-Ni suquiera lo conoces ¿por qué tanto odio?- pregunté asombrada, no tenía por qué ponerse de esa manera.
-Ese sujeto me trae mala espina.
-Nunca lo viste.
-Eso crees.
-¿Por qué debería pensar lo contrario, Oliver?
-Porque sí lo vi salir esa noche de tu casa, también vi por la ventana de nuestro balcón; como se escondieron, los encontraron y como él hirió a los matones. También vi desde mi balcón como te trajo en su moto y como te observaba, ¡es más hasta te sacó...!
-¡Oliver, cállate! ¿No era que habías ido a buscar a tu hermano al aeropuerto y que no habías visto nada?
Le dio una cucharada a su pastel y recogió todos los vidrios rotos de su vaso.
-Sí, los vi, pero por miedo no actué y te dejé en manos de ese imbécil, a ti te pudieron haber matado y yo...- le dije que no me diera explicaciones, no quería volver a ese tema y que no me importab- Ese chico me...pone la sangre helada.
-No te hizo nada- repliqué.
-Pero lo hará cuando te dañe a ti.
-¡Ay, Oliver! ¡Ni que me haya propuesto matrimonio! No lo conozco, ni me interesa hacerlo.
-Me alegra oírlo.
¿Cuál es su maldito problema? Ni siquiera conoce a Nick ¿Sabrá algo que yo no?
Seguramente me oculta algo. Habrá que averiguarlo más tarde.
-Deberíamos irnos- dije.
Pagó la merienda y me llevó a casa en el auto que le daba su padre. Un cacharro. Pero claro, su hermano Alexander tiene un auto rojo glamoroso.
Llegué a casa y le doy de comer a Cherry. Me quedé viendo una serie con mi padre en el sillón. Mi madre se fue a una reunión del trabajo y poco después, Jamie apareció para jugar a los super héroes con Theodoro. Se suponía que él era Iron man y el pequeño, una combinación entre Thor y el Capitán América.
De repente, una oleada de frío entró a casa, estamos a fines de invierno y el frío se va de a poco, pero ha vuelto y la casa no está calefaccionada.
-Cariño ¿Qué tal si vas a buscar leña para prender el hogar?- dijo mi padre levantando mi cabeza de su regazo.
Maldición. Casi me quedo dormida y odio que me despierten. Mucho más tener que salir de casa a esta hora solo para ir a buscar leña y caminando.
-Papá, ya es tarde, no falta mucho para que anochesca y hace frío para que salga a caminar ahora.
-¡Ah pero claro! ¡El viernes te importó un nabo que fuera de noche, dejaste que ese muchacho entrara igual a nuestra casa y te manosee...!
-Dahj, me das sarna- conteste bruscamente.
Subí las escaleras. Me cambié por un jean negro y unas botas, me dejé la remera y el sobretodo, me puse un gorro, unos guantes y una bufanda, tomé una mochila, metí un hacha en ella y salí por el balcón de mi cuarto para no tener que toparme con mi padre.
Puse una pierna fuera del puente, luego otra y me colgué con ambas manos de la barandilla. Me tiré al tubo de gas y me fuí deslizando lentamente hasta chocar con la canaleta. Al igual que un pasamanos, me fui corriendo hasta saltar al suelo.
Mi casa no tiene ninguna clase de alambrada. Esta ciudad se concidera un lugar en paz y muy tranquilo, así que no necesitamos alambres de púas, muros, malezas o rejas. Pero después de lo que pasó con Nick, lo estuve considerando.
Caminé a paso apurado por la calle número 23 y luego de unas cuantas cuadras, logré distinguir el bosque.
Me concentré en el aire fresco y en los silbidos de los pájaros e insectos, en el sonido de el río corriendo colina abajo y el color rosado del cielo.
Llegué a mi objetivo y me encaminé adentrandome a éste. Tomé el hacha y comencé a talar los árboles más pequeños e indefensos.
Ya la noche comenzaba a caer y yo seguía sin tener las maderas suficientes, seguí cortando y las fui metiendo en la mochila adentro de una bolsa así no quedan astillas o restos en el interior.
Caminé entre los árboles durante dos horas, parece como si estuviera yendo en círculos y no haya salida de este estúpido bosque. Lo peor y malo de todo es que mi celular no tiene ni señal, ni bateria y no podía poner el GPS de regreso a casa o llamar a papá.
A lo lejos podía ver una construcción y la curiosidad y el cansancio hicieron que mis pies me llevaran hacia allá para investigar.
Toqué la puerta unas cuantas veces, pero nadie habría, hasta llegué a oír leves gemidos que salían de allí. ¿Qué es eso?
Pateo la puerta con mucha intensidad y esta se abre abruptamente como pensaba que iba a suceder.
Y no hay nada, además de la densa oscuridad que montan las sombras de la casa, nada. Se encuentra totalmente vacía a ecepción de un cofre ancho y grande. De allí salen los gemidos.
No. No debo abrirlo, no debo abrirlo, no es de mi incumbencia.
Lo abrí.
¿Y Qué creen que había allí?
Una pequeña perrita color café, demasiado pequeña como para ser una perra, gorda como una vaca y llena de sangre. Quise tocarla, pero ella no me dejó. Saqué una barrita de serial de mi bolsillo y se la di con precaución para tomar confianza.
No se la había tragado cuando empezó a gemir con locura, sollozaba. Una pequeña cabeza comienza a salir de su vientre y no tuve la valentía o firmeza como para ayudarla, mucho menos cuando seis cabezas más aparecieron.
Corre sangre, mucha sangre. ¡HAY DEMASIADA!. ¡OH POR DIOS SE DESANGRA!
La pobre perra luchaba por su vida. Tiene herida muy grande y no sé como tapársela.
Muere. Ella muere y no supe que diablos hacer ante una situación como ésta.
Sus bebés son todos de color negro a ecepción de una que es blanca, que es la única que sobrevivió. Mete su pequeña cabecita entre las patas de su difunta madre. La saco cuidadosamente de allí y la pongo en mis brazos, la meto en uno de mis guantes y la caliento allí.
Cierro el cofre con los cuerpos adentro y me llevo a la cachorra.
Una chihuahua, esa debe ser su raza, creo que ya no hay más pequeños. Camino hacia...no sé, no tengo idea de dónde estoy o a dónde debo dirigirme.
Por suerte un camino separa el bosque por la mitad y decido ir hacia él.
Aparece entre las sombras, entre los árboles y me toma de la muñeca para que detenga el paso. Me sobresalto, no esperaba ninguna visita en medio de la noche y mucho menos en el medio de un bosque en el cuál no pasa ni una mosca.
-¿Perdida?
-¡NICK, CASI ME MATAS DEL SUSTO!
-Perdón, de alguien como tú me esperaba un poco más de reflejos- dice.
Tomo con mi mano derecha su mano izquierda y la coloco detrás de su espalda.
-¿Cómo este?
-¡Ouch!- se queja- ¡Para, para!
Lo suelto.
Demasiadas artes marciales. Todos los entrenamientos se me han grabado en la mente desde pequeña.
-¿Qué me decías?
-¿Que haces aquí?
-Vine a buscar leña para encender las estufas de mi casa y me he perdido. ¿Tú, que haces aquí?
-Me pasé toda la tarde recorriendo la ciudad, no vengo desde los 4 años y no la recordaba tan agradable y poblada...
-¡Sí seguro! Me seguías ¿no?- le dije.
¡Esto es estúpido! ¡Éste es uno de los bosques en donde níngun viviente viene a recorrer! ¡Es mucha casualidad que él esté aquí mientras yo me dirijo a casa!
-¿Por qué seguiría a alguien como tú?
¿Alguien como yo? ¿¡A qué se refiere!?
-¿Qué? ¿Acaso olvidaste cuando me dijiste "creo que para mí, nunca más serás invisible"?- le recordé.
-Sí. Y la verdad creo que se te suben los humos a la cabeza pensando en que te persigo y acoso y ¿Por qué tú sí recuerdas eso? ¿Tan importante fue?
No respondí. Seguí caminado hacia el asfalto.
-Oye, espera- dijo.
¡Claro que sus palabras causaron mucho efecto en mí! Hace bastante que no escuchaba palabras tan tiernas.
-Déjame en paz, tengo que encontrar la manera de volver a casa.
-Yo puedo llevarte, vine en la moto- ¿Y cómo es que no escuché el ronroneo del motor cuando venía hacia aquí?- Eso si la señorita regañitos acepta venir conmigo. ¿Qué escondes dentro de ese guante?- dijo mirando mi mano.
Se lo enseñé.
-Pensaba dársela a la veterinaria si no encontraba a alguien que la adoptara.
-Pues yo me ofrezco. A mi hermana le encantará- dijo.
Me miró a los ojos, y alejo a la cachorra de sus manos.
-Tranquila, ella tiene 15 años. Sabe como cuidar a una mascota.
Me guió hasta su moto, que al verme la aparcó lejos para poder ir hacia mí y asustarme.
Idiota.
Una vez en la puerta de casa, me dijo:
-Mis padres están muy agradecidos por lo que hiciste.
Lo miré confusa.
-No entregarme a esos raptores para que no te hagan daño y que no se vuelva tu problema.
-Nick, eso ya ha quedado en el pasado.
-Por eso, ellos han accedido a tener una cena en mi casa. Tus padres, mis padres, mi hermana tú y yo.
-Mis padres no querrán tener ningún contacto visual con tus padres y mucho menos contigo.
-Les explicaremos lo que ha sucedido, te liberarán del castigo y no te mirarán como una chica sucia que se ha acostado con un total desconocido. Sólo diles que soy un chico nuevo que se mudó hace poco y anda buscando amigos. Esta es mi dirección...
La anotó en una nota de mi celular.
-Okey, eso haré.
-Te estaré esperando.
Le dí a la cachorra y entré a casa despidiéndome de él con un gesto con la mano.
Todos estaban sentados en el sillón y dirigieron sus miradas hacia mí.
-¿En dónde diablos estabas?- preguntaron mis padres al mismo tiempo.
-Estaba haciendo los que papá me mandó a hacer, buscar leña.
-Pero tardaste mucho.
-Me perdí en el bosque y me encontré con un amigo que me trajo de vuelta a casa. Me ha invitado a cenar y dijo que los lleve a ustedes.
-¿Qué? ¿Por qué?
-¡Y yo que se! Solo cambien su atuendo que salimos en una hora.
-Hey, hey, hey, tú aquí no impondras las reglas, señorita -contesta mi madre.
-¡Oh vamos! solo es una cena en casa de un amigo nuevo- repliqué- Dejen a estos salvajes en casa de Jacob y problema resuelto- dije señalando a mis hermanos.
-Recuerdas que estás castigada ¿o no?- dijo mi padre.
-Esto es por el bien de todos- dije- Mucho más por el de mamá, no tendrá que cocinar.
Y el pez picó el anzuelo.
-Pues yo quiero ir a ver como explota la cosa- dijo Jamie de la nada.
Y es así como ya estaba cambiada para una noche informal, al igual que mis padres y hermano, dirigiéndonos a la casa de Wintters.
-¿Es que nadie le enseñó a esta chica a tocar la puerta?- pregunta mi hermano con cara sorprendida- Emma, llevamos 20 segundos mirando una puerta y sigues sin llamar a ella. ¿Qué diablos te sucede?
Una chica rubia abre la puerta y nos hace pasar. Mi hermano se queda embobado al verla 《¡Vamos Jamie, engaña a Astrid con su prima que es 3 años menor!》pensaba sarcásticamente 《¡Si adelante, quién lo detiene!》
-Bienvenidos, mi nombre es Cassidy Wintters. Mis padres y mi hermano los esperan en el comedor.
La casa es muy bonita, tiene una entrada preciosa que da a un living-comedor, en el fondo hay unas puertas de cristal que muestran la cocina y escaleras.
-¡Es él Tereza!- le dijo mi padre a mi madre viendo a Nick sentado allí en la mesa.
-¿¡Cómo no voy a recordarlo!?- dijo ella.
Los padres de Nick se levantaron al igual que él.
-Señores, los hemos invitado para aclarar lo que ha pasado con su hija y nuestro hijo. Tomen asiento por favor, tengamos una cena y una charla como los adultos que somos- dijo el padre de Nick.
Mis padres se sentaron lo más lejos posible de el chico en quién concentraban sus miradas.
Él y yo escuchábamos muy atentamente cada palabra que salía de las bocas mayores.
Cada asentimiento y suspiro.
Pero yo también estaba escuchando la conversación de Jamie y Cassidy. Me será muy divertido cuando Astrid se entere con quién coqueteó mi hermano esta noche.
-En serio lo lamentamos mucho, Sr y Sra Wintters, le pedimos perdón por haber pensado mal de los hechos de su hijo. No quisimos incomodar y le agradecemos por haber salvado a nuestra hija de esos raptores- se disculparon mis padres.
¿Qué? ¡Yo lo salvé a él, no de manera inversa! Puede que me haya salvado de unos duros cachetasos, pero...
-Nosotros somos quienes deben agradecer a Emma por no ofrecer a nuestro Nick, en manos de esos delincuentes. Estamos pensando en una forma de...recompensarla.
-Yo no necesito nada, pero gracias, Señora Wintters.
-Oh, querida, puedes llamarme Marilyn.
Nick patea mi pierna por debajo de la mesa y me dice que lo siga. No tenía ganas de moverme de mi lugar, sólo había venido para que mis padres comprendan lo que había pasado, y también para pedir disculpas por sus actos. Después de esta noche todo volvería a su plena y total normalidad como era antes.
De reojo podía notar la cara de mi padre que me seguía a los primeros escalones de la escalera hasta desaparecer.
Me guió hasta su habitación. Y no era como me la imaginaba.
Tenía una cama enorme con acolchado azul, una pequeña biblioteca repleta de libros, tiene fundas de instrumentos en una esquina, un escritorio con sus cosas y un armario con puertas de madera, a su lado.
Las paredes tenían algo en particular, no estaban pintadas de algún color en especial, si no que las cuatro están decoradas con fotos y fotos pegadas: de paisajes; personas de diferentes regiones; él y sus amigos juntos; él y su familia.
-Wow, al parecer te gusta mucho la fotografía.
-Sí, mi madre me regaló su vieja camara cunado tenía 7 años, ella me dijo "ve y experimenta el mundo", fue lo que hice.
-Pues sacabas muy bien las fotos para tener solo 7 años- le afirmé.
-No, las que saqué cuando tenía 7 años están guardadas, las voy cambiando cada tanto.
-Veo que has viajado mucho- dije. observando más de cerca las fotografías.
Francia, Italia, Suecia, Holanda, Alemania, Londres, Canadá y muchos países más.
-No son viajes, son todos los países a los cuales me mudé.
Lo miré expectante. ¿Tantas veces se había mudado?
-Mi hermana asistió a las mejores escuelas para niñas en Alemania y Francia, yo a las de hombres de Canadá y Londres. Ambos sabemos muchos idiomas y nunca...nunca pudimos tener una vida normal, siempre nos estamos mudando por el trabajo de mis padres. Mi padre es diplomático y mi madre es dueña de empresas de periódicos en muchas partes del mundo.
-Debes estar muy acostumbrado a cambiar de...región.
-No, Emma, uno nunca va a acostumbrarse a cambiar de amigos, de casa, de escuela. Si hubiese sido por mí, me hubiera quedado aquí, nunca me hubiese ido- dijo sentándose en su cama, que al parecer, por el movimiento que hace, es de agua.
-Dime algo en otro idioma, yo no sé más que éste.
-Je serais peur de vous dire quelque chose et vous savez ce que je clôture pour dire, mais ne crains pas, je vais vous le dire dans notre langue plus tard. Eso fue Frances.
-¿Qué has dicho?- pregunté.
-Te lo traduciré más adelante. Te diré algo en Holandés: Waarom iemand onzichtbaar zo mooi zou zijn. Het zou niet logisch zijn.
No entendí nada, pero por las dudas sonreí. Como si hubiese entendido cada palabra.
Me mira un momento con la sonrisa que siempre tiene, no sé en qué estará pensando, o por qué siempre sonríe, pero me gusta cuando lo hace.
--Sabes tocar la guitarra?- le pregunto mirando esos instrumentos apoyados en la pared de fotos.
Asiente.
-¿Debo pagar para una demostración?- pregunté sonriendo ahora.
-No, porque no hago shows con público.
-¿Que tal si cierras los ojos?
-Sería igual de perturbador.
-¿Te da miedo lo que vaya a decir después de que me enseñes lo que sabes hacer, Nick?
-No, no me da miedo, me daría vergüenza.
-Bueno, hagamos un trato: tú me muestras lo que sabes hacer y yo...
-Tú...
-Te enseño lo que yo sé hacer.
-Hecho. Espero que sea algo alucinante- dice haciendo un gesto con los brazos.
-Lo mismo espero de ti.
Tomó su guitarra eléctrica roja. Separó sus manos en diferentes direcciones y comenzó a tocar un solo de guitarra creado por Nirvana.
-¡Wow eso fue impresionante!
-Ahora te toca a ti ¿Qué eres capaz de hacer y que pueda impresionarme mucho?-pregunta.
-No es el lugar adecuado para enseñártelo.
-¿No será que me mentiste, o no?
-Para nada, es que...
No pude terminar, porque al girar mi cabeza vi una foto incrustada en la pared de manera diferente a otras. La persona también era diferente a todas las de las otras fotos.
Era yo.
-¡Dime ahora mismo por qué diablos tienes una foto de mí en tu pared!
Él me miró sin saber que decir, se lame el labio inferior constantemente y lo noto algo nervioso.
-¿Te preocupa estar allí?
-¡Nick, no estamos hablando de una lista de próximas muertes o víctimas! Sólo quiero saber por qué me has tomado una foto.
-Quería recordar el momento, nada más. Estabas muy linda en ese vestido. Y al llegar a tu casa, cuando estabas debajo de la entrada, justo cuando estabas a punto de mirarme, aproveché el momento para sacarte una foto. Nada del otro mundo.
-¿Y por qué me quieres en tu pared?
-Oh dios. Porque es un momento que quiero recordar- lo miré unos instantes ceñuda-¿Qué?
-No nada. Esto muy pocas veces me ha pasado.
-Pensé que era el único loco que llenaba de fotos sus paredes.
-Lo eres.
Sonríe. Demonios...amo su sonrisa.
-¿Hay algo que te defina como una loca?- me pregunta.
Se sienta en su cama y yo sigo recorriendo con la mirada en frente cada una de las fotos.
-¿Por ejemplo tener un cerdito?
-Me agradaría si no nos hubiese delatado frente a unos raptores.
Me acerco a él y me siento a su lado.
-¿Tú tienes mascotas?
-Dos pitbulls. Y ahora la pequeña chihuahua que nos has regalado. Mi hermana se...encariña bastante rápido.
-Es bueno oírlo.
-Ven, te los mostraré...
-Creo que será en otra oportunidad, es bastante tarde y mañana ambos tenemos clase, ¿recuerdas?
-Si,si, pero serán solo unos minutos...
-Adiós Nick.
Me paré y llevé mis pasos a la escalera. Una vez abajo, llamé a mis padres y a Jamie y saqué sus traseros por la puerta hacia el auto. Al parecer, ellos no tenían muchas ganas de volver a casa, a diferencia de mí.
🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Tuve que acortarlo otra vez😂
Espero que les esté gustando.
Me parece que Jamie y Cassidy...❤
Y me huele a un Oliver celoso.
Emma en multimedia.
Otra vez 😂😂😂
Espero que con lo largos que son los capítulos se conformen por mi falta de actualización en las semanas que vienen.
Los quiero.
Besotes
💋