By your side. {Justin Bieber}...

By StratfordJustin

387K 10.1K 231

More

By your side. Justin Bieber. [sinopsis]
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48 - Parte 1.
Capítulo 48 - Parte 2.
Capítulo 49.
Capítulo 50 - Final.
Aviso.

Capítulo 38.

6.6K 170 8
By StratfordJustin

Transcurría la semana. Hoy, mi optimismo, al igual que casi toda esta semana, estaba por el cielo. Aparte era viernes, y, ¿A quien no le gusta que sea viernes?

Deslice sobre mi cuerpo una blusa de color rosa palo, unos vaqueros ajustados sobre mis piernas y unas botas a la altura del tobillo. 

Fui al baño y me lave la cara para quitar un poco el sueño. Me puse desodorante en las axilas y rocié un poco de perfume sobre mi cuello. Seguidamente puse un poco de base sobre mi cara y un poco de eyerline y rimel en mis ojos. 

Oí el levemente en sonido de mi móvil fuera del baño y salí rápidamente a cogerlo. 

-Buenos días rubia.

-Ey.  –me reí-. Has madrugado. ¿Estas bien? –bromeé. 

-Ja ja.  –se rió falsamente, haciéndome reír más a mi-. Muy graciosa.

-Es broma tonto.  –ambos reímos.

-Veo que tú te has despertado de buen humor. ¿no?  –dijo él.

-Puede ser.  –sonreí-. Tengo ganas de verte. –le escuche reír levemente. 

-¿Comemos juntos? –pregunto. 

-Hm... déjame pensarlo.  –puse una voz seductora, mientras me hacia la interesante. Él rió, y seguramente ya tendría mordido su labio inferior. 

-Bueno, pues se lo tendré que decir a otra persona.  –arremetió él.

-¿Como? –dije boquiabierta.

-Oh sí rubia, lo que oyes. –se rió.

-Da gracias a que estemos hablando por teléfono.

-¿Por que?  –se mofó. 

-Por que te hubiera pegado.

-Hm,  –se hizo el interesante-. Yo hubiese preferido que me hubieras besado.  –sonreí sin poder evitarlo. Pero de nuevo arremetí.

-Bah, que te bese con quien vayas a comer. 

-Entonces serás tú, por que voy a comer contigo rubia. Te recojo cuando salgas. Tengo que colgar, te quiero.  –dijo rápidamente.

-Vale, yo también te quiero. 

Los pitidos continuos mi indicaron que Justin había finalizado la llamada. 

Salí del baño de mi cuarto. Y me dirigí a la cocina donde desayune un café junto con una tostada.

-!Sara! ¿Estas ya despierta? –tras unos segundos no obtuve respuesta-. Sarita...  –canturreé abriendo la puerta de su cuarto. La encontré liada entre el edredón de su cama. Ella gruño, bostezando y agarrándose a la almohada. En ese momento me di cuenta de que ella hoy no tenía practicas y la había despertado sin ser necesario. 

Reí entre dientes. 

-Eres una,  –bostezó-. asquerosa.  –dijo adormilada, con un gran mal humor. Reí mucho más fuerte.

-Oye lo siento, creía que tenías practicas. 

-Pues no.  –espetó.

-Uy, que mal humor mañanero.  –dije burlándome. Casi al segundo Sara se removió y me tiro un cojín en toda la cara-. !Ey¡ estúpida.  –dije, conteniendo mi risa. Ella restregó sus ojos.

-¿Quieres algo más o me dejas dormir? 

-Hm, sí. ¿Me dejas tú bufanda beis, por fi? –puse una cara de suplica. Bufó.

-Detrás de la puerta, en el perchero.  –indico. Cogí la bufanda y al instante me tire encima de ella, dándole un efusivo abrazo para hacerla enfadar aún más.  

-Ugh, lárgate ya.  –escondió su cabeza en la almohada, me dirigí hasta la puerta.

-!Melissa¡  –chilló Sara.

-¿Qué?

-Esta noche friegas tú. 

Me eche a reír, y mientras lo hacía, carcajeando levemente salí por la puerta.

Cogí un taxi en menos de cinco minutos, y realmente lo agradecí, por que no llegaba muy pronto que digamos. 

El taxi me dejo en la entrada del edifico y con paso rápido entré. Me dirigí al ascensor y tras unos segundos salí, camine hasta llegar a mi sala. Toque dos veces a la puerta y con una pequeña disculpa ante el supervisor me senté al final. 

Un par de horas después, salí por la puerta de mi sala, despidiéndome de algunos compañeros.

Venir era aburrido sin Sara.

Baje por el ascensor y sentí mis tripas rugir. Tenía mucha hambre, y muchas ganas de ver a Justin.

Cruce el vestíbulo del edificio.

-Ey, Melissa. –Carter saludo tras de mi. 

-Ey, hola ¿Como estas?

-Muy bien. ¿Te apetece venir a comer? Yo también salgo ya. –iba a contestarle una respuesta negativa, más un mensaje me hizo cambiar de opinión.

De Justin: Rubia, lo siento. Me ha surgido un asunto y no puedo ir a comer. Luego te llamo. Te quiero. 


Suspire fuertemente y bufe. 

-¿Pasa algo? –preguntó de nuevo Carter.

-No, no.  –conteste, sin ser sincera-. ¿Donde vamos a comer? –sonreí, aceptando su propuesta.

-Ahora lo veras. 

Caminamos por un bonito bulevar del Los Ángeles, sin llamar mucho la atención de la gente y entramos a un confortable restaurante tras un par de minutos. Nos situamos al final de este, cuando Carter pidió una mesa en un sitio más privado. 

-Cuéntame, ¿Que tal todo? –pregunto una vez nos sentamos. 

Entre Carter y yo ahora había muchísima más confianza. Eso me gustaba, pues debo admitir que, para lo joven que era él, al principio era estricto y serio.

-Estoy muy bien, todo va genial. –contesté-. ¿Que hay de ti? desde el evento no te he visto mucho.  –sonreí. 

-He estado bastante ocupado en la oficina. He tenido que cerrar varios negocios. Pero ya estoy más despejado de trabajo.  –sonrió. 

-¿Y que hay de la campaña? Hace mucho que no voy a ayudar.

-No te preocupes, te llamaré cuando necesitemos tu ayuda.  –bromeó. 

Comimos una pasta deliciosa, y hablamos de miles de temas. 

-No me lo puedo creer.  –reí-. Que descarada es la gente.  –volví a reír ante una anécdota que Carter acababa de contar.

-Y que lo digas, no tienen pudor.  –carcajeó-. Oh, y sabes que...  –el sonido de mi móvil nos interrumpió. 

"Justin" 

Ponía en la pantalla. 

-Oh, discúlpame, sera un segundo.  –dije levantándome de la silla y alejándome un poco.

Descolgué el teléfono.

-Rubia, realmente lo siento. Scoot me llamo, es un asunto de trabajo. Ya sabes. 

-No pasa nada tonto, lo entiendo.  –respondí-. ¿Por que no vienes esta noche a mi apartamento? Podemos ver una película, o lo que sea.  –propuse. Lo escuché reír entre dientes.

-¿Por que no vienes a dormir esta noche a casa? Prometo que te llevare temprano a las practicas.  –me reí, sin corte. 

-Justin, cariño, mañana es sábado, no tengo practicas.  –él carcajeo junto a mi.

-Cierto, lo había olvidado. Mejor me lo pones. ¿Duermes conmigo hoy? 

-Encantada, más tarde nos vemos ¿Vale? 

-¿Voy a recogerte? 

-No hace falta.  –sonreí-. Luego nos vemos. 

-Lo estoy deseando. –me reí un par de segundos, y después finalice la llamada. 

Volví a la mesa junto a Carter.

-Lo siento, yo... bueno, ya sabes estaba hablando con,  –me interrumpió.

-Sí, ya me he enterado de que habéis vuelto. Las noticias vuelan en Los Ángeles.  –sonrió amable. 

Deje atrás el tema de Justin lo más pronto posible, pues no me resultaba cómodo hablarlo con Carter. Y tras un pequeño postre junto con una risas, nos despedimos. 

Llegué a casa después de  unos diez minutos en taxi.

Una Sara con un aspecto feliz y simpático estaba en el sofá, todavía en pijama.

-Hola.  –alargue la palabra alegremente.

-Ey.  –alargo sonriendo.

-¿Mejor humor?  –pregunté.

-Mucho mejor. ¿Que tal el día?

-Oh, muy bien.  –sonreí-. Voy a ducharme y a prepararme algo de ropa. Duermo con Justin.  –expliqué. Sonrió picara.

-Oh sí, disfruta. 

-Cerda.  –alegué. Ambas carcajeamos. 

Me adentré en el baño y me prepare para la ducha.

Narra Justin.


-Exacto. –contestó Scoot.

Recapacite en mi mente la poca gracia que le haría a Melissa esto: Un vídeo con Cailin Russo. Un vídeo bastante subido de tono y sexual. 

-No tiene nada de malo Just, es trabajo. Explícaselo a tú novia, ella lo entenderá. 

-Supongo que sí. 

-Bien, pues, te avisaré pronto por que hay que gravarlo ya. "All that matter´s" salió hace más de dos meses. Tenemos que gravar el vídeo lo antes posible. Así que en cuanto aclaré un par de cosas con la modelo, Cailin Russo, empezaremos.  –explicó.

-Perfecto. –contesté. Caminó buscando algo por el medio del estudio.

-Oh, por cierto, tenemos que hablar de algo importante.  –su cara se torno algo seria.

-Dime.

-Ya están comenzando los preparativos. Tenemos a la mayoría de los bailarines. El equipo de música. El Dj, incluso están preparando las entradas y viendo los países. 

Mi estomago se retorció al oír lo que estaba diciendo Scoot. ¿Como pasa el tiempo tan rápido? 

-¿Cuando empieza? –pregunte descolocado.

-El tour empieza en menos de dos meses. Aunque no hay fecha definitiva. 

Dos meses. ¿Dos meses? Madre mía. 

No es que no quisiera ir, ni ver a las fans. Pero ahora, la idea de separarme de Melissa no estaba en mis planes. Los tours son muy largos. 

Esto me había pillado totalmente de imprevisto. Bastantes pensamientos pasaron por mi cabeza, era desconcertante: Por un lado sí, pero por otro lado, muy, no. 

Suspire con frustración. 

-Vamos Justin, todavía quedan dos meses. –asentí, haciendo una mueca, mientras tenía la mirada perdida, mientras mi pensamientos los ocupaba mi chica. 

¿Que coño iba a hacer?

Joder.

No sé como le iba a explicar todo esto. 

Me despedí sin mucho animo de Scoot y cogí mi coche conduciendo hacia Calabasas. 

Supongo que Melissa no tardaría mucho en venir. 

Narra Melissa. 


Después de ducharme y vestirme de nuevo, me despedí de Sara y baje a por el taxi, una vez lo hice, me fije en la hora: Ocho y medía. Parece que la ducha se me había alargado más de lo normal.

Mientras mi vista en las farolas que alumbraban la noche, el tiempo paso volando, sin darme cuenta estaba bajando del taxi. Le pagué y entre a la mansión de Justin.

Toque varias veces a la puerta. Una chica del servicio me abrió, y con un "Buenas noches" me dejo entrar.

Antes de que me dirigía hacia las escaleras Justin se adelanto, bajándolas de dos en dos. 

Llevaba unos pantalones caídos de color gris, y absolutamente nada más que cubriera su torso. Le mire con picardía. Él sonrió

Sin intercambiar palabra alguna, acorto distancias entre nuestros cuerpos. Paso sus manos a mi alrededor y pego nuestros cuerpos. Sonrió mirándome antes de juntar sus labios con los míos. Yo capture sus labios con más presión, marcando posesión. El sonrió en medio del beso, y mordió levemente el extremo de mi labio. Solté una risita.

-¿Que tal el día? –pregunto. 

-Muy bien, aunque ya sabes, me gustaría haber comido contigo.  –hice una mueca-. ¿Y el tuyo?

Note como se tensaba ciertamente.

-Oh, bastante bien. ¿Que has comido?  –olvide su pequeño y extraño comportamiento y dudé en contarle que había salido a comer con Carter.

-Hm, pues... Carter me invito a comer cuando salia de las practicas. Y como tu no podías, pues fuimos a comer a un pequeño restaurante. –expliqué.

Justin frunció el ceño.

-¿Quien es Carter? –pregunto, con una cara un tanto seria.

-Se podría decir que "mi jefe" –hice comillas-. Ya te lo dije hace tiempo. 

Su cara no era muy amigable en estos momentos. 

-¿Y tú jefe te invita a comer?  –sonrió sarcástico-. Vaya, que bien. –dijo irónico.

-Justin, nos llevamos bien. Fue un buen gesto por su parte.

-Sí, un muy bonito gesto Melissa. – -sonrió sarcástico-. Estoy deseando conocerlo.  –dijo. 

Reí ante lo tierno que se veía celoso. Me lance prácticamente a su cuello, rodeándolo con mis brazos y junte nuestros labios en un apasionado beso. Segundos después, le dí un casto beso y me separe.

-Enserio, quiero conocer a ese tío.  –replico, volví a sonreír, agitando mi mano con desdén.

Sonrió y caminamos de la mano hasta la cocina. 

-¿Tienes hambre?  –cuestionó. Asentí, con una cara divertida.

-Bien, pues. ¿Preparáramos la cena?

-¿Nosotros? –alce una ceja.

-Yo no veo a nadie más por aquí.  –guiño un ojo. 

Media hora después, se podría decir, que habíamos hecho un par de sandwiches, pues la lasaña había sido un total fracaso.

Nos sentamos en la encimera de la cocina. El ambiente era cálido y bueno. Hasta que note como Justin aclaraba su garganta.

-Rubia.

-¿Hm?

-¿Sabes?  –empezó suavemente-. Dentro de poco tengo que gravar un vídeo.  –sonreí.

-¿Que vídeo? –pregunte con curiosidad.

-"All that matters"  –dijo. 

-¿Y?

-Bueno, ya sabes como son los vídeos: En concreto, en este, salgo con... una chica.  –fruncí el ceño.

-¿Y bien...? Continua. –quería que llegara al final del asunto.

-Bueno, el vídeo es, bueno, nos tenemos que besar y cosas así. 

Ninguna gracia, nada. No me juzgues, pero, ¿A que chica le gusta ver que su novio se besa con otra?

Intente relajarme.

-Hm,  –soné indiferente-. ¿Y que chica es?

-Caitlin Russo.

Lo que me faltaba.

Intente controlar mis celos.

Esa modelo, la había visto en revistas y en las pasarelas. Era guapísima, y se iba a enrollar en un vídeo con mi novio. Mordí mi labio fuertemente y me levante del taburete, dándole la espalda a Justin para ir a la nevera. No sabía que decir; no quería demostrarle mis celos, pero tampoco tenía ganas de ser agradable. 

Las manos de Justin se depositaron en mis caderas, pego mis espalda en su pecho.

-Cariño, no te enfades. 

-No estoy enfadada.  –dije, severamente. Agarró mi cadera y me puso frente a frente con él. Estrujo mi cuerpo contra su pecho. Yo refunfuñe notoriamente, intentando alejarme.

-Ves, sí lo estas. 

-Hombre, no sé. Me gustaría que te dijeran a ti que: Tu novia se va a liar con un tío guapísimo en un vídeo.  –dije irónica-. A ver que te parecería.  –espeté. Camine hacia el fregadero y deje el vaso que había usado. 

 -Ya, pero es mi trabajo. –dijo él.

-Muy bien. No te he dicho nada de eso ¿no? Pero, creo que tengo derecho a enfadarme.  –subí el tono de voz. 

-Melissa, vamos. No creo que sea para tanto. Es un vídeo, no va a pasar nada más entre ella y yo.

Reí sarcástica.

-Eso que me lo asegure ella.  –dije.

Vamos a ser realistas, cualquier chica coherente que viera a Justin se desmayaría antes sus pies. Pues eso añadiendo que  Cailin Russo le iba a besar y yo que sé más, seguramente intentaría algo más. Es lo típico.

Camine hacia el vestíbulo. Justin agarró mi mano, haciéndome parar.

-¿Enserio te vas a enfadar por esta tontería?  –replicó serio.

-Sí. –escupí.

-Bien. –dijo el severo.

-¿Bien que? –pregunté.

-Que te enfades por esta jodida tontería. 

-Pues muy bien.  –espeté.

-Melissa es un jodido vídeo, entre esa chica y yo no va a pasar nada más. ¿Lo entiendes?  –elevó, como yo, el tono de voz.

-No, no entiendo nada. Haz lo que te de la gana.  –dije.

Le mire, su mandíbula estaba tensa, y sus ojos eran serios y enfadados. Me cruce de brazos. Nuestros ojos estaban posados en los de el contrario.

-¿Tan poco confías en mi, que piensas que me voy a acostar con la primera que pase por delante?  –espetó.

-No sé, dime lo tú.  –arremetí.

Él apretó los puños.

-¿Sabes que? piensa lo que te de la gana. Tal vez no sea mala idea hacer el vídeo con Cailin. Me han dicho que trabaja bien.  –atacó.

Trague saliva. Sin poder aguantar mis incontrolables celos. 

-Vete a la mierda. 

Subí escaleras arriba y me adentré en la habitación de Justin buscando la ropa que había traído.

Suspire fuertemente, frustrada. 

Respire profundamente y conté hasta diez.

Creo que me había pasado diciendo que no confiaba en él. Él no me había dado razones para desconfiar, justo lo contrario. También, no tenía por que enfadarme con él, supongo que no tenía la culpa. Por más que me jodiera el vídeo, era su trabajo.

Tras unos quince minutos dándole vueltas a la cabeza, me cambie. Poniéndome un pequeño short de pijama y una fina camiseta de tirantes.

Baje las escaleras y me fije en la cocina; No estaba. Camine hasta el comedor y lo vi sentado en el sofá. Su vista, ahora más tranquila, se dirigió hacia mi, y en un segundo la aparto. Supongo que estaba molesto. Me dirigí de nuevo a la cocina y cogí un mini helado. Camine hasta el comedor y me senté en el sofá, justo a su lado.

-¿Quieres? –pregunté, refiriéndome al helado. Negó con la cabeza.

Cogí su brazo, acariciándolo con mi mano hasta bajar a su mano, donde entrelace nuestros dedos. No lo rechazo, pero tampoco lo correspondió.

-Justin...  –musite. 

-¿Hm? –preguntó sin apartar su vista de la tele.

-Siento lo que te he dicho.  –ni se inmuto-. De verdad, no es lo que siento de verdad. 

Tras varios segundos después hablo.

-¿Confías en mi? –pregunto, asentí-. Entonces por que no entiendes que no hay una jodida manera en el mundo en que este con otra chica que no seas tú. 

-Yo, solo. No sé, entiéndeme. Es normal que no me haga gracia.  –dije, con una mueca en mis labios.

-Te entiendo.  –dijo, más comprensivo.

-¿Me perdonas?  –hice un pequeño suspiro con los labios. 

El sonrió tiernamente, mostrándome que ya estábamos bien.

Se acerco a mi rostro y ahueco mi cara en sus manos. Sonreí abiertamente. Nos besamos pausadamente, sin ninguna prisa. Capturó mis labios con más presión. Sentí el paso de su lengua hacia dentro de mi boca. El beso se torno más apasionado de lo que me imaginaba. Acaricié el cuello de Justin desde arriba hacia abajo. Sus manos acariciaban sensualmente mis caderas. 

Me removí en el sofá, poniéndome a horcajadas sobre él. Justin sonrió ante mi repentino atrevimiento.

Agarró mi nuca, acercándome hacia él. Nuestros labios no se separaban en ningun momento. Acaricie suavemente su pecho, bajando hasta sus abdominales. Justin metió sus manos por mi espalda, acariciándola, hasta finalmente sacar mi camiseta.

Llevo su boca hasta mi cuello, lamiéndolo, y mordisqueando el lóbulo de mi oreja. Un suspiro ahogado salio de mi boca. Juntamos otra vez nuestros labios. Mordí el suyo, y tras hacerlo, baje, dando besos por su pecho, hasta de nuevo subir a su cuello. 

Paseo sus manos delicadamente por mis brazos, provocándome escalofríos. Hizo una linea recta con su dedo sobre mi espalda, hasta llegar al broche de mi brasier. Beso húmedamente mi hombro y finalmente se deshizo de el. Pegue nuestros pechos, aumentando el calor y la excitacion. 

-Joder Melissa.  –susurró. Sonreí. 

Me apreté más hacia abajo, presionando nuestros sexos y un gemido salio de nuestras bocas. Me incline hacia arriba con las rodillas, permitiendo que Justin se deshiciera de todo lo que tenía puesto, hasta quedarse desnudo. Seguidamente hizo lo mismo con mi short. Lo bajo, acariciando mi trasero y mis muslos, hasta dejarlo en el suelo. 

Sentí mis mejillas rojas cuando me quede totalmente desnuda ante él. 

Rozó con sus nudillos mi mejilla, respondiendo con una tierna sonrisa. 

Se removió un poco y agarro su cartera de la mesa, sacando un condón. Tras colocarlo, nuestra posición era la misma. Y agradecí mentalmente que lo hiciese rápido, pues era incomodo para mi. 

Me incline con mis rodillas.

Mis piernas temblaron cuando sentí su miembro erecto rozar mi entrada. Presione lentamente, despacio.

Justin sostuvo mi caderas, guiándome para hacerlo despacio. 

-Baja con cuidado cariño. –susurró en mi oreja, con tanta delicadeza. Como si fuera la cosa más fragil del mundo.

La excitación estaba concentrada en mi feminidad.

Solté un grave gemido al sentir su miembro en mis paredes, estrechamente, profundamente. Justin gruño junto a mi. 

Las manos de Justin recorrían mis muslos. Viajo lentamente con sus manos, haciéndome estremecer antes sus caricias hacia mi espalada, pegando nuestros pechos con un leve apretamiento.

Sentía su corazón latir fuertemente contra el mío. Miles de emociones se trasmitían entre nuestros cuerpos. Bese y mordí su cuello sensualmente, sintiendo como su respiración y excitación aumentaban ante mi tacto.

Bajó su apetecible boca por mi clavícula, y el trayecto finalizo  cuando llego a uno de mis pechos.

Justin se incorporo conmigo encima, hasta dejar chocar mi espalda contra el sofá. Se situó encima mía. Besando mis labios apasionadamente se introdujo de nuevo en mi, con lentitud para no causarme dolor. Una lentitud que me hizo casi explotar de placer al sentirlo dentro. Y así repetidas veces.

-Dios mio. –gemí fuertemente. Justin presiono más fuertemente contra mi-. No pares por favor.

Gemí ante la placentera sensación.

Justin gruño excitado en mi oreja.

-Joder, Melissa. –gimió Justin. 

Sus movimientos dentro de mi feminidad no cesaban. Las caricias recorrían el cuerpo del contrario.

Beso intensivamente mi cuello, dejando besos húmedos hasta la curva de mi hombro. 

Deje un beso húmedo en su oreja, ganándome un suspiro ahogado de su parte. Sonreí.

Nuestras vistas coincidieron. Justin freno sus movimientos, haciéndolos más profundos, pero con más lentitud. Miles de placeres conjuntos explotaron en mi interior. 

Su vista seguía fija en mi.

-Eres perfecta cariño. –musitó en mi oído. 

Miles de mariposas revolotearon en mi estomago. Sentí mis mejillas calientes. 

Se introdujo profundamente de nuevo, y en menos de treinta segundos nuestros cuerpos se hicieron uno. Llegando al punto máximo unidos, culminando. Compartimos el excitante placer y el amor. 

Segundos después sus manos rodearon mi espalda apegandome a su cuerpo. Yo escondí mi cabeza en su cuello.

Él me miro, con una sonrisa torcida, y dejo un tierno beso en mi frente.

-Eso ha sido increíble rubia.

Me escondí en su pecho, ruborizada. Él soltó una risita.

-Te quiero.  –musito, dejando caricias por mi espalda. 

-Y yo.  –susurré. 

Agarró mi rostro. Cogiendo mi barbilla mi hizo mirarle. 

-Sabes, no hay nada, ni nadie que pueda igualarte.  –beso mi nariz tiernamente.

Nos acostamos en el sofá, enredando nuestras piernas. Puse mi cabeza en su cuello, y me pegue completamente a su cuerpo. Él rodeo mi cuerpo con sus manos. 

-Eres la única para mi, Melissa. 

_____________________

Aquí tenéis el capitulo chicas ajhsgvd. 

Espero que os guste.

Y por favor, votad y darme vuestra opinión.

Un besito muy grande y gracias. ^^

 

Continue Reading

You'll Also Like

729K 108K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
23.9K 817 25
Me llamo leah, y les voy a contar una historia, mi historia, de como mi mejor amigo se convirtio en algo mas que solo un amigo
955K 34.2K 43
Nadie elige a quien amar y este es el caso de Noah Johnson , quien le tocará elegir entre el chico caballeroso, romántico, tierno, detallista, divert...
4.8K 213 28
SINOPSIS Amalia James es una chica sencilla, de prepa como cualquier otra de 17 años, vive con su padre en los suburbios, perdió a su madre muy jóven...