Pov __
Te llevaré a mi habitación ... Ahí podremos estar seguros - comencé a caminar fuera del gran salón hacía mi cuarto, siendo seguida por Vento.
Esto de quedarnos es tu pieza, es buena idea ... Pero, me están vigilando. ¿No tienes una manera de hacer este sitio inaccesible para cualquier otra persona? - habló desconfiado.
Suspiro - Sí, si tengo. Dimensión reflejo - la habitación pareció hacerse pedazos, como un cristal roto. Yo entré y esperé a mi acompañante - ¿No piensas entrar? - saqué la cabeza del sitio.
Ya voy - con algo de desconfianza entró y se sentó en la cama - ¿Estás segura de que esto funcionó?, tu habitación se ve exactamente igual.
Aaagh, que fastidio. Sal - alcé mi mano e hice que se volviera a "romper" la fachada.
¿Pero qué fue lo que dije?
Sal y dime si puedes verme u oírme - le indiqué e hizo lo que le pedí. Yo cerré la entrada a la dimensión creada - ¡Vales verga!, ¡pendejo!
Esperé un minuto y volví a abrir, dejándolo pasar.
¿Y...?, ¿me viste?, ¿oíste lo que te dije?
No - respondió avergonzado.
Deberías creerme cuando te diga algo ... Entonces, me decías - dije para que siguiera hablando.
Sí ... Puede que esto sea raro pero, será mejor que empiece por lo más fuerte. Eres mi Madre y estabas muerta.
¿¡Qué!? - casi me caí de la cama por el susto - ¿Cómo voy a ser tu madre?, ¿Cómo que estaba muerta? - me jalaba el cabello mientras le hablaba - Tu - alargué la "u" - tu condenado no eres humano, ¿o sí? - pregunté histérica.
Cálmate, déjame contarte la historia completa. Mi Madre se llamó Universa, ella fue el primer ser vivo en habitar en este universo y las estrellas le pusieron su nombre. A medida que crecía las estrellas le daban de su luz y se extinguían, dejándola sola y con un inmenso poder. De esos poderes decidió crear a sus cuatro hijos; la primera fue Terra, creadora de la tierra, le siguió Aqua, diosa de las aguas, el tercero fui yo, señor de los vientos y la última a la que creó fue a Candela, señora de las flamas...
¿Entonces ella era una clase de ser divino?
Se podría decir que sí, continuemos; con el tiempo nos dio un poco de su poder a cada uno para poder crear nuevamente la poca vida que había en el universo. Cada uno fue practicando, pero ninguno de los planetas logró tener vida, así que juntos creamos uno... La tierra. Todos aportamos algo en su creación, no hace falta que te lo diga porque creo que nuestros nombre lo sugieren. Pero Madre prohibió que Candela participara, puesto que su poder era muy destructivo. Ella furiosa creo una gigante bola de fuego, su sol. Desde ese momento ella le guardo rencor a Madre y a nosotros, pero nadie lo notó hasta hace 3000 años. - su tono se volvió más bajo mientras decía eso - Empezó envenenando ligeramente cada una de las comidas de nuestra madre, para que gradualmente se fuera debilitando ... Hasta que un día,cuando decidió que ya era hora de matarla, hechizó un puñal para matarla en la noche mientras dormíamos; mi habitación quedaba al lado de la suya, por lo que Candela encantó mi puerta para que no pudiera salir y ayudar Madre... Al escucharla me desperté de inmediato, pero como no pude abrir la puerta debí derribar la pared. Al ver que su alma podía ser aún salvada, decidí que con un hechizo la enviaría a la tierra para que pudiera reencarnar allí - se le aguaban los ojos con cada palabra que decía; hizo una pausa, se secó las lágrimas y siguió.
Candela hizo como si apenas hubiera llegado a la habitación y me inculpó de su asesinato, poniéndome como sentencia ser desterrado a la tierra... Y han pasado tres mil años desde entonces.
Wow... Eso es prácticamente el sueño que tuve anoche y como lo que "ella" me dijo - aparté mi mirada de la suya.
Solo otra cosa probaría que eres realmente ella; su alma es la única qje existe y tiene forma de corazón... Además de que por el uso de magia negra la cicatriz no debería haber desaparecido.
Lo del alma es algo fácil de saber solo debes mirarla... Pero la cicatriz; ¿no es suficiente con lo del alma? - dije apenada y sonrojada, él me miró confundido así que le aclaré - Porque está en todo el medio de mis pechos.
Tienes razón, disculpame - su cara pasó de blanca pálida a un rojo intenso que me causó gracia.
¿Por qué no me cuentas más sobre tu vida? - le pregunté porque me pareció que podría ser algo entretenido de conocer.
¡Claro! - respondió emocionado - Pero creo que sería util una libreta y un lápiz.
Entonces busquemos una - abrí la dimención reflejo y fuimos a buscar las cosas por el castillo. Por suerte nos perdimos y encontramos una habitación llena de estos materiales.
~ Creo que esto de perderme y hallar lo que necesito no es natural... pero nunca me pasa nada malo así que, tampoco es como si fuera un problema ~
Vento empezó a dibujar con lo que tenía, consiguiendo increíbles resultados.
Así te solías ver... - volteó la libreta y me enseñó el dibujo de una hermosa mujer con un cabello y una cara estrellada.
Eres increíble dibujando - lo alagué - ¡ya sé!, ¿por qué no dibujas a tus hermanas?
Tomará un tiempo porque fuimos creados por fases, pero lo haré. - después de un largo tiempo me enseñó lo que había hecho - La primera de todas Aqua, todos nuestros cuerpos iniciaron siendo una forma humanizada de nuestro elemento, que gradualmente fuimos cambiando hasta casi no dejar rastro de como eranos al inicio - me decía mientras pasaba las páginas.
Candela; ella aceleró demasiado su evolución por lo que su etapa final se sigue viendo mucho como su elemento - me mostró los bocetos de ella.
Y por último Terra, ella inició siendo un árbol por lo que se tomó su tiempo en cambiar su cuerpo y además de ser la única que logró completar cuatro cambios; con nosotros es de las más parecidas a un humano.
Eres realmente talentoso en esto Vento... ¿No hay nada más que me puedas enseñar?
~ Creo que ya estoy abusando, pero ¡a quién le importa!, quiero saber más sobre mi nuevo pasado ((además aprovecho y veo su arte)) ~
Sí, pero necesito tu ayuda. Ven - le dió unas palmaditas al lado suyo y yo me senté ahí - Necesito que dibujes como tú ves las almas - me dió el lápis y la libreta.
¡Okey!, seguro no me saldrán tan bien como a ti pero me esforzaré - comenzé a dibujar los dos tipos de alma; las normales y las de un huevo de kishin. No fue tan difícil porque son realmente simples.
Sí son diferentes a las que yo veo - colocó su mano en su barbilla.
La azul es de las personas buenas y la roja de las malas - le especifiqué.
Mi turno - tomó nuevamente las cosas y empezó a diseñar - Creo que las que mis hermanas y yo vemos son más fáciles de diferenciar, digo una tiene una aurólea - dijo sarcástito.
Pero, dices que la mía es diferente ¿no?, dibújala por favor - él se rió y me respondió
Muy bien, pero será lo último que dibuje hoy - y como lo ha hecho antes comenzó a hacer un boceto.
Parece un diamante... cortado para parecer un corazón - dije confundida al verlo.
Exactamente. En realidad tu comparación con un diamante es bastante acertada, es la gema más dura en la tierra además de ser de las más pequeñas y valiosas. Tu alma es pequeña pero única e increíblemente potente.
Eso hace que muchas cosas tengan mucho más sentido - susurré
Ya es tarde, deberíamos ver si el baile aún no se acaba - se levantó y me extendió la mano para ayudarme.
Yo tomé su mano y me levanté. Caminamos por los largos pasillos del castillo hasta regresar al salón de fiestas y no había nadie.
Oye Vento,- lo detuve cuando se estaba llendo - quisiera que de ahora en adelante vivieras aquí.
Eso sería un placer mi reina - hizo una reverencia burlón.
Cállate - lo empujé un poco y me reí - busquemos a una sirvienta para que te busque alguna habitación.
En ese momento una mucama pasó cerca nuestro y le pedí que hiciera eso, él y yo nos despedimos.
Me fuí a mi habitación a esperar que las sirvientas se fueran a dormir, para poder regresar a el escondite detrás del refigerador y rescatar a quienes esten vivos.
Entré y vi aquel lugar... Respiré profundo e intente mantener la calma, por el bien de quien estubiera vivo... Personas mutiladas por doquier, elementos de tortura medieval y cadaveres en cajas de perros. Había un pestilente olor a carne descompuesta. Caminé entre las cajas y encontré a una pequeña, como de nueve años, y maltratada niña albina. Era la única sobreviviente.
Hola, - abrí la caja, ella se pegó a la parte trasera de esta, asustada dandome la espalda y cubriendo sus oídos - vine para sacarte de aquí - me miró de reojo - la mujer mala ya no está, ¿podrías salir para sanarte?
¿N-no me harás nada malo? - se giró mostrandome su maltratado cuerpecito.
Claro que no, solo me gustaría curar tus heridas. - ella aún un poco desconfiada salío de su confinamiento - Muy bien, no quiero que te asustes, pero voy a cambiar la forma en que vez mi cuerpo para poder curarte, ¿sí? - sus ojos se veían más calmados así que procedí - Pink Quartz -cerré mis ojos, coloqué mis manos alrrededor de la gema en mi estómago y esta comenzó a brillar.
Curing power - lágrimas desbordaron mis ojos las cuales recogí con mis manos y se las eché encima. Inmediatamente sus heridas sanaron y los moretones desaparecieron. Deshice mi tranformación frete a los atónitos ojos de la infante.
Gracias - bostezó y la tomé en mis brazos para llevarla a descanzar en mi habitación...
Me desperté por el ruido fuera de la habitación, me estiré peresoza y me asomé a ver que era lo que sucedía.
Buenos días princesa - saludó con una reverencia una sirvienta.
Buenos días, - la saludé - ¿me podría decir cuál es la causa de este ajetreo?
¿No lo sabe? - preguntó extrañada - hoy es su coronación majestad.
- dí un paso hacia atrás - ¿Qué?
Su coronación, ayer fue el baile para su introducción a los altos mandos y hoy será su coronación.
¡Laure!, ¿¡qué haces parada ahí como una tonta!? - una mujer gorday con cara de amargada, supongo su jefa, le gritó - ¡¿Qué haces perdiendo el tiempo como una idiota?!
L-lo siendo madame Monique - le dijo nerviosa.
No le puedes hablar así - intervine.
¡Su majestad!, y-yo ... - su voz sonó dudosa y su cara palideció - yo, em... lo lamento... mi princesa - se alejó caminando rápido.
Disculpa, Laure ¿cierto?
Sí, ¿desea algo?
¿Podría por favor llamar a Adélaïde y a
Maire-Christine?
No hay problema, con su permiso - se fue a seguir con sus deberes.
Cinco minutos después tocaron la puerta.
Pase - dije y entraron las gemelas.
¿Nos estaba llamando su majestad? - preguntó la castaña.
Sí, necesito su ayuda por favor
¿En qué la podemos ayudar __-sama? - preguntó Maire-Christine.
Ayer en la madrugada oí que alguién golpeaba las puertas principales y cuando fuí a ver era una pequeña niña; se veía que tenía frío por la lluvia así que la deje quedarce aquí... Lo que necesito que hagan es que le preparen un baño de agua tibia y le busquen alguna ropa, por favor - les expliqué.
Pero su majestad, usted tambien debe arreglarce para su coronación - me replicó Adélaïde.
Podría arreglarme con ella, ¿no te molestaría, o sí? - volteé a mirar a mi compañerita la cual me negó con la cabeza - entonces preparen la bañera para las dos por favor.
Entendido. Sígannos por favor - abrieron las puertas, la niña me tomo la mano y se ocultó detrás mio, mirando extrañada a las mucamas que pasaban a nuestro lado.
Esperamos a que llenaran la bañera y nos metimos en ella.
~ No sé nada acerca de esta niña... debería sacarle conversacion ~
¿Por qué no me cuentas acerca tuyo?
¿Y-yo?, - tartamudeó - yo... nunca había estado en otro sitio que fuera mi celda.
- la miré incomoda - B-bueno... ¿cuál es tu nombre? - intenté cambiar el tema.
Nunca me dieron uno... Mi madre murió antes de poder darmelo - su voz sonó triste.
¿No te gusta ningún nombre? - le eché el champú y empecé a limpiar su larga cabellera blanca.
Sienpre me ha gustado de nombre Christa, una vez escuche una voz desde afuera diciendolo.
¡Entonces Christa será! - le vacié un poco de agua en el pelo para quitar la espuma.
G-gracias... Por ser tan buena conmigo - dijo mientras la cubría con una toalla para salir y seguir arreglandonos - ¿T-te podría llamar mamá? - su pregunta me tomo desprevenida, pero me derritió el corazón la forma en que me miró.
¡Claro! - sus ojitos brillaron de felicidad y me abrazó.
~ ¿Cómo decirle no a esos ojitos azules como el cielo? ~ pensé mientras me tomaba la mano y caminabamos al salón de la peluquera.
Llegadas al sitio atendieron a la pequeña Christa primero, arraglando un poco su corte y le puso una flor rosada con decorado azul. Ella estaba nerviosa por tener tijeras tan cerca suyo y me tomó la mano.
Luego prosiguió conmigo, me hizo una trenza y la colocó alrrededor del resto de mi cabello.
Fuimos al vestidor y escogimos nuestros vestidos. Para Christa un vestido rosa pálido y unos zapatos en juego con el detalle de la cabeza...
A mi me dieron un vestido que, según lo que me dijeron, ha usado cada reina que ha ascendido al trono desde el siglo XVIII.... Es algo así como una tradición.
Después fuí a que me pintaran los labios y media hora más tarde se dió inicio a la ceremonia.
Ya frente al padre repetí el juramento.
Yo __ Montecchi Somaki,hija del heredero desaparecido Alphons Montecchi II, juro solemnemente regir con toda mi sabiduría y dirigir por el camino de la rectitud a el país al que mi linaje me ata - hice una reverencia, el hombre me colocó la tiara real y me levanté, le dí la espalda mirando a los presentes.
¡Larga vida a la reina!
¡Larga vida a la reina! - todos se levantaron de sus asientos y repitieron lo que el obispo decía...