Siendo tu reflejo, Dixon © (T...

Autorstwa purxxpose

413K 24.3K 5.7K

Él le dijo que haría las cosas a su manera, y cuando él quisiera. Ella aceptó eso, porque estaba cegada... c... Więcej

Sinopsis
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39 || Parte I
Capítulo 39 || Parte II
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capítulo 44
Capitulo 45 | Reencuentro
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capítulo 50 || Parte I
Capitulo 50 || Parte II
Capitulo 51
Capítulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 58
Capitulo 59
Capitulo 60
Capitulo 61
Capitulo 62 (FINAL)
Epílogo: Todos nos pertenecemos.

Capitulo 57

3K 214 50
Autorstwa purxxpose

Maratón 2/7

Ya me estaba acostumbrando, pero dolía peor que cuando lo tenía lejos en Hilltop.

Sí. Desde aquel suceso con Negan por la tarde, y la pregunta que me dejó descolocada de Daryl, pasaron dos semanas exactas.
Claramente no le había podido responder a tiempo, pues me había quedado sin palabras algunas. Él decidió irse con Vega a la habitación de ella para recostarla, pero pasó allí toda la noche, durmiendo entre los sofás que el cuarto de la pequeña tenia.

¿Que es de nosotros ahora? La nada misma. Si hablamos, serán al menos dos palabras, como mucho tres. Desaparece todo el día para impedir que yo salga a cualquier lugar y me haga cargo de Vega, mientras que luego regresa por la medianoche. Tara, Rosita y Eugene cenan conmigo para no dejarme sola, hay veces que vienen a mi casa, otras que voy yo a la de ellos. Por lo menos son los únicos tres que me despejan de todos los problemas que tengo y me hacen sonreír al menos por unos minutos.
Pues tampoco duerme conmigo, no. Cuando digo que estamos distanciados, es porque realmente lo estamos y del todo. Ahora solamente duerme en el gran sofá que tenemos en nuestro living, y por más que no me guste aquello, sé que insistirle es en vano, porque no me hará caso ni tampoco me escuchará ni una palabra de la que le dijese.

Provocar a Negan con Lucille no fue posible. Cómo acordé con Dwight, él regresó cuatro días después y por más que le haya insistido infinitas veces, terminó saliéndose con la suya y regresó a su comunidad con el preciado objeto del prisionero, que por cierto, nunca más regresé a hablar con él. Cuando casi todo el mundo se enteró de lo que hice con la ayuda de Carl, tal como él había dicho, Michonne vino furiosa a darme lecciones de moral, como si fuese una niña pequeña. Rick ni siquiera lo intentó, pues él mismo sabía que si lo hacía todo iba a terminar peor de lo que ya estaba. Rosita también se enojo muchísimo, llegó a gritarme pero de un día para el otro con su raro humor cambiante eso se le pasó, y lo agradecí, porque lo que menos quería era tenerla a ella en contra de mi. Ni hablar de Tara, con ella si que me mantuve varios días sin decirnos nada, solamente venía a ver a la pequeña Vega, pero fuera de eso, no cruzaba palabra alguna conmigo, hasta que yo resignada le pedí disculpas, cosa que fue a la única persona que le imploré para que me perdonara.

Y así está mi situación. Me siento una desconocida realmente para todos, estoy sola y no me siento cómoda en este lugar. Creo que si sigo aquí y de pie es por Vega y porque realmente merecemos quedarnos aquí. Porque si decido irme a Hilltop o el Reino, le quitaré lo más importante a Daryl que es su hija, porque yo ya no lo soy, claramente. Y mierda, duele como una puta hostia. Me duele tenerlo cerca y a la vez tan lejos. Ver como a veces por la mañana pensando en que yo estoy dormida se escabulle por la habitación para tomar nueva ropa, sin hacer mucho ruido, como si fuese una ladrona rata. Sé que superé los límites y que me fui a la mierda, pero creo que es momento de dejar de lado el enojo y que me perdone, porque lo necesito muchisimo, porque hay veces que no puedo lidiar con Vega sin su ayuda, y porque me gustaría que fuesemos la familia que siempre persiste en mi mente. Pero no, no es así, y nuevamente por mi culpa.

- No le hace bien a Vega que estés así, Melody. - dice Tara mientras camina conmigo por la comunidad. Es ella quien sostiene a la pequeña en sus brazos, que por cierto, si los cálculos no me fallaban, ya estaba cumpliendo su mes.

- Lo sé. Pero no puedo estar de otra forma. Y me lo merezco, porque soy una idiota.

- Si, te lo mereces.

- Vaya, que gran ayuda me das, amiga. - respondo con ironía rodando mis ojos.

- Melody, ¿por que no te pones en el lugar de nosotros y piensas en cómo sería tu reacción al, por ejemplo, verme a mí llegando con el estúpido bate en mis manos? Ni siquiera hace falta recordarte que cosas hizo él con ese objeto. Pero ponte a pensar, Melody. Al igual que cuando fuiste con él junto a Carl.

- Ya sé que estuve mal, Tara. Lo sé perfectamente. Pero creo que es tiempo de superar aquello.

- Te arriesgaste con personas que tranquilamente pudieron acabar contigo, Melody. ¿No te pusiste a pensar en lo que habrá pasado por la cabeza de Daryl? ¿Todo lo que sufrió en el puto santuario aquel?

Mierda.

¿Por qué duele?

Las palabras de mi amiga y compañera me hacían abrir los ojos. ¿Como no pensé en aquello? Es obvio que Daryl se puso así por una única razón, y es simplemente que ya sufrió demasiado, no podría soportar vivir otra cosa así, y yo estaba siendo una ignorante sin pensar en él. Mierda. Ahora sí lo entendia todo.

- Duele escuchar la verdad. - le digo en un hilo de voz a Tara. Ella me regala una triste sonrisa. - Pero no sé qué hacer. De todas formas, él no me habla.

- Sabes cómo sobrellevar a ese cabrón, Melody.

- Tara, ¿lo ves aquí? - digo quedandome quieta en mi lugar, extendiendo mis brazos. - ¿Lo ves por alguna parte? Claro que no. ¿Por que? Porque se va todo el puto día a Hilltop o el Reino y ni se le ocurre aparecer hasta la medianoche.

- Entonces hoy sea la hora que sea lo esperas y como personas civilizadas hablan. No lo son, creo que pretendo mucho de los dos, pero al menos intentenlo.

Ella sonríe ante su propio comentario y yo la fulmino con mi mirada, aunque me enfado conmigo misma porque sé que tiene razón.

**

- ¿Podemos hablar? - pregunto timorata a Michonne dentro de su casa. Ella se encuentra limpiando su preciada katana, sin enfocar sus ojos en mi, pero asiente con su cabeza. - Vine a pedir perdón.

- ¿Perdón de que? - pregunta con indiferencia.

- Michonne, no hagas las cosas complicadas.

- Melody, no hago las cosas complicadas. - suspira cansada y deja a un lado su filosa arma. Mis manos sudan y juegan entre si, nerviosas. - Fue un hecho suicida lo que intentaste hacer en la celda, además que también antes te dignaste por viajar al santuario y pedir su bate. Todos tenemos odio hacia él, no te creas que no. Pero deberías dejar de estar pendiente de él y vivir el presente. Tienes una hija, Melody. Tienes que pensar en ella al menos.

- Ya lo sé. Sé que si sigo así, a éste paso, lo único que lograré será terminar con un final bastante malo, y no solo para mí. Es por eso que estoy pidiendo perdón. Porque me dí cuenta de que las cosas que hice fueron de una Melody inmadura que ya quedó en el pasado. Y que no volverá a pasar nunca más.

Me regaló una sonrisa cálida que aflojó todo mí cuerpo, quitándome los nervios. Estaba realmente con un peso menos encima. Me sentía al menos bien con ella, y era de gran importancia, porque ocupaba aquel lugar de madre que se ausentó en mi vida desde los cinco años.
Sin permiso la abracé, ella me aferro a sus fuertes brazos de inmediato y las dos reimos al instante. Diablos, había echado de menos a esta Michonne. Muy de menos.

- Entonces... ¿Estamos bien? - le pregunto y ella asiente, separándose de nuestro abrazo.

- Arriba está Rick. - me dice cambiando su semblante rápidamente, poniéndose sería. Yo trago gruesamente.

- Yo... No creo ahora poder.

- Pudiste conmigo.

- Es diferente el problema que tengo con él y lo sabes. - el tan solo hecho de recordar el momento en el que levantó su mano pero Ezekiel lo detuvo me pone los pelos de punta.

- Te echa de menos, Melody.

Y yo también a él. Claro que lo echaba de menos, muchísimo. Rick era una de las personas más importantes en esta vida. Era mí amigo, mí líder, mí padre. Era todo. Y extrañaba reírme junto a él, discutir también, incluso el tan solo hecho de mirarnos. Lo extrañaba, pero no estaba segura de si poder hacerlo o no.
Michonne nota mí mirada y con una pequeña sonrisa tira de mí brazo, obligándome a ponerme de pie de su sofá, llevándome por las escaleras. Respiro profundamente en cada escalón que piso y por dentro pienso en el discurso que le daré. ¿Y si en realidad es él quien está enojado conmigo? Fui una mierda con todas las cosas que le dije, y si ahora optaba por darme una buena bofetada, simplemente la aceptaría, porque me lo merezco.
Omito que algún sonido tierno salga de mí garganta, pero la escena es tan bonita que realmente me conmueve y llega a tocar lo más profundo de mí corazón. Se encuentra sentado frente a la ventana de la habitación de su pequeña con ella sobre su regazo ya dormida, mientras le leía un libro infantil, sin percatarse que la menor de los Grimes ya había llegado a su tope. Michonne sonrió ante eso y carraspeó a propósito, llamando su atención, haciendo que él sonría nervioso y al verme, toda la expresión se le borre al instante. Si, yo también estoy igual que tú, Rick.

La samurái me empeja con su mano sobre mi espalda hacia delante, adentrándome en la habitación para luego cerrarla e irse de allí. Respiro pesadamente, ¿que me pasa? Siento como si estuviese frente a un peligroso extraño que está a punto de hacerme daño. Vamos, él jamás podría hacer eso por más que quisiese.

- Hola. - habla por fin antes que yo, tras darle un beso en la frente a su pequeña revoltosa.

- Hola. - digo yo entrelazando mis propios dedos, moviendolos lentamente nerviosa.

- ¿Y Vega?

- Está con Tara. - digo sonriendo y él me copia de inmediato. - Si... Se quieren mucho.

- Es una gran niña.

- ¿Soy la única que siente que esto es incómodo ahora? - pregunto riendo y él no aguanta más. También ríe fuertemente, sobresaltando a Judith quién abre apenas sus ojos adormilados. - Shhh.

Recuesta a la niña sobre su cuna con cuidado y mete sus manos en los bolsillos de sus pantalones. Su mirada está llena de pena y le da vergüenza mirarme como a mí también me da vergüenza mirarlo a él. Siento que estoy frente a un desconocido con el cual nunca he hablado y no sé nada de él. Odiaba sentirme así, no era justo para ninguno de los dos.

- Alexandria se volvió un lugar ajeno para mí. - empiezo a hablar yo y el sheriff mayor me dedica una mirada llena de pena. - Si, ya no es como antes. No me siento cómoda. Rosita, Eugene y Tara son los que medianamente me ayudan a que todo sea igual que siempre, pero no me siento a gusto, Rick. Con Michonne arreglé las cosas recién, pero la he echado de menos más de lo que te puedas llegar a imaginar. ¿Daryl? - lanza una risa irónica. - Ni siquiera me habla. Apenas me debe mirar. Ya te das cuenta tú de esas cosas, porque desaparece todo el día a no sé dónde, y vuelve a la noche. No sé si porque tiene que hacer cosas importantes con las otras comunidades, o si lo hace para evitarme a mí. Creo que es lo mismo que si nada, Rick. Y luego estás tú. - le digo con una sonrisa llena de tristeza. - Quién considero a un padre y que hace más de dos semanas no habla ni una sola palabra conmigo, y yo mucho menos con él. Sé que fue más por mí culpa que por la tuya todo esto, Rick. Pero... Estoy arrepentida de todo. Creo que sí me voy a un lugar mejor, lejos del innombrable, todo sería diferente. Y a nadie le importaría, ni siquiera a quien yo creí que era mí otra mitad.

- A mi si me importarías. - se acerca más a mí y nuestra distancia es poca. Rick desciende una de sus manos hasta la mia y la sostiene con fuerza. - No podría permitir mantenerte lejos, Melody. ¿Cuantas veces tengo que decirte que eres aquella hija mayor que no tengo? - me dice riendo y yo palmeo su brazo a modo de broma. - Puedo hablar con Daryl, hacerlo entrar en razón. Pero no quiero que te vayas, ni que alejes a Vega tampoco. Todos la queremos, a ella y a ti. No puedes alejarte.

- Fui una horrible persona contigo. - le digo con las lágrimas a flote, sintiendo mi labio inferior temblando con cada palabra que digo, al igual que mi voz. - Me he ido a la mierda en las cosas que te dije, pero sabes que ninguna es verdad. Yo no quise echarte la culpa, Rick. No quise meter a Glenn y Abraham.

- Ya lo sé, Melody. - me dice él pasando su pulgar por mi mejilla húmeda. - Pero me lo merecía de todas formas. Sé que hasta el día de hoy te sigue molestando la decisión que tuve con Negan. Lo entiendo, y quizás ahora me dé cuenta de que fue un error. Pero...

- No. - le digo rápidamente. - Tienes razón. No somos como él. Nunca lo fui, en realidad. - le digo riendo y él se contagia de mi risa. - Pero sé que ustedes si lo fueron. Y ya eso quedó en el pasado. Creo que sería peor que siguiera afuera, aún queriendo que nosotros cumplamos sus órdenes. Ya eso no volverá a pasar.

- Te prometo que esto valdrá la pena el día de mañana, y que no voy a permitir que te haga nada ni a ti, ni a Vega.

Nos fundimos en un fuerte abrazo que hacía tiempo necesitaba, mi cabeza se había quedado sobre su pecho y sus manos se reposaban en mi espalda. Definitivamente era el Rick Grimes que tanto había extrañado y que me arrepentía muchisimo de haber iniciado una fuerte pelea con él para que las cosas acabarán de mal forma. Todo estaba saliendo bien, tanto como con Michonne y con él. Ahora solo me quedaba una sola persona, y... Dudaba demasiado que actuara igual que ellos al perdonarme.

- Así que... ¿Te atreviste con mi hijo a darle un baño a Negan? - pregunta al separarse de mi, lanzando una fuerte risa y yo lo copio al instante.

- Un buen baño de agua fría. Quizás tú te hubieses merecido uno mientras yo seguía enojada contigo. - le digo riendo y él me fulmina a modo de broma con su mirada.

**

Narrador omnisciente:

Tal vez Negan se sentía más solo que nunca y así y todo él mantenía con su cabeza firme esa actitud intolerante que nadie soportaba. Pues no quería demostrar que realmente estaba derrotado, porque aunque así fuese, a él le costaba admitirlo. ¿Amigos? Él consideraba que tenía dos. Carl y Daniela. Aunque... La muchacha era diferente. Claro está que antes ellos hicieron cosas que van más allá de una amistad, pero ahora tras las rejas todo era diferente, y ella era la única quien le contaba todo los chismes de Alexandria, así como también cada movimiento que Melody daba. Se había convertido en una clase de espía personal.

- ¿Así que el perro sucio sigue sin hablarle? ¡¿Por mi culpa?! - exclama el ex líder de los Salvadores dando un aplauso en el aire, sintiéndose victorioso. - ¿Lo ves, nena? Tras las rejas y todo sigo causando polémica.

- Se lo merece. - le dice ella con rabia en su voz. - Se merece cada una de las cosas que le están pasando.

- De todas formas no te puedes tirar al perro sucio. - dice él con gracia y Daniela le fulmina con la mirada. - Vamos, mujer. Es una puta broma. ¿Donde está tu humor?

- Vamos a ver si tienes tú humor cuando te cuente algo que deje pendiente hasta un momento adecuado. - ella se acomoda sobre la silla que estaba al lado de los barrotes y pasa sus dedos por ellos, con un aire arrogante, superficial y misterioso. Negan la observa con una oscura mirada, pensando en lo ridículamente provocadora que ella está siendo, pero así y todo, muere de la intriga por saber que es aquello que le debe contar.

- Sabes muy bien que no debes dejarme con la puta intriga de mierda a mi, Daniela. - su tono ya es diferente y la muchacha piensa en cómo se pondrá cuando se entere de la noticia que ella se guardó durante dos semanas.

- ¿No te dió curiosidad saber porque ella fue al santuario?

- Melody es una niña revoltosa, nunca sabes que mierda está haciendo porque siempre se mete en cosas que no debe y provoca un gran lío en eso. Si lo hice, fue porque me imaginé en diferentes ocasiones a su perro inmundo gritándole y haciéndola sentir una mierda, que eso es lo que es.

- Yo fui con ella. - confiesa Daniela. Pues nunca le había dicho aquello, se lo había ocultado también. Negan la mira seriamente. - Me utilizó de chófer, yo ni siquiera sabía, pero esta loca como una puta cabra, era capaz de matarme. - confiesa recordando cuando Melody la amenazó con su arma. - Fuimos solo las dos, pero volvimos siendo tres.

- ¿Trajo a un puto salvador? - dice riendo, imaginando la reacción de los demás con ella, furiosos y gritándole. - ¡Mierda! De tan solo pensarlo me arrepiento de estar aquí en una puta celda y no haber disfrutado de la cara de todos.

- No precisamente un salvador... - dice su amiga bajando su mirada, ocultando la sonrisa perversa que sus labios querían provocar. - Pero...

- La puta intriga me está haciendo rabiar así que habla de una puta y maldita vez, Daniela.

- Trajo a tu querida Lucille.

Fue solo escuchar esas palabras que Negan se puso de pie de un respingo y sus manos se convirtieron en puños. Daniela sabía que se iba a poner así y río, disfrutando de la escena y de por fin haberse liberado con aquella noticia que había dejado pendiente por dos semanas.

- ¡¿Que mierda hizo?! - grita con furia, sujetandose de los barrotes. - ¡¿Trajo a Lucille?! ¡¿Tocó a mi puta Lucille y la trajo aquí?!

- Fue un acuerdo que tuvo con Dwight, no se mucho de eso, tampoco sé si le dió algo a cambio, pero estuvieron un rato largo juntos mientras que yo era vigilada por uno de tus hombres. - explica ella rápidamente. - Lo siento, sabía que...

- ¡Ese hijo de puta se aprovecha de mi Lucille! ¡No es algo con lo que putas se pueda negociar! ¡Es un hijo de puta! ¡Ella lo es!

- ¡Calmate! - grita ella alejándose de las rejas. Pues Negan estaba descontrolado. Había lanzado la bandeja con comida que le había llevado ella junto al vaso, la única silla que tenía allí él la tomó con todas sus fuerzas y la lanzó hacia la pared, y la mesa que tenía solo naipes ahora estaba dada vuelta. Definitivamente no fue buena idea, y ella pensó que iba a reaccionar mal, pero no a tal punto de volverse loco y tirar cosas. - ¡Ya no la tiene! ¡Dwight se la volvió a llevar! ¡Tranquilizate!

- ¡Toco a Lucille! ¡Mi Lucille! ¡Nadie, absolutamente nadie la toca sin mi permiso!

Por la mente de Negan pasaban muchísimos recuerdos con su bate y también con su mujer, que era la dueña de aquel nombre en el objeto. Ahora era cuando se sentía inferior a los demás y sabía perfectamente que no podía hacer nada al respecto por su preciada arma mortal. Ahora sabía que se sentía estar tras las rejas solo y sin nadie, sin ningún puto poder. Estaba a la deriva, definitivamente.

- ¿Sabes que putas cosas estarían pasando ahora afuera si esto hubiese sucedido mientras yo estaba del otro lado de estas putas rejas de mierda? - pregunta Negan hablando aceleradamente. Daniela niega con miedo. - Le arrebataría a mi puta Lucille y se la aplastaría en su cabeza sin piedad alguna, sin siquiera dejarle decir sus putas últimas palabras, delante de todo el mundo, no me importa de quiénes, pero la dejaría sin ninguna puta existencia de mierda porque eso es lo que se putas merece.

- Lamentablemente no puedes hacerlo. - le dice ella y ahora Negan no entendía si era su amiga o su contrincante. ¿De que lado estaba?

- Que haya tocado a Lucille es algo que no voy a perdonar ni olvidar fácilmente. No me conoces a la perfección, Daniela. Pero creeme que con eso firmo su propia acta de defunción.

**

Narra Melody:

Durante toda la tarde la pasé con Vega, Rick y Michonne en la casa de ellos, disfrutando nuevamente de nuestra amena compañía. Judith estaba demasiado celosa de Vega en los brazos de su padre y llamaba la atención todo el tiempo, incluso lloraba aproposito lo cual nos hacía reír. La niña era demasiado revoltosa, a tal punto que cuando yo tomé nuevamente a mi pequeña en brazos y ella lo notó, con mucho enojo le lanzó por los aires su vaso de plástico a Rick, quien lo recibió en su cabeza y ahora tiene una marca roja en medio de su frente. Claro está que con Michonne reímos sin parar y eso enfurecer más aún a Rick, pero de todas formas luego de segundos se unió a nosotras y empezó a correr por toda la casa a la pequeña Grimes que disfrutaba de la situación.

Y recordando aquellas escenas que pasé horas atrás, ahora me encuentro en el sofá de la habitación de Vega, amamantandola y observando atentamente como sus ojos se cierran poco a poco, entrando en un profundo sueño.
Su cabello cada vez se aclara más, jamás se me ocurrió la idea de pensar en tener una hija rubia ya que yo no lo era, pero considerando en el que padre si, definitivamente me alegraba de que heredará aquella mata rubia que me volvía loca. Iba a ser preciosa, más de lo que ya era, y con todas mis ansias espero poder vivir ello, junto a su padre, hombre que al parecer lo he llamado con mis pensamientos.

Se aparece por la puerta asomando su cabeza, cambiando su semblante curioso a serio al verme a mí. ¿Tan mal le cae mí presencia?

- Pensé que no había nadie. - dice fríamente.

- ¿Estas bien? - pregunto al notar el cansancio que sus ojos tienen. No me responde, y se va por donde vino.

¿Enserio va a hacer las cosas así de difíciles? ¿No le bastaron estas dos semanas? Mierda, que temperamental era este hombre.

Recosté a la niña en su cuna y con temor bajé las escaleras. El ballestero se encontraba con su respectiva ballesta que justamente la estaba guardando en uno de los muebles donde teníamos nuestras propias armas.

- ¿Vas a hablarme o me voy? - le pregunto en un hilo de voz, cruzándome de brazos.

El frío Daryl se da la vuelta y se cruza de brazos igual que yo. Sus labios se aprietan y forman una fina línea, mientras que poco a poco se acerca a mí y se sienta en el sofá que está a mí lado. Pues yo lo copio, sentándome al lado de su cuerpo, pero manteniendo una cierta distancia.

- Pasaron dos semanas, Daryl. - susurro cabizbaja. - No soporto que estés todo el día lejos de mí y regreses por la medianoche. ¿Quieres gritarme? Hazlo. Pero al menos dime una puta palabra.

- Te fuiste al puto santuario por un error que hice. Pensaste que iba a ser mejor eso antes que escuchar una puta explicación mía. - me dice con su voz grave que hace que mí piel se estremezca. - ¿Pensaste en si yo soporté eso? ¡Me quedé aquí porque me lo pediste, Melody! ¿Cuantas veces te pedí cosas y no las cumpliste? ¡Te pedí que me escucharás aquel puto día y preferiste hacer oídos sordos! - exclama enfadado. Yo juego con mis manos nerviosa, asumiendo que tiene razón. - ¿Te pensaste que te iba a esperar con aplausos y bombos? No, Melody. Estás equivocada.

- No esperaba eso pero...- me interrumpe rápidamente.

- No. Ahora vas a escucharme. - ordena con su voz firme y yo me pongo más nerviosa. - ¿Que mierda se te cruzó por la cabeza cuando fuiste a darle un puto baño al hijo de puta? ¡Fuiste directo al suicidio! - grita removiendose en su lugar. - Pero no, no lo entiendes, tu puta inmadurez hace que no entiendas un carajo.

- ¿Que tengo que entender? - pregunto por fin.

Creo que pocas veces le habré tenido miedo a Daryl, pero ahora era indescriptible el temor que corría por mis venas. Sus ojos estaban inyectados de furia, clavados en los míos, mirándome sin parpadear. Respiré nerviosa y él rompió la distancia que teníamos, tomando mis manos con fuerza.

- Si te pasaba algo allí iba a ser mí puta culpa, Melody. Ya no quiero perder gente por mí culpa, no quiero... Perderte. - titubea nervioso y siento el temblor que sus manos tienen.

Mierda. Tenía razón. Yo no había considerado aquello. No había pensado en que él iba a ponerse así, que le iba a afectar. Fui una egoísta, una estúpida egoísta que no pensó en todo lo que sufrió en su pasado, en el santuario, en la fila, Glenn... Carajo. Soy una mierda.

- Soy una horrible persona. - intento quitar mis manos de las suyas pero él me lo impide, aunque me suelta para sostener ahora con fuerza mi rostro, obligando a que mis ojos se conecten en los suyos. - Con el tiempo me di cuenta que lo de Daniela no fue intención tuya, Daryl. Creo que al instante que lo escuché supe que había sido solo por su culpa. Sabes cómo soy.

- Una impulsiva de mierda. - me dice haciéndome reír.

- Estoy siendo tu reflejo, Dixon. ¿No se supone que tú también lo eres? Ballestero temperamental.

Y que raros que éramos. Ahora yo sonreía, y él me dedicaba una muy pequeña sonrisa también que me tranquilizaba todos mis sentidos y aflojaba el peso que mí cuerpo tenía.

- ¿Me perdonas? - pregunto timidamente, temiendo a su respuesta.

No sé porque le temo, si de repente sus labios ya están moviéndose sobre los míos, suave y lentamente. ¿Podia esperar algo mejor que esto? Creo que no.

Me sujeté fuertemente de sus brazos y toqué de ellos como si no hubiera un mañana. El calor que producían en las palmas de mis manos me tranquilizaban, me llevaban al mundo que solo Daryl Dixon era capaz de llevarme, junto a sus besos, a su mirada penetrante, sus caricias... Todo lo que él provocara.

Me senté sobre su regazo y la fricción que nuestros cuerpos hacían aumentaba rápidamente la llama que los dos habíamos encendido. Hacia meses que no nos tocábamos de esta forma, creo que desde que Vega tenía siete meses en mi vientre. Había olvidado lo que se sentía que sus dientes tirarán de mí labio inferior para que luego los suyos se depositaran en mi cuello. Pues los dos estábamos necesitados de nosotros mismos, de sentirnos otra vez, de reconciliarnos de esta forma como tantas veces hemos hecho.

- No ahora. - susurra sobre mi oído, jadeando. Yo me separo de él y lo miro sin entender.

- Vega está durmiendo, no hay problema. - le digo intentando prenderme desesperada a su cuello, pero él con suavidad me sostiene de los hombros.

- El problema es que no quiero darle un puto hermano tan rápido a la niña. - me dice con su voz ronca y yo me quedo quieta, comprendiendo sus palabras. Lo miro y es imposible no reír ante su semblante que irradiaba desesperación e impaciencia. - Luego, nena.

Me hace a un lado, dejándome nuevamente en el sofá. Suspiro derrotada pero acepto sus palabras. No puedo insistirle como lo hice la vez que estábamos con Sasha y... Abe, afuera, luego del encuentro en el bosque que tuvimos por primera vez con Dwight, Sherry y la difunta Tina. Si lo hacia, claramente íbamos a cometer nuevamente aquel fruto en mi vientre, y si apenas podía con una, no quería ni imaginarme con dos.

- Espera. - le digo sujetándolo de la mano. Él me mira desde su altura, entrelazando sus dedos con los míos. Pues me pongo de pie, corro los cabellos que estaban entre sus ojos, moviendolos hacia atrás, y pongo mí dedo pulgar sobre su bigote que me hacía cosquillas. Daryl rodó sus ojos. - ¿Estas enojado?

- No, Melody. - responde serio.

- ¿Estamos bien? - simplemente asiente. - ¿Seguro?

- ¿Quieres que me putas vaya de aquí? - amenaza con su mirada oscura y yo niego al instante. - Entonces deja de preguntar esas idioteces. - sonrio resignada y un beso fugaz se plasma en mis labios.

- Arreglé las cosas con Rick. - le digo de repente y a él parece como si sus ojos se iluminaran. - Si, hoy por la tarde. Con Michonne igual. Me di cuenta que fui una inmadura con todos.

- Por lo menos lo admites.

- Oh, vamos. Tú no admites lo amargo que eres a veces y yo no digo una mierda, Dix. - le digo riendo y él aprieta con su mano de mí cintura. - Me invitaron a comer, pues... Pensamos que ibas a volver más tarde, como siempre. ¿Podemos ir?

Sé que le molesta recordar las cosas que durante estos días estuvo haciendo, sé que está arrepentido, y yo también me arrepiento por eso, por recordarle las cosas segundo a segundo, pero es inevitable. De todas formas asiente, lo cual me alegra y hace que salte por dentro de la alegria. Una vez más nos volvemos a besar, y así como estamos, agradezco el por fin que todas las cosas se hayan acomodado en su lugar y que todo vaya marchando medianamente a la normalidad.

Solo por ahora.

**

Luego de cenar, aprovechando que el clima estaba agradable por la noche, decidimos ir hacia el porche de Grimes y sentarnos allí. Por más que frío no hiciese, Vega se encontraba con una manta encima y en los brazos de la samurai. Judith tenia una pelota que Carl había conseguido en una de sus salidas y ella la lanzaba todo el tiempo a mí o a Daryl, con la intención de que se la devolvieramos para repetir en bucle la acción.

- ¡Daryl! - le grito, regañandole cuando repica la pelota con fuerza en el suelo, haciendo que rebote hacia la calle. La pequeña Grimes se cruza de brazos y lo fulmina graciosamente con la mirada, frunciendo sus labios. - Pegale, Jude.

Me río aún más fuerte cuando Judith cumple con mí orden y viene hacia Daryl, levantando su mano y con todas sus fuerzas pegándole en su rodilla. El Daryl juguetón que siempre anda escondido por lo profundo de su mente sale a flote e imita una queja dolorosa, haciendo sentir victoriosa a la niña que me mira con una pequeña sonrisa maléfica.

- Es una Grimes, definitivamente. - le digo a Rick quién se encuentra riendo. - ¿Que esperas? Ve y busca la pelota. - le ordeno a Daryl quién pone sus ojos en blanco y a regañadientes se pone de pie.

- ¿Crees que es el momento ahora? - escucho que Michonne le susurra a Rick. Pues era obvio, ella se encontraba a mí lado.

Indiferente al tema tomo las pequeñas manos de Judith y juego con ellas, haciendo que la niña ría animadamente. Daryl rebota por el asfalto la pelota y cuando yo alzo mí vista él me la lanza y yo la atrapo rápidamente entre mis manos.

- Toma, pequeña. - le digo a Jude, entregándole el balón. Ella lo toma y está vez se lo tira a su padre en sus pies, quien comienza a hacer maniobras como si se tratase de un perfecto futbolista profesional.

- Oh, vamos. - dice Michonne riendo.

- Hasta cien, Rick. - le dice Daryl y es en aquel momento que el sheriff mayor pierde la estabilidad.

- Idiota. - le dice a Daryl y el ballestero sonríe victorioso. Grimes toma la mano de su muchacha, ayudándola a levantarse con Vega en sus brazos y rodea su cintura con un brazo, depositandole un tierno beso en los labios. - ¿Quieres ahora? - susurra pero no lo tan suficiente bajo. Daryl y yo lo escuchamos.

- ¿Que pasa? - me atrevo a preguntar. Jude recuesta su cabeza entre mis piernas, y yo delicadamente acaricio su rubio cabello.

- Quizás dentro de unos meses la ropa que ahora mismo Vega o Hershel llevan... Lo podrá usar un nuevo integrante. - dice Michonne repasando cada una de sus palabras.

Mí boca ahora mismo debe encontrarse en el piso, porque es tanta la sorpresa que llevo que no sé cómo reaccionar. La pareja ríe y es así cuando tomo a Judith sobre mis brazos y me acerco primero a la samurai, abrazándola rapidamente, por más que la pequeña Dixon no nos deje ya que se interpone en el medio. Veo como Daryl y Rick se dan ese típico abrazo varonil, palmeando con fuerza sus espaldas. Yo miro al sheriff mayor que tiene un brillo especial en sus ojos y me lanzo a sus brazos, aferrándome con fuerza a él.

- Felicitaciones papá. - le digo con una sonrisa de oreja a oreja, mirándolo fijamente a sus ojos.

La felicidad de la pareja es extrema, y veo el brillo que deslumbran en los ojos de Michonne, aquel brillo que jamás le he visto. Valoraba lo valiente que era, no todas las personas pueden seguir adelante cuando se pierde un hijo e ir en busca de otro. Es obvio que de seguro este bebé al igual que Vega, era inesperado. Pero de todas formas me alegraba un cien por cien ver lo fuerte que era Michonne. Ojalá pudiese ser como ella.

- ¿Donde está Carl? - pregunto. Estuvo durante toda la cena, pero ahora desapareció así de la nada. Su padre se encoge de hombros.

- Se duerme temprano últimamente. - responde Michonne. - Fue el primero en enterarse.

- De seguro ruega porqué un hombre aparezca en la familia. - digo yo y ellos ríen. - Y así la pequeña Jude lo vuelve loco y le arranque sus pelos, ¿verdad? - pongo mí voz finita y la niña sonríe, abriendo su boca y lanzando un largo bostezo mientras que con sus nudillos refregaba sus ojos. Rick cuidadosamente la tomo en sus brazos y comenzó a palmear suavemente su espalda.

Luego de unos veinte minutos en los que seguimos hablando de los proyectos futuros, decidimos volvernos a nuestra casa con Daryl, quién llevaba en sus brazos a Vega mientras caminaba.

- ¿Sabes? Hay veces que pienso en el futuro de ellos. De Vega, Hershel, Judith... Ahora el nuevo Grimes... Y, no lo sé. Es raro saber que cada uno de ellos nos va a representar, ¿no crees? - él lanza una risa irónica, burlándose de lo que yo digo. - Eres un idiota, no se puede hablar contigo. - digo cruzándome de brazos, ofendida.

- Y a ti no se te puede hacer una puta broma. ¿Que es lo que piensas?

- No te diré ahora. - le digo imitando ofensa en mi voz. Él suspira.

- ¿Vas a enojarte por aquella estupidez?

- No me equivoco cuando digo que eres un puto temperamental. - le digo sonriendo y rodeo con mí brazo su espalda, caminando pegada a él. - Nos representaran el día de mañana. Cada uno tendrá un poco de nosotros, incluso de quienes ya no estan. - digo pensando en Glenn y su pequeño futuro que ahora vive en Hilltop. - Tal vez alguno de nosotros no estemos cuando sean más grandes, pero de todas formas, ellos nos van a representar. Y créeme, la niña que tienes en brazos será idéntica a ti. Tu reflejo.

Entramos a nuestra casa en aquel momento que digo tales palabras y él me mira con algo de seriedad. ¿He dicho algo malo? Cierro la puerta y me quedo reposada en ella, poniendo mí cabeza gacha. ¿Por que de repente me siento intimidada de aquella forma con él? Es tan raro...

- Es tarde. - es lo único que dice y se da la vuelta, perdiéndose por las escaleras.

Me encantaría poder entenderlo y saber de qué se trata lo que intenta demostrar con aquella actitud, pero no entiendo. Solo le dije que la pequeña sería su reflejo, nada más. ¿Le molestará eso? Creo que tendría que ser todo lo contrario, tendría que pensar que es prácticamente un halago.
Cansada de tener que lidiar minuto a minuto con su humor temperamental, subo las escaleras y entro a nuestra habitación vacía.

- Daryl, sabes que la niña duerme con nosotros. - le digo poniendo mis ojos en blanco mientras entro a la habitacion de Vega y observo como él la arropa.

- Shh. - dice molesto, poniendo su dedo índice en alto. - No va a dormir hasta los dieciocho años con nosotros. - me dice serio.

- ¡Es muy pequeña! - me quejo y él coloca la palma de su mano sobre mí boca. Yo lo miro fulminante, pero él a cambio me regala una oscura mirada intimidante.

- Solo estará un rato aquí, Melody. Luego vuelve a la cama, pero... Ahorremos los traumas a tan temprana edad.

Entendía cual era su punto.

Dios, frío Daryl Dixon que de repente se convertía en una llama ardiente. Muy ardiente.

Continuará...

Se viene un sheriff más a la familia, o tal vez una mini samurái, quién sabe.

Gracias por leer, hasta mañana beibis ❤

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

294K 12.7K 51
"Puede llegar hasta a ser ilógico enamorarse de una bestia, pero volteó sin pensarlo dos veces y corrió a sus brazos." ...
108K 7.8K 42
La tormentosa relación entre Hope y Loki se ve perfectamente maquillada cuando las cámaras y los flashes apuntan hacia ellos, escondiendo el cándido...
269K 32.9K 53
EN EDICIÓN Libro I "La Primogénita" Libro II "Choque de Reyes" Una niña, una esclava, una princesa. "-Eres mi hija. Eres una Targaryen. Aunque no t...
46.5K 2.2K 43
Brooke White se mudó a Nueva Orleans tratando de rehacer su vida y huir de su turbio pasado, pero una terrible tragedia ocurre durante una fiesta y s...