EDWARD : Te quiero hasta las...

By AnieStyles

646K 39.9K 7.9K

-¿Jugaremos mañana? - se pone de pie y se acerca para tomar fuerte mi mano. -¡Por favor!." - suplica y yo son... More

Prólogo
Capítulo 2 : Esto es solo el principio.
Capítulo 3 : ¿¡Que rayos sucede!?
Capítulo 4 : Terapias.
Capítulo 5 : Pequeño viaje.
Capítulo 6 : El sufrir es parte.
Capítulo 7 : ¿Después de la tormenta viene la paz?
Capítulo 8 : Un día patas arriba.
Capítulo 9 : Y siguen...
Capítulo 10 : Cosas pequeñas.
Capitulo 11 : La curiosidad mato al gato.
Capítulo 12 : Mundo cruel.
Capítulo 13 : ¿Donde estás Edward?
Capítulo 14 : Lo que comienza bien acaba mal.
Capítulo 15 : Muchas emociones en un día.
Capítulo 16 : Cuando el río suena es porque agua trae.
Capítulo 17 : Amor en un lugar sin esperanza.
Capítulo 18 : Misterios.
Capítulo 19 : ¿Quieres ser novia de Edward?
Capítulo 20 : "¿Que tiene el que yo no?"
Capítulo 21 : "Perfecto. Nótese el sarcasmo"
Capítulo 22 : "Nunca te dejaré"
Capítulo 23 : No quiero dañarlo.
Capítulo 24 : "Edward ¿Que tienes?"
Capítulo 25 : Algo no anda bien aquí
Capítulo 26 : "Tu príncipe. Tu mi princesa."
Capítulo 27 : "¿Porque me haces esto?"
Capítulo 28 : "Nos han descubierto"
Capítulo 29 : "Creo que mereces un castigo"
Capítulo 30 : "¿En donde a escondido eso?"
Capítulo 31 : "Esta bien. Soy tu bebé."
Capítulo 32 : "¡No soy de tu propiedad!"
Capítulo 33 : "¿Estás embarazada?"
Capítulo 34 : "Si Wendy es feliz , Edward también."
Capítulo 35 : "¡Oh por el amor a los cielos!"
Capítulo 36 : "¿Amarías a mi bebé?"
Capítulo 37 : "Pase lo que pase siempre te amaré."
Nota IMPORTANTE :
Capítulo 38 : "Final..."
ANUNCIO ESPECIAL
Tercer libro ❤️
ANUNCIO
Edward 4 // Publicada

Capítulo 1 : ¡Soy Edward! ¡Hola!

31K 1.5K 271
By AnieStyles


Capítulo 1: ¡Soy Edward! ¡Hola!

"No permitas que ningún ser humano te haga caer tan bajo como para odiarte" -Martin Luther King






"¡Wendy!"

Sonrío y me detengo delante de la ventana en mi habitación. El día está hermoso. El sol brilla como nunca y este lo acompaña el cielo vestido de azul. Eran las siete de la mañana en punto y parecía ser las tres de la tarde. Los pájaros cantan alegres al igual que los gallos, la naturaleza es maravillosa.

"Segunda llamada."

Me volteo y corro para lanzarme a sus brazos.

"¿Porque tardas tanto?" Pregunta el de ojos azules.

Lo observo. Ese ahí delante de mí sosteniéndome en sus brazos, mi mejor amigo Frank. Un galán de ojazos azules tan profundos, mirada sumamente intensa que te roba hasta el aliento.

"Llamando a planeta Wendy ¿Dónde está?"

Sonrío y lo tomo de la mano, mientras lo arrastro hasta las afueras de mi habitación. Ya era hora de irnos pero antes hago una pequeña parada en la cocina.

"Hasta luego , mamá."

Me acerco a mi madre, y luego de darle un beso en la mejilla me hago a un lado para que Frank la salude.

Frank y ella no eran exactamente los mejores amigos, mi madre no está de acuerdo con los gustos de Frank pero lo tolera porque no tiene alguna otra opción, Frank es y será mi mejor amigo.

"Aún no creo que sea tu primer trabajo." dice ella en cierto tono triste y agarra suave mis mejillas. "Suerte." Susurra y besa mi mejilla para entonces por fin dejarme libre.

Durante el camino Frank y yo hablamos sobre este trabajo. No era algo para toda la vida, tengo diecisiete años y además era uno de esos trabajos en el verano. Te asignan cualquier tarea en cualquier instituto del pueblo. Algunos tienen la dicha de trabajar dos meses , otros solo el mes de Junio.  Yo no tuve la suerte de poder trabajar dos meses.

Estaré aburrida en casa cuando termine este trabajo. Mi madre siempre está con sus amigas bebiendo el té y mi padre está lejos, fue uno de los tantos elegidos para la guerra. Al principio estaba desconfiada con esto, tenía miedo de no volverlo a ver, aún sigo un poco aturdida pero he aprendido a vivir con eso y sé que el regresará pronto.

"¡Wendy!"

Mi cuerpo se estremece pero enseguida una  sonrisa se dibuja en mis labios cuando en mi campo de visión se presenta Zoe, mi mejor amiga.

"Despierta tonta, se nota que aún sigues dormida." La pelirroja me abraza fuerte y me regala una de sus grandes sonrisas, esas que casi y no le caben en el rostro. Dios, la quiero tanto , no sé qué haría sin ella. "¡Hola Franky!" canturrea y le da un beso en la mejilla.

"Es Frank y... hola." – Él habla con un tono hastiado , con la boca apretada para entonces mostrarle una media sonrisa forzada.

"Es lo mismo ¿No?" dice ella y el roda los ojos.

"No, no es lo mismo." – Corrige el castaño desesperado moviendo las manos de aquí para haya provocando que una risita se escape de mis labios sin poder evitarlo.

Siempre es lo mismo, pero ¿Que haría sin ellos?

Ignoro su discusión sobre el nombre de Frank y continúo mi camino. No demoramos en llegar a nuestro destino. Delante de mí el enorme edificio antiguo, hecho en ladrillo. Clínica e Institución Weanstern, siempre quise entrar a este lugar pero nunca logre una explicación de mis padres, ya que ellos siempre se negaban a llevarme, entonces lo entendí hace dos semanas atrás. Este lugar es sumamente especial, no todo aquel que deseara entrar aquí era bienvenido. Es otro mundo. Un mundo especial para personas especiales. No sé cómo explicar la emoción que corría por mis venas en estos momentos.

¨Y espero que te comportes como es debido, ¿De acuerdo?¨

Soy golpeada en mi brazo con brutalidad por dos personas que pasan por mi lado muy sometidos a su conversación. Elevo mi mirada para localizarlos ya bastante distanciados pero no demasiado para poder detectar que se trata de una mujer y un hombre. ¡Vaya! Eso fue un poco...rudo. Ni si quiera se disculparon. ¡Vaya modales los que tienen aquí!

"Wendy, tenemos que ir a nuestros lugares."

Mis pensamientos son interrumpidos gracias a Zoe, quien me arrastra al interior del edificio entrelazando nuestros brazos con mucha posesión. Nos abrimos paso rápidamente al interior de una oficina muy cerca de la entrada. Nos acercamos a una fila y esperamos nuestro turno para poder registrarnos. Una mujer se nos acerca solo para observar que estemos vestidas adecuadamente y luego continúa con los demás. Entonces volteo a ver al lado opuesto, en la fila de los varones, enseguida localizo a Frank al final de la fila. Sus ojos revelan tristeza, lo cual provoca que mi corazón se estruje. Él no estaba feliz con esto , no era lo que el exactamente desea pero su familia lo necesitaba , quiero decir , sus hermanos menores , su madre esta perdida y no le importa en lo absoluto que su mundo alrededor , sus hijos están sufriendo por ella. Frank cuenta que ella para lo único que vive es para drogarse y acostarse con un hombre distinto cada noche solo para obtener dinero y continuar drogándose.

"Wendy Miller."

Empujo lejos mis pensamientos al escuchar mi nombre. Es mi turno en la fila. Cruzo los dedos, espero estar con mis amigos, todo esto es tan nuevo para mí y no quiero estar sola.

"A las 8:00am estarás en la cafetería para el desayuno. 9:00am finaliza el desayuno , ayudas a despejar el área. Tienen que asegurarse que cada cual esté en el aula que le corresponde. Habrán dos cambios de clase. El primero es a las 10:00am y el segundo a las 11:00am. El almuerzo todo el mundo debe estar en la cafetería a las 12:00pm. Cuando finaliza el almuerzo todos deben ir a casa , sus padres pueden pasar a la cafetería a recoger a sus hijos." La mujer habla sin detenerse y yo intento memorizar toda la información. "La cafetería es el primer salón a tu derecha en el pasillo central enseguida lo encontraras. El desayuno está por terminar, te aconsejo que te apresures para que te acoples aunque sea unos minutos. Si hay algún cambio en tu horario te lo comunicaremos." Ella finaliza y me dedica una cálida sonrisa. Yo solamente opto por asentir luego de devolverle el amable gesto. Muevo mis pies nerviosa fuera de la oficina y me encuentro con el solitario pasillo grisáceo.

Mi corazón corre con agresividad cuando abro paso a la enorme cafetería. El nudo en mi garganta toca a mi puerta cuando la realidad me golpea. Estaré sola. Mis amigos no estarán conmigo. Estoy perdida.

Hay adolescentes y adultos pero estos son raros. Actúan diferente. El miedo invade mi sistema y mi pulso se acelera. ¿Dónde me han metido?

Me estremezco un poco al escuchar un grito, todo se queda en silencio y todas las miradas se enfocan en mí como si fuera algún tipo de insecto raro.

"Hola soy Troy ¿Y tú cómo te llamas?"

Me giro sobre mis talones para entonces encontrarme con un chico con toda su camiseta blanca cubierta por una sustancia color crema que desconozco.

Le doy otra rápida inspección. Lleva su cabello largo, su boca está toda cubierta por la misma sustancia que en su camisa, que por cierto, es una talla un poco pequeña para él, y sus pantalones de una talla un poco grande. Mi corazón se hincha debido a la ternura. Tenía pinta de unos diecinueve años.

"Hola soy Troy ¿Y tú cómo te llamas?" – Repite con una enorme sonrisa.

No puedo evitar sonreír divertida por su tono tan emocionante al pronunciar por segunda vez su pregunta.

"Hola , me llamo Wendy." - Susurro, y él asiente con su cabeza. En ningún momento la sonrisa abandona su rostro.

"Me gusta tu cabello , Wendy, es muy bonito." Habla en un cierto tono cariñoso pero perturbador. Su forma en verme con sus grandes ojos era un poco difícil de describir, no quería ser grosera, quiero decir, era diferente.

Me muevo incómoda en mi lugar y poco a poco decido retroceder. Estoy preparada para huir pero el destino no parece estar de mi lado. Mi cuerpo se tropieza con el de alguien desconocido, o al menos eso creo.

"¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!"

Él se disculpa, puedo sentir su mirada en mí pero no soy lo suficiente valiente para elevar mi rostro hacia el suyo, entonces solo asiento levemente con mi cabeza mientras observo mis zapatos.

-¡Lo siento! ¡En serio!

El temor en su voz es evidente y me preocupa, pero entonces cuando me armo de valor y elevo mi mirada, él ha desaparecido. Completamente atónita y confundida, decido tomar un momento, ­­­ ¿Qué acaba de suceder?

Abro paso fuera de la cafetería, muevo mis piernas dispuesta a ir a refrescarme un poco pero una mano en mi brazo me impide continuar. En mi campo de visión se cruza una castaña de ojos celestes. Su buen gusto en su manera sofisticada de vestir hace un mal contraste con sus duras facciones. Sin duda alguna era una mujer joven, no demasiado, puede ser mi madre, pero con nada más su mirar, envía malas vibras.

"No te vamos a pagar para esto, debes hacer tus deberes."

Su tono es hosco y majadero.

"Disculpe, yo puedo explicar..." - Intento hablar pero ella enseguida interviene sin darme oportunidad.

"El desayuno acabó! ¡Ahora ve a hacer tu trabajo!"

Mordisqueo el interior de mi mejilla. ¡Grosera! ¿Quién se cree esta mujer? Asiento rápidamente con mi cabeza, ella me observa por última vez para desaparecer del pasillo, entonces cuando me encuentro completamente sola, acelero mis pies en busca de un baño.

Cuando mis pensamientos están claros y me siento relajada, mis oídos captan algo que no estoy segura si es mi deber escuchar pero no puedo evitarlo. Mi curiosidad es enorme y gana la batalla.

Respiro profundo cuando estoy cerca del lugar donde proviene la conversación, empujo suavemente la puerta que me permite acceso a la cafetería y entonces es ahí cuando algo muy curioso capta mi atención enseguida. Podía jurar que antes de entrar pensé que era una conversación de una madre con su hijo pero... no era exactamente un niño.

¿Yo estaba viendo bien?

"¡Edward levántate! ¡Es hora de ir a tú primera clase!" – La mujer estirada ordena con seriedad pero al percatarse de mi presencia sonríe.

"¡Pero yo quiero jugar! ¡Yo quiero quedarme!" Suplica aquel hombre de esferas verdes tumbado de rodillas en el suelo. El grita a los cuatro vientos sin importancia y permanezco helada en mi posición. "¡Un poco más! ¡Por favor!" – Nuevamente suplica y esta vez cuando veo sus ojos mi corazón comienza a palpitar con fuerza. Estaban cristalinos. Parecía que estallaría en lágrimas en cualquier momento.

Igual que un niño.

Entonces, nuevamente me encuentro completamente aturdida haciéndome la misma pregunta.

¿Qué está sucediendo?

Pienso en huir, de todas formas, ha sido muy imprudente de mi parte intervenir, pero una mano en mi hombro me impide continuar con mi plan.

"¡Hola!"

Me exalto un poco debido a la sorpresa y abro mis ojos como platos. Me giro sobre mis talones con los nervios de punta, entonces puedo sentir como mi corazón podría salir expulsado por mi boca en cualquier segundo, el hombre está justo delante de mí a solo unos centímetros.

"¡Soy Edward! ¡Hola!" Grita con lo que parece emoción.

"No es necesario gritar, Edward, baja la voz." – Habla la mujer a sus espaldas y sonríe. "Mucho gusto, soy Javiera, tú debes ser una de las nuevas ayudantes ¿No?" – Continúa y extiende su mano en forma de saludo.

Acepto el saludo, voy a alejar mi mano pero enseguida el hombre la sostiene con la suya y me saluda con un fuerte apretón de manos.

"¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes?" Susurra y no puedo evitar sonreír. "Javiera se molesta, mejor hablamos en susurro." – Me habla al oído provocando que una risita se escape de mis labios.

"Me llamo Wendy y tengo diecisiete años ¿Y tú?"

Sonríe y aplaude con el mismo entusiasmo.

"Yo me llamo Edward y tengo..." Cierra su boca sin terminar su respuesta y voltea a ver hacía Javiera, y luego regresa su mirada a mí. Frunce el ceño y deja masajes en el centro de su mentón, parecía frustrado un momento pero luego sonríe. – "Tengo veinticinco años , sí." – Responde luego de unos segundos mientras ríe.

Es raro pero igualmente tierno. Escaneo su rostro y creo perderme en sus grandes ojos verdes, son hermosos, en la vida había visto unos ojos así.

"Vamos a jugar." Entrelaza nuestras manos y me invita a tomar asiento en el suelo pero Javiera lo detiene.

"Despídete Edward, ya nos vamos." – Le ordena con seriedad y de brazos cruzados.

"Pero yo quiero jugar con Wendy, nosotros vamos a jugar, ¿Cierto Wendy?" Susurra con un hilo de voz entrecortada, provocando que sus palabras toquen mi corazón.

Sostiene mi mano entre la suya con fuerzas y sonríe de manera que me permite ver unos tiernos hoyuelos en sus mejillas. Le devuelvo la sonrisa y el ríe fuerte de manera contagiosa.

"Luego podrán jugar, ahora debes ir a tu terapia." – Javiera interviene tomándolo por un brazo mientras sonríe.

"¡Si, luego! ¡Luego Wendy!" canturrea feliz y da brincos en su lugar. "¡Vamos Javiera! ¡Adiós Wendy! ¡Hasta luego!" – Canturrea a los cuatro vientos mientras corre a toda velocidad para así abandonar la cafetería.

No puedo evitar reír al ver como Javiera corre a sus espaldas y le ordena a que reduzca un poco la velocidad.

Algo sucedía con este hombre y algo me decía que de ahora en adelante todo iba a cambiar y ahí estaba el porqué. Edward era distinto, sin duda alguna, nunca en mi vida había conocido a una persona como él. Era raro pero en un bonito y especial sentido. Él , simplemente entraba a un lugar y todas las malas vibras desaparecían. Era increíble.

"¡Wendy!"

Me giro rápidamente en mis talones para encontrarme con un Edward con los ojos vidriosos.

Deshago el espacio entre nosotros y lo observo preocupada.

"¿Todo bien?" – Susurro e intento de alguna manera acercarme para calmarlo pero decido mejor permanecer con la distancia.

Él sacude su cabeza, así queriendo decir que "no", y luego observa a todos lados con cierta desesperación.

"¡Mi avión! ¿Dónde está mi avión?" Grita y cascadas de lágrimas caen por sus mejillas, provocando que mi corazón se encoja.

Por un momento quedo congelada en mi lugar debido a este momento inesperado , pero entonces luego de unos segundos reacciono, y sacudo mi cabeza. Una bocanada de aire se escapa de mis labios y cierro mis ojos para así aclarar un poco mis pensamientos.

Esto es tan nuevo para mí.

Busco por todos lados hasta que en el suelo logro enseguida localizar su pequeño avión de juguete en color amarillo y rojo.

"¡Hey Edward! ¡Aquí está!" Anuncio y enseguida con el juguete en mis manos me le acerco. Una amplia sonrisa se dibuja en sus labios mientras se me acerca dando enormes zancadas. Se detiene a solo unos centímetros de mí y sin dudarlo, arranca el avión de mis manos.

"¡Eres la mejor Wendy! ¡Gracias!" – Grita mientras salta en su lugar y luego tomándome de sorpresa me envuelve en un fuerte abrazo.

Me siento como una miniatura a su lado, es tan alto que por un momento me intimida pero me contengo, el parecía tan feliz y eso por alguna extraña razón me llenaba de felicidad.

Deshace el abrazo y corre hacia la salida mientras ríe.

"¡Adiós Wendy!"

Respiro hondo y sonrío por milésima vez.

"Adiós Edward."

Continue Reading

You'll Also Like

609K 81.5K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
177K 4.8K 31
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
213K 11.5K 34
Sofia y Martín tienen ocho años de edad cuando se conocen. Su amistad se baso en una sola cosa. Molestarse mutuamente. Cuando eres niño, no sabes di...
897K 133K 103
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...