CAPÍTULO UNO
— Eres una traidora.
Quizás se pregunten quién me dice eso. Mi hermano mellizo. También se preguntarán, por qué.
La historia del por qué, comienza una década en el pasado. Cuando algunas partes de mi cuerpo aún no existían y continuaba teniendo la errónea creencia de que, el bien siempre triunfaba sobre el mal. Qué ilusa.
Y solo para aclarar, si me pusieran a elegir, me consideraría irremediablemente culpable.
No soy inocente.
❀ ❀ ❀
El clan Uchiha había sido masacrado en una noche. Solo unas cuantas horas bastaron para acabar con los sueños y esperanzas de personas buenas que merecían vivir. Muchos se alegraron por tal suceso. Pero, mi padre no. Mi padre repudió por completo aquella desgracia que él, siendo el Hokage, no pudo prevenir ni detener. Se sentía culpable y aunque todos en el Consejo insistían que había sido lo mejor, él no lo aceptaba. Yo tampoco lo aceptaba. No aceptaba, ni procesaba la muerte de mi mejor amigo. Sasuke Uchiha. Solo las deidades sabían cuánto deseé que no fuera más que un sueño. Y aunque nadie respondió a mis suplicas internas, recibí un milagro.
Sasuke estaba con vida. Él había sido el único sobreviviente.
— ¿Por qué? —repetía él, sin parar. Una y otra vez, hizo la misma pregunta.
Aunque me hubiese gustado, no pude responderle, porque yo me hacía la misma pregunta. ¿Por qué tenían que suceder cosas malas? Y esa simple pregunta desencadenó otras miles que años después, aún no lograba responder.
Yo solo tomé su mano entre la mía y hablé, desde lo más profundo de mi alma.
— No sé por qué, Sasuke —comencé, sujetando su mano con fuerza—. Pero, créeme. Yo nunca voy a abandonarte.
— ¿Lo prometes?
— Te lo prometo.
Fue esa aparentemente mundana promesa, la que me arrastró a traicionar no solo a mi hermano mellizo, sino a mi nación.
Y créanme, no me arrepiento.