Sweet Hell (Camren G!P)

By turningpages97

1.1M 48.5K 32.5K

Camila Cabello tiene dieciséis años, buenas calificaciones, y una familia típica de clase alta; un padre, una... More

Camila Cabello
Lauren Jauregui
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
N/A
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
N/A
Capítulo 17
N/A
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 (Parte uno: "La Final")
Capítulo 20 (Parte dos: "Preparaciones y Charlas")
N/A
Capítulo 20 (Parte tres: "La Fiesta")
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
¡Mi nuevo libro ya está disponible!
Fallas/errores en Wattpad
Capítulo 35
Capítulo 36 (Parte uno: "No Soy Como Ella")
Capítulo 36 (Parte dos: "Única")
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44

Capítulo 28

20.6K 950 560
By turningpages97

N/A: Sorry for the delay, enjoy my lovelies! ;) 

Lauren's POV

Mi dedo presionó el botón y mi mano tembló al caer a un costado de mi cuerpo. Era increíble cómo no importaba cuántas veces viera o incluso besara a Camila, siempre me pondría nerviosa al pasar por ella. Tal vez era porque aún sentía algo de temor hacia su padre, o porque sabía que ella se vería hermosa cada vez que abriese esa puerta, y yo seguiría siendo una desarreglada y dejada en comparación. 

Tenía puesta una camiseta negra de The Doors, unos jeans rasgados simples, unas botas negras, y algo de mi perfume favorito. 

Las suelas de mis botas chocaron lentamente tres veces seguidas contra el suelo de baldosa. ¿Por qué se tardaba tanto? 

La respuesta se hizo presente mientras una Camila en apenas ropa de dormir abrió la puerta y se lanzó sobre mí, llenando mi cara de besos. Tuve que sostenerme con una mano de la columna detrás mío, porque la brusquedad había sido tanta que di unos pasos hacia atrás, casi a punto de caer. 

"Camz," Me reí ante su entusiasmo y entré a la casa con ella aferrada a mí, cerrando la puerta como pude con mi pie. "Camz ya baja, vas a hacer que choque con algo si no veo el camino." Con un bufido, la morena se desenganchó de mi cuerpo y se cruzó de brazos frente a mí. Recién ahí pude apreciar completamente su vestuario, consistía en una camiseta simple de color gris que dejaba a la vista bastante piel por debajo, y unos shorts que... Dios, podría quedarme viéndola todo el día.

"Te ves preciosa." Expresé, muy segura de que mi baba ya se encontraba formando un charco en el piso. Camila sonrió algo colorada y colocó un mechón de cabello detrás de su oreja. 

"Gracias, aunque todavía debo cambiarme. Vamos a mi cuarto." Me tomó de la mano y comenzamos a subir las escaleras, ella prácticamente llevándome a rastras.

"¿Dónde están tus padres?" Pregunté una vez que entramos a su cuarto. 

"Salieron temprano para llevar a Sofi a un campamento como el que tendremos en un mes." Entrecerré los ojos pensando. 

"¿El de estudios?" Asintió y se agachó para retirar algunas prendas de ropa del cajón de su armario, a veces parecía hacerlo a propósito. Me senté al pie de su cama y me enfoqué en mi regazo. 

"Iré al baño a cambiarme, si quieres puedes encender la televisión." Antes de que pudiese hacer cualquier cosa ella se acercó, plantó un beso en mi mejilla y se encerró en la habitación contigua, dejándome congelada y con una cara de boba increíble. 

Nunca fui demasiado aficionada a la televisión, así que simplemente me quedé sentada en la cama, sosteniéndome con mis manos por detrás de mi espalda y ojeando las fotografías suyas de pequeña. 

Al parecer Camila siempre ha sido bonita...

Sus ojos brillaban en una foto particularmente, una en la que su padre la cargaba y le estaba dando un beso en la mejilla. Mi corazón se entibió al verla, y casi que me dieron ganas de agradecerle al señor Alejandro por cuidar tan bien de Camila. 

Aclaré mi garganta, tamborileando mis dedos contra las sábanas, y al segundo oí un golpe seguido de un grito agudo, ambos provenientes del baño.

"¿¡Camz!?" Me puse rápidamente de pie y fui directo hacia la puerta, dispuesta a abrirla si la ojimarrón no respondía.

"¡Estoy bien, estoy bien!" La voz agitada aseguró del otro lado. 

"¿Segura? ¿Qué pasó?" Coloqué el oído sobre la puerta para escuchar mejor. 

"S-sólo resbalé y caí, tranquila." Me alejé de la puerta aún preocupada y me senté en la cama, esperando por su salida. Apenas unos segundos después Camila emergió de la puerta vestida con unos jeans azules, una blusa negra que exponía sus hombros, unos zapatos demasiado altos como para ser cómodos, y un moño negro en su cabello.

"Preciosa." Murmuré. Rió y negó mordiendo su labio. 

"Ya lo dijiste." Observé cómo aplicó algo de bálsamo labial y maquillaje en sus ojos. Se dirigió hacia el otro lado de la habitación y pasó su dedo por el lomo de unos libros apilados sobre un estante, eligiendo dos y guardándolos en su mochila. "Todo listo. ¿Qué quieres desayunar?" Bajamos las escaleras y entramos a la cocina. 

"¿Hiciste que viniera una hora antes para poder desayunar conmigo?" Un tono rojizo invadió su rostro y asintió de manera retraída. Sonreí mientras me sentaba en uno de los taburetes. "No lo sé, lo que tú quieras." Me encogí de hombros. 

"¿Qué?" Frunció el ceño. 

"Podemos desayunar lo que tú quieras." Abrió la boca en una 'O' y se dio la vuelta, enfrentando la encimera y viendo hacia los gabinetes superiores. Cuando pasaron unos segundos y vi su cabeza agacharse. Alcé una ceja. "¿Ocurre algo?" 

"¿Podrías... agarrar el cereal del gabinete? Yo no... no alcanzo." Mi corazón dio un saltito, su ternura era demasiada. 

Me bajé del asiento, me acerqué a ella, y posicionándome detrás suyo la tomé por la cintura para alzarla. Camila alcanzó la caja de cereales y volví a dejarla en el suelo. 

"Lo siento, es la segunda vez que haces esto, prometo que la próxima lo conseguiré yo sola." Murmuró apenada. 

"Lo hago porque quiero. Y además así puedo tocar tu cintura." Reí, Camila se giró en el lugar. 

"Gracias." Plantó un tímido beso en la comisura de mis labios. "Ahora sólo nos queda media hora, creo que tendremos que apresurarnos." Hizo un puchero y comenzó a preparar los bols, colmados de cereal y leche. 

-

Los nervios me estaban matando. Estacioné el auto y vi cómo Camila se quitaba el cinturón de seguridad, pero yo no podía procesar ningún movimiento. Ahí fue cuando ella notó mi incomodidad y colocó una mano sobre mi muslo. 

"Todo estará bien, lo prometo." La miré con el pánico chorreando de mi frente en forma de sudor. 

"¿Y si creen que soy una rara?" Volví a ver hacia el frente. "¿Qué tal si te molestan a ti o a las chicas por juntarse conmigo? No, no quiero eso-" Paré en seco cuando una pequeña mano movió mi rostro y unos suaves labios acariciaron los míos, permaneciendo ahí por unos segundos. Fue algo breve, pero sirvió para callarme por completo. "Gracias." Dije una vez que abrí mis ojos y la vi sonriendo. 

"No hay de qué, ahora baja del auto y sígueme, las chicas quieren verte." Asentí dudosa, bajé del vehículo, y trabé las puertas detrás de mí. 

El frente del edificio se hacía cada vez más cercano y mis manos temblaban junto con mis piernas. 

Relájate Jauregui.

Pero no podía, aunque Camz me había asegurado que las chicas me echaban de menos y que me querían igual o mucho más que antes, era imposible evitar la ansiedad que me inundaba. Era una sensación que no me atacaba diariamente, y eso hacía que cada vez fuese como la primera. 

Camila dio la vuelta a la esquina del frente y la vi sonreír, probablemente porque había avistado a las chicas. Froté mi antebrazo con una sonrisa que gritaba 'ésta chica tendrá un ataque de pánico en menos de lo que canta un gallo' y la ojimarrón hizo una seña con su mano para que me acercara. Tomé aire, y di los últimos pasos que faltaban para girar esa esquina. 

"¡LAUSEEER!" Dinah y Vero casi me noquean con su abrazo. "No tienes idea lo aburridos que fueron estos días sin ti." Dijo Vero contra mi cuello.

La siguiente fue Normani con un abrazo mucho más suave, pero aún así desbordante de afecto. "Te extrañamos muchísimo, Laur." Una débil sonrisa de lado se desplegó en mi boca y noté a Ally con sus manos enlazadas por delante de su estómago y los ojos llorosos, parecía una niña retraída a punto de llorar porque sus padres la dejan en su primer día de escuela. 

Sin pensarlo dos veces abrí mis brazos y un segundo después ella se abalanzó sobre mí, estrujándome más fuerte de lo que creí sería capaz. 

"No vuelvas a escaparte, jamás." Sollozó sobre mi pecho. Dejé una mano en su espalda y con la otra acaricié su cabello. 

"No lo haré." 

"Te queremos, Laur. Y siempre te apoyaremos." Se separó y recorrí todos los rostros con la mirada, cada una con una sonrisa diferente, pero todas afirmando una sola cosa. Ellas eran verdaderas amigas. 

La entrada al instituto no fue diferente, recibí abrazos de todas mis compañeras de equipo, comentarios alentadores de los integrantes de clubes artísticos, algunos deportivos incluso, otros simplemente me veían por el pasillo y saludaban o sonreían. 

Qué buena idea fue regresar a Miami.

-

Camila's POV

Me hacía extremadamente feliz ver a Lauren reencontrándose con sus amigos, aunque fue menos de una semana, nos tenía a todos preocupados con su desaparición. 

La ojiverde por fin había vuelto a entrenar con su equipo, pero esta vez sólo para mantenerse en forma, porque cuando el campeonato finaliza, no hay otro hasta el próximo año. 

También Stefanie nos contó que había sido enviada a detención por tres días seguidos luego de clase cuando la directora se enteró quién había utilizado el sistema comunicador de su oficina. La directora llamó a una reunión entre todo el personal educativo para decidir qué hacer con Emily, quien terminó siendo expulsada del equipo de las porristas junto con Kendall, su cómplice. Se supo poco después que Vanessa estaba involucrada y también fue expulsada, dejando tres espacios libres en el equipo, que pronto serían discutidos entre las actuales integrantes para saber quiénes se harían cargo de tales puestos. 

Ni la dirección ni los profesores supieron de la condición de Lauren porque no han visto la foto, pero con las chicas llegamos a la conclusión de que alguna que otra cosa deberían de suponer. Como sea, nadie se dirigió a la ojiverde más que la directora pidiendo disculpas de parte de Emily y sus secuaces, que según las chicas, no han asistido a clases desde entonces.

Todo mejoraba y mis calificaciones habían vuelto a la normalidad luego de ese pequeño derrumbe. 

Al fin.

Sonreí atontada por mis positivos pensamientos, la verdad es que no me podía quejar. 

"Entonces, ¿cómo encontraste a Laur?" Mani me quitó de mis pensamientos. 

"Oh, ella una vez me llevó a un lugar que le gusta mucho, y cuando Ben me dijo que probablemente había escapado a un lugar secreto, supe que era ese." Dinah alzó las cejas al oír el nombre del amigo de Lauren. 

"¿Y dónde es ese lugar?" Negué con una sonrisa. 

"No puedo decirlo, no es mi secreto." Sus labios se presionaron y rodó los ojos. "Es una cabaña en un lugar muy lindo, estuvimos ahí toda la tarde y regresamos a mi casa a la noche." Revelé sin especificar locación, para que el secreto quedase a salvo. 

Ally me vio con ternura y una sonrisita. "Bien, al menos ya ha vuelto y parece que todos la tratan muy bien." Asentí contenta, apretando los libros contra mi vientre. 

Entramos a la biblioteca y las chicas tomaron asiento en unos sillones mullidos, pero yo los vi algo desconfiada, mi trasero aún dolía por culpa de la caída. 

O querrás decir por culpa de tu torpeza, ¿o no, Camilita?

"¿Vas a sentarte o no?" Rió la polinesia mientras dejaba sus libros sobre la mesita de mimbre. 

"Uhm, sí, sí, sólo estaba pensando en algo." Me miró poco convencida y siguió mis pasos con sus ojos. 

No quería que supieran algo tan vergonzoso como lo que sucedió a la mañana, así que con todo el cuidado del mundo, e intentando no lucir demasiado sospechosa, fui inclinándome y apoyando mi trasero en los almohadones. 

Rayos.

Una pequeña pizca de dolor se apoderó de mi rostro al apoyar mis libros sobre mi regazo. 

"¿Sucede algo?" Abrí los ojos y tragué saliva, apresurándome para negar furiosamente.

"No, n-no, ¿por qué lo dices?" 

"Has estado cojeando, no creas que no te he visto... Y ahora no puedes sentarte." Ally me observó ya preocupada. "Un momento. ¿Estuviste ayer unas... aproximadamente cuatro horas con Lauren en una cabaña y ahora te duele el trasero?" Fruncí el ceño y la sonrisa pícara de Dinah se ensanchó mil veces de su tamaño original. "Oh dios mío." Jadeó la menor. Las miré a todas entrando en pánico, Ally se tapó la boca con una mano y Normani mantenía sus ojos abiertos de par en par junto con su boca también. 

"¿¡Qué rayos Dinah!? ¡No es lo que creen!" Exclamé avergonzada. 

"¿Entonces qué es?" Cuestionó alzando ambas cejas.

"¡No-n-no me acosté con Lauren, por dios!" Sus expresiones se suavizaron. "Sólo nos besamos un poco, ¿sí?" Aclaré. "Mi trasero duele porque me... Me caí hoy a la mañana, tropecé mientras me ponía los pantalones dentro del baño y él fue el que más sufrió la caída." Sucumbí, prefería que supieran la verdad a que creyeran que Lauren y yo ya habíamos... Ya saben, tan pronto.

Ally hizo un puchero y tomó mi mano. 

"Aww, ¡pobre Mila! Y ustedes," Apuntó con su dedo índice a las dos más altas. "¡son dos mentes sucias que necesitan de Jesús!" Finalizó su acusación abrazándome de lado.

"¡Pero si tú también creíste lo mismo que nosotras! No te hagas la santa Allysus." Se cruzó de brazos la polinesia. 

"Sí pero ustedes lo pensaron primero." Les enseñó la lengua y así Normani y Ally empezaron una guerra de 'a ver quién se porta más infantil'.

"Como sea, será mejor que te cambies esos zapatos si no quieres volver a caer, Chanch." 

No se me había ocurrido, pero sí era una muy buena idea, no quería que me doliera todavía más el trasero. 

Las prácticas terminaron y yo ya no podía esperar más para ver a Lauren en su uniform... Bueno, tal vez debería juntarme menos con Dinah. 

Divisé a la sumamente guapa pelinegra en su uniforme, trotando por el campo hacia los vestidores. Decidí darle una sorpresa y esperarla fuera de la puerta, que después de algunos minutos se abrió, pero nadie salió en un principio.

"Maia la tiene." Rió Tori junto con otras chicas del equipo. "Oh, rayos, Camila." Dijo cuando se topó conmigo. Maia vino detrás, agitada y con una camiseta negra, que inmediatamente reconocí como la de Lauren.

"¿Esa es de Lauren?" Señalé y abrieron la boca, sin poder decir una palabra. 

"Uh, sí, le estábamos jugando una broma a Laur, ya sabes, como bienvenida de vuelta." Admitió tras unos momentos. Rascó su nuca y sonrió grande. 

"¿Dónde está ella?" Reí. 

"Pues ahí dentro, probablemente buscando su camiseta." Todas se carcajearon. Rodé los ojos con una sonrisa ante sus payasadas. "Ten, puedes llevársela si quieres." Hizo una cara que no llegué a entender, y acomodó la tira del bolso sobre su hombro. "Y salúdala de nuestra parte."

"Uhm, seguro." Las vi riendo entre sí mientras se alejaban hacia el estacionamiento. 

Me encogí de hombros. Quién sabe qué clase de bromas se hacen entre ellas, Lauren ya me había contado varias cosas, desde talco en ropa interior hasta lanzar baldes de agua fría mientras se duchan... Estas chicas eran salvajes. 

Entré a los vestidores y escuché cómo Lauren silbaba una canción de los Arctic Monkeys, que yo sólo conocía porque ella me había enseñado la banda un día, intercambiando información sobre nuestros gustos musicales. 

Me escondí detrás de los casilleros cuando la vi, saliendo con una toalla alrededor de su cuerpo, su pelo mojado y las gotas corriendo por su piel. 

Santo cielo.

Por un lado, sabía que si asomaba la cabeza vería a Lauren desnuda, y eso sería invadir su privacidad. Pero por el otro, me sentía realmente curiosa por saber cómo luciría... 

Estaba segura de que no me desagradaría, nada podría hacer que Lauren dejase de gustarme.

Di un paso, a punto de acercarme hacia la esquina de la fila de casilleros, y como si mi suerte fuera inexistente, mi pie debió fallar, haciéndome caer al lado de donde terminaban las bancas y quedando a la vista de Lauren, que probablemente ya estaría pensando que besó a una acosadora, loca y espía.

"¿Qué ra-Oh mierda, Camz ¿¡estás bien!?" Se apresuró a mi lado y ayudó a que me levantase. 

Qué bueno que cambiaste los zapatos por tus converse negras, podrías haber caído peor. 

Rodé los ojos al sarcasmo de mi yo interior.

"Ungh, sí, sólo venía a devolverte tu-" Ya de pie noté su falta de ropa, sólo llevaba unos bóxers negros y un sujetador a juego. Tragué pesadamente y regresé mi vista a sus ojos por mucho que quería volver a ver hacia abajo. 

"Lo siento, no quería que me encontraras así... Pero no podía dejarte ahí en el suelo." Explicó algo nerviosa. 

"N-no, fue mi culpa, y-yo debí enviarte un mensaje antes de entrar. Además, tú me viste en ropa interior algunas veces, o bikini, es... casi lo mismo." Por un momento me pregunté si sería tan... atrayente para ella verme en ropa interior como lo es para mí el verla. 

De cualquier manera eso no impediría que te ruborices si la atraparas viéndote el trasero o los pechos.

"Claro, uhm, gracias por la camiseta, no tenía otra de repuesto." Reí. 

"Siempre deberías tener algo de ropa en tu casillero por si acaso." Me senté en la banca y no pude evitar ahora sí verla mientras caminaba hacia su casillero y retiraba el mismo par de jeans de antes. 

Oye, su trasero no está nada mal... Y esos abdominales, uff-

¡Ya cállate!

No tenía a nadie con quién compararla, pero su amigo no se veía pequeño en lo absoluto. 

Mordí mi labio y me concentré en mis manos, que jugaban sobre mi regazo. 

"Bien, creo que ya deberíamos irnos, cerrarán pronto este lugar y podrían dejarnos aquí dentro." Asentí y ambas hicimos nuestro camino fuera de los vestidores hacia el estacionamiento. 

"¿Quieres venir a casa?" Me tomó un poco por sorpresa mientras aseguraba mi cinturón de seguridad. "Quiero decir, mi madre ha estado fastidiandome con que quiere que vayas a cenar y eso, pero... Uh, si no quieres o tienes otros planes lo entiendo perfectamente, en seri-"

"Me encantaría ir a cenar a tu casa." Respondí la oferta con una sonrisa. "Sólo deja que le avise a mis padres, no quiero que nos interrumpan con mil llamadas en medio de la cena." Lauren largó una adorable risita y encendió el motor. 

¿Debía estar nerviosa, o contenta de que Clara quisiera conocerme mejor?

Todo esto se sentía como el comienzo de algo nuevo, una etapa quizás.

Nota: ¡Weyhey! Espero que no haya sido muy aburrido... Camz por fin tuvo a Lauren y su paquetito de cerca, las cosas se ponen de a poco más picantitas *wink* 

PD: El culo de Lauren. Nada más que decir.

Si les gustó, por favor voten, comenten, compartan, pásense por mi otro fic, y tengan un increíble día/noche ;) *heart emoji* 

Continue Reading

You'll Also Like

399K 24.2K 83
Y/N L/N is an enigma. Winner of the Ascension Project, a secret project designed by the JFU to forge the best forwards in the world. Someone who is...
1M 25.2K 23
Yn a strong girl but gets nervous in-front of his arranged husband. Jungkook feared and arrogant mafia but is stuck with a girl. Will they make it t...
609K 30.8K 59
A Story of a cute naughty prince who called himself Mr Taetae got Married to a Handsome yet Cold King Jeon Jungkook. The Union of Two totally differe...
717K 26.4K 101
The story is about the little girl who has 7 older brothers, honestly, 7 overprotective brothers!! It's a series by the way!!! 😂💜 my first fanfic...