¿Serás Mía?

By chicainvisible53

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- Seras mía. - le grité. Guardo silencio, y es que no podía decir nada, la mordaza no dejaba que hablará. - E... More

¿Serás Mía?
Llegada.
Chica nueva.
Primer día no puede ser tan malo.
¿Anna?
¿Colton?
Plan.
Dia de cometer estupideces.
Maldito Emet.
Te odio.
La cagué.
Idiota.
No tengo una familia perfecta.
Cristal.
Pudrete.
¿Cariño?
Un idiota feliz.
Te gusta.
Me gusta.
Situación complicada.
¿Cansado?
Extraño.
No quiero.
No te le acerques.
Incómoda.
Ilegal.
La salida más facil.
Atrapada.
Sin salida.
Solo.
"Pareja normal"
No.
¡¿Tú eres?!
Destinados a estar juntos.
¿En que lío me estoy metiendo?

Ella.

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By chicainvisible53

Pov Colton.

¿Alguna vez se han preguntado por que la persona que les gusta no les hace caso?, o ¿por que ni siquiera nota que gustan de ella?

Yo, a decir verdad nunca me ha costado trabajo gustarle a la chica que me gusta, ni si quiera hace falta preguntar el porque, soy atractivo y eso es suficiente para muchas.

Nunca había tenido que retener a alguien a mi lado, nunca había sido necesario eso, siempre se quedaban y yo era el que me iba.

Yo era el que abandonaba y el que nunca entregaba nada, tenía a miles de chicas lindas tras de mi, más bien tengo, nunca tenia que intentar llamar la atención de alguna chica. Jamás me costo trabajo hablar con alguna persona, y menos con alguien del sexo femenino, jamás.

¿Han notado que siempre hay un “pero” en la mayoría de las cosas?, y esta era una de esas cosas.

Pero, Anna es diferente, no es la chica más sexy del mundo, eso esta claro, pero tampoco es una marginada que no conocía a nadie.
Es linda, no en exceso, lo normal.
Ni siquiera entiendo por que me gusta, no es mi tipo, pero me gusta. Nunca me ha gustado una chica por más de tres o cuatro días.

Y yo no le gustó, ella me gusta, como ya dije, y ni siquiera se da cuenta.

¿Algo peor que no gustarle a alguien?, estar enamorado de esa persona, aún no era mi caso, pero es horrible.

No estoy enamorado de ella, nunca me eh enamorado, y dudo que pase algún día.

Pero, Anna me gusta, y necesito que sea mía, no estoy obsesionado con ella, no soy de las personas que se obsecionan fácilmente, y menos con personas. Obsesionarse con personas ya es más enfermo, digo, a nadie le agradaría ser acosado por un enfermo mental.

Y esta claro que no soy un enfermo mental, solo me gusta.

No es que me este justificando, pero, Anna en realidad me gusta.

Creo que ya eh dicho demasiadas veces que me gusta y ya di a entender que yo a ella no.

Todo sería más fácil si yo también le gustara. Pero, las cosas no son tan fáciles.

No pasaba nada, no la tenía en contra de su voluntad, ella una vez me dijo que le gustaba estar en mi casa, y esta en un sitio que le gusta estar, y eso esta bien.

La miré, se veía linda, tuve que ducharla y cambiarla de ropa, corrió tanto que el olor a sudor quedo impregnado en su ropa y lloró tanto que sus ojos se hincharon demasiado.

Debería de despertar en unos minutos, el sedante que le di no era tan fuerte. Me informe antes de todo esto, no quería cometer una estupidez, no con ella.

La haría sentir como en casa, por que estaba en ella, no la retendría contra su voluntad, tiene familia que la ama y que desapareciera levantaría sospechas.

Empezó a moverse y temí por su reacción.

Gray también se despertó y salto de la cama dirigiéndose hacia mi, empezó a correr y a saltar.

Jugué unos segundos con él y me detuve al escuchar el quejido proveniente de Anna.

Se levantó de repente y yo me acerqué rápidamente.

- No debes de levantarte tan rápido. - murmuré - te marearas.

Me miró con miedo y se alejo de mi.

- Shhh. - la tomé por el brazo y la acerqué delicademente hacia mi.

Lo último que quería era que me temiera.

Sus ojos estaban llenos de pánico.

- No quiero que grites. - la miré - te explicaré todo, pero necesito que guardes silencio, ¿de acuerdo?

Tenía que tener mucho cuidado con mis palabras.

Mi comportamiento anterior no había sido muy bueno, le había gritado y hecho daño por lo agarres tan fuertes, pero, lo había hecho por que no quería que se fuera.

Pero a pesar de eso asintió.

- No te tengo secuestrada ni nada por el estilo, ¿vale?

Asintió, ¿por que no hablaba?

- Y quiero que sepas que jamas te voy a retener contra tu voluntad, no soy un maldito enfermo. - la miré esperando que hablará.

Me di cuenta que el pañuelo en su boca no la dejaba hablar, eh ahí la razón por la que no contestaba. 

Quite con cuidado el pañuelo de su boca preparándome para taparle la boca en caso de que gritara.

Pero no hizo ningún sonido, guardó silencio.

- Así que... ¿Tienes algo que decir? - pregunté.

Negó con su cabeza y me miro.

- ¿Tienes hambre? - pregunté.

Tenía que ser atentó, no por si intentaba escapar o hacer algo que me perjudicara, además de eso tenía que estar atento para tratar de remediar mi actitud.

Me sentía muy culpable y tenía que arreglar todo.


Sabía que ella no quería hablar, me tenía miedo, y yo no quería eso, no quería que me temiera.

Asintió sin decir nada.

- Sería bueno que hablarás. - hablé delicadamente parandome de mi cama.

- Perdón. - susurró.

- No, esta bien, entiendo que no quieras hablar. - le sonreí tratando de aliguerar un poco el ambiente.

Asintió, no podía obligarla ha hablar, no lo iba ha hacer. 

La ayude a levantarse de la cama.

- No le digas nada de esto a mi madre, a nadie. - la mire seriamente.

Mi mamá relacionaría mal al saber que tengo “secuestrada” a alguien, lo cual no es cierto pero ella se lo tomaría así.

Tomé su mano y ambos bajamos por las escaleras con Gray tras de nosotros.

Sabía que lo único que Anna quería era salir corriendo de aquí, salir corriendo, posiblemente denunciarme y jamas volverme a ver.

Eso sería lo que cualquier persona cuerda haría, eso sería lo que yo haría.

Pero no hizo ningún movimiento.

Mi mamá se encontraba en la cocina, con su taza de café en una mano y su móvil en la otra.

- Hola, mamá. - hablé. 

Levanto su vista de su móvil y miró a Anna con sorpresa.

- Hola, cariño. - sonrió - no sabia que Anna estaba aquí.

- Después te explicó. - trate de evitar hablar sobre el tema.

- ¿Tienes hambre, linda? - mi mamá se dirigió hacia Anna con una sonrisa.

- Si, demasiada. - Anna le devolvió la sonrisa - ayer corrí mucho y no tuve tiempo de cenar.

Mi mandíbula se endureció, si Anna la cagaba la iba a pagar muy caro.

- ¿Hiciste ejercicio? - mi madre preguntó sirviendo el almuerzo.

- Básicamente. - sonrió.

La mire fijamente y su sonrisa se desvaneció, bajo la mirada, sumisa.
Me alegraba saber que me tenía un poco de miedo, la verdad yo también me tendría miedo, me tengo miedo.

Se me hacia sumamente raro que mi mamá estuviera sirviendo el almuerzo, ella jamás servía el almuerzo, bueno, casi nunca.

- Espero que te guste. - habló mi mamá señalando el plato con huevos estrellados y tocino - no eh tenido tiempo de hacer muy bien el almuerzo.

- No se preocupe. - Anna sonrió - esta bien, de hecho es lo que me gusta.

- ¿Enserio? - mi mamá miró a Anna con sorpresa.

Miré a mi mamá esperando que me sirviera el almuerzo y ella capto mi mirada y me lo sirvió.

Me senté a un lado de Anna y empecé a comer.

- Si, mi mamá siempre me los hace, casi siempre. - Anna río y me miró.

Sabía que estaba preocupada por su mamá, pero yo ya me había encargado de eso, a decir verdad de todo.

- Te los haré cada vez que vengas. - mi madre la miro emocionada - que espero que sea más seguido, por que casi nunca vienes.

- Oh, madre, creeme que verás por aquí a Anna más seguido de lo que te esperas. - hablé antes de que Anna lo hiciera - ¿no es cierto, Anna?

- Ah, si si, claro. - Anna sonrió - creo que hasta se aburrirá de verme por aquí.

- Me parece perfecto. - mi mamá sonrió ampliamente - jamás me aburriría de ti, Anna, eres la primera chica que Colton trae a la casa y me gusta.

- ¿Enserio? - Anna me miró.

- Si, las demás no me inspiraban confianza, pero tu, estoy segura de que eres la indicada para Colton.  - mi mamá miro a Anna y a mi alternadas veces.

- Mama... ¿Puedes tratar de no tocar ese tema?, por favor. - hablé, si mi mamá seguía hablando esto se iba a poner muy mal.

- Bueno, como sea, estoy segura de que te darás cuenta de eso, Anna. - mi mamá sonrió.

- Espero que eso tarde. - susurró Anna.
Sabía que ella no quería ser escuchada por ninguno de los dos, pero para su mala suerte si la escuché.
- ¿Van a hacer algo esta tarde? - mi mamá nos miró.

- Planeamos ir a comprar cosas para Gray. - le contesté comiendo.

- Eso es genial, si necesitan mi ayuda para que los lleve a algún lugar sólo diganmelo. - mi mamá dio el último sorbo a su taza de café.

- Gracias, mamá.

Esperaba ansioso a que se fuera, necesitaba poner en claro algunas cosas con Anna.

- Bueno, los dejó, si me necesitan estaré en mi estudio, tengo trabajo atrasado y necesito hacerlo. - nos sonrió.

- Claro, ma. - le devolví la sonrisa.

Cuando estuve seguro de que ya estaba lejos termine mi almuerzo tranquilamente.

Sentía la mirada de Anna sobre mi, sabía que tenía muchas preguntas, pero no se las iba a responder.

- Necesitó hablar con mis papás. - habló con la voz temblorosa.

- Yo ya hablé con ellos por ti, es solo por seguridad, no quiero que digas algo que no. - le sonreí.

- ¿Que les dijiste?, ellos nunca me dejarían quedarme sola con un chico. - me miró.

- No te quedarás sola con un chico, para ellos soy una chica, una de tus mejores amigas, para ser más exactos. - aparte mi mirada de ella.

No dijo nada, tampoco esperaba que lo hiciera, quería que se quedara callada, que no hablara, por que si hablaba probablemente la cagaría. 

- ¿Necesitas darte un baño? - pregunté.

- No, creo, ¿me duchaste tu ayer? - preguntó mirándome con un poco de miedo.

- Si, no te hice nada. - explique rápidamente - pensé que estarías más cómoda limpia, tengo que admitir que me costo mucho trabajo concentrarme, pero al final lo logré.

- Esta bien. - murmuró.

- ¿Ya quieres ir ahora? - volví a hable, sentía que estaba muy enojada conmigo.

- Si quieres. - me miró.

- Si, vamos.

Le avise a mi mamá y salimos.

Cuando estuvimos en el auto encendí el radio, no quería estar en silencio.

- ¿Anna? - pregunté sin mirarla.

- ¿Si? - respondió en vos baja.

- Te necesito explicar unas cosas y poner algunas reglas. - la miré y vi como asentía.

Tenía que ser muy claro y cuidadoso, no quería que se tomara esto como un secuestro, por que no lo era, era más como un deseo de tenerla a mi lado.

- No actúes sospechosa, no digas cosas que den a entender lo que paso ayer. - hablé seriamente.

- Perdón por eso. - me miró - no quería que te enojaras.

- Solo, no lo vuelvas a hacer. - negué con la cabeza - siempre que te hable tendrás que mirarme a la cara, no quiero que solo hagas que me escuchas, aunque yo no te vea quiero que tu si. Anna, hablo de todo el tiempo que este diciendo algo.

Asintió con miedo, odiaba que solo asintiera.

- No quiero que asientas, quiero que hables, por mas simple que sea mi pregunta o lo que diga, debes de responderme, hablando. - la mire para comprobar que me estuviera mirando, y efectivamente me miraba.

- Claro.

- Vas a actuar normal, frente a todos, no le vas a decir nada de esto a nadie, de ahora en adelante tu y yo somos novios. - me gustaba ser novio de ella, aunque me hubiera gustado más que fuera de la manera tradicional.

- Si, solo tu y yo. - respondió.

- No quiero que intentes persuadirme para que haga o deje de hacer algo, si haces algo mal hay un pequeño castigo.

- ¿Castigo? - se le entrecorto la voz.

- Si, no te denigrare o te haré pasar hambre, cuando hagas algo mal veras a que tipo de castigo me refiero, tampoco tendremos sexo y te golpearé, eso no va conmigo.

- Temía que me dijeras que me golpearias.

- Jamás haría eso, y menos mientras tenemos sexo, se supone que el sexo se debe de disfrutar. - le contesté.

- Me alegro de que tengamos la misma idea sobre los golpes. - sentía su mirada.

- Si, creo que si, no miraras a otros chicos, a menos de que sean familiares tuyos.

- ¿Amigos?

- No, me debes de avisar con quien estarás, no iras a fiestas en donde haya chicos que podrían seducirte, por que habrá un muy mal final para ellos.

- No me gusta ir a fiestas.

- Que bueno, te evitaras muchos problemas, y por último no te tengo secuestrada, no me denunciaras, por que no vas a poder.

- Nunca lo haré. - habló.

Me gustaba sentir su mirada sobre mi, y que estuviera cumpliendo con las cosas que le dije.

- Creo que eso es todo, ¿alguna duda?

- ¿Seguiré viendo a mis padres? - preguntó con miedo a la respuesta.

- Seguirás viviendo con tus padres, aunque me cueste mucho más trabajo vigilarte, no te quitare eso. - le conteste y escuche como exhalaba aliviada.

- ¿Por que haces esto? - preguntó.

Mala idea preguntar por eso, error de su parte.

- Nunca me vuelvas a preguntar eso, si lo haces te tendré que castigar. - respondí enojado - se me olvido decirte que debes pedir perdón, por las cosas que hagas mal, yo también te pediré perdón si hago algo mal.

- Perdón, y no es necesario. - habló y se giró.

- Y una última cosa. - hablé.

- ¿Si?

- Pon el mundo en orden justo cuando mire.

- Trataré. - sentí como asentía.

Estaba comprendiendo bien todo, no era que fuera muy difícil, para nada, pero pensé que tardaría más en comprenderlo.

No quería que después de eso fuera con la policía y me acusara de secuestro, aún que eso no me afectaría en nada, por que no me meterían a la cárcel, no quería eso.

Ella será mía, y jamás se alejara de mi.
Llegamos al centro comercial y bajamos.

Tengo que admitir que no soy de esos chicos que les gusta tener una relación, pero si la “relación” es con Anna, me encantaría.

Caminamos hasta una tienda de mascotas.

Algo se me había olvidado.

- ¿Y Gray? - Anna preguntó mirándome.

- Se quedó en el auto. - la mire y ambos dimos la vuelta para dirigirnos al auto.

La razón por la que habíamos venido se nos había olvidado.

Caminamos apresuradamente, empezaba a querer a Gray.

Abrí el auto y el se encontraba dormido en el asiento trasero.

Lo cargué y caminamos de vuelta a la tienda.

Cuándo llegamos entramos y nos dirigimos hacia la sección de mascotas.

- ¿Collar? - Anna tomó un collar negro - si lo compramos nos regalan una placa con el nombre escrito.

- ¿Te gusta? - pregunté.

- Es lindo, pero necesitamos una correa que combine. - fruncio el ceño.

- Tal vez por eso viene una correa con el collar, ¿no? - me reí.

- Oh, cierto. - tomo el collar.

Un chico se acercó y miro fijamente a Anna.

Era alto, pálido y tenía los ojos café claro.

- Buenas tardes, ¿necesitan algo? - preguntó sin quitar la mirada de Anna.

“Si, que te vayas”

Mi mente susurró.

Anna se estremeció con su voz pero siguió buscando más cosas para Gray.

- No, gracias. - Anna contestó al darse cuenta que yo no contestaría.

- ¿Anna? - el chico miró aún más fijamente a Anna.

- No, yo soy Anna Banana, idota. - Anna no lo miró.

- ¡Anna! - el chico abrazo a Anna.

Anna no quería tocarlo, sabía que si lo tocaba yo me iba a enojar.
Y estaba en lo cierto, si no fuera por que estaba sosteniendo a Gray ya hubiera saltado encima de el.

- Ew, no. - Anna se apartó.

- Uy, la última vez que te vi no edad tan delicada. - el chico me miró. 

- La última vez que te vi estabas drogado, olías mal, me amenazaste de muerte y por eso la Tía Alana te mandó a un internado. - Anna miró al chico con odio.

¿Tía?

- ¿Crees que yo me sentí bien cuando me enteré que me odiabas? - pregunto el chico desesperado.

- ¿Crees que yo me sentí muy bien cuando pusiste un arma en mi cabeza? - Anna lo miró - era obvio que te odiaría.

- Lo siento, cuando regresé ya no te encontré para pedirte una disculpa.

- Eso me alegra. - Anna me miró y tomó mi mano.

- ¿Es tu novio? - preguntó - ¿mi tío sabe?

- ¿Es un chupetón? - Anna miro el cuello del chico - ¿mi tía lo sabe?

- ¿Aún sigues sin poder contestar por tus propios medios? - el chico sonrió.

- ¿Te parece que si? - Anna rodó los ojos.

El chico soltó una carcajada.

- Bueno, ten mi número. - le extendió un papel.

¿Este tipo tenía todo preparado?

- Y perdón por la amenaza de muerte, me ayudo el internado, y el hecho de estar encerrado prácticamente todo el día - se encogió de hombros - te extrañe, prima.

- Si, si. - Anna rodó los ojos con una sonrisa - saludame a mi tía.

El chico sonrió y se fue.

¿Que se creía este hijo de puta?

- ¿Y el es? - pregunté.

- Mi primo, la ultima vez que lo vi me quiso matar, me alegra saber que esta mejor. - sonrió.

- Espero que no sea una molestia.

- Para nada. - me miró - bueno un poco, convivo con el desde que tenia cuatro años y te puedo afirmar que es jodidamente odioso, pero es bueno.

- Vale.

Anna siguió escogiendo varias cosas para Gray y yo no le sacaba la mirada al chico.

No era que no confiará en Anna, si confió en ella, no en esta situación obviamente, pero si confiaba en ella.

- ¿Ya has acabado? - pregunte.

- Si, creo que ya. - me miro - no pensé que comprar cosas para un perro fuera tan estresante.

Reí y la tome de la mano.

Quería que se sintiera como una cita común y corriente.
Bueno, si es que ir a comprar cosas para una mascota se pudiera llamar cita.

Yo estaba cómodo, pero, sabía que ella no.
Podía notar como se tensaba cada vez que yo me le acercaba o la tomaba de la mano. Se sentía incómoda y amenazada, y claramente eso no me gustaba.

Nos dirigimos hacia la caja y pagué.
Obvio no iba a dejar que ella pagara, creo que era suficiente que la obligara a quedarse conmigo.

Y no la estaba obligando, sabía que después de un tiempo ella no se querría alejar de mi.

Caminamos fuera de la tienda.

- ¿Quieres algo? - pregunté.

- No, gracias. - me miró.

- ¿Segura? - insistí, quería seguir con ella.

- Si, mañana tenemos clase, y necesito hacer tarea. - se quejó.

Esa no era una indirecta para irse a su casa, por que si lo era no lo iba a tomar muy bien. 

Trate de tomarla de la mano pero ella se alejo.

No dije nada, no quería armar un escandalo aquí.

Subí al auto sin mirarla.

Conduje hasta su casa y una vez que llegamos estacione frente a esta.

- Gracias, murmuró. - y abrió la puerta.

- Te veré después. - no la mire.

- Si, eso lo se. - salió del auto y cerró la puerta.

¿Ni una despedida?
Si, creo que no me merece, pero yo si a ella.

Conduje hasta mi casa y empecé a monitorear todo bien, tenía que estar muy atento a todo. No quería que ocurriera un accidente.

Tome el frasco de pastillas y la mire a a través de la pantalla del computador.

La deseaba, deseaba todo de ella, y no quería que ella sintiera lo opuesto.

La necesitaba, la necesitaba como necesitaba a la otra chica.

No quería que pasará lo mismo con ella.


Hola.
Espero que les haya gustado mucho el capitulo.
Voten y comenten, creo que oficialmente eh vuelto xd.
Y eso, por cierto pasense por mi novela FAKE, la podrán encontrar en mi perfil.
Nos leemos después.





 

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