Yoongi había encontrado la manera de que Jungkook dejara de llorar, acurrucándolo entre sus brazos porque el menor se había indispuesto a alejársele, y él no pudo simplemente apartarlo, no cuando Jungkook se miraba tan débil estando allí entre sus brazos.
Él, como un guerrero proclamando dominios había ultrajado y destruido el castillo, la fortaleza erguida para soportar cualquier ataque; ahora tenía al rey derrumbado a sus pies, implorando por misericordia. ¿Por qué no se sentía como una victoria esa guerra tan cruel?
Susurró consuelos que quizá le dieron falsas esperanzas a Jungkook en medio de su desesperación, pero no lo hizo con ninguna mala intención, lo hizo resguardando entre sus manos con sinceridad su bienestar. Le acarició el rostro con la punta de sus dedos y le sonrió lastimosamente cuando por instantes que prometían ser eternos, sus ojos se encontraban. También le pidió que se calmara cada vez que se movía un poco y Jungkook se mostraba en alerta por si intentaba irse.
Había estado tan enojado, tan arrepentido, tan apenado por todo, pero entonces Jungkook se encogía entre sus brazos y todo dejaba de importar, porque entonces hacerlo sanar se hacia su prioridad, lo sentía todo con tal incongruencia.
Yoongi sólo le regresó un poco de tranquilidad a Jungkook, una tranquilidad que no sabía si perduraría.
Cuando pensó que había sido suficiente, cuando un suspiro pesado y débil salió de entre los labios del menor, y sólo cuando Jungkook había tomado su rostro entre sus manos para acercarlo a él y capturar sus labios en una unión fina y sincera, fue que se sintió libre. Un poco libre para continuar con lo que debía pasar.
Sacó a Jungkook de su ensoñación y lo hizo separarse, sus ojos avergonzados evitaron encontrarse con los del menor, sólo para reponerse de las sensaciones que aún atosigaban su cuerpo a causa de un simple beso: sus labios cosquilleando, y su estómago revolviéndose en un nudo de nervios o emociones, no sabía bien lo que era.
Lo miró a los ojos una vez que se sintió valiente, y decidió, mientras miraba su reflejo en los ojos de Jungkook, que el amor no tenía la culpa de lo que estaba pasando.
El amor es sencillo, pero nosotros lo complicamos al no hablar de él, al no ser sinceros y al no saber escuchar; nos formamos de una manera tan incorrecta en la disciplina del amor, encontrándonos falsamente amados en relaciones mediocres que nos hacen dependientes y no libres.
"Todo en la vida tiene etapas, lo que hoy amas, ayer te parecía inexistente, y probablemente mañana lo dejes olvidado..." Yoongi no podía abrir sus labios para decirle todo eso a Jungkook, porque sería un círculo que se verían repitiendo una y otra vez. "Sí tan real es lo que en este momento afirmas sentir por mi, entonces mañana yo podré regresar y sentirme seguro de buscarte. Entonces estaremos bien."
Yoongi le dijo a Jungkook que tenía que irse, que ambos necesitaban estar solos y por un momento, al margen de ellos mismos; y Jungkook no podía estar más en desacuerdo con ello.
Él no quería irse de su lado, porque sentía que entonces estaría cediendo ante todo contra lo que había estado luchando, no era lo que ambos querían. Yoongi no podía sólo decirle que se fuera, porque ya habían estado demasiado tiempo separados, ya habían aclarado las cosas muchas veces, ya estaban enamorados. Es cierto que hicieron muchas cosas mal, pero qué importaba si al final aprendieron de lo que sentían.
Y Yoongi le sonrió fugazmente, lo tomó de la mano y empleó todo su esfuerzo en no ceder ante el cansancio que en su pecho se albergaba, en no ceder antes los ojos brillantes de su niño; ambos estaban dentro de esa marea espumosa de emociones, y en medio de ella no debían respirar porque se podrían ahogar, era que tenían que calmarse primero, aprender a nadar y llegar salvos a tierra.
—Hyung, ¿ya no estas enojado conmigo?... — Jungkook se había detenido en el marco de la puerta, incapaz de dar un paso más, porque se sentía como si estuviese siguiendo el camino a un precipicio sin fin —no quiero irme, porque, entonces sentiría que estoy renunciando a ti... — comenzó a explicar en su despedida, sobrellevando su voz temblorosa y sus ganas de lanzarse sobre Yoongi de nuevo y ser consolado —porque, te amo y... estoy cansado de decirlo y que no me creas... de decírselo a todos y que nadie me crea — agregó con su rostro lleno de un temor unilateral al mundo, quería dejar de sentirse así, quería sólo que Yoongi le dijera que podía quedarse con él y dejar de pensar en todo y nada de una vez por todas.
—Ya no estoy enojado contigo... — se detuvo un momento, antes de decir que también creía en lo que decía, antes de decir que creía en sus sentimientos, ¿no le había dado ya suficientes pruebas? ¿no se había sentido asombroso estar entre los brazos de Jungkook y creer en sus palabras? solo tenía que decirlo, y si lo hacía, estaría haciendo las cosas bien para Jungkook, y para él —adiós, Jungkook... — si Yoongi hubiera dicho algo más, no hubiese resistido lo suficiente.
Ya era suficiente, ya habían llevado ese juego de niños demasiado lejos, ya no quería seguir sintiéndose tan atrapado en un romance que lo hacía sentir tan indefenso, pero tan vivo al mismo tiempo. Sólo necesitaba un momento, una vez que dejara de ver a Jungkook, entonces podría sincerarse con él mismo y quizá insultarse por ser tan complicado, por estar sintiendo tanto, incluso por haber regresado a la vida de Jungkook y Jimin.
Ambos estaban asustados y no sabían de qué, quizá de no estar juntos, quizá de no encontrarle un hogar a su amor. Se habían equivocado y estaban aceptando las consecuencias. Yoongi aceptaba su parte de la culpa, Jungkook no entendía qué culpa.
— ¿Tu no crees en mi?... — la pregunta la había dejado guardada en el cuello de Yoongi, justo después de abrazarlo inesperadamente, ahí en la puerta, antes de dar un paso más hacia atrás y desparecer. "Por supuesto que no, nadie lo hace, ¿porque habrían de creerle a un simple adolescente?" —porque no me importa que los demás no lo hagan, pero tu... — Jungkook pudo negar y cerrar sus ojos, al tiempo que buscaba con sus manos temblorosas encontrarse con las de su hyung —deja de creer que lo que siento por ti no es lo suficientemente verdadero solo porque soy joven... — Yoongi aceptó entres sus manos las de Jungkook, sintiendo una constante presión en el pecho, tratándose de su corazón agitado —cuando tú envejezcas ¿acaso dejarás de amar con la misma fuerza solo por ser viejo?
—Cuando envejezca, entonces desearé ser joven de nuevo para amar de esa forma, ¿cierto? seguro es porque no sabemos disfrutar de nuestras etapas — Yoongi sonrió con lástima, porque siempre queremos ser un poco más grandes, para después arrepentirnos y buscar ser de nuevo jóvenes —Está bien, Jungkook, si estás enamorado de mi, sí yo... tal vez, aprendo a estarlo de ti... Está bien. Sólo vete, mañana nosotros, sabremos qué hacer.
Jungkook actuó bajo el efecto que Yoongi en él tenía, sin querer soltarse de su mano, o si quiera dejar de verlo, al final cedió y lo hizo, y no porque se hubiese rendido, sino porque Yoongi le había dicho con voz baja que lo buscaría luego, que se tranquilizara, que todo tenía una solución, y eso lo tomó como una promesa; parecía que aún seguía confiando en esas.
Así que llevó su cuerpo, sintiéndolo más pesado de lo normal, como si sus prendas estuviesen empapadas y dar un paso lejos de Yoongi fuese increíblemente difícil, fue arrastrando todo lo que sentía hasta la salida, y miró a Yoongi como la que sintió por una última vez. Pero si el mayor le sonreía, era porque no era el final, todo ese consuelo, no pudo haber sido fingido, Yoongi también lo quería y eso tenía que ser suficiente para los dos.
Yoongi tenía que comprenderlo, y Jungkook estaba dispuesto a darle tiempo para que lo hiciera, sólo esperaba que no decidiera aguardar ocho años, como él lo hizo.
Ellos tenían lo más importante para poder estar juntos, se querían, lo demás entraba como cuestiones relativas, se querían y Jungkook no deseaba saber nada más que eso, no necesitaba nada más que eso.
Taehyung había llegado de imprevisto a la casa, y al encontrarse con Yoongi y Jungkook abrazados en la puerta, con el coro de murmullos inentendibles de dos personas que se culpaban y perdonaban al mismo tiempo por todo, su único pensamiento fue saber de Jimin.
Y porqué se preguntaba, su amigo estaba sometido a algo que se miraba sincero, debía apoyarlo, pero terminaba cayendo y obedeciendo a ese impulso nuevo, porque sabía que nadie más iría a preguntarle a Jimin cómo estaba, y él podía hacerlo.
—Jimin — Taehyung había sonreído amablemente cuando la puerta del departamento se abrió, y lo atendió Jimin, con una bonita sonrisa, pero la mirada confundida. No había visto a Taehyung desde la noche en la que le pidió que guardara en secreto su confesión, ahora verlo de nuevo, lo hacía sentir avergonzado de todo.
—Hola, Taehyung — había saludado, haciéndose aún lado para permitirle al mayor entrar — ¿buscas a Jungkook? él salió hace un rato... — explicó antes de siquiera recibir alguna aclaración por parte del castaño.
—No, yo vine a verte a ti — la respuesta fue clara y concisa, tanto que incluso avergonzó a Taehyung, pero terminó encogiéndose de hombros ante la mirada curiosa de Jimin —quería saber cómo estas, han pasado unos días, pero... sólo pensé que estaba bien sin pasaba a verte — intentó explicar, sin prestar mucha atención a cómo sonaban sus palabras después de soltarlas. En realidad la sonrisa ligeramente divertida de Jimin lo cohibía un poco, no había razón para que sonriera ¿o si?
—Yo estoy muy bien, gracias por considerarme hyung — contestó Jimin con simpatía. Si bien le pareció extraño que Taehyung de repente llegara a visitarlo, no podía decir que no le agradaba, después de todo, no esperaba a nadie más. Le ofreció tomar asiento a la vez que intercambiaba. Pequeños comentarios aleatorios acerca de cosas que no platicarían comúnmente un abogado y un futuro universitario. Taehyung simplemente se sentía en confianza de poder acoplarse — ¿y usted cómo esta, y Yoongi hyung?
—Bien, no ha pasado mucho... — contestó viajando lo mirada por su alrededor, tuvo que detenerse en los ojos de Jimin, sólo porque le pareció correcto mientras le hablaba —sólo, Yoongi esta preparándose para irse... — dijo con voz calmada, con el efecto de que Jimin quedó inmóvil y mirándolo, repitiendo sus palabras para encontrarles un sentido.
— ¿Irse? — Jimin no tomó reparos en ocultar la sorpresa en su pregunta, de repente se encontró tenso sentado junto a Taehyung, como si su noticia hubiera desatado una bomba de tiempo que lo perseguía — ¿a dónde? ¿cómo irse? pero si Yoongi hyung regresó hace poco... — y no pudo, de verdad no pudo fingir despreocupación, y recordó irremediablemente a Jungkook. Estaba seguro de que él no estaba dispuesto a algo como eso — ¿por qué se va?
—Sí, él lo comentó la última vez que nos vimos... — le contestó Taehyung, sin encontrar palabras más adecuadas, y procurando no referirse a que todo fue a causa de la conversación que tuvieron acerca de no engañar a Jimin —algo acerca de, un trabajo muy bueno allá en donde estudió — explicó con un extraño peso colgándose sobre sus hombros.
Jimin agachó la mirada y se perdió en sus pensamientos, imaginando todos los escenarios posibles que llegarían con aquella noticia. Si Yoongi se iba de nuevo, no podía ser nada menos que una promesa más sin cumplir para Jungkook.
[ tuve que releer mi propio ff xq no recordaba en qué me quedé jaja bueno perdón perdón perdón perdón hola perdón sólo quería avisarles que ya terminé la escuela lpm no vuELVO NUNCA MÁS +sólo si paso el examen de la uni jajaquesadestoy GRACIAS POR LEEErrr ]