— Le detesto — bufó Cassie, fijando sus ojos en Ashton, quien se encontraba al otro lado del patio, besando de forma nada decorosa a una chica —. Te juro que le odio.
Mia alzó las cejas. — Llevo sin verte cerca tres meses y dedicas tu tiempo a prestarle más atención a él que a mí, de eso no se trata el odio.
Madison rio, la marihuana la ponía de muy buen humor siempre, y había estado fumando con Alec unos minutos antes de que iniciara la fiesta. — Mia tiene razón — soltó algunas carcajadas —. Es una puta fiesta, Cassie, diviértete un poco.
La rubia fulminó a sus primas, pero luego suspiró rendida y decidió que ellas estaban en lo correcto. — Sí, iré a buscar a un chico con quien divertirme, o tal vez a dos...
El reloj daba a penas las seis de la tarde, y la fiesta en la casa de los Baldwin-Hamilton estaba recién empezando. Una impresionante cantidad de adolescentes se encontraban en el patio trasero disfrutando de la piscina y de tragos a los que, a escondidas de los dueños de casa, agregaban alcohol.
Cassie estaba muy molesta, por lo que bebía absolutamente todo lo que ponían en sus manos. Casi tres meses habían pasado desde la fiesta en la playa, donde Ash se comportó como un imbécil, y no habían vuelto a hablar desde entonces. Eran un par de orgullosos y nadie podía hacer nada al respecto.
Al cabo de tan solo una hora, se encontraba bailando sensualmente en medio de dos chicos, frotándose contra ellos, completamente ebria. Ashton la miraba desde la distancia, sintiendo náuseas. — ¿Qué mierda le ve a Victor Rodgers? — preguntó enojado, señalando a uno de los chicos, quien ahora tenía las manos muy cerca del trasero de la chica —. ¡Parece un simio!
Rush rio, sentado sobre una mesa, con Megan entre sus piernas, también riendo. — Pues ve y pregúntale — sugirió —. Oh, cierto. No se hablan.
— Que gracioso, McKenna, me estoy meando de la risa. Mira mi cara de alegría. Estúpido — bebió su cerveza y bufó, buscando alguna chica con la que hacer pasar el tiempo y olvidar a Cassandra Coleman.
— Vamos a otra fiesta en las afueras — gritó uno de los chicos en el oído de la rubia, mientras se movían al ritmo de la música —. Tengo unos amigos universitarios.
Ella estaba demasiado ebria, lo cual era extraño, generalmente tenía bastante tolerancia al alcohol. Lo que ella no sabía es que estaba drogada. — ¡Vamos! — exclamó contenta, tomando de la mano a ambos chicos y saliendo riendo del lugar.
Ashton terminó su inspección del lugar y soltó un suspiro resignado, realmente nadie le gustaba lo suficiente como para dedicarle un poco de tiempo. — Ash, ¿has visto a Cassie? — preguntó Maddy por encima del sonido de la música.
Entonces cayó en cuenta. No. No había visto a la rubia durante su recorrido del lugar, y dudaba mucho que estuviera arriba con esos chicos, pues ella respetaba mucho la casa de sus tíos, por lo que tuvo que haber salido con ellos.
— ¿Has intentado llamarla? — preguntó, repasando el lugar con los ojos. Cassie no estaba allí. Ella estaba alejándose a gran velocidad en un auto con dos chicos extraños.
Uno de ellos estaba sentado con ella en el asiento trasero, besándola y tocándola como si no hubiera un mañana. Las manos del chico apretaban sus pechos con un poco más de fuerza de la necesaria, y su lengua se introducía demasiado dentro de la boca de la chica. No le gustaba. De hecho, estaba a punto de quejarse, pero llegaron al lugar y el chico se detuvo para poder bajar y ayudarla a hacer lo mismo.
No era la gran cosa, pero los chicos eran mayores y estaban encantados de verla. Hizo una entrada como lo haría solo una de las mejores estrellas de Hollywood y se ganó la atención de muchos en ese preciso momento.
Los efectos de la droga estaban iniciando, y le daban sueño, se sentía aletargada y al mismo tiempo con ganas de hablar toda la noche. — ¿Cassie? — sintió que alguien la tomó del brazo y la hizo girar. Era Troy.
— ¡Hey! — exclamó, viendo todo borroso y en cámara lenta.
Troy la tomó del rostro para examinarla. — ¡Déjala! — uno de los chicos con los que Cassie estaba empujó al chico para que no notara lo drogada que estaba.
— ¡Vete a la puta! — empujó de nuevo al chico y luego fueron dos contra uno tratando de golpear a Troy, pero él era bueno para las peleas.
Cassie no sabía realmente lo que estaba sucediendo, sobre todo le sorprendía mucho que Troy estuviera reaccionando de esa forma, porque después de todo ella no sabía qué pensar de él, pues era amigo de Ash y no suyo.
Pero cuando le vio defenderla de esa forma no estuvo tan segura de que Troy no fuera su amigo. Sus piernas cedieron ante el cansancio y se desmayó al tocar el suelo. Lo único que logró ver fue a Troy correr hacia ella.
Síp — pensó antes de caer en la inconsciencia —. Troy es realmente mi amigo.
— De verdad que estoy que me hago en los pantalones — fue lo primero que oyó cuando logró despertar —. No sé qué hacer. Código 6590. Ayuda.
— ¿Ethan? — murmuró la chica, cerrando los ojos debido a la luz. Estaba acostaba sobre algo mullido y el lugar olía familiar. ¿Su casa?, no, imposible. Ella estaba en una fiesta en casa de Maddy, luego salió con dos chicos. ¿Dónde demonios estaba?
— Ya despertó. Adiós — se arrodilló frente a ella —. Hey, Cassie, ¿estás bien?
Reconoció la voz, no era su hermano, era Troy hablándole. — ¿Qué pasó?
— No trates de levantarte — la empujó de vuelta a la cama en cuanto intentó sentarse —. Esos dos chicos te drogaron. ¿Recuerdas algo de eso?
Las imágenes de Troy repartiendo golpes a diestra y siniestra volvieron a su mente y abrió los ojos con sorpresa. Troy tenía el labio roto y un lado del rostro enrojecido. — Gracias — fue todo lo que pudo decir —. Gracias, gracias, gracias, gracias.
Suspiró. — No te preocupes, Cassie. Cierra los ojos por un rato más, Ash viene para acá — dijo, con un tono que sonó a disculpa.
Se incorporó violentamente y casi vomitó debido al brusco movimiento. — ¡¿Qué?!
— Le llamé.
— Olvídate de los "gracias", Troy.
Torció el gesto. — No te molestes, no sabía qué hacer.
— ¡¿Y llamar a Ash te pareció una buena idea?!
— Bueno, ¿y a quién más podría haber llamado?
Ella bufó. — A nadie. Tú puedes quedarte conmigo aquí — cuando dijo la última palabra se dio cuenta de que no tenía ni idea de dónde era "aquí", por lo que recorrió el lugar con la vista y cayó en cuenta de que estaba en la casa de las afueras donde los chicos solían reunirse. La antigua casa de Ashton.
Troy soltó una risa incrédula. — Sí, claro. Y meterme en un drama con Ashton y ser como Gael y Rush.
Frunció el ceño. — ¿Qué drama hay entre Gael y Rush?
Entonces el rubio notó que había hablado demasiado. — Ninguno, por supuesto.
— Troy...
La miró con horror. — No. No, Cassie, no me mires así, no puedo resistirme a los pucheros de una mujer — por supuesto que ella le ignoró y siguió haciéndolo —. ¡Carajo! — se ubicó mejor en el suelo junto a ella y puso los ojos en blanco —. A Gael le gusta Maddy desde hace mucho tiempo pero Rush le amenazó para que ni siquiera lo intentara con ella, por lo que todos pensamos que Rush quiere algo con Maddy, pero Ash dice que es solo que él conoce a Gael y sabe que no se toma nada en serio. Todo está bien entre ellos, pero cuando Maddy está en medio, las cosas se ponen incómodas.
Cassie tenía la boca abierta debido a la sorpresa. — Wow, bien. De acuerdo. Eso es algo... ¿qué?; Gael y Maddy, wow.
Se encogió de hombros. — Es bastante obvio si te fijas bien, él es... — oyeron el sonido de un vehículo deteniéndose frente a la casa y la chica suspiró pesadamente —. Haces que sienta pena por ti — se burló Troy, tomó su chaqueta y se fue.
Ash tardó dos minutos en llegar hasta donde ella estaba. — Si vas a gritarme, mejor lárgate por donde viniste — advirtió ella.
El chico solo la miraba en silencio, apoyado en el marco de la puerta. Ella mantuvo los ojos fijos en su rostro inexpresivo, deseando arrancarle la ropa y besarle. Tragó pesado ante esa idea.
Ash sonrió de lado. — ¿Algo que necesites, Cass? — negó furiosamente con la cabeza y le fulminó con la mirada —. Quieres desnudarme, ¿no es así?
Ella bufó, pero no pudo evitar verse algo sorprendida por haber sido atrapada. — Por Dios, Ashton, eres tan engreído. Estás tan lleno de ti mismo.
Alzó los hombros con indiferencia. — Tú también podrías estar llena de mí, solo debes pedir, cœur.
Empuñó las manos, no porque la idea le desagradara, sino porque estaba furiosa debido a las reacciones que esa simple frase produjo en su cuerpo. No quería que Ashton tuviera ese poder sobre ella. — Eres un imbécil.
Asintió, sin inmutarse por el insulto. — Cierto. Lo soy — y ambos quedaron en silencio después de eso, por aproximadamente un minuto —. Por cierto, tu novio fue a buscarte a la fiesta — el tono de burla que usó cuando pronunció la palabra “novio” no pasó desapercibido para la chica.
— ¿Damon?, ¿él fue allá? — preguntó dos tonos más alegre del que pretendía, lo que provocó una mueca extraña en el rostro del chico, quien solo se limitó a asentir —. Ash… — llamó en cuanto él se giró para salir del lugar. Ella trató de ponerse de pie torpemente.
Él no giró de nuevo, no la miró y no respondió a su llamado. Simplemente se quedó parado en silencio, dándole la espalda a la chica. — ¿Quieres algo? — preguntó al cabo de unos segundos.
Suspiró. — Damon no es…
— No me importa, Cassie — respondió algo molesto, encarándola al fin. Se calmó luego de varias respiraciones y se apoyó de nuevo en el marco de la puerta —. ¿Qué hay de bueno en Damon? — preguntó de pronto, luciendo casual mientras golpeaba ligeramente la cajetilla de cigarrillos antes de sacar uno y llevárselo a la boca.
Cassie parpadeó confundida. — ¿Qué? — indagó, más para ganar tiempo que para cualquier otra cosa.
Ash sonrió, pero se notaba que era un gesto fingido, casi dolido. — ¿Te lo hizo mejor que yo?, ¿te gustó más?
Ella se quedó sorprendida, con la boca abierta debido a la situación. ¿Era acaso eso un reclamo por parte de Ashton?
— ¿Qué? — fue lo único que pudo contestar.
Puso los ojos en blanco, fingiendo fastidio. — Eso, Cass, ¿fue bueno follando?, ¿te gustó tenerlo dentro de ti?
La chica estaba demasiado sorprendida como para poder emitir un sonido, por lo que el silencio volvió a levantarse entre ellos por unos segundos. — ¿De qué estás hablando? — respondió, porque hacerse la tonta era mucho más sencillo que enfrentar a Ash, de alguna forma.
Rodó los ojos y soltó el humo de su cigarrillo. — Sé que te acostaste con él, Cass.
— ¿Y eso qué importa?, tú te follas todo lo que tiene falda.
Alzó las cejas. — ¿Y eso te molesta?
— ¿Por qué me molestaría?, nada que tenga que ver contigo me importa.
Asintió solemnemente, tratando de disimular la ligera punzada de dolor que esas palabras provocaron en él. — Vete a la mierda, Cassandra.
Bufó molesta. — He ido varias veces, se está mejor de lo que dicen, a decir verdad.
Se acercó a ella en dos grandes zancadas. — Eres tan jodidamente inmadura, carajo.
Le encaró con mucha dificultad. — Y tú eres tan maduro, ¿no?; para tu información, nada de esto estaría pasando si fueras un hombre y hubieras hablado conmigo en lugar de solo ignorarme.
— ¿Yo estaba ignorándote?, eras tú quien corría solo al verme. Y luego fuiste con el primer idiota que te pasaba bebidas.
Resopló con fastidio. — ¿Y eso qué?, sí, me pasaba bebidas, pero todos saben que yo no necesito alcohol para tomar malas decisiones.
Frunció el ceño ante eso. — Eres tan estúpida y te valoras tan poco. Eres esta preciosa e inteligente chica y todos pueden verlo excepto tú — soltó aire lentamente —. Es tan triste ver como te pierdes a ti misma.
Ella sonrió, haciendo que él la mirara algo molesto. — Tú me quieres, Ash.
Retrocedió un paso. — Eso no… — pero no pudo continuar, porque ella le besó. No tardó en corresponder, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que se besaron y no quería perder ni un segundo más sin probarla.
Pasaron la noche juntos y, al amanecer, todo cayó sobre la chica. Vio la atractiva figura del chico extendida en la cama y supo que también le quería. Justamente por eso, huyó.
LO SIENTO TANTO POR TARDAR UN SIGLO EN ACTUALIZAR.
Pasé por un muy mal momento, pero ahora que estoy recuperándome estoy intentando escribir de nuevo. Muchas gracias por la paciencia ♡