Huracán Thornbird - Los Seis...

By JFSavvie

19.8K 2.9K 950

Segunda parte (y precuela) de la Trilogía de los Seis Reinos. Hardy Arjhun, sirena y guardiana del tesoro de... More

¡Hola de nuevo!
Parte Uno: Una pésima princesa
Unas piernas para volar
Hardy «El Marinero» Arjhun
Un capitán demasiado perspicaz
Una batalla inusual
El temor de un marinero
Si no es agua, arde
Las aves sedientas
Una deuda para sellar
Parte Dos: Un príncipe sin reino
El día que vuelva
Un talento singular
Margaret La Loca
Para contar una historia
Rey de Ninguna Parte
Sin corona no hay deshonra
Un barco para gobernar
La bruma que se desplaza
Parte Tres: En el mar como en la tierra
El festín nocturno
El tiempo para conocer
Un camino oscuro
Nada es para siempre
La promesa sellada
Rey y Pirata
Epílogo
De un príncipe fugado
De un Hada en problemas

Un hombre de tierra

621 105 47
By JFSavvie


Las pequeñas arrugas en los ojos de Huracán mientras observaba en un silencio sepulcral la ceremonia fúnebre eran algo insoportable de ver. Hardy sentía que estaba husmeando en algo demasiado profundo mientras más se fijaba en la piel tensa de Huracán, que aún bajo la luz del amanecer seguía teniendo el tostado propio de un hombre de mar, surcada de pequeñas líneas cerca de los parpados que daban la sensación de estar observando a un hombre 10 veces más viejo de lo que en realidad era. El amanecer era frío cerca del mar, igual de helado que los corazones de los isleños, encogidos en una vista fantasmagórica de cuerpos flotando sobre el océano.

Según sus tradiciones los aldeanos debían quemar los cuerpos sobre balsas flotando a la deriva en el mar, pero el incendio había puesto demasiado fuego en sus vidas para querer más llamas, por lo que Hardy había propuesto (más para acelerar el viaje que por hacer un favor), que ella hablaría con el océano para que hiciera lo suyo. Así que envolvieron los cuerpos en grandes hojas de palmeras, y uno por uno fueron depositados sobre cojines de espuma que la sirena formó con sus manos, enviándolos a lo lejos sin un solo sonido quebrando el horizonte, pues los Zartros llevaban horas en silencio y los aldeanos no tenían más lágrimas para derramar.

Con un paso sereno, la sirena se acercó a Thorn. El exceso de pompa la ponía irritable, pues nunca había sido buena lidiando con las escenas ceremoniosas, por lo que intentó entablar una conversación con la única persona que se le ocurrió que quisiera hablar con ella.

― ¿Esto pone los pelos de punta no? ―Huracán volteó a verla con una expresión ilegible en su rostro, pero sin decir una palabra, así que Arjhun lo intentó una vez más.

―Nunca he entendido que el océano sea tan temido por los hombres cuando ustedes juegan con fuego. A mi parecer el mar es un lugar lleno de belleza.

―Pues a mi parecer el mar está lleno de terrores y el océano es una fuerza capaz de mayor destrucción que cualquier llama―Hardy no se esperaba la respuesta del capitán, y todavía menos la furia contenida en una mandíbula apretada mientras se marchaba de la playa a zancadas.

"¿Qué molusco se le habrá pegado?" pensó la sirena sorprendida.

A esas alturas estaba cada día más segura que algo raro había en el capitán. Su postura, su manera de hablar, sus dientes demasiado cuidados y sus extraños cambios de humor ocultaban algo que Arjhun, como la sirena curiosa que era, se retorcía por saber. Pero hasta ella sabía que no era buena idea perseguir a Thornbird cuando andaba de ese humor, así que siguió contemplando los cuerpos desaparecer mientras la noche daba paso a un nuevo día lleno de tediosas tareas.

Después de subir algunas cosas al barco y bajar todavía más cosas para dejarles a los aldeanos, el Dragón Rojo partió sin demora, mientras en la popa Hardy observaba el desastre que el fuego había dejado en Terento.

―Fueron hombres de los Reinos del Norte.

La voz de Fulvio la sacó de sus ensoñaciones, pues el hombre se acomodó junto a ella poniendo sus brazos sobre la barandilla para hacerle compañía. La sirena contempló su piel aceitunada, brillante por las horas bajo el sol, y no pudo evitar notar lo fuera de lugar que estaba entre todos esos hombres. Era un pez fuera del agua, eso lo sabía, pero no le daba ninguna satisfacción sentir que había tantas cosas sobre los humanos que no sabía.

―Hablame en sireno Fulvio.

―Terento es una zona neutral entre el reino de Rampagne y Hecanto. Pero así como existen esos dos reinos en el oeste, existen otros tantos en el norte, en el sur y en el este. Nadie está muy seguro de cómo empezaron los enfrentamientos entre los reinos, pero la historia más aceptada es esta:

"Hace ya varios siglos, 6 hermanos partieron desde su hogar en las tierras de nadie, más abajo de los grandes reinos, en busca de un destino mejor. El suelo estaba muriendo, la tierra se encontraba llena de bestias creadas por brujos con un poder mayor del que podamos imaginar, y los hermanos temiendo por sus vidas, decidieron huir. En el camino a cada hermano se le presentó una dificultad diferente, de la cual se llevaron una sola cosa, que les recordaría por siempre lo afortunados que eran de seguir vivos. Al cruzar el mar encontraron un mundo nuevo, y decidieron que cada uno seguiría su camino por separado. Según cada cosa que los hermanos habían recogido, se estableció un reino que los representaba. Así el primer hermano se llevó un trozo de nácar que había vomitado una ostra gigante – no me mires así Hardy – y fundó Durant, el reino de Agua. Luego vino el segundo hermano, que con una pluma de Zartros fundó Rolfner, el reino de la Oscuridad – Y no Hardy, no es tan malo como suena, de hecho es bastante lindo -. El tercer hermano, con un una escama de dragón, fundo Hecanto, el reino de Fuego, mientras que el cuarto, con una semilla de Nube, creó Vodeler, el reino del viento.

Los dos hermanos restantes se encontraban en el triángulo entre Vodeler y lo que ahora es Rampagne y Gashard, cuando se cuenta que el hermano mayor, envidioso del sexto hermano ( pues él no tenía ninguna posesión mientras el otro había ganado una pepita de oro durante su viaje) decidió robarla para fundar su propia nación. Sin embargo el hermano pequeño se defendió, y la pelea se volvió cada vez peor, hasta que en un arrebato de furia el hermano mayor hundió su mano en el pecho del otro, sacándole el corazón. Cuando vio lo que había hecho, aterrado de su propia brutalidad y las represalias de sus hermanos, huyó a lo que hoy es Gashard, donde el frío convirtió el corazón de su hermano en un trozo de cristal, fundándose el quinto reino de Hielo.

Donde quedó el cuerpo del sexto y menor de los hermanos, la pepita de oro, ganada tras irrumpir en una guarida de Rikjash, se fundió con la sangre que corría de la herida, fertilizando la tierra que tocaba y creando un gran bosque a su alrededor, fundando el último reino de Tierra, Rampagne.

Demasiados siglos han pasado de eso, pero el rencor entre los reinos del norte y el resto de los reinos jamás se evaporó. Y luego ya sabes, algunos reinos obtuvieron mejores tierras o tesoros y eso solo avivo la llama del odio. ―finalizó Fulvio.

―O sea están en guerra porque es más fácil robar ganar de manera honesta―dijo Hardy pensativa.

―Si ¡NO! Quiero decir, es más complicado que eso―se retractó Fulvio rascándose la cabeza. Hardy se carcajeó con dramatismo, pillando al segundo al mando en el acto, pues ella misma había visto lo que el poder había causado en su pueblo, no tenía que ser humana para saberlo.

―No los estoy juzgando. Solo estoy diciendo una realidad. Sé que la codicia y el deseo de poder pueden hacer mucho daño. Pero creo que llevamos tantos siglos acostumbrados a una forma de vivir que ya no vemos otra. Al final del día lo más importante sigue siendo salvar nuestras propias aletas. O piernas en su caso―la sirena perdió todo rastro de humor al pensar que ella estaba haciendo exactamente lo mismo. Y apareció en ella una segunda sensación desconocida, pues la idea de que su vida dependiera de recuperar un trozo de roca le pareció de pronto ridícula.

―Supongo que lo que dices es cierto. Pero así es la vida. Algunos desean el poder y otros solo deseamos vivir. Los primeros buscan vías para obtenerlo, los segundos solo buscamos una forma de volver a respirar en paz―la brisa despeinaba el cabello oscuro de Fulvio, pero estaba tan absorto en sus pensamientos que parecía no importarle el azote constante en sus mejillas.

Hardy sabía que tenía una pregunta entre los labios desde que había pisado ese barco por primera vez, así que aprovechando la confianza de Fulvio preguntó:

― ¿De dónde viene Huracán?

El pirata la miró con los ojos entrecerrados y apretando la mandíbula.

― ¿A qué viene esa pregunta?

―Vamos que no hay que ser un genio para ver entre la marea. Nada en él calza con un hombre de mar, eso cualquiera puede notarlo.

Fulvio inhaló profundo antes de continuar.

―Creo que no me corresponde a mí hablar de esto. Pero tú me agradas, así que te diré unas cuantas cosas antes de que Huracán y tú partan a tierra: Primero, si deseas saber quién es Huracán, abre bien los ojos y los oídos. Segundo, cuando lleguen a tierra las cosas se pueden poner feas. Si creíste que en el mar estabas en peligro, una vez que pises la costa con el capitán, procura cuidarle las espaldas. Y tercero, gánate su confianza antes de que lleguen a destino, y prométeme, por lo más sagrado en el océano, que no vas a dejar que Huracán traicione su propia naturaleza. Es un hombre bueno.

La sirena miró al pirata con renovado interés ante su críptico discurso. Era obvio que el capitán le había contado sobre la roca y su travesía ¿Pero por qué? ¿Quiénes eran ese capitán y su segundo al mando? Además tenía que admitir que el interés del marinero era sincero. Y eso sólo le dejaba más preguntas.

―Es lógico suponer que ya sabes que es lo que vamos a buscar y los riesgos que eso conlleva. No me ayuda mucho el que me digas esos mensajes con pistas inentendibles pero me queda claro que no me vas a decir nada más. Y tu sinceridad es horrorosa así que gobierna tus pensamientos o me vas a hacer vomitar. Está bien Fulvio, cuidaré de tu capitán, aunque no veo porque un hombre crecidito necesitaría de mi ayuda. Y aunque podría hechizarte para conseguir más respuestas, no debo abusar de mi magia con humanos o las consecuencias podrían ser feas. Así que solo te haré una última pregunta: ¿Es Huracán un hombre de mar?

El pirata sonrió sin humor, con sus ojos viendo las últimas palmeras de la isla a lo lejos.

―Ese hombre pertenece tanto al mar, como tú a la tierra.

_____________________

Hola a todos :) Espero que estén disfrutando la lectura y quería contarles un poco lo que se viene: Este libro consta de tres partes, por lo que la primera es de 10 capítulos (Así que faltan solo dos para terminar) Así que ¿Qué creen que podría pasar en la segunda parte? Comenten si tienen alguna idea, y si alguno acierta puede que les de una pista :D Abrazos Marinos, Savvie.

Continue Reading

You'll Also Like

136K 30.1K 200
⚠️Solo a partir del capítulo 201, primera parte en mi perfil.⚠️ En un giro del destino, Jun Hao, un despiadado matón callejero conocido por su fuerza...
110K 6.8K 28
La Segunda Guerra Mágica tiene un final trágico. Harry Potter cae muerto a los pies de Voldemort y los hijos de muggles, traidores a la sangre y opon...
6.7K 722 38
Esta es una historia que ha sido escrita a través de los siglos en Txard y ha tenido más de mil versiones: Poemas, historias, canciones, obras de tea...
3.9M 264K 50
Broma; f. Burla, dicho o hecho que se hace a alguien para reírse de él sin intención de molestarle. La única diferencia es que mi intención es molest...