- Ahora con ustedes, la estudiante con el honor al mérito, la señorita Laura Castillas---dijo sonriendo y aplaudiendo el Decano de mi universidad. Todo el mundo empezó a aplaudir. Yo me levante de mi silla y camine hacia el estrado. Estaba nerviosa. Ahí estaban todos mis amigos, mi papa y mi novio Enrique, además de mis compañeros de clases, que aunque no nos tratábamos estaban llenos de alegría, pero quien no lo estaría, hoy nos graduábamos, después de cuatro años, por fin recibíamos nuestro título de diplomáticos. Me puse al frente del podio y comencé a hablar.
-Aun recuerdo mi primer día de clases, como si fuese ayer, estaba muy nerviosa, apenas tenía 17 años y venia de otro país. Y aunque me costó adaptarme, conocí a personas maravillosas, ahora amo a esta universidad, a esta ciudad, y a este país como si fuese el mío. Sé que muchos de mis compañeros estuvieron igual que yo, nerviosos por nuestro futuro, nerviosos de si podríamos lograr nuestros objetivos, llegar a la meta final. Han pasado cuatro años de eso y ahora estamos aquí, recibiendo nuestro título de Internacionalistas. Gracias al Decano por su incontable apoyo, a nuestros queridos profesores quienes fueron nuestra guía profesional y personal. A nuestros familiares y amigos por su amor y apoyo incondicional. Graduandos de la promoción 2012, ahora si nos hemos graduado, felicidades a todos---dije sonriendo.
Todos se levantaron y lanzaron su birrete al aire. Todos reían y se abrazaban. Yo la tendí la mano al decano y le di las gracias por todo. Baje del estrado y abrace a James quien me miraba con mucho orgullo.
- Maravilloso discurso Laura, felicidades---dijo el abrazándome fuertemente
- Gracias James, muchas de las cosas no las hubiese logrado sin ti, por eso te lo agradezco de corazón---dije yo con lágrimas en los ojos
- Oh cariño no llores, que se te corre el maquillaje---dijo el secándome las lágrimas.
- Laura---escuché detrás de mí. Era mi padre y Enrique
- Quédate para presentarte a mi papa y mi novio---dije yo tomando su mano
- Muy bien---dijo el sonriendo
Fui hasta donde mi papa y lo abrace. Él sonreía orgullosamente.
- Oh cariño felicidades---dijo mi papa abrazándome--- esto es un gran logro
- Gracias papa--dije sonriendo feliz, luego fui hasta Enrique quien tenía un ramo de flores rojos. Lo abrace con fuerza y lo bese en los labios.
- Felicidades Laura---- dijo Enrique cargándome y dándome vueltas.
Yo grite de felicidad y me sostuve a él.
- Gracias Enrique---dije feliz
- Ahora si quedaras fija en la embajada---dijo el sonriendo
- Si, ahora si----dije yo sonriendo también--- por cierto ¿Mónica no vino?
- ¿Quién no vino?---dijo alguien detrás de Enrique
Grite de la emoción, su amiga Mónica había venido a la graduación. Pudo sacar tiempo de su apretada agenda. Ahora era la embajadora de Argentina en Inglaterra. Después de dos meses de haber regresado a Londres, designaron a Mónica como embajadora y ella me busco para que trabajara en la embajada. Llevo trabajando 10 meses con ella como contratada, pero ahora con mi título seguro me dejan fija. La abrace sonriendo.
- Gracias por venir---dije contenta--- pensé que no vendrías
- Era la graduación de mi gran amiga, ¿cómo no voy a venir?---dijo ella abrazándome fuerte
- Gracias Mónica---dije feliz
- Ven aquí James—dije yo sonriendo--- te presento a mi papa, Henry, a mi amiga Mónica y mi novio Enrique---dije yo poniendo mi brazo en los hombros de el---chicos él es mi gran y querido profesor James Callaghan, sin él la universidad hubiese sido un horrible infierno. Él fue quien me ayudo a “adaptarme” aunque le costó mucho
- Ni que lo digas—dijo James poniendo una mueca pero después riendo--- es un placer conocerlos---luego se dirigió a Henry--- señor solo le puedo decir que puede estar muy orgulloso de su hija, ha sido una de las mejores estudiantes que ha podido tener esta universidad y muchos de los profesores están de acuerdo conmigo---dijo el sonriendo
- Muchas gracias profesor—dijo mi papá con voz cortada--- es grandioso que un profesor se exprese así de mi hija
De repente siento que alguien me tapo los ojos.
- A ver ¿quién soy?---dijo una voz femenina
- Hmm déjame pensar---dije sonriendo--- puede ser Carla, o Chelsea, o Vanessa, porque no conozco a mas nadie.
- Tonta---dijo Bella quitando sus manos
- ¡FELICIDADEEES!---gritaron Lari, Rosi, Bella, Eli y para mi sorpresa Harry, Louis, Liam y Niall
- Oh por dios---brinque de la emoción--- ¡VINIERON! ¡Pensé que estaban en Estados Unidos!
- Regresemos por ti hermosa---dijo Harry abrazándola.
Cada uno me fue abrazando y felicitando. Yo estaba muy feliz.
- Oh chicos---dije viéndolos a todos con ojos aguados--- muchas gracias por venir. Vengan quiero presentarles a unos amigos y a mi padre.
Ellos me siguieron y fuimos hasta donde estaba Mónica que se había apartado con James, Enrique y mi padre.
- Mónica, papa, James les presento a mis grandes amigos---dije sonriendo--- Lari y Liam, Eli y Louis, Rosi y Niall, y por ultimo Bella y Harry. Chicos él es mi padre, Henry, James mi profesor y mi amiga Mónica Solórzano, embajadora de Argentina.
Todos se saludaron con la mano. Y luego saludaron a Enrique, quien sonreía pero tensamente.
- Hola chicos---dijo Enrique viendo a cada uno.
- Hola Enrique---dijeron todos
- Hola Enrique---dijo Lari sonriendo--- ¿Cómo estás?
- Hola Lariza---dijo Enrique saludándola---muy bien ¿y tú?
- Todo excelente---dijo Lari sonriendo--- por cierto felicidades. Me dijo Laura que te nombraron embajador de Argentina en Japón. Eso es maravilloso.
- Muchas gracias Lariza---dijo Enrique sonriéndole
Nos quedamos en silencio unos momentos hasta que unas compañeras les pidieron unas fotos a los cuatro chicos. Yo aproveche de tomarme varias fotos con las chicas y con Mónica y James. A mi papa lo agarre del cuello y lo abrace fuerte para que nos tomaran la foto. El no paraba de sonreír. Luego me tome una foto con Enrique quien me cargo en sus brazos y yo le di un beso en la mejilla para que nos tomaran la foto. Cuando los chicos terminaron de firmar autógrafos, se acercaron a mí y abrazaron en grupo para tomarnos la foto. En realidad nos tomamos varias porque después se incluyeron las chicas y Mónica que no desperdicio el momento. Enrique tenía una mirada indescriptible y mi papa y James solo sonreían. A ellos también los obligue a que se incluyeran en la foto.
Al final pasamos un momento muy agradable y feliz. Cuando los chicos ya debían irse, me despedí de ellos con un abrazo. Bella fue la última y me susurro en el oído.
- Todos te preparamos una fiesta de graduación mañana en la noche, no la hicimos hoy para que disfrutes con tu papa y Enrique, pero ya mañana en la noche eres nuestra---dijo riendo
- Gracias Bella, dile a los chicos que no los defraudare, mañana los veo---dije abrazándola fuertemente
Termine de despedirme y fuimos hasta el estacionamiento. James se quedó hablando con otros profesores, pero le prometí visitarlo a él y Verónica quien tenía seis meses de embarazo.
- Bueno linda ya debo irme también, tengo una fastidiosa reunión con unos empresario ingleses---dijo ella con una mueca
- ¡Mónica! ¿Vas a seguir hablando así? Eres embajadora---dije asombrada, aunque no sé de qué ya debería estar acostumbrada a sus locuras.
- ¿de qué te sorprendes Laura?—dijo Enrique burlonamente--- ella siempre es así, si supieran los jefes como se expresa de las reuniones
- Como si tú no te expresaras así Enrique Fernández, pero tranquilo ya lo veras, cuando te toquen esas interminables reuniones me recordaras ya veras
- Lo que digas Mónica---dijo Enrique riendo
- Bueno ya me voy---dijo ella riendo--- disfruta lo que queda de día con tu papa y Enrique, Laura. Que la pasen bien. Fue un placer conocerlo señor Castillas---dijo ella
- De igual forma joven---dijo mi padre sonriendo
Mónica se montó en el auto que acababa de llegar. El chofer cerró la puerta y se fue.Solo me quede con mi papa y Enrique. Fuimos a almorzar y pasamos una velada encantadora. Mi papa se llevaba de maravillas con Enrique, lo adoraba. Después de varias horas lo llevamos al aeropuerto. Mi papa debía ir a Marruecos para una reunión de su empresa. Quise decirle que no fuera, pero él siempre tenía compromisos, así que no le dije nada.
- Papi te quiero mucho---dije abrazándolo con lágrimas en los ojos--- el que hayas venido ha sido para mí muy importante
- Yo también te quiero mi hija---dijo él con voz cortada--- tu eres mi pequeña, hubiese sido imperdonable para mí que no asistiera a tu graduación.
- Gracias---dije feliz
- Quiero que sepas que espero seas feliz con Enrique---dijo el susurrándome en el oído--- es un buen partido para ti.
- Papa—dije sorprendida viéndola. El solo me pico el ojo y se fue.
Fue un poco doloroso verlo marchar, pero ame que asistiera a mi graduación. Él era mi única familia, ya que para mí Franco no existía.
Le dije a Enrique para ir a mi apartamento. Estaba cansada y quería pasarla a solas con él. Realmente lo quería. Este último año había aprendido a quererlo, era una parte fundamental de su vida. Siempre ha estado con ella. Luego de mi regreso a Londres, Enrique viajo cada dos fines de semana para verme, aun cuando estaba full ocupado, saco tiempo para estar conmigo. Hablábamos todos los días, a veces era un poco celoso, me di cuenta que no quería a mis amigos, supongo, que era porque eran amigos de Zayn.
“Zayn”. Tenía tiempo que no pensaba en él. Mi cerebro lo ha ido bloqueando, para que mi corazón no doliera. Ha pasado un año desde que tiene como novia oficial a Perrie. De vez en cuando se de ellos por las revistas, pero casi no veo noticias de farándula, solo acontecimientos sociales y políticos. Más nunca lo vi en persona. Y los chicos tampoco me lo nombran. Así es mejor para todos.
Paramos frente a la residencia. “ahora debo buscar un nuevo alojamiento” pensé viendo el frente de la residencia. Debía entregar el apartamento a otro estudiante becado. Enrique tomo mi brazo y subimos hasta el apartamento. Abrí la puerta y entramos. Me quite de inmediato las sandalias. Estaba súper agotada. Me senté en el mueble. Enrique dejo su chaqueta en el respaldo del mueble y fue hasta la cocina. Al rato apareció frente a mí con una copa de vino.
- Oh muchas gracias---dije agarrando la copa
- Brindemos por tu graduación y por todas las cosas que te deparan en el futuro Laura Castillas —dijo Enrique sonriendo
- Salud---dije yo alzando mi copa--- muchas gracias Enrique--- dije recostando mi cabeza en su hombro
- No hay de que linda---dijo acariciando mi mano--- tu eres mi hermosa novia, haría todo por ti
Yo lo mire a los ojos y lo bese en los labios. Él era tan cariñoso. Luego Enrique se levantó de forma instantánea y fue hasta el equipo de sonido. Yo lo miraba curiosa. Puso música lenta.
- Me permite este baile, bella dama---dijo el sonriendo
Yo me quede estática viéndolo. Recordé todas las veces que Zayn y yo bailamos en esta sala. Trague grueso y le sonríe forzadamente.
- Por supuesto hermoso caballero
Yo tome su mano y comenzamos a bailar lentamente. Recosté mi cabeza en su pecho. De repente me sentí mal. Un tumulto de recuerdos agazapó mi mente. Todas las veces que Zayn y yo bailamos. Cuando él me sorprendió con su baile profesional de merengue, había estado semanas practicando. Mire el sofá y aguante las ganas de llorar, recordé todas la veces que estuvimos recostados ahí viendo películas, escuchando música y haciendo el amor. No séqué fue lo que me paso, tal vez la graduación me puso nostálgica, pero tenía tiempo que no me pasaba esto. Y mucho menos delante de Enrique. Parpadee varias veces para aguantar las ganas de llorar.
- Laura sabes que te amo ¿no?—dijo Enrique pegándome más a su cuerpo
- Si lo se mi amor---dije con las emociones a flor de piel. Alce mi cabeza y con mis manos tome su cara--- yo también te quiero---y bese sus labios de forma apasionada, debía borrar el pasado y mirar hacia el futuro.
Enrique me cargo en sus brazos y me llevo hasta mi habitación. Fue desprendiéndome el vestido con extrema delicadeza. “eres una mala persona Laura” pensé mientras lo besaba. Esta era la primera vez que se iba a acostar con Enrique. Jamás en todo el año lo hicieron, ella no estaba preparada, pero ahora debía hacerlo, necesitaba olvidarlo a “EL” su eterno torturador. Cuando quedaron completamente desnudos, Enrique fue saboreando cada centímetro de su piel.
- No puedo creerlo—decía Enrique acariciando mi piel---después de tanto tiempo esperando, por fin te tengo bajo mi Laura, te amo---dijo él tomando mis labios.
Yo solo me deje llevar. No estaba segura de lo que estaba haciendo, pero escuchar las palabras de Enrique, hizo que mi corazón de encogiera del arrepentimiento, pero se lo debía a él. Además eran novios y lo quería, tal vez no como amante, pero lo quería. Así que solo cerré mis ojos y me deje llevar. Enrique delicadamente entro en mí. Yo solté un pequeño gemido de dolor, pero fue pasando mientras él se movía despacio dentro de mí. El me trataba de como si fuera una muñeca a punto de romperse. Totalmente diferente a Zayn, quien siempre lo hizo salvajemente. Sonreí para mis adentros. Zayn era muy descontrolado en la cama pero siempre atento a mi seguridad. Sus recuerdos estaban latentes en mi mente. Enrique besaba cada rincón de mi cuerpo. Se empezó a mover un poco más rápido. Yo tome su cabello y gemía de placer.
- Laura abre los ojos, quiero ver cuando llegues al clímax---dijo Enrique jadeando y moviendose dentro de mi
Yo salí de mi ensueño con la imagen de Zayn. Quede turbada. Enrique estaba más agitado y se movía mucho más rápido que al comienzo. Sus ojos estaban llenos de puro deseo. “no puedo hacerle esto a Enrique, no se lo merece” pensé triste. Acaricie su mejilla y me incline a besarlo. Y ambos llegamos al clímax. Enrique se acostó encima mío. Los dos respirábamos entrecortadamente.
- Eso ha sigo genial---dijo Enrique poniendo al lado mío y acariciando mi mejilla
- Opino lo mismo—dije con culpabilidad
- Siempre te quise tener así Laura--dijo el abrazándome
- Ahora ya me tienes---dije acariciando su espalda
- Si ya eres mia---dijo el sonriendo
Ambos nos quedamos en silencio, Enrique nos arropo y estuvimos abrazados hasta que nos quedamos dormidos.