Las semanas fueron pasando entre peleas por las noches, estudios, prácticas de fútbol, tardes en el gimnasio, fiestas, y días de solo aburrida rutina. El mes de abril ya estaba llegando a su fin, y Nikki se encontraba ansiosa por su recuperación.
— Te falta cara para esa sonrisa — se burló Ethan, ubicándose en la caminadora junto a ella —. ¿Es porque irás conmigo al cine hoy?
Le sacó la lengua de la forma más infantil posible. — Déjame en paz, Esteroides — respondió, para luego beber un poco más de agua. Casi era su hora de salir —. ¿A qué se debe que llegas tan tarde?
Se encogió de hombros. — Una compañera me pidió ayuda con una encuesta que debemos presentar el mes que viene.
— Ajá. Y tú amablemente accediste.
Alzó las cejas. — Oye, avísame si esto es una escena de celos, ¿de acuerdo?
— No seas ridículo. Solo me estoy burlando de ti.
Ambos sonrieron y siguieron con sus ejercicios. — Hola, Ethan — saludó una chica, sonriéndole coqueta y mirando de mala manera a Nicole. Él respondió con un asentimiento —. Los tips que me diste sobre la alimentación me han servido — ocupó la caminadora junto a él.
— Me alegro mucho, Ivanna — le sonrió, mirándola de pies a cabeza: vestía unos calzados deportivos negros, shorts fucsias y un top que apenas lograban cubrir sus enormes y operados senos —. Se ve que está dando resultados.
Sacudió su rubia cabellera. — Gracias. Oye, ¿estás libre esta noche?, cerca de mi casa hay un restaurante donde solo se sirve comida baja en grasa.
— Claro que estoy libre — él no tenía problema en correr y hablar al mismo tiempo, sin que siquiera le faltara el aire —. Te llamaré para que me digas cómo llegar — le guiñó un ojo y siguieron corriendo en silencio, luego de que ella asintiera.
Media hora después, Nikki bajó de la máquina caminadora y fue hacia Marcus para despedirse y tomar su bolso. Al verla fijamente, Ethan recordó que ambos habían planeado ir al cine esa noche y él aceptó salir con Ivanna.
Apagó la caminadora, fue corriendo tras Nicole y la embistió sin querer, por no poder frenar a tiempo. — Uhm, ¿qué demonios, Ethan?
— Soy un imbécil — declaró. Nikki frunció el ceño y Marcus asintió, ganándose una mala mirada por parte del rubio —. Tenemos planes para esta noche.
— Y aquí es cuando yo me voy — Marcus dio media vuelta y marchó directo hacia un cliente. Nicole ubicó mejor su bolso sobre su hombro y salió del gimnasio.
— "Teníamos" planes para esta noche — corrigió ella, notando que él la seguía —, es bastante obvio que me has dejado plantada desde ya — y no pudo contener una carcajada.
La fulminó con la mirada. — No es gracioso, Nicole. Le diré a Ivanna que no puedo esta noche — y giró para cumplir lo que dijo, pero ella le tomó del brazo.
— Por favor, Ethan. Ni siquiera notaste mi presencia cuando ella apareció con sus siliconas, y es obvio que también está interesada — le sonrió sinceramente —. Oportunidades con ese tipo de chicas no se presentan dos veces. Tú y yo podemos ir al cine mañana.
Suspiró. — ¿De verdad?, ¿no te molesta en absoluto?
Negó. — Para nada, era solo una salida de amigos, no una cita — no aguantó la risa al decir la última palabra —. Por Dios, no he tenido una cita desde los quince años — y rio de nuevo.
Arrugó el entrecejo. — ¿Qué?, no puede ser.
Alzó los hombros. — Mi ex esposo fue el único novio que tuve en toda mi vida. Fue el único con el que tuve citas, y creo que la última antes de ser novios fue cuando tenía quince años.
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Adicciones (+18)
Teen FictionTodos ellos son adictos a algo. Al sexo, a la lectura, a los ejercicios, a las drogas, a las peleas, a los deportes... Sus adicciones los mantienen lejos de la realidad. Los llevan al mundo donde todo es perfecto. Donde ellos son héroes y princesas...