Dejé que las gotas frías recorrieran todo mi cuerpo hasta caer al suelo de la bañera.
Recosté mi espalda en la pared de la ducha y comencé a llorar y lamentarme por tercera vez en el día.
Necesitaba aflojar mi cuerpo y el agua fría es lo único que lo lograba.
Puse mi cabello oscuro de tal manera que semejaba una cortina frente a mis ojos. Abracé mis rodillas porque comenzaba a tener frío, pero no quería salir de donde estaba metida.
-Emm, salgo en 10 minutos- me gritó mamá desde el otro lado de la puerta.
Ella iba a ir de compras y se había ofrecido a llevarme a la casa de Nicholas. Hoy íbamos a intentar empezar y terminar el trabajo para no tener que encontrarnos luego.
-Suerte. Llámame si necesitas algo.
Le respondí únicamente ladeando la cabeza y toqué el timbre de la casa.
La puerta se abrió cuando el auto de mamá ya había tomado bastante velocidad, mostrándome la típica cara de cansancio de Cassidy un sábado por la mañana.
-Hola.
-Hola.
-Pasa, Nick está arriba.
No le ofrecí respuesta y caminé con mi bolso hacia el cuarto de Wintters. Al entrar a él, su dueño se encontraba vistiendo solamente un bóxer de color morado y luego de un vistazo panorámico, sentí ese remolino de emociones. Tenía su cabello alborotado y en su cara se notaba que recién se había levantado.
-Si eres algo amable, necesito que cubras tu cuerpo con algo ya que quiero estudiar sin incomodidades.
-Es tú problema, no el mio- contestó sin levantarse a hacer lo que le pedí.
-¡Quiero hacer esto rápido e irme por donde vine, pero no puedo si estás semidesnudo en mi presencia!
-Tú viniste a ni casa y me encontraste en estas condiciones, no haré nada para satisfacerte. Si tus hormonas están a punto de explotar no es mi culpa, tú no sabes controlarlas.
Está...está hablando del beso que no fue beso... ¡Yo no fui la que se acercaba cada vez más!
-¡Tú estarías igual si me fueras a encontrar en ropa interior en mi dormitorio!
Al parecer, era la única de los dos que estaba gritando.
Ninguno de movió de su lugar.
-La primera vez que te vi te encontré tirada, en corpiño, en el medio del sofá y no te dije nada. Ésa era tu casa, respeté tus reglas, ahora tú respeta las mías- luego de una pausa agregó- No me pondré pantalones, así estoy cómodo.
Estaba a punto de abofetearlo y gritarle, pero se me ocurrió una idea mejor: comenzar a trabajar e irme lo más rápido posible.
Me senté en la silla del escritorio y él en la punta de su cama. Sacamos la lista de Smith y comenzamos.
Debía anotar su nombre, apellido, fecha de cumpleaños, color favorito, deporte favorito, su hobby favorito, el miembro más importante de su familia, su pasado, qué quería ser cuando terminara la secundaria...
-Aún no lo sé- dijo- Lo único que tengo en claro es que no quiero ser como mis padres.
Anoté eso en una hoja borrador para luego poder hacer una mejor descripción.
Luego, todas las preguntas se volvieron mucho más personales.
-Va otra pregunta: ¿Alguna vez tuviste pareja? ¿Cuántas?
¿¡Es en serio Smith!?
Él me miró sin expreción alguna y luego buscó la pregunta en la lista a ver si en serio estaba allí o yo era muy curiosa. Pero en serio estaba allí.
-Solo una.
¿Qué? ¿Quién? ¿Por qué nunca lo mencionó? Bueno...yo nunca le mencioné acerca de Bradley y no es como si fuera muy normal andar por allí diciendo: "Hey, tengo un ex".
-¿Y tú?
-También, sólo una.
Tomó el bolígrafo e hizo un garabato en un cuaderno. No logré ver qué era.
-¿Eres virgen?
De nuevo se volvió a fijar si la pregunta estaba allí.
No respondió.
Después escribió en su cuaderno que yo lo era.
-¿Cómo sabes que soy virgen?
-Se te nota en el rostro. Tú eres más virgen que una monja.
-¿Disculpa? ¿Hay algún problema con eso?
-¿Acaso dije algo parecido?
-No pero me dices "Virgen" como si fuera algo malo.
-Nena, a tu edad, lo es.
¡Es un maldito bipolar!
-¿Eso significa que tú no eres virgen?
No respondió.
-Suficiente por hoy, me largo.
Él no objetó en contra de mi decisión. De hecho, se tiró en la cama como si no le importara nada.
Antes de irme escuché que Cassidy decía:
-Es un récord, 30 minutos juntos.
Esa noche me desperté al rededor de cuatro veces y en todas ellas me levantaba gritando como loca. Toda mi familia vino a ver qué me pasaba, pero les dije que estaba bien y que no abriría la puerta.
Oliver vino a verme, para mi sorpresa, también Alex y Pepper, pero a ninguno lo dejé pasar.
La única que fue muy inteligente fue Keiel, estaba a nada de derribar la puerta si no le abría en ese mismo instante.
Me llenó de preguntas; de comentarios acerca de lo que decían las personas del colegio; del periódico; y luego me dijo que esa noche saldríamos a una fiesta para que recordara lo que es vivir. Me dijo que no quería que el grupo que habíamos formado se disolviera, tampoco quería verme triste por semejante estupidez. Y sí, ella era la única que sabía que todo era por Nick.
-Mírame a mí. Zedd me dijo por chat, que lo nuestro no funcionaría. No sé de dónde sacó mi número y tampoco dejé que afectara mi vida. Sí que siento que me desmorono por dentro, pero no voy a cambiar nada por él, mucho menos voy a darle el gusto de verme decaída por su culpa.
Me tiré el en colchón desnudo de mi cama (porque no quería tomarme el trabajo de hacerla) y Keiel me acompañó dando pequeñas caricias a mi cabello.
-Yo soy tu mejor amiga, sé lo que piensas, sé lo que te pasa, pero quiero escuchar todo de tus propios labios- esperé para que continuara- ¿Tanto es lo que sientes por Nick? ¿Tanto te gusta?
Estaba al tanto de que ella sabía todo, sin embargo le respondí.
-No, no me gusta, me encanta.
-¡Ajá! -dice una voz
Mi hermano sale de repente de mi armario. No sabía que estaba allí y mucho menos cuándo y cómo había entrado.
-¿Desde cuando eres tan infantil como para espiar una conversación de chicas?- le dijo Keiel.
Yo le hubiera preguntado: ¿Desde cuándo se preocupaba tanto por mí?
-Desde que protejo a mi hermanita de idiotas como Wintters.
-¡Oh! Para mí siempre fuiste un infantil- luego de una pausa le dije- Vete Jamie, necesito estar a solas con Keiel.
-Yo sólo te advierto una cosa: Es mejor que te alejes de Wintters, te va a lastimar mucho y luego tendremos que ser nosotros el apoyo de tu consuelo.
Luego de eso, salió por esa puerta.
-Yo también tengo un consejo para ti- me dijo mi amiga levantándose- Si no luchas por lo que amas no llores por lo pierdes.
Luego salió por la misma y única puerta de mi habitación, dejándome sola.
Bueno, no tan sola, estaba acompañada por el dolor y la tristeza.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Iba a ir a terminar ese estúpido trabajo en la estúpida casa de Wintters. Pensé que eso iba a ser lo mejor, pero él llegó a casa primero.
Le abrí la puerta y sin siquiera darle la bienvenida hice que pasara.
Como el escritorio de papá estaba desocupado, fuimos a ese lugar así podríamos concentrarnos mejor.
-Es que yo estaba pensando...
-Uhhhh...eso no es bueno.
Quería golpearlo, sin embargo pasé por alto el comentario.
-Que podríamos rogarle a Smith que nos cambie de compañero.
-Eso sería una pérderdida de tiempo- dijo- Y no voy a gastarlo en ti y tus estupideces.
Seguí trabajando en silencio mientras una lágrima recorría lentamente mi mejilla. Él, al levantar la mirada vio mi estado, pero sin embargo siguió con su expresión dura.
-No llores- me dijo con su voz igual que su mirada. Extremadamente dura.
La última vez que lloré en frente de él, me abrazó y me dijo que le encantaban mis ojos. Ahora se ve que es diferente.
-Entonces controla los sentimientos que provocas en los demás.
-Eso no puedo hacerlo yo- tomó el lápiz y comenzó a escribir algo. Volvió a mirarme.
-Entonces no podremos estar cerca nunca más.
Ese comentario le afectó demasiado.
Tomó sus cosas y las metió en la mochila. Al parecer ya había terminado su trabajo. Pensé que se marcharía, pero se quedó allí sentado estudiando mi rostro y la forma en que había dicho las siguientes palabras:
-No puedo permitir que me sigas haciendo daño.
Me levanté y caminé hacia la puerta. Él me siguió.
-¿Piensas que tú no me haces daño a mí?
-¿¡Y yo qué te hice!? ¿Por qué me hablas así? ¿Por qué me tratas como si fuera una clase de tumor en tu corazón? ¿Por qué dejamos de ser amigos? ¡En serio que me gustaba estar contigo! ¡Te deshiciste de mí como si nada! ¡Y lo peor de todo es que no se por qué! ¡Explícame, por favor!
Me largué a llorar muy fuerte, después me tiré a sus brazos y lloré mojando su pecho. Pensé que no me devolvería el abrazo, pero sin embargo me rodeó en sus brazos y apoyó su mentón en mi cabeza. Sentí que sus brazos me estrechaban con más fuerza hasta soltarnos.
Me lo que quedé observando un momento. Él repitió el proceso conmigo y luego escuché lo que hace mucho quería oír.
-Lo siento. En serio lo lamento mucho, yo...estaba muy confundido, estoy pasando por momentos más que difíciles y te culpé a ti por todo. Ahora entiendes por qué sólo tengo a Isaac como amigo. También disfrutaba muchísimo de tu compañía, pero entiendo si aún quieres que estemos a distancia, yo también me haría lo mismo, me comporté como un idiota. Espero que puedas perdonarme.
Expectante, lo miré y volví a abrazarlo. En su hombro le susurré:
-Te perdono.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Siento como un alivio me recorre el cuerpo.
Ya volví a bañarme con agua caliente y mi humor mejoró, esa era razón suficiente como para dejar de encerrarme en mi cuarto y dejar de prohibir el acceso a cualquier persona a mi vida.
Los únicos que me preguntaron sobre mi humor fueron Keiel, Jamie y Oliver. A Oliver le dije que estaba con la regla; a Jamie que no iba a dejar que nadie me deprima así otra vez y a Keiel la verdad.
Esa noche, salimos con mi nuevo grupo de amigos a un boliche. Esta vez sí le comenté a papá y a mamá sobre la salida y me dejaron ir sólo por el hecho de que estaba Jamie conmigo y que no me querían ver deprimida otra vez.
Lo bueno de esa noche fue que me encontré con los Wintters en la barra y a él me lo llevé a la pista sin que nadie se diera cuenta.
Volvíamos a ser amigos otra vez.
Sólo amigos.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
-¿Vieron esto?- dijo papá alzando su taza de café para llevársela a la boca.
Leyó el periódico con sumo cuidado y atención:
《Hace unos días una muchacha, Emma es su nombre, salvó al hijo de la jefa de toda esta empresa de periódicos, Nicholas Wintters. Él afirma haber estado caminando muy tarde, sólo por la calle. Dos hombres armados aparecieron en las penumbras y se vio obligado a correr. Muy alarmado, trató de entrar en una casa para poder esconderse y resultó ser que ésta era la propiedad de Emma. Ella se encontraba mirando la televisión con el pequeño detalle de que estaba en ropa interior, lo ayudó y luego consiguieron librarse de los matones.
Los padres de Emma habían llegado a su casa y encontrar a su hija en esas condiciones los alteró muchísimo, pero luego comprendieron todo.
Esta chica en vez de entregar a Nicholas a los matones o a la policía, lo ayudó y le salvó la vida.》
-¿Por qué habría de publicar esto si pasó un mes atrás?- pregunté sentándome al lado de mi hermano.
-Es una forma de agradecerte, mi vida- replicó papá.
-A mí me hubiese gustado que me regalaran un Ferrari, con todo el dinero tienen...- comentó mi hermano.
Después llegaron esos típicos reproches de mis padres, diciéndole a Jamie que cada uno tenía lo que podía tener, que era un desagradecido y cosas así.
Como casi todas las mañanas, Alex pasó a buscar a mi hermano y Oliver a mí. Cuando llegamos al colegio, pasó la misma escena de siempre y la reportera vino a hacerme otras cuantas preguntas a mí y a mis amigos. Era muy extraño, nunca nadie entrevistaba a Astrid y sus cucarachas. Además de que nadie lee el periódico escolar.
-Vean esto...
Mi querido mellizo tiró en el césped en donde estábamos sentados el periódico que hoy leía papá. Iba a quitárselo, pero él se percató de eso alejando el papel de mí y leyéndolo en voz altísima.
-¿O sea que estabas en corpiño?
-¿Abusó de ti?
-¿¡Por qué no lo entregaste a la policía!?
No quería responder esas estúpidas preguntas así que me levanté y caminé hasta las escaleras del colegio. Justo sonó la bendita campana.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Oliver se había ofrecido a llevarme a casa al igual que Keiel, pero a ambos le dije que quería tomar un poco de aire y caminar sola hasta casa.
Nick se ofreció a caminar junto a mí, pero le dije que no porque sino tendría que volver caminado para buscar el auto.
Entré a casa y allí se encontraban Alex y Jamie jugando con esos endemoniados juegos de guerra. Como ninguno me prestó atención, me dediqué a subir a mi habitación para pasar tiempo con Cherry y leer un poco.
Me senté en mi cama mientras leía "Yo antes de ti" y un segundo después un avión blanco de papel aterrizó lentamente sobre mi regazo. Sorprendida, lo tomé y lo abrí, éste contenía un pequeño cartón rosa que decía: "Regresé, Emmita". Volteo el cartón y allí hay otras palabras incrustadas: "Mira por la ventana".
Me paré rápidamente y observó a través de la ventana que da a la calle.
Allí se encontraba él, parado como si nunca se hubiera ido.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Perdonen si los confundo con los repentinos cambios en actitud de Emma.
Si surgen dudas me preguntan.
Si sólo quieren comentar porque sí...es su decisión y no puedo privarlos de hacerlo.
Nick en multimedia.
Los quiero.
Besos
💋