Alexander es quién se adentra a mi habitación y detrás de él va Oliver, que quería detenerlo.
-Eeh...disculpen, pero creo que se confundieron de puerta, ésta da a mi habitación.
Ellos no dijeron palabra, Oliver ni siquiera parpadeó y eso me preocupaba.
-Pueden irse, chicos. Me temo decirles que no me agrada su visita a esta hora- dije.
-No- contestaron los dos.
-¿Disculpen?
-No, no te disculpamos.
Es serio me pone nerviosa que hablen a la misma vez.
-Este es mi cuarto y les estoy pidiendo que se vayan.
-No hasta que él lo haga.
Oliver señaló a Nick con desprecio y repugnancia.
-¿¡Que!?
-Está bien, me iré. No habrá problemas, Emma.
Él se disculpó, me sacó de su regazo contra mi voluntad porque si fuera por mí me quedaría allí hasta la muerte, cerró la puerta y bajó las escaleras.
El último ruido sonoro que se escuchó fue el de la puerta principal y el de su auto alejándose por la acera a toda velocidad.
-¿Qué demonios les sucede a ambos?
-¿Así agradeces? Te sacamos a ese pesado de aquí.
-¡¡YO QUERÍA QUE ESTÉ AQUÍ!!
-Pues espera hasta que se lo cuente a tu hermano y éste se lo cuente a la familia entera, en ese momento sí que no lo querrás aquí.
Encaminó sus pasos a la puerta.
-¡No Alexander, no lo harás!
Quise seguirlo, pero Oliver me detuvo.
-¿¡Qué sucede contigo!? ¿¡Qué sucede con él!? ¿¡Por qué quieren separarme de Nick!? ¡No les hizo nada, no lo conocen!
Oliver me abrazó.
Eso no me lo veía venir.
-Te hicimos un favor, Emms. Aunque no nos creas, conocemos a los Wintters más que a nadie.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Quería reprocharme, darme unas cuantas bofetadas en la cara por haber sido tan ingenua.
¡Obvio que entre ellos se conocían! ¿Por qué habría tanto odio sino? ¡Oliver no es así!
Decidí olvidar el tema, además ¿De dónde se conocían?...
Algún día, si en serio lo necesito saber, el destino me lo dirá.
Bajé con Cherry en brazos y miré a mi casi completa familia (contando la ausencia de Jacob) tranquilamente desayunado.
-Hola, cariño- saludó mi padre.
-Hola.
-¿Cómo está tu nariz?- me pregunta mi madre.
-Bien...no del todo, pero bien.
Miré el reloj de pared: 10:57 a.m.
-Es un milagro que estés ya cambiada a las 10 de la mañana de un domingo.
-Iré a la casa de Keiel- explico- ¿Cómo estuvo el partido?
-¿Qué partido?- pregunta Jamie.
-El de los Twings, el que fueron a ver papá y mamá.
-¡Que!- exclama Theodoro- ¿Y nos dejaron fuera?
-Era su aniversario, Theo, además, a ustedes los dejaron afuera porque yo fui.
Sus caras cambiaron automáticamente al escuchar mi confeción.
-¡Injusticia!- volvió a exclamar Theo.
-¿¡Cómo!?- preguntó papá.
-¿Cómo qué? ¿Acaso no me vieron en las pantallas? Fui la chica que pudo agarrar la pelota de Paxton. Él me hizo pasar a la sala de los Meetings y me firmó la pelota, mi camiseta y mi gorra.
A papá se le caía la cara de asombro, a mis hermanos de enojo y envidia. Pero mi mamá no podía estar más feliz.
-¿Qué te dijo el muchacho? ¿ Lo volverás a ver?
-Eso espero.
Mamá me llevó a la casa de Keiel.
No tuve ni que golpear la puerta, mi amiga asomó la cabeza por ella ni bien vio el auto estacionado en su vereda.
Seguramente se han quedado con la duda de: Nunca dijo que sacó a Cherry de sus brazos ¿osea que todavía lo tiene con ella?
Sip. Traje a Cherry conmigo.
Ojalá que la señora Andrade no se encuentre en casa. Tiene un odio especial por los animales.
-Hola...
-Hola, sí, ya ven vamos, entra más rápido.
¿Por qué tenía tanta prisa?
Subí sus inmensas escaleras y la seguí por el corredor hasta su cuarto. Habían tantas puertas que, hasta el día de hoy se me hace difícil encontrar su cuarto. Hubo una vez que abrí sin querer la puerta del baño y en vez de encontrarme a mi mejor amiga sentada en su cama con el pijama viendo una película, me encontré con su padre sentado en el inodoro. Una imágen traumante, por cierto.
Una vez dentro de su habitación identifiqué una cosa diferente en ella.
No el hecho de que hay un ramo de flores en su cama, tampoco el que ha cambiado todo su cuarto al malditamente estúpido y chillón color rosa. Sino que había una bola de pelos corriendo como loca para todos lados. Una perrita de raza Boo.
-Se llama Sulky.
Me arrodillé en el suelo y la cachorra vino hacia mí. Cherry se moría del miedo y no quería bajar de mis brazos. Claro, no está con animales en casa así que por eso tiene miedo.
No pasó mucho hasta que la tal Sulky se mostró muy cariñosa e invitó a correr al cerdito por todo el cuarto.
-¿De quién fue el espectacular regalo?- pregunté.
-De tu tío Zedd.
Casi me atraganto.
-¿¡Q-qqué!? Discúlpame escuché mal, entendí Zedd y eso es imposible ¿no?, sii...por supuesto que sí.
-No, no es imposible, hasta me dio esas bonitas flores- me las enseñó.
-¡Mentira! Me estás haciendo una jodida broma, tu mami te compró el perro y tu papi las flores por el día de la hija.
-Emma, mi mamá odia los animales y....¡no existe el día de la hija!
Ríe
Cuando le aconsejé a Zedd regalarle a Keiel un perrito no lo decía en serio...
-¿Y a qué viene el regalo?
-No lo sé. Él sólo dejó una caja con un cachorro y flores.
-Sutil...
Keiel insistió para que salgamos, que fuéramos de compras o algo por el estilo y aprovechar para presumir de su pequeña Sulky. Sin embargo, le dije que tenía planes diferentes con Nick.
-¿Qué es lo que te sucede con él? Pasan mucho tiempo juntos.
Y otra vez con el tema. Ésta nunca aprende.
-¡HEY! Que pasemos un fin de semana juntos no significa que nos tenga que suceder algo.
-¡En serio, Emms! ¿Estás segura de que no te gusta?
-Segurísima.
-Si tú lo dices...pero- me paró antes de salir- ¿No podemos hacer algo con Oli? Los tres, juntos. Como los viejos tiempos.
-Me encantaría pero...
-Por favor, puedes juntarte con Wintters esta noche, tú y él, solos, en su casa...
-Bien, lo llamaré- dije antes de que siga esa absurda conversación.
Nick no contestó mis llamadas, y eso que lo hice unas 5 veces. Será que se habrá olvidado y estará haciendo otras cosas, o está estudiando, o...
-No sigas intentando- me dice Keiel al notar que no paraba de teclear en el teléfono.
-No voy a llamar a Nicholas. Voy a intentar comunicarme con Oliver.
-Dile que nos encontramos en el centro...
El papá de mi amiga nos llevó a donde ella me había dicho que nos encontraríamos con Oliver. Allí bajamos y caminamos unas cuantas cuadras para encontrarnos con él.
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Perdónenme, éste es un capítulo algo cortito.
Aún así espero que les guste.
Oliver en multimedia.
El siguiente cap es más interesante.
Se los aseguro.
¡YAY!
LOS QUIERO.
Besos.
💋