Habían pasado más o menos unas dos semanas desde que Justin y yo éramos "amigos". Me lo propuse a mí misma y lo logre. Ya no pensaba tanto en el, ni me hacía preguntas sin respuesta. Lo había visto un par de veces, porque habíamos quedado todo el grupo varias veces para salir de fiesta. No puedo negar que verle con Selena no era de mi agrado, pero me mentalice para poder evitarla.
Las chicas, estas últimas dos semanas, habían ayudado mucho a distraerme. Estábamos más tiempo juntas de lo normal y lo estábamos pasando muy bien últimamente. Las practicas eran más amenas gracias a nuestras risas.
Sara y Ryan seguían avanzando en su relación y están muy bien juntos. Brit y Trey ya llevan casi un mes juntos, y debo reconocer que me dan un poco de envidia... Aunque a veces son tan empalagosos. Reí en mi mente.
Me encontraba al fondo de una tienda del centro comercial, en los probadores para ser exactos y con más o menos diez vestidos y un par de conjuntos sueltos, sin exagerar. Hacía mucho tiempo que no venía de compras y me había vuelto completamente loca. Me quedaba por probar el penúltimo vestido. Y es que esta noche íbamos a ir al apartamento de Justin, para celebrar el cumpleaños de Ryan, aunque no era hoy, era la semana que viene pero Justin estaba liado así que hoy iríamos todos allí. Entonces no quería ir muy formal, así que necesitaba algo que ponerme.
-Mel, por dios, llevas tres horas probándote vestidos, son las seis, vamos a llegar tarde. –dijo Brit ya desesperada.
-De verdad, mi madre tardaba menos depilándose. –dijo Alis.
-Oh, por dios Alis, que desagradable. –-dije burlona. Ambas carcajearon.
-Te esperamos a fuera de la tienda, ¡no tardes! –dijo Birt.
Cinco minutos después me decidí por una falda corta de vuelo en color verde, una camisa en forma de corsé blanco, un chaleco y unas sandalias preciosísimas. Cogí en un brazo lo que me llevaba y en el otro la cantidad de ropa sobrante y el bolso. Salí de los probadores y me dirigí a pagar a la caja, unos metros antes de llegar choque con alguien bastante mas alto que yo.
-Disculpa, iba descentrado, te ayudo. -se agacho a ayudarme para recoger la ropa.
-De verdad no importa, yo iba con prisa. –él se levantó, y me permitió así, verle el rostro. Era un chico de piel morena, con el pelo un poco desordenado y corto, una sonrisa muy sexy y bonita, y unos ojos oscuros. El chico realmente era guapo. Termino de ayudarme y me dió la mano.
-Soy Nick, encantado.
-Yo Melissa. –dijo sonriendo.
-Muy bonito nombre, Melissa.
-Gracias. –me sonroje un poco-. ¿Y qué haces tú en una tienda para mujeres?.
-Hm. –rio-. Es el cumpleaños de mi hermana y he venido a comprarle algo. –Asentí.
-Oye, ¿quieres venir a tomar un café? –Preguntó.
-Veras... Ya tengo planes. –dijo haciendo una mueca.
-Pues toma mi número, y así podemos quedar algún día. –sonreí y intercambiamos teléfonos.
-Hasta luego. –le dije cuando salí de la tienda y me dirigí hacia las chicas. Ellas no se habían dado cuenta, así que no se pusieron como locas. Cogimos el coche y llegamos al apartamento.
Unas dos horas después la mayoría estábamos listas. Yo ya me había duchado, arreglado el pelo y maquillado solo me faltaba ponerme lo que me había comprado. Lo hice y enseguida salimos por la puerta con las prisas de Sara, que estaba deseando ver a su enamorado.
En cuanto llegamos subimos las escaleras y tocamos a la puerta. Justin abrió saludando a cada una de nosotras, yo estaba la última así que como solía pasar últimamente intercambiamos unas miradas confusas y directas y volvíamos a actuar normal.
Saludamos a Ryan, lo felicitamos por adelantado, saludamos a los demás y empezamos a cenar las pizzas que habían comprado. Diez minutos después de comenzar a cenar llegó Selena, yo solo la ví entrar y después actúe como si nada centrandome en mi trozo de pizza. Cuando todos terminamos de comer, entre risas y bromas como siempre, empezamos a quitar la mesa y recogimos todo un poco.
Apartamos la sillas y la mesa del comedor de Justin para poder dejar espacio en el suelo, ya que íbamos a jugar al Party&Co. La verdad es que no era un juego muy divertido ahora mismo, pero empezamos a jugar. Ryan tiro el dado y le toco una pregunta de ciencia.
-Bien... –gire el reloj de arena-. ¿Cuál es el continente más grande? -pregunté.
-Hm... -Ryan estaba pensando.
-Va, bro, esa esta chupada. –-dijo Justin mientras todos reíamos.
- ¿América? –todos saltamos en carcajadas-. Oh por dios, Ryan, es Asia. –dije yo intentando no reírme. Él nos fulminó con la mirada de broma.
-Justin te toca. –dijo Sara. Justin tiro el dado, pregunta de ciencia.
-¿Cual es país más grande en extensión geográfica? –pregunto Sara. Justin sonrió con autosuficiencia y contesto-. Federación de Rusia.
-Correcto. –dijo Sara.
-Por dios, este juego es una mierda, –-Ryan se levantó hacia la cocina y apareció de nuevo con una botella de vodka-. ¿Qué os parece una de verdad y atrevimiento? –preguntó juguetón. Todos contestamos respuestas afirmativas, pues el Party&Co era una real mierda. Tampoco sería para tanto jugar a verdad o atrevimiento ¿no?
Nos sentamos todos en círculo, tenía justo enfrente a Justin, para mi buena suerte, nótese la ironía. Ryan coloco una botella de coca-cola vacía en el medio del circulo y la rodó. Le tocó a Nate.
-¿Verdad o atrevimiento? -preguntó Ryan.
-Verdad.
-Es verdad... ¿Qué hay alguien en este círculo que te gusta? –Él se sonrojo y contesto directo.
-Sí. –todos sabíamos que entre él y Alis había algo. Ryan giro de nuevo la botella. Unas rondas después de que me hubiera tocado varias veces y me hubiera negado a contestar o a decir lo que proponían, y ya no me quedaban mas prendas, así que cruce los dedos para que no me tocara, pero como siempre tengo tanta suerte, me tocó.
-Por fin Trees, –dijo Ryan-. Ahora no te libras. ¿Verdad o atrevimiento?
-Verdad.
-¿Quién te parece más atractivo de los que hay aquí? –dijo Ryan con sonrisa triunfante. Yo no sabía dónde meterme, tenía que contestar la verdad, pues era obvia pero es que era tan complicado. Me arme de valor y me dispuse a contestar.
-Pues... hm, Justin, supongo. –dije avergonzada. Supongo que mis mejillas ya tenían el color rojo de siempre y alce mi vista para encontrarme con la de Justin, el cual me miraba de forma directa y con una sonrisa normal y ala vez un poco tierna.
Tres rondas más habían pasado en la que no me paraba de reír, Ryan les había dicho a Trey y Brit una cantidad de barbaridades, por dios estaba completamente loco. Giró la botella otra vez y esta paró en la dirección de Justin.
-Bien, Justin. –hablo Ryan-. Ya que a Melissa le atraes tanto, bésale el cuello durante diez segundos. –abrí mis ojos como dos platos, no me lo podía creer, iba a matar definitivamente a Ryan ¿cómo era tan capullo? A mí me quedaba la ropa justa, ya me había quitado la chaqueta y los zapatos, así que Justin se levantó en medio de todo el circulo y yo hice igual, me acerque a él, de manera en la que nuestros cuerpos quedaron pegados.
Él puso una mano en la parte baja de mi cintura y con la otra la levanto para apartar el pelo de mi hombro, lo apartó y se fue acercando poco a poco a mi cuello. Mi respiración iba a mil por hora y notaba como la suya estaba igual. Noté su dulce y caliente aliento chocando contra la piel de mi cuello y como empezaba a depositar pequeños besos en el. Poco a poco iba aumentando el ritmo y haciendo los besos más fuertes y pasionales. Inconscientemente eché mi cabeza hacía atrás para darle mejor espacio. No pude evitar soltar un pequeño gemido, muy muy pequeño, tan solo era capaz de oírlo el. El, al oírlo, soltó un suspiro que choco con mi cuello al instante, y que transmitió sensaciones por todo mi cuerpo. Era yo o ¿estaba intentando controlarse algo? Sí, afirmativamente estaba intentando controlar el bulto de sus pantalones.
-Bien chicos, muy bien. –dijo marcando cada palabra orgulloso de lo que acabábamos de hacer. Justin se separó de mi cuello para quedar a escasos centímetros de mi boca. Claramente sentía unas ganas incontrolables de juntar nuestros labios y no separarlos hasta que se desgastaran, y más cuando notaba su aliento chocar en mis labios tan suavemente. Nos quedamos unos segundos mirándonos fijamente, con las respiraciones alteradas.
-Chicos. –nos llamo Sara.
Nos sentamos otra vez en nuestros sitios y la siguiente ronda continuaba.
Mi móvil sonó en mi bolsillo haciendo que dejara de reírme por las chorradas de los chicos. Lo saqué y vi la pantalla. "Nick llamando" ponía. Todos centraron sus miradas en mi. Justin me miraba muy fijamente y con desconcierto. Yo me levanté y me puse un poco alejada.
-Tengo que contestar. -les dije.
-¿Si? –pregunte.
-Melissa, soy Nick, ¿Te acuerdas?
-Oh, sí, claro Nick. –dije haciéndome la interesante.
-Te llamaba para invitarte a salir el jueves, ¿Quieres? –dijo, era Lunes, así que tenia tiempo para arrepentirme si luego no quería ir.
-Si, me parece bien, ¿En el Starbucks del centro a las siete? -–propuse. Mire hacia los chicos. Vi como todos ya se estaban levantando, supongo que ya nos íbamos. Y miré a Justin el cual tenía su vista en mi a pesar de que Selena le estaba hablando.
-Si, allí nos vemos, un beso. –y después de esto colgué.
Me dirigí de nuevo a los chicos de forma casual y recogimos nuestros bolsos y abrigos pues ya nos íbamos. Antes de salir por la puerta dimos dos besos a cada uno. Cuando fui a dárselos a Justin, me sentí un poco rara, habían sido unos dos besos raros, fríos quizás.
Llegamos a nuestro apartamento y en un tiempo récord me puse el pijama, me adentre en mi cama y me acurruqué como un peluche contra mi almohada. Sara entro.
-Buenas noche Mel. –dijo mi amiga.
-Buenas noches Sarita. –se dispuso a salir hasta que volvió a preguntar-. Oye, ¿Con quién hablabas tan sonriente por teléfono? todos nos dimos cuenta. –aja, por eso los dos besos extraños de Justin, ¿o no?
-Proyectos nuevos... –dije de forma seductora mientras reía-. Que va es broma, mañana te cuento. Ella se echó a reír conmigo asintió y se marchó a su cuarto.
-Nick no está mal Melissa, no es como quién tu y yo sabemos... Pero no esta mal. –dijo una vocecilla malvada de mi interior.
Yo negué con mi cabeza quitando el nombre de Justin de mi mente y me acomode para dormir.
Había sido un día largo, muy largo.