Abro los ojos y entonces deslizo ambas manos por mi rostro quitando el rastro de lagañas,me quedo quieta cuando me doy cuenta que las esposas no están,pero me altero aun mas cuando no siento la superficie del sofá donde me había quedado en la noche,la idea de que este en cualquier parte de un bosque junto a esos psicópatas me aterra.
-¿Que te pasa?
Giro la cabeza hacia mi derecha y veo al chico sentado en un banquillo viéndome desde arriba,entonces caigo en la cuenta de que no estoy en un bosque,ni con esos psicópatas,si no tirada en el suelo,suelto todo el aire que estaba conteniendo y me incorporo,paso las manos por mi cabello grasiento y hago un intento de sonrisa que queda mas como una mueca.
-Esta mañana intente despertarte.-Se queda callado.-Pero no pude.
No digo absolutamente nada y lo miro esperando a que llegue a la parte donde desaparecen las esposas de mis muñecas,gira el banquillo y toma detrás de el las esposas y me las enseña,abiertas e intactas.
-Es increíble lo que un pasador puede hacer.-Vuelve a dejarlas tras de el y me mira tranquilamente.
Mi vista se posa en mis manos que se encuentran sobre mis rodillas y reparo en lo mugrientas que están,mi pantalón esta rasgado y sucio,toco mi cabello con una mano y este esta duro y chicloso,mis zapatos están apunto de romperse del talón y mi piel esta llena de suciedad,el chico parece notar como me escaneo con asco y entonces se pone de pie.
-Te pediría que te largaras.
Capta todo mi atención,pues no tengo a donde ir y por mi apariencia nadie mas querría tenerme cercas.
-...pero...-Se queda pensativo.-...tienes algo que me puede servir.
Frunzo el ceño desconcertada.
-Afortunadamente no creo que sea problema para ti.
-¿De que hablas? -Musito bruscamente.
-Sígueme.
Se da la vuelta y veo una calibre cuarenta y cinco sobresaliendo de la cintilla de sus vaqueros,me inquieta bastante pero lo sigo por detrás sin mencionar ni una palabra,abre una puerta y es una habitación común y corriente,mete la mano debajo de la cama y jala una palanca,trayendo consigo un cajón debajo de esta,millones de billetes,perfectamente apilados se encuentran allí,me mira con la misma expresión tranquila de antes.
-¿Que dices?
Me quedo muda por el simple echo de no saber a que demonios se refiere,pero mierda se exactamente a lo que se refiere,pero no se que decir o siquiera pensar,la idea no parece tan mala después de todo ya estoy metida en grandes problemas.
-¿A que te refieres?
-Al dinero.
-¿Hablas de drogas?
Me desespero cuando solo sonríe de lado.
-Hablo del trabajo sucio.
Empiezo a exasperarme porque no me dice exactamente que es lo que quiere,me ve esperando una respuesta pero cuando ve cuan confundida estoy suspira pesadamente.
-Ayer llegaste aquí con unas esposas escapando de la policía,al vecindario mas tranquilo que se te pudo haber ocurrido y por ¿homicidio?
Eso ni siquiera responde mi pregunta y estoy apunto de gritarle que me diga de una maldita vez.
-Hablo de matar personas.
No digo nada,el aire abandona mis pulmones y solo lo miro con cierto temor.
-¿Entonces?
Niego con la cabeza.
-Yo...
Yo no soy una asesina.
-¿Porque estas asustada?
-No lo estoy.-Me maldigo por el temblor de mi voz.
Me toma por la muñeca con fuerza y me jala hacia el.
-¿No lo estas?
Estoy temblando y mis ojos se están llenando de lagrimas,me grito que no debo llorar y entonces trago el nudo que se esta creando en mi garganta para jalar mi brazo hacia atrás liberándome de su agarre.
-Yo no voy a matar a nadie.-Sueno tan furiosa pero el temblor sigue ahi.
-Ya lo hiciste.
-¡Yo no lo hice!-Alzo la voz.
-¡Explícame tu puta camisa llena de sangre!
Abro la boca para gritarle que es un idiota pero el esta en lo cierto cuando bajo la mirada y veo manchas carmesí secas en mi ropa.
-Tu..-Suelto entre dientes.-...no sabes ni una mierda sobre mi.
-Ni tu de mi. -Me suelta.
-Quieres que mate a personas inocentes.-Alzo los brazos alterada
-Escucha.-Empieza a molestarse.-Son personas malas.
-¿Como tu?-Alzo una ceja.-¿Entonces debería matarte?
Me acerco demasiado para empujarlo hacia atrás,suelta una risa y me ve desafiante.
-Matame.
¡Suficiente! Me saca de mis cabales y me tiro sobre el,trato de tumbarlo pero lo único que logro es estamparlo contra la pared,le atesto de golpes en el rostro y me siento bien,cuando estoy apunto de dar el décimo golpe me toma por las muñecas,las pasa por derriba de mi cabeza dándome la vuelta y pone su brazo sobre mi cuello,jadea agitado y susurra en mi oído.
-Ojala tuvieras las agallas como yo las tengo.
Pone el cañón sobre mi sien y aprieta el gatillo,cierro los ojos pero ninguna bala atraviesa mi cabeza.
-Estaba bromeando.-Suelta una carcajada.
Vuelve a tirar del gatillo pero no hay ninguna bala,mis ojos están tan abiertos que siento que se saldrán y rodaran por el suelo.
-Maldita sea.-Reacciono empujándolo.-¿Que te pasa?
-Ya dime si,si o no.
Por mero impulso la palabra sale sin siquiera pensarla.
"Si"
Me sonríe con malicia y entonces se sienta en el borde de la cama.
-¿Que talla eres?
Arqueo las cejas confundida.
-Voy a comprarte ropa.-Señala mis arrapos.
Le doy mis tallas y el camina hacia su habitación diciéndome que lo siga,saca una toalla y me la tiende.
-Puedes bañarte mientras vengo.-Se devuelve a su guardarropas y saca una bata azul marino que también me la tiende.-Vendré rápido.
Sale de prisa y me quedo quieta hasta escuchar como se cierra la puerta principal,no me muevo porque aun no puedo creer que acepte meterme en esta mierda y en lo que esta sucediendo,camino hacia la puerta al final del corredor y entro a un baño simple con una regadera,me quito mis prendas y abro la llave,de esta sale agua helada así que abro la izquierda donde sale caliente,ingreso en la regadera y suspiro al sentir las gotas de agua caer sobre mi cuerpo,no recuerdo la ultima vez que estuve en una regadera.
Estoy sentada en el borde de la cama con solo la bata puesta,pasados diez minutos la puerta principal se abre y escucho las pisadas que suben por las escaleras,el chico entra con un montón de bolsas en las manos y las dejas en el suelo,me mira con aburrimiento.
-Ahí esta.-Camina hacia donde estoy yo y se deja caer a la cama boca arriba con las manos debajo de su cabeza.
Me levanto y abro una de las bolsas,hay ropa interior negra,roja,blanca,azul y verde oliva,son demasiados modelos que no sabia siquiera que existían,con encaje,lisos,con bordes,con figuras,santo dios ¿Quien demonios lo ayudo a escoger todo esto? rebusco entre las demás bolsas donde hay blusas,jeans,sueters y zapatos.
-¿Lo escogiste todo tu?.-Le pregunto.
-Que va.-Suelta cerrando los ojos.-Las empleadas solo pusieron lo mas a la moda en las bolsas.
Hace énfasis en "Lo mas a la moda" pero le creo,esta ropa es bastante bonita y moderna,mis padres nunca me habían dado tanta ropa y menos de la que estuviera a la moda,puesto que costaba el doble que una que ya había "pasado de moda",pero simplemente no me importaba,tomo una camisa básica y un jean de mezclilla,junto con la ropa interior,las calcetas y los tenis,estoy apunto de salir para ir al baño cuando me detiene.
-¿A donde vas?
-A cambiarme.-Digo en tono obvio.
-¿Porque no lo haces aquí?
Me quedo callada.
-Tu estas aquí.
-Cierro los ojos.-Se pone las manos sobre los ojos mientras sus labios se mantienen en una fina linea.
Dudo unos segundos,pero entonces me devuelvo y tomo las bragas pasándolas por debajo de la bata,me subo el jean y le echo una mirada antes de voltearme de espaldas dejando caer la bata al suelo,tomo el sostén y lo paso por mis brazos,cuando estoy intentando abrocharlo sin ver siento unas manos tomando los dos extremos del sostén enganchándolos,giro la cabeza y veo como se devuelve con los ojos cerrados y se vuelve a dejar caer en la cama.
-Denada.-Musita.
Sonrió y paso la blusa por mi cabeza acomodando mi cabello fuera de esta.
-Gracias.-Susurro.
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Han pasado 84 años....
Perdonenmeee jejeje