N/A: ¡Los quiero y es importante que lean la nota al final del capítulo!
Lauren's POV
Estaba decidido, lo primero que haría sería hablar con Camila.
¿O debería aclarar las cosas con Emily antes?
Mi estómago se sintió como si fuese estrujado al poner un pie en el instituto, ese que cambió mi vida por completo. Mis manos sudaban y no sabía si esperar lo peor o... al menos no ser apaleada por Dinah y Normani. Mientras caminaba por los pasillos con mi corazón en la boca, varios comentarios como "¡Bien hecho, Jauregui!" o "¡Eres mi ídola!" Eran dirigidos a mí. Supuse que sería por el partido y no por otra cosa, después de todo, no había hecho nada más que fuese merecedor de tales halagos.
Mi suerte no parecía dar frutos, porque jamás vi a Camila ni a Emily, no estaban en la entrada, no estaban en los pasillos, nadie en los campos ni en el patio.
¿En serio? ¿Justo ahora debían desaparecer de la faz de la tierra?
Intenté llamar a Emily, pero la recepción nunca era demasiado buena dentro del edificio donde casi quinientos estudiantes utilizaban el teléfono al mismo tiempo.
Las dos primeras clases pasaron, y aunque no las compartía con ninguna de ellas, no había señales de vida. Ni siquiera las había visto rondando por los corredores, ¿acaso me estaban evitando? ¿O qué?
Mis pies, golpeaban nerviosamente contra el piso, formando un ritmo veloz y no muy coordinado que digamos, no podía precisamente darme el lujo de concentrarme en esos momentos. Mi cabeza estaba en cualquier lado menos en la clase, lo mismo con mis ojos y la pizarra. El profesor estaba llamando por orden de lista para revisar las últimas tareas asignadas, que había realizado sin problema alguno, pero infortunadamente, no podía mover un músculo sin temblar, mucho menos pararme. Emily siempre se había demostrado interesada en hablar conmigo, pero ahora por alguna razón no contestaba mis mensajes ni mis llamadas. ¿Qué tal si me estaba ignorando? ¿Por qué lo haría?
No, no, no. Lauren, no pienses en eso.
Es imposible que ella haya permitido tal cosa, y tú jamás tendrías relaciones sin usar condón ni aunque estuvieses drogada hasta las puntas de los cabellos.
Eso debía ser cierto. Debía confiar en mi instinto. Las cosas se aclararían y... ¡¿Qué rayos haría con Camila?! No podía soportarlo, tenía que hablar con ella y contarle todo, quitarme todo este peso de encima, la culpa me estaba matando.
Como la idiota que soy, accidentalmente golpeé el pupitre con mi rodilla y todos mis lapices cayeron al suelo. La clase entera se giró a verme mientras que yo levantaba el desastre avergonzada y profundamente sonrojada.
"Señorita Jauregui, ¿está todo bien por ahí?" El profesor dejó sus papeles en su escritorio y se dedicó a mirarme con intriga, quizás preocupación.
"Uh... Creo que, uhm, ¿podría ir al baño por un momento?" Asintió con una sonrisa. Tenía suerte de ser una buena estudiante, porque de otro modo no creo que me hubiese dejado salir.
"Por supuesto, puede ir a la enfermería si así lo desea." Devolví el gesto, que más bien terminó siendo un pobre intento de sonrisa quebrada. No era nada buena fingiendo.
Salí casi apresurada del salón y me dirigí directo al patio junto a la cafetería, necesitaba algo de aire o me desmayaría en ese mismo instante.
O tal vez eso ocurrirá de una manera u otra.
Pensé al ver a Camila, sentada bajo un árbol junto a su mochila. Sus rodillas flexionadas, y su rostro totalmente escondido detrás de ese escudo que eran sus delgados bracitos. ¿Estaba llorando?
No. No, por favor, no.
Me acerqué cuidadosamente y me senté junto a ella sobre el cesped. De inmediato notó mi presencia y evitó mi mirada al mover su cabeza de su lugar anterior. Sus parpados estaban hinchados y rojizos, los rastros de lágrimas secas bajaban por su rostro hasta su barbilla.
"Camz, qu-"
"¿Es cierto?" Preguntó de un tirón, como si quisiese sacarse la duda lo más rápido posible, tal y como te quitas la bandita de la herida.
"¿Q-qué... A qué te refieres?" Presionó sus labios juntos y tragó saliva, ignorando completamente mis ojos.
"Todo el mundo lo sabe, Lauren. ¿Te acostaste o no con ella?" Su voz se quebró al final de la oración y las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos.
"Camz-"
"Responde la pregunta." Esta vez sí me observó, pero pronto sentí mi alma salirse de mi cuerpo cuando no vi ese brillo que siempre suele llevar. Sólo vi un vacío enorme.
"Yo... n-no, no l-lo sé." Una pizca de esperanza se hizo presente en su semblante. "Desperté en esa cama, pero no llevaba más que mi ropa interior. Juro que no recuerdo nada." Rodó los ojos con pesadez, irritada.
"Creo que eso dice lo suficiente, Lauren." Se tornó seria, casi sin expresión alguna. "Te acostaste con Emily luego de haberme besado, no hay nada que explicar." Negué furiosamente e intenté tomar su mano. Camila la alejó como si el tacto fuese a contagiarla de un virus mortal.
"Camz, no recuerdo nada de lo que ocurrió, pero nuestro beso... Jamás podría olvidarlo, debes creerme cuando digo que lo único que quiero recordar de la noche es eso. No fue cualquier cosa para mí, tú en serio me gustas mucho." Divisé a las chicas aproximándose.
"Claro, por eso fuiste y te la tiraste a ella." Al verme apresuraron el paso y Camila se puso de pie, sacudiendo las hojas que se habían pegado a sus jeans.
"No, espera, no te vayas, por favor perdon-" Justo cuando mi mano estaba por agarrar su brazo ella lo apartó bruscamente y me dirigió una mirada llena de dolor, no creía que Camila fuese capaz de odiar a alguien, pero si hubiese algo un escalón más abajo del odio, entonces eso era lo que se alojaba en sus orbes, apagadas y sin energía.
"No. No puedo perdonarte, Lauren." Agachó la vista. "No ahora." Se abrazó a Dinah, que me lanzó miles de dagas con los ojos mientras la resguardaba entre sus brazos. Ella, Camila y Normani desaparecieron dentro del edificio, dejando a una triste Ally frente a mí. Hubo un minuto de silencio, hasta que saqué afuera mi dolor junto con mi voz.
"No lo entiendo, Allz. Yo... no recuerdo nada. ¿Cómo es que todos lo saben?" La de menor estatura jugaba con sus dedos.
"Uh, Emily..." Ni bien ese nombre entró por mis oídos mis ojos se cerraron y sólo sentí rabia. "Ella se encargó de que todos lo supieran ésta mañana." Presioné mis dientes entre sí. "Lo siento mucho, Laur." Había hecho todo mal. Me había dejado llevar por una persona como ella y así había acabado.
"Sí, también yo." Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
Mi cuerpo estaba ahí, pero mi corazón... Él se alejaba junto con Camila.
-
Las clases continuaron normalmente para todos, pero bien sabía que ni yo ni Camila estábamos en nuestro mejor estado. Mientras intentaba enfocarme en mi libreta, Stefanie, que había notado mi falta de ánimos, de vez en cuando me dedicaba una mirada angustiada pero luego sonreía para dame algo de vibras positivas. Ella era realmente una muy buena amiga.
"¿Qué ocurrió para que estés así?" Verificó que la profesora no estuviese viéndonos para hablar.
"Creo... Creo que sería mejor hablarlo luego, quizás en el almuerzo." Asintió con una media sonrisa y nos dispusimos a hacer el trabajo.
En menos de lo que creí la hora había acabado, pero yo aún no había hablado con Emily, por lo tanto mi enojo y mis nervios no se disipaban. Ni probablemente lo harían hasta que Camila me perdonase.
"Hey, ya ha sonado el timbre del almuerzo, ¿vienes?" Pestañeé reiteradas veces, regresando de mis pensamientos al mundo real.
"Ah, uh, s-sí claro." Me levanté de mi asiento y juntas hicimos nuestro camino hacia la cafetería. Repleta de gente como siempre.
Avisté a Camz en tan solo un segundo, sentada en nuestra mesa con las chicas... Bueno, tal vez esa no era ya mi mesa. Ella se enfocaba en su plato, cabizbaja. Definitivamente me odiaba. Odiaba el momento en el que decidí emborracharme y arruinarlo todo.
"¿Es... verdad ese rumor?" Cuestionó la castaña una vez sentadas y con nuestra comida en bandeja.
"No lo sé." Admití afligida y apenada a la vez. Era un desastre.
"¿Cómo que no lo sabes?" Fruncí el ceño y moví la cabeza, por más que me partía las neuronas tratando de recordar, no lo lograba. Aunque sea hubiese sido útil un retazo de memoria, pero nada, absolutamente nada.
"Supongo que estaba demasiado ebria como para recordar algo." Dije amargamente. Musitó un 'Oh'.
"¿Le has preguntado a... esa?" El notorio desagrado en sus palabras hizo que una pequeñísima sonrisa se formara en mi rostro.
"No, no la he visto aún." Alzó una ceja y luego la otra.
"¿De qué hablas? La práctica de las animadoras acaba de finalizar, es muy posible que ella todavía se encuentre en los vestidores." Abrí los ojos grande. "Ve a buscarla, ¡no le pierdas el rastro!" Mis ojos viajaron como un flash a los de Camila, la había encontrado mirándome.
Quizás todavía haya una chance de reparar algo entre todo este caos.
"No me esperes, nos vemos luego." Me largué de ahí casi a zancadas, varias veces estuve a punto de tropezar o resbalar en el camino, pero me valía.
Entré abriendo con fuerza la puerta, de modo que golpeó contra la pared causando un sonido estruendoso. Parecía no haber nadie ahí, la zona de las duchas estaba vacía y el silencio dominaba el lugar, hasta que claramente pude oír algo similar a una cremallera entre las filas de casilleros. Di la vuelta y caminé derecho unos metros, ingresando, y por fin hallando la figura de la persona que buscaba, semi-desnuda y con un bote de crema humectante en su mano.
"Oh, creí que jamás vendrías." Apoyó el bote sobre la banca. "Estuve esperando verte todo el día." Caminó hasta mí balanceando sus caderas de lado a lado y enlazó sus brazos al rededor de mi cuello. Yo tomé su cintura y la alejé de la forma más delicada que pude permitirme, porque de verdad estaba angustiada y muy molesta con ella.
"No vine para esto, Emily. Quiero que me digas qué ocurrió exactamente." Exigí con firmeza. Ladeó la cabeza e hizo un puchero.
"No me trates así, ¿pasamos una noche increíble y así me lo agradeces?" Rió. "Por cierto, estuviste excelente, nunca me había sentido tan..." Dio dos toquesitos con su dedo indice en su barbilla. "Llena. Tu paquetito, o más bien paquetote," Movió sus cejas sugerentemente. "me proporcionó sensaciones verdaderamente agradables." Sonrió y dejó un beso en mi mejilla. Aparté mi cara a la velocidad de la luz.
"No, no hagas eso." Pedí ya frustrada.
"No decías lo mismo mientras apretabas mi trasero y yo me movía encima de ti." Rió y suspiré tensando la mandíbula.
"Esto es serio, Emily. N-necesito saber... Nosotras, ¿Us-samos... protección?" Pregunté, aterrada de que la respuesta fuese cualquier cosa menos positiva.
"Oh, por supuesto que sí, tonti. No pienso tener hijos hasta los treinta, arruinaría mi figura." Bromeó y yo no podía entender cómo es que el asunto le caía con tanta liviandad. A sí mismo, sentí como si un enorme peso se saliera de mi espalda al enterarme de las hasta ahora 'mejores noticias' del día. El alivio purificó un poco mi sentimiento de culpa.
"Ahora dime, ¿por qué le has dicho a todos? Todos esos rumores yendo y viniendo por todo el instituto, mis amigas me odian... Camz me odia. ¡Todo esto está mal y lo sabes!" Guardó el frasco dentro de su bolso, que se encontraba sobre la banca de madera.
"Es fácil, yo soy la capitana de las porristas, tú la capitana del equipo, nos correspondemos, Laur. Todos están encantados con la noticia y adoran la linda pareja que hacemos, no necesitas al perrito faldero de Cabello." Fruncí el ceño, esta mujer estaba totalmente loca.
"Oh, no. Nosotras no estamos saliendo. Yo no te quiero de esa manera y lo sabes. Lo siento si los hechos ocurridos te dieron falsas esperanzas, pero esto," Nos señalé a ambas con mi dedo indice. "no significa nada. Todo fue una gran confusión y no pienso quedarme con los brazos cruzados, dejando creer a los demás que sí hay algo cuando no lo hay." Emily terminó de arreglar su blusa cuando soltó una risa, a mi parecer algo sarcástica.
"Tú, mi querida Lauren," Se detuvo a sólo un paso de mí y trazó la línea de mi mandíbula con su dedo. "no dirás nada." Una sonrisita maligna se dibujó en su rostro. Tomó mi mentón con su mano. Yo la veía confundida, y bastante atemorizada. "Porque si lo haces..." Alzó su otra mano, donde sostenía su teléfono y mi mundo se cayó a pedazos. En su pantalla se mostraba una muy nítida fotografía mía en sujetador y bóxers, se podía ver perfectamente el bulto cubierto por la prenda inferior. "Todos sabrán qué clase de fenómeno realmente eres." Quedé paralizada. Emily se puso en puntitas de pies y besó fugazmente mis labios. Me mantuve en mi lugar, sin poder mover un músculo. "Nos vemos luego, Lo." Oí la puerta cerrarse, pero no había nada para hacer.
Estaba acabada.
Nota: ¡Feliz año nuevo a todos! Espero que tengan un maravilloso 2017 y disfruten cada momento que pasen con sus seres queridos. ¡Los amo y muchas gracias por leerme! Ya son 3 meses y más de 25K leídas, casi 2K votos y 600 comentarios, no puedo creerlo.
Por desgracia yo tengo que darles una mala noticia... Y es que mañana me voy de vacaciones a la playa y pues no estoy muy segura de si podré actualizar allá, ya que no hay WiFi en donde voy a hospedarme, por eso aunque estuve con el día algo ajetreado por los preparativos, terminé de escribir este capítulo. No podía irme sin publicarlo. Juro que haré lo posible e intentaré encontrar una manera de actualizar. Peeeero, si no lo consigo entonces no se preocupen porque de todos modos llevaré mi laptop y escribiré en mi tiempo libre, lo que significa que cuando vuelva muuuy probablemente haya un maratón de ambos fics :)
PD2: Les recomiendo que para mantenerse al tanto me sigan aquí o en mi cuenta de Twitter (Enlace en mi perfil).
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