–¿Entonces no vas a confesar? –Dijo con una voz gruesa.
–Antes muerto –contesto.
–¿Sabes que sin una confesión serás procesado y no veras la luz del sol en al menos 25 años?
–No mate a nadie.
–Cody esa película me aburre –farfulle– todos sabemos que él la mato, cámbiale.
Cody gruño algo lo cual no entendí, puse los ojos en blanco y me levante, mientras pasaba por la estancia pude ver el hermoso cuadro que habíamos robado en Los Ángeles, me detuve a admirarlo y seguí mi camino hacia el balcón, tome el libro que había dejado ahí hace unas horas y admire la vista, cuando las alarmas se habían activado, ya habíamos salido de la galería, Cody manejo como loco y llego hasta el hangar, nuestro nuevo destino lo había escogido Cody y no quería decirme cual era, cuando vi el mar y la arena sabia donde estábamos, el estar en Los cabos era una experiencia única, Cody rento una pequeña cabaña que estaba alejado de todo, la población mas cercana estaba a 30 min. en auto, era una especie de retiro para los dos, me encantaba que estuviera un poco solitario, sin ruidos de autos molestándonos, sin personas, solo nosotros dos, unos brazos me rodearon por detrás, sonreí por inercia y los labios de Cody se deslizaban por mi cuello.
–Sabes, creo que la cama nos reclama –murmuro mientras depositaba pequeños besos a lo largo de mi clavícula– hay que ir a la habitación…– me gire y lo bese apasionadamente mientras caminábamos hacia la cama…
Mientras tanto, en otra parte del país para se exactos el edificio del FBI en New York…
–¿Ya viste el periódico? –Le pregunto Adam a Paul.
–¿Alguna noticia en especial?.
–Adam rebusco entre las hojas del periódico y se lo entrego– robo de un cuadro en Los Ángeles.
–Sabes que eso no esta en mi jurisdicción Adam –contesto bruscamente.
–Ya lo se –murmuro– pero fueron ellos –añadió.
–¿Quienes? ¿El chico que casi arresto el mes pasado por tus suposiciones? –Mascullo recordando el fatídico día.
–Te pedí perdón por eso –le recordó a Paul– y te invite un buen vino espumoso, no como los que sueles tomar –murmuro lo ultimo para si mismo.
–¿Por qué tan obsesionado con ellos? –Pregunto curioso.
–No lo se, son como Bonny y Clyde ¿admiración tal vez?
–¿Te gusta la chica no? –Paul estaba expectante ante la respuesta de Adam, el solo sonrió para luego voltear la mirada a la impresionante vista de la ciudad.
***
–Cody… –pasaba las yemas de mis dedos por su pecho desnudo, no se cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que pensé preguntarle sobre nuestro futuro “quieres tener algún día una familia conmigo”– que tal si vamos a la playa.
–Ah –bufo– mejor mañana –me dijo.
–Esta bien –conteste y gire mi cuerpo dándole la espalda a Cody, no estaba molesta con el, era conmigo misma.
–Ya, dime que tienes –Cody me abrazo por la espalda y me dio un pequeño beso en esta– esto no es por la playa.
–¿Qué futuro tenemos? –pregunte y me gire para estar frente a el.
–¿Qué quieres decir con futuro? –me cuestiono.
–¿Algún día nos cansaremos de esto? –Pregunte– de cometer un robo y huir ¿algún día tendremos una casa propia y dejaremos esta vida de criminales? Una vida normal…–
Por la cara que hizo Cody supuse que entendió a que me refería, si algún día nos cansaríamos de huir, si tendríamos una familia, una casa, yo me sentía lo suficientemente madura para eso y mas, pero no sabia que pensaba Cody de todo eso, el evadió mi mirada por un tiempo, y se separo de mi por unos centímetros.
–Cody responde.
–Amor yo… –vacilo por unos instantes.
El teléfono de Cody empezó a sonar, era Ted, siempre era Ted, no tenia mas amigos que Ted y Cody, vi como se levanto de la cama y contesto, intercambio unas palabras con el y luego me dio el teléfono.
–Hola Ted –murmure sin ánimo.
–¿Qué te hizo el torpe de Cody? –me pregunto, el siempre sabia como me sentía.
–Nada –conteste– no te preocupes, todo estará bien, nos vemos luego te paso a Cody –dije y le di el teléfono a el, pude escuchar como Cody contesto “nada”, Ted siempre era el intermediario en nuestros problemas.
Me puse una bata y fui a la cocina para buscar algo de tomar, estaba sentada en la barra y Cody se acerco a mí, me abrazo y me miro a los ojos.
–Te amo Hayley no se que será de nuestro futuro –admitió– pero si algo se, es que quiero pasarlo a tu lado.
Lo mire fijamente y supe que hablaba en serio, aunque nuestro futuro fuera incierto, el me amaba y era una de las pocas cosas que necesitaba para vivir, el amor de Cody.
–Te amo –volvió a decirme mientras me besaba lentamente, se separo bruscamente y yo aun seguía buscando sus labios– tengo una idea –grito y salió corriendo a la habitación.
–Ah ¿Cody? –lo veía entrar y salir de la cabaña– ¿Que tanto haces? –pregunte y lo seguí hasta afuera.
–No –grito y me rodeo con sus brazos obstruyendo mi vista, fácilmente me levanto del suelo y me tiro en uno de los sillones de la sala– quédate aquí y no salgas.
Antes de que pudiera reprocharle algo ya se había ido, sonreí y espere a que me llamara, espere 5 minutos y me harte, fui hasta afuera sin que el me hubiera visto, vi lo que preparaba y sonreí, tenia al mejor novio del mundo.
Salí de la cabaña y vi como Cody acomodaba unas sillas al lado de una mesa que daba directo a la playa, cuando me vio empezó a regañarme.
–¿Por qué saliste? –Bufo y golpeo sus brazos al costado de su cuerpo.
–Te quedo todo muy bien –dije y me acerque a darle un pequeño beso– ¿cenaremos aquí?
–Por supuesto, solo tenemos que cocinar.
Entre los dos preparamos la cena y la llevamos afuera, platicábamos sobre todo hasta que recordé la llamada de Ted.
–¿Qué te dijo Ted? –Pregunte curiosa– ¿donde esta?
–Arizona, conoció a una chica y esta con ella o algo así dijo.
–¿Y quien es la chica?.
–Mmm no lo dijo –titubeo– y si lo hizo no puse atención.
Le di un golpe a Cody en el brazo por no recordar cosas importantes, después de terminar la cena fuimos a caminar por la playa, llegamos a una parte aislada de la playa donde había una manta, Cody me dedico una sonrisa y fuimos hasta la manta, pasamos un rato abrazados hasta que decidí hablar de lo que pasaba por mis cabeza.
–Cody.
–mmm –murmuro abrazándome y apretándome mas a el.
–Quiero ir a Atlanta –sentí claramente como su agarre perdió fuerza pero aun me sostenía, desde que escapamos de casa nunca habíamos regresado ni por error a Atlanta.
–¿Para que quieres ir?
–Quiero ver a mi padre –admití.
–Oh –musito y se quedo callado por un rato– ¿y si el no quiere verte?
–Pues tendrá que hacerlo –farfulle.
–Bueno supongo que iremos a Atlanta.
Después de 3 semanas decidimos que era hora de ir a Atlanta, habíamos llegado hace una semana pero tenia que armarme de valor para ir con mi padre, estaba afuera de mi casa con Cody a mi lado.
–¿Estas segura? –me pregunto Cody por tercera vez en menos de 2 horas.
–Ya estamos aquí –murmure y fui hasta la entrada, toque el timbre y momentos después uno de los antiguos guardaespaldas de mi padre abrió la puerta.
–Señorita Hayley –dijo Maxwell impresionado de mi presencia.
–Hola Maxwell –sonreí y lo abrace recordando como siempre me esperaba al final de la escuela y me dejaba irme en el auto de Cody y antes de llegar a casa me despedía de Cody y entraba al auto con el.
–¿Esta mi padre? –pregunte entrando con Cody a la casa que por mucho tiempo había sido mi hogar.
–En su despacho señorita –me indico con una mano el despacho de mi padre.
Tome una respiración profunda y me dirigí hasta el despacho, le dije a Cody que se quedara con Maxwell, tenia que hacer esto sola, gire el pomo de la puerta y entre.
–¿Pasa algo Maxwell? –Pregunto sin levantar la vista de los documentos que tenia en su escritorio.
Vi como los años habían pasado en el, arrugas en su ceño, me pregunto cuantas de ellas cause con mis locuras, cuando escape con Cody, el moteado gris intermitente en su cabello, cuando no escucho respuesta alguno levanto la mirada, seguía siendo la misma mirada después de tantos años, dura pero a la vez amorosa, había rencor en su mirada la cual le ganaba a cualquier tipo de felicidad que hubiera experimentado con mi regreso, se tambaleo de su escritorio y se paro a unos metros de mi.
–Papá –alcance a decir con el nudo que sentía detrás de la garganta.
–Huiste con ese cretino –empezó a reprocharme– tenias un futuro Hayley pero ahora eres otra, eres una ladrona al igual que el.
–Papá yo… –intente dar un argumento cuerdo pero mi padre seguía hablando, diciéndome lo que no pudo decirme desde hace 6 años.
–No me llames así –grito y tense mi cuerpo– te advertí que si te ibas dejaría de ser tu padre, me avergüenzo de ti Hayley –las lagrimas empezaron a caer con esa ultima frase– sabes siempre te ame aunque no fueras mi hija –vi con incredulidad como se mordía el labio al decirme esa noticia– cuando conocí a tu madre ella estaba embarazada, siempre te ame como si fueras mi hija de sangre, te di todo lo que siempre quisiste ¿y como me pagaste? Escapando con ese tipo.
Deje de escuchar lo que tenia que decir, solo lloraba profusamente y sentí unos brazos rodearme, alce la mirada y vi como Cody me abrazaba, al parecer había escuchado todo y estaba gritándole a mi padre –o al que en realidad no lo era–, me zafe del agarre de Cody y salí corriendo de la casa, escuche como Maxwell grito mi nombre pero lo ignore, las lagrimas nublaban mi vista, solo escuche la voz de Cody gritando mi nombre y luego caí en una penumbra ensordecedora.