Capítulo 7
Severus se percató de que Lucius no dejaba de mirar hacia la mesa de los Gryffindor. Dirigió su mirada al mismo lugar hasta encontrarse con los Merodeadores. Dos de ellos estaban de espalda y de frente estaban Lupin y Black. Remus miraba de reojo disimuladamente hacia donde estaban ellos cada vez que podía mientras platicaba con sus amigos. De pronto sintió una mirada sobre él. Desvió un poco la vista de Remus para encontrarse con los ojos grises de Sirius que lo penetraban fijamente. Tan rápido como pudo bajo la mirada a su plato y se metió una empanada de calabaza en la boca y fingiendo tomar jugo de calabaza vio por el rabillo de ojo que Sirius aun no lo observaba. Se ruborizo un poco. La noche pasada no había podido conciliar el sueño por su culpa, cada vez que cerraba los ojos ahí estaba Sirius tomándolo por las manos y lo besaba con pasión.
-¿Severus te encuentras bien?- pregunto una chica de un curso más abajo. Tenía el cabello castaño y lo llevaba corto.
-¿Que...?
-¿Que si te encuentras bien?
-Si gracias Andrómeda- dijo y le dirigió una sonrisa a la chica
-Reg me ha dicho que tienes que pasar las tardes con mi primo Sirius por un castigo-continuo la chica animada. Severus asintió con la cabeza -Si te hace algo solo dímelo y yo me encargare de darle su merecido- sonrió Andrómeda y se fue junto a Lucius.
Severus sabía que aparte de Remus Lupin, Andrómeda era capaz de controlar a Sirius ya que se llevaba bien con su prima o más bien era con la única con quien mantenía el lazo de familia. Un caso muy diferente con sus dos otras dos primas Narcissa y Bellatrix quienes siempre mostraban indiferencia ante Sirius e incluso según Regulus sus padres mostraban cierto desinterés por el mayor de sus hijos y todo por quedar en una casa diferente.
¿Qué hubiera pasado si Sirius hubiera quedado en la casa que le correspondía? Tal vez serian amigos e incluso puede que algo más. Pero las cosas no habían pasado de esa manera y ahora tenía que dejar de ser la burla de Sirius. Estaba cansado de que los Gryffindor lo utilizaran y se burlaran de él. El beso de Sirius le había abierto los ojos, se había burlado lo suficiente y ya no se lo permitiría jamás.
Sin darse cuenta Severus siguió con la mirada a Sirius que de un golpe se había levantado de la mesa de Gryffindor y salía del gran comedor solo. Esa misma mañana había decidido que ya no le daría importancia a nada de lo que tuviera que ver con Sirius Black. En otras circunstancias habría salido para ver que le sucedía pero ya no. Se giró hacia Lucius, Regulus y Andrómeda que mantenían una divertida conversación.
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Lucius continuo paseando mientras el sol brillaba entre las nubes. Quería encontrar un lugar para esperar tranquilo a que Severus y Regulus terminaran de hablar con McGonagall, que les había pedido verla después de clases, pero varios alumnos habían tenido la misma idea sobre todo las parejitas que se comían entre risas. Siguió caminando y tras unos minutos encontró un gran árbol a varios metros. Se encamino hasta el pero el lugar ya estaba ocupado. Antes de darse la vuelta para regresar se dio cuenta que la persona que estaba junto al árbol se trataba de Remus Lupin. No esperaba encontrárselo en ese lugar, de hecho nunca esperaba encontrárselo. Se le quedo viendo con nerviosismos sin saber si quedarse o marcharse.
Remus se dio cuenta de que alguien lo observaba y levanto la vista del libro para encontrarse con la mirada de Lucius.
-Ho...hola...- saludo con nerviosismo
-Hola Lupin - saludo Malfoy- No sabía que te gustaba estar aquí
-Es un lugar tranquilo
-Lo siento – se disculpó Lucius ante la interrupción de la lectura -No sabía que este lugar estaba ocupado
-No te preocupes...-dijo Remus- Yo era el que no sabía que te gustaba este lugar
Lucius se encogió de hombros y se sentó junto a Remus sin pedir permiso.
-¿Qué lees?- pregunto mirando la portada del libro que sujetaba Remus
-Es algo sobre Shakespeare
Un momento de silencio después Lucius agrego
-Es aquel Muggle que escribía historias de amor
Eso sorprendió a Remus. Malfoy era un mago de sangre pura
-emm bueno...si- dijo Remus algo confundido-¿Cómo lo conoces? – no pudo aguantar las ganas de preguntar. Quería saber porque alguien como Lucius conocía a un poeta Muggle que había fallecido hace mucho tiempo.
-Conozco sus citas además-añadió- Esa historia donde los dos jóvenes mueren es muy buena
-¿Romeo y Julieta?- Remus lo miro ahora perplejo levantando una ceja. Lucius asintió -No creía que te gustaran las novelas de Muggles
-Me resultan melancólicos y son más fáciles de entender
-¿Y qué otros autores conoces?- pregunto Remus intrigado
-No muchos- confesó Lucius – Mi familia no sabe de las cosas que hago, así que no tengo tantas oportunidades de leer
El rostro de Remus dibujo una sonrisa.
-La verdad es que yo tampoco. No puedo comprar los libros que quisiera- dijo apenado. Su madre era bruja y su padre Muggle no contaba con mucho oro -De vez en cuando compro en la librería de Hogsmeade como son libros Muggle suelen estar a bajo precio.
-¿Libros Muggle en Hogsmeade?- pregunto curioso Lucius
-Claro
-¡Sorprendente! - dijo Lucius animado- No lo sabía
Y así siguieron conversando sobre escritores que a ambos les gustaba y sobre los diferentes gustos de cada uno y sus preferencias en literatura. A cada rato los dos chicos se sentían más cómodos estando junto al otro. Remus esbozaba dulces sonrisa y disimuladamente se acercaba cada vez. Cualquiera que pasara junto a ellos o los mirara de lejos podría creer que se trataba de cualquier otra pareja que había ido a reunirse para pasar un buen rato. Incluso podían confundirlos y creer que se estaban besando, sus rostros estaban muy cerca el uno del otro. Habían pasado tanto tiempo juntos muy cómodos que ninguno de los dos se dio cuenta del correr del tiempo hasta que la tarde era más que obvia. Y sin que ninguno de los dos lo deseara emprendieron el regreso al castillo.
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-Solo espero que el clima siga como hasta ahora- dijo animado Regulus
-No querrás que dure así toda la vida- le espeto Severus mientras abría la puerta del dormitorio.
-Si pudiera hacerlo, créeme lo haría- le dijo Regulus entrando de tras de Severus que se sorprendió al ver la habitación sola- Creí que Lucius estaría aquí
-¿Crees que está molesto porque otra vez lo dejamos fuera?- pregunto un poco preocupado. Lucius podía llegar a ser muy quisquilloso sobre todo cuando Regulus y él lo dejaban solo
-Puede ser – respondió Regulus encogiéndose de hombros- Hoy estuvo muy raro, como ausente
Severus también se había percatado de ese extraño comportamiento aunque creía saber el motivo o al menos sospecho a la hora del almuerzo cuando Lucius no dejaba de mirar a Remus. Llego hasta tu cama donde empezó a acomodar las cosas que llevaba.
Regulus también acomodaba sus cosas muy animado pues McGonagall les había dicho que su castigo se retrasaría debido al clima ya que con el cielo nublado era inútil buscar una flor que salía con el sol y con eso evitaban ver a su hermano y a "James" ¿James? ¿Desde cuándo pensaba en Potter como James? Se recostó en la cama cerrando los ojos un momento pero al instante el rostro de James apareció en su cabeza. Se levantó sobresaltado y llevo las manos a la cabeza para impedir cualquier pensamiento pero enseguida recordó que no estaba solo en la habitación. Miro hacia donde estaba Severus quien en ese momento le daba la espalda. Menos mal Severus no era de los que dejaba pasar cualquier comportamiento fuera de lo normal y seguro hubiera sospechado de que algo pasaba. Lo observo durante unos segundos y después avanzó hacia él y lo abrazo por la espalda columpiándose para que ambos cayeran sobre la cama
-¡Reg! – se sorprendió Severus al sentir los brazos de Regulus que tiraban a la cama. Giro para ver de frente a su atacante quedando entre la cama y Regulus. -¿Qué pasa?
Regulus sonrió maliciosamente
-Porque no nos divertimos un poco – comento Regulus y puso sus labios sobre los de Severus
Ya lo había besado antes cuando estaban en tercer año. Durante ese tiempo Regulus estuvo enamorado de su amigo pero de una forma u otra entendió que nunca pasaría a más de una gran amistad aun así nunca se privaba de tener a Severus para él. Se separado de Severus para ver su rostro pero éste se quedó totalmente inmóvil ni siquiera llagaba a molestarse
-Terminaste- dijo Severus mirando profundamente a Regulus
Regulus lo fulmino con la mirada. Adoraba tener a Severus en aquellas posiciones pero la antipatía que le mostraba el en esos momentos lo hacía enojar. Sin moverse de su lugar dijo
-Vayamos a Hogsmeade – dijo recargando su frente junto a la de Severus
-¿Y Lucius?- pregunto Severus - Seguro se molestara si lo volvemos a dejar al margen
-Quiero que vengas con nosotros dos- propuso ya que Severus siempre evitaba las visitas a Hogsmeade
-En especial conmigo- añadió Regulus después de pensar bien lo que decía- Solo conmigo, olvida a Lucius-Levanto su cabeza paro ver la mirada de Severus que solo lo veía como siempre.
-¡Claro!- dijo Severus después de un rato con una sonrisa al fin y al cabo Regulus era su amigo y no podía negarle nada además que sería divertido salir de la rutina que él mismo se había creado-Pero que pasara si se entera...- no pudo terminar la frase ya que sintió la presencia de algún más.
-¿Si se entera quién?- dijo de pronto Lucius que estaba en la puerta y miraba a sus dos amigos en aquella posición cosa que no le pareció raro.
Regulus y Severus se miraron durante un momento sin decir nada. No sabían hasta qué punto Lucius había llegado a oír su conversación
-Andrómeda- agrego Regulus titubeando- No queremos que se entere que el castigo se ha suspendido hasta nuevo aviso
-Si...- dijo Lucius sin creerse nada pero no había escuchado lo suficiente para saber si sus amigos lo estaban engañando. Llego hasta su cama para tomar algunas cosas- Felicidades. ¿Porque lo han suspendido?
-Por el clima
-Era obvio
-Lucius ¿Vas a acompañarnos a Sev y a mí a Hogsmeade?- pregunto Regulus arrepentido de su antigua decisión y tratando de mejorar las cosas.
Lucius lo miro a ambos. Sería divertido salir con aquellos dos fuera del castillo ya que tenían mucho tiempo sin hacerlo, sin embargo.
-Ya tengo planes- dijo sin más un poco arrepentido- No van a bajar a cenar
-En un momento bajamos- contesto Regulus
Lucius lo miro un momento y decidió no esperarlos. Salió de la habitación y cerró la puerta tras de él
-Reg pesas- se quejó Severus
-Lo siento – se disculpó Regulus y a continuación beso dulcemente a Severus en los labios después se apartó -Es una lástima que Lucius no pueda venir con nosotros – agrego con una sonrisa
-Es lo que querías ¿no?- le reprocho Severus también sonriendo, tomo de la mano a Regulus y ambos salieron de la habitación.