About The Unusual Suspects |...

By BreakinGalaxies

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EN EDICIÓN LENTA. [Libro #2 de la saga "About Werewolves and Witches"] NOTA: por favor, lee la primera secció... More

Epígrafe
I. Fue un muy buen verano.
II. Solo una pesadilla en el bosque.
III. El tatuaje
IV. Comportamiento que perturba.
V. El regreso de la mejor amiga rubia.
VI. ¿Pesadillas o locura?
VII. Los recuerdos de Isaac.
VIII. Hombres lobo en el banco abandonado
IX. Atrápame si puedes.
X. Sacrificios humanos.
XI. Los fantasmas de Meredith.
XII. Detención.
XIII. Druidas y darachs.
XIV. El viaje escolar.
XV. Ríete, casi me muero.
XVI. Motel California. Parte I
XVII. Motel California. Parte II
Capítulo 8: Currents
Capítulo 8: Currents. Parte II
Capítulo 9: Open Mind
Capítulo 9: Open Mind. Parte II
Capítulo 10: The Girl Who Knew Too Much
Capítulo 11: The Overlooked
Capítulo 12: Alpha Pact
Capítulo 13: Lunar Eclipse
Capítulo 13: Lunar Eclipse. Parte II
Capítulo 14: Lose Your Mind. Parte I
Capítulo 14: Lose Your Mind. Parte II
Capítulo 15: Anchors. Parte I
Capítulo 15: Anchors. Parte II
Capítulo 16: More Bad Than Good. Parte I
Capítulo 16: More Bad Than Good. Parte II
Capítulo 17: Galvanize. Parte I
Capítulo 17: Galvanize. Parte II
Capítulo 17: Galvanize. Parte III
Capítulo 17: Galvanize. Parte IV
Capítulo 18: Riddled. Parte I
Capítulo 18: Riddled. Parte III
Capítulo 19: Letharia Vulpina. Parte I
Capítulo 19: Letharia Vulpina. Parte II
Capítulo 19: Letharia Vulpina. Parte III
Capítulo 20: Echo House. Parte I
Capítulo 20: Echo House. Parte II
Capítulo 20: Echo House. Parte III
Capítulo 21: The Feeling of a Memory. Parte I
Capítulo 21: The Feeling of a Memory. Parte II
Capítulo 21: The Feeling of a Memory. Parte III
Capítulo 22: De-Void. Parte I
Capítulo 22: De-Void. Parte II
Capítulo 22: De-Void. Parte III
Capítulo 23: Oak Creek. Parte I
Capítulo 23: Oak Creek. Parte II
Capítulo 24: The Divine Move.
Capítulo 25: Hurts Like Hell
Capítulo 26: Somewhere Over the Rainbow
Agradecimientos

Capítulo 18: Riddled. Parte II

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By BreakinGalaxies

Maratón: 1/8

Suspicious

La respiración del sheriff se corta tras recibir la noticia de la desaparición de Stiles y su rostro se desfigura en temor al asimilar el peligro en el que está.

—Si el Jeep desapareció, es allí por donde empezaremos —nos dice tras unos segundos de silencio y luego se gira hacia un joven policía que se encuentra detrás del escritorio junto a nosotros—. Parrish, lanza una orden de búsqueda para un Jeep CJ-5 azul, de 1980 —El joven policía, que no debe estar ni cerca de los treinta, asiente y de inmediato se pone a teclear sobre el ordenador frente a él. El sheriff se gira hacia un oficial de más años—. Córdova, quiero una lista de sótanos industriales o subniveles de cualquier edificio donde él pudiera haber ingresado mientras estaba sonámbulo.

»Es la noche más fría del año —Alza la voz, obteniendo la atención total de todos los oficiales en la sala—. Y él está allá fuera descalzo y con tan solo una camiseta, podría ya estar hipotérmico. Movámonos rápido. Pensemos rápido. Ustedes tres, vengan conmigo —nos dice a Isaac, Meredith y a mí. Nos metemos a la oficina del sheriff sin emitir palabra alguna—. Okay, ¿hay algo que tengan que decirme que no pueda decírselo a los otros? —inquiere al cerrar la puerta.

—Lydia y Meredith sabían que desapareció.

— ¿Pueden ayudar a encontrarlo?

—Lydia está trabajando en ello —responde Isaac. Soy consciente del tono ligeramente mordaz que acompañó a sus palabras, el sheriff parece no notarlo, por lo que dirige su mirada inquisitiva a mi hermana.

—No lo sé —responde, moviendo la cabeza de un lado a otro y encogiendo los hombros—. Ni siquiera estoy segura de cómo es que supe que algo andaba mal.

—Bien —El sheriff parece un poco decepcionado por las palabras de Meredith, suelta un suspiro y luego me mira de nuevo—. ¿Algo más?

—Llamé a Derek y Allison por ayuda.

— ¿Pueden encontrarlo por el olfato?

Estoy por contestarle cuando hay unos toquidos a la puerta y un segundo después el oficial Parrish está dentro de la oficina.

—Lo tenemos señor. Encontramos el Jeep. Está en el aparcamiento del Beacon Hills Memorial.

No hay necesidad de que diga más. Todos salimos de la oficina con pasos apresurados, el sheriff ordena que otras tres patrullas se dirijan también al hospital sin detener su carrera a la salida y en pocos segundos todos nos encontramos afuera, subiendo a nuestros vehículos.

Meredith es la primera en adentrarse en la carretera en el auto de mamá, el cual no vi estacionado frente a la casa de Stiles cuando llegamos allí minutos atrás; Isaac y yo, montados en mi motocicleta, les seguimos a ella y al sheriff. Las patrullas no tardan en seguirnos ni en encender sus sirenas.

—Sé que dije esto antes, pero realmente me da mala espina que Meredith estuviera en el cuarto de Stiles, luciendo tan calmada y que no quisiera quedarse con Lydia a averiguar lo que sea que hubiera allí —enuncia Isaac luego de un minuto de camino.

Quiero renegar, contradecir sus palabras, pero tiene razón. Mer ha estado muy calmada, demasiado como para levantar sospechas. Sin embargo no quiero pensar ahora mismo en eso. Ahora solo quiero salvar a mi mejor amigo.

Al llegar al hospital aparco a unos metros del Jeep de Stiles y tanto Isaac como yo nos apresuramos a correr hasta el vehículo, el cual resulta estar muerto pues las luces se han quedado encendidas, provocando que la batería se agotara.

Meredith pregunta a nadie en particular por qué Stiles vendría aquí y en un segundo ella, el padre de Stiles, los oficiales, Isaac y yo estamos corriendo hacia el interior del hospital. Mamá trota hacia nosotros, seguramente el sheriff le avisó sobre la situación cuando veníamos en camino.

—Seguridad está haciendo un barrido de cada piso. Nada aún —informa.

— ¿Qué hay del sótano?

—Síganme.

— ¿Huelen algo? ¿Él sigue aquí? —inquiere Mer a mi lado cuando los oficiales y el señor Stilinski siguen a nuestra madre por los blancos pasillos.

—Sí —Isaac es quien responde cuando comienzo a caminar en dirección contraria a la que la policía ha ido. Escucho el corazón de mi hermana acelerarse momentáneamente, esperanzada—. Todo el lugar huele a él.

—Eso es bueno, significa que podría seguir aquí —señalo en un murmuro al tiempo que abro la puerta que da a las escaleras de emergencia.

— ¿No estamos yendo en la dirección equivocada? —Masculla Mer cuando comenzamos a subir las escaleras—. Creí que Stiles había dicho estar en un sótano.

—Sí, pero su esencia se concentra más en esta dirección —le comunico y entonces decido hacer la pregunta a la que no he dejado de darle vueltas desde que la vi en la habitación de Stiles—. Exactamente, ¿cómo lo supiste?

—Yo... No lo sé. Fue... extraño.

— ¿Qué se supone que eso significa?

—Significa que estaba sirviendo alcohol a un grupo de universitarias cuando sentí... sentí...

— ¿Sentiste qué cosa? —insiste Isaac con desconfianza.

—Fue como tener un mal presentimiento —explica, sonando un tanto confundida—. Solo que amplificado por mil a la quinta y... No lo sé. Fue demasiado extraño, y esperaba estar equivocada sobre la razón del por qué Stiles no estaba en casa, pero entonces Lydia y Aiden entraron y supe que él realmente estaba en peligro.

Ni Isaac ni yo decimos nada más al respecto. Creo que ninguno está cien por ciento seguro de sus palabras y eso me hace sentir mal, pues desconfiar de mi hermana es lo que menos quiero hacer. La escucho suspirar y por el rabillo del ojo veo que abre la boca, pero nada sale de ella y entonces baja la cabeza. Aunque continuamos nuestro trayecto a la azotea sin emitir otra palabra, sus desaforados latidos no dejan de retumbar en mis oídos.

No le pregunto por lo ocurrido en la casa de Stiles, sobre cómo hizo que Lydia expresara las palabras que ella no dijo (porque estoy seguro de que eso fue lo que ocurrió), y quizá debería haberlo hecho, pero cuando esta idea llegó a mi mente ya me encontraba abriendo la puerta que nos llevaba al exterior y al segundo siguiente mis ojos captaban la figura de Derek a unos cuantos metros de nosotros.

—No está aquí. Ya no —grita, dándonos la espalda.

— ¿En todo el edificio?

—Se fue.

—Iré a decírselo a Stilinski —murmura Isaac. Me giro hacia él.

—Trata de encontrar a Allison. No contesta su teléfono —Él asiente y trota de vuelta a las escaleras de emergencia. Capto los ojos de Meredith sobre mí, preocupados y temerosos, y siento el impulso de consolarla pero en su lugar decido acercarme a Derek, mi desconfianza sobre ella creciendo cada vez un poco más.

— ¿Notas lo fuerte que es el olor aquí? —Hale me cuestiona en cuanto estoy a su lado—. ¿Has oído hablar de las señales químicas? Son señales químicas que comunican emociones —indica, sin darme tiempo a siquiera responder a su pregunta—. Nuestro sudor comunica la rabia, el miedo o el asco. Respira profundo, y dime lo que sientes.

Obedezco, cerrando los ojos también para mayor concentración. Capto un aroma extraño sobre el de Stiles, vagamente familiar, parecido a la canela pero más amargo. Una parte de mí quiere descifrar qué es exactamente, por lo que debo recordarme que eso no es importante ahora, sino que debo concentrarme en las emociones que ese aroma oculta.

—Estrés —Finalmente digo.

—Y ansiedad.

— ¿Qué hacía él aquí?

—No lo sé. Pero sin duda hubo alguna pelea.

— ¿Con quién?

—Con él mismo.

— ¿Por qué Stiles lucharía contra él mismo? —La voz de Meredith, aunque suena lejana, casi apagada, nos hace girar hacia ella.

—Eso es lo que tenemos que averiguar —declara Derek, sonando letalmente mordaz antes de caminar hacia la puerta gris y desaparecer detrás de ella, adentrándose en el edificio y dejando en claro que él tampoco confía en ella.

—Scott...

—Iré con el papá de Stiles —la interrumpo, caminando a la vez hacia las escaleras—. Tal vez hayan encontrado alguna pista en el sótano —digo y la escucho tragar con demasiada fuerza, casi como si se le complicara deslizar la saliva por su garganta, antes de oír sus pasos débiles y cortos detrás de mí.

Quizás ella no sea parte de la desaparición de Stiles.

Quizás ella no sepa quién es el nogitsune.

Quizás ella no sea el nogitsune.

Quizás... nos esté engañando a todos de nuevo y ella esté detrás de todo esto.

Mi corazón se estruja ante el pensamiento, pero ahora mismo ella es mi principal sospechosa. Y la única.

(...)

Pasan alrededor de veinte minutos en los que el padre de Stiles ha estado a punto de perder la cordura por no tener ni la más mínima idea de dónde podría estar su hijo y en los que yo solo he podido mandar un mensaje a Lydia para informarle que no encontramos nada en el hospital, que Derek ha ido a buscar pistas en la escuela y que Isaac ha ido en busca de Allison.

Quisiera salir y empezar a rastrear a mi mejor amigo, pero eso podría requerir más tiempo del que probablemente dispongamos, por lo que me quedo junto al sheriff y entre ambos tratamos de encontrar algo que  nos lleve a su exacta ubicación.

Meredith, por otro lado, se ha mantenido en completo silencio, sentada de manera estática en una de las frías sillas frente al área de recepción, luciendo triste y desorientada. Con bastante esfuerzo logro reprimirme de ir a sentarme a su lado y buscar las respuestas que mi cerebro y mi alma tanto ansían, convenciéndome a mí mismo de que por ahora debo mantenerme concentrado únicamente en encontrar a Stiles y no en averiguar si mi hermana es el nogitsune.

Devuelvo mi atención a lo que el sheriff habla por su radio, está dejando en claro que encontrar a Stiles es la prioridad número uno de esta noche, cuando de pronto Meredith se levanta de un rápido y brusco movimiento, captando tanto la atención del sheriff y mía como la de algunas enfermeras que pasaban cerca de nosotros.

—Meredith, ¿qué ocurre? —inquiere el señor Stilinski, acercándosele con pasos cortos, como si estuviera temeroso de la mirada perdida en sus ojos y su expresión ausente.

—Yo... creo que sé dónde está Stiles —contesta en un murmuro, logrando que también me acerque a ella—. Aunque no entiendo...

— ¿No entiendes qué? ¿Dónde está Stiles?

—Eichen House —dice, mirando al sheriff—. Ahí es donde él está.

— ¿Eichen House? —repite incrédulo, y comprendo el por qué, todo esto es muy raro—. Meredith, ¿estás segura? —Justo antes de que salga palabra alguna de su boca, su teléfono suena y su atención se desvía a la pantalla del aparato que no había notado traía en su mano izquierda—. ¿Meredith?

—Es Lydia —masculla—. Ella y Aiden van camino a Eichen.

Mi teléfono suena, alertando de la llegada de un nuevo mensaje.

Lydia | 1:24 a.m.
Stiles está en Eichen House. Aiden y yo ya vamos para allá.

—Es cierto —digo tras leer el mensaje—. Lydia va en camino a Eichen.

El sheriff arruga el entrecejo y mira a mi hermana con confusión escrita sobre todo su rostro.

—En ese caso debemos apresurarnos —indica antes de dar la media vuelta y hacer una seña a los oficiales que se encuentran al final del pasillo y ordenarles que le sigan al hospital psiquiátrico.

Le dedico una larga mirada a Meredith, dubitativo e inconforme con la forma en la que de pronto supo dónde encontrar a Stiles, mientras trota también hacia el exterior del edificio. Hay algo demasiado raro y sospechoso en esto pero, de nuevo, no es el momento para ponerme a analizar la situación, así que solo me queda esperar que esto no sea una trampa.

Salgo de mi ensimismamiento solo para correr hasta el estacionamiento y montarme en mi motocicleta para rebasar a los vehículos policiacos y llegar a Eichen House cuanto antes.

— ¡Scott! —Lydia exclama en cuanto paro la motocicleta junto a su auto, a medio metro de la reja de entrada, frente a la que ella y Aiden se encuentran—. Stiles está aquí, lo sé —afirma en cuanto he bajado del vehículo de dos ruedas y me acerco a ellos.

— ¿Cómo lo supiste?

—Las voces en el estambre —dice y miro a Aiden confundido.

—Confía en mí, esto es cada vez más confuso —Asiento, creyéndole.

— ¿Dónde está Meredith?

—Ella venía justo detrás del papá de Stiles.

Justo en ese momento el sheriff y otras dos patrullas estacionan detrás de nosotros. El señor Stilinski baja inmediatamente de la camioneta policiaca y se acerca a nosotros, preguntando a la pelirroja que tan segura estaba ella de esto. Lydia le jura que aquí es donde encontraremos a Stiles. Tocan el timbre junto a la reja y avisan de manera breve la situación a la voz que responde al llamado. La reja se abre y todos entramos a la propiedad del hospital Eichen. Extrañamente, Meredith no ha llegado.

En la recepción el sheriff se acerca a un enfermero, exigiendo de manera pasiva le den acceso a todas las habitaciones subterráneas. El hombre rechista, alterando al jefe de la policía y después de un par de largos minutos nos conceden el acceso, y mientras los subordinados del sheriff revisan el ala oeste, Aiden, el sheriff y yo seguimos a Lydia por el ala este.

— ¡Es aquí! —exclama luego de recorrer varios pasillos, deteniéndose abruptamente—. Es justo aquí —Señala la puerta al final del corredor a nuestra izquierda y el sheriff no tarda en correr hacia ella, abriéndola de una patada—. ¿Stiles?

Bajamos las escaleras a lo que parece ser el cuarto de calderas, está algo oscuro pero aun así nos es fácil saber que el lugar está completamente vacío.

— ¿Lydia? —Es todo lo que puedo decir, la decepción cayendo sobre todos nosotros como un balde de agua fría.

—No lo entiendo —musita con frustración—. Tiene que ser aquí.

— ¿Dónde está entonces? ¿Dónde está? ¡¿Dónde está?! —El sheriff le grita a Lydia, asustándola lo suficiente como para hacerla retroceder. Al notar esto su expresión furiosa desaparece al instante, siendo reemplazada por una de arrepentimiento y dolor—. Lo siento.

—No lo entiendo —Ella repite. Aiden coge su mano y la guía escaleras arriba. El padre de Stiles camina detrás de ellos con la cabeza baja y los hombros caídos, luciendo terriblemente desanimado.

Mientras les sigo, no puedo evitar en lo sospechosa que es la ausencia de Meredith en este momento, y tampoco puedo parar a mi cerebro de agregar más interrogantes a todo esto, como por ejemplo: ¿por qué no vino hasta aquí a buscar a Stiles?, ¿adónde fue en su lugar?, ¿qué está haciendo ahora mismo?, ¿esto confirma que ella realmente está de todo esto?

Mi cabeza comienza a doler, son demasiadas preguntas y ninguna respuesta.


N/A: Amores, lo prometido es deuda. La maratón de ocho capítulos ha comenzado. <:D

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