capaz Hayley? en verdad si me gusta leer, seguramente no como a ti, pero leo al menos unos 10 libros o mas al año.
–No esta mal –admití– ¿y a que universidad quiere ir?
–Bueno, no se si vaya a la universidad, pero me gustaría ir a New York.
–¿En serio? Mi sueño también es ir a New York, me gustaría estudiar varias cosas, aun no me decido.
Cody asintió lentamente con la cabeza, su mirada era distante a decir verdad, antes de que alguno dijera algo la mesera llego con nuestra pizza, comimos en silencio hasta que entre los dos acabamos con la pizza, creo que los dos teníamos un buen apetito.
–Es hora de irnos, tengo un lugar que quiero que veas –dijo Cody tomando mi mano y sacándome de la mesa.
–¿En serio? ¿Que es?
–Tranquila saltamontes.
Subimos al auto de Cody y me llevo cerca de una colina, nunca había estado aquí antes, no al menos que yo lo recordara, subimos la colina y había un enorme roble donde nos sentamos bajo su sombra, el paisaje era maravilloso, se podía ver toda Atlanta en su esplendor, el atardecer estaba empezando, ni siquiera me di cuenta de cuanto tiempo estuve con Cody, simplemente en silencio, no había necesidad de hablar, sentí su brazo rodearme, apretándome contra el, voltee a verlo.
–Puede que haga frio –se excuso sonriendo.
Vi al sol esconderse, como el cielo se torno en tantos colores, simplemente hermoso, de soslayo mire a Cody, estaba embelesado con el atardecer y yo con su rostro, su perfil era hermoso y perfecto, él era perfecto, musite su nombre y volteo a mirarme. Quedamos a centímetros de que nuestros labios se rozaran, él no se movía en lo absoluto, así que sin duda yo seria la que tendría que dar el primer paso, cerré la distancia que nos separaba uniendo nuestros labios en un dulce y suave beso, un beso perfecto, me separe de él y daba gracias de que estuviera obscureciendo, así no podía notar mi sonrojo. Se hacia tarde así que me llevo hasta mi casa. Estábamos frente a ella, tome mi mochila y me disponía a bajar cuando Cody tomo mi mano.
–Gracias por concederme el placer de ser tu primera cita Hayley ¡me divertí tanto!
–Claro, nos veremos luego supongo.
–¡Espera! Olvidas algo.
Me gire para decirle que no olvidaba nada cuando sus labios me sorprendieron, separe mis labios un poco y Cody profundizo el beso, sentí como mordió mi labio inferior delicadamente sin hacerme daño, su labios fueron hasta mi mejilla y después de depositar un beso me susurro al oído.
–Nadie me roba un beso Hayley, nadie.
–Siempre hay una primera vez Cody, siempre.
Sonreímos y antes de bajarme del auto me acerque y lo bese una vez mas, ¡nadie me decía que hacer! Así que le robe un beso una vez mas, tal vez era el hecho de querer llevarle la contraria, o el simple hecho de que creo que me estoy enamorando de él.