Me hallaba en el baño de mi apartamento intentando ondular el ultimo trozo de pelo que me quedaba en la parte de atrás de la cabeza, rodeada de ropa tirada por el suelo y escuchando el alto volumen de una canción que sonaba por todo mi apartamento.
Las chicas, Alis y Brit, habían venido a arreglarse con nosotras aquí. Exceptuando el desorden que provocaban, era genial estar las cuatro juntas. Viendo que nos íbamos a poner, que nos quedaba mal o bien y cual era el pintalabios adecuado. Era una de las mejores cosas de mis amigas, cuando estábamos las cuatro juntas no me lo podía pasar mejor, ni me podía reír más. Una sonrisa salió de mi boca al pensar en ellas, eran increíbles.
No tenía muy claro que estaba haciendo. Simplemente lo estaba haciendo. SÍ, iba a ir con las chicas y los chicos a el concierto que tenía hoy Justin en Los Ángeles. ¿Porque? Pues no lo sé. Bueno, a ver, en cierto modo si que lo sé. Sencillamente me apetecía verle, salir un poco... Y bueno no sé me ocurren más excusas. Sí, solo iba al concierto para verle, tenia unas ganas horribles. Aparte hacía ya más de una semana que no había tenido ni una palabra con el, porque no lo había visto. Desde que volvimos de su casa en Long Beach no habíamos coincidido. Hablando de eso, el ultimo día en Long Beach nos fuimos por la mañana, pues la mayoría tenia cosas que hacer. Justin y yo simplemente intercambiábamos miradas de confusión y prácticamente nos evitabamos. Lo que pasó en la playa y en la chimenea, al menos para mi, fue algo muy fuerte. Se mezclaron demasiadas emociones y sobre todo sentimientos. Y no acabaría bien, solo podía pararlo. Y así lo hice en la chimenea, por eso a la mañana siguiente estábamos tan distantes.
Todavía estaba confusa por todo, pero ahora mismo me encontraba tan entusiasmada y alegre gracias a la alegría y las ganas de salir que me proporcionaban mis amigas, que simplemente deje de pensar en los problemas un rato.
Terminamos de arreglarnos y salimos al portal, donde ya nos esperaban los chicos para ir al concierto.
Narra Justin.
Salir ahí era una de las mayores satisfacciones que tenía, quedaban tan solo cinco minutos. Era inexplicable toda la gente, sus chillidos, sus carteles y lo que sentía cada vez que me subía a un escenario. Lo bien que me sentía cada vez que cantaba una de mis canciones, o cada vez que la terminaba y oía a la gente gritar y aplaudir como nunca. Era algo que me llenaba completamente.
Por otro lado tenia cierta esperanza de que Melissa viniera, aunque sabía que las posibilidades eran casi nulas.
Hacia ya tiempo que no la veía y por más que lo haya intentado era difícil no pensar en ella. No sé si era cierta obsesión o es que Melissa me gustaba demasiado. A lo mejor era simplemente que me atraía mucho y solo y simplemente quería un rápido revolcón. Pero es que cuando estaba con ella, aparte de la atracción claramente notoria, había algo más, no sé si era como me miraba o como me sonreia, como me comportaba cuando estaba con ella. Simplemente parecía que me cambiaba y solo me centraba en ella.
Ya, era la hora de salir. Me dirigí al escenario y cientos de personas gritaban y aplaudían desesperadamente. La musica comenzó y me dispuse a cantar la primera canción, "Boyfriend" ...
[...]
La ultima canción termino y con ella el concierto. Me despedí cariñosamente de todo el publico y salí rápidamente hacia el camerino. Allí me cambie rápidamente la ropa, y me asee un poco pues estaba sudado.
Cuando terminé de cambiarme baje corriendo a el recinto donde me esperaban las fans que tenían pases vips y donde también me esperaban todos los chicos y ... ¿Melissa? espero.
Llegué y lo más rápido que pude firme y me hice un par de fotos con las fans que estaban. Después miré alrededor de la sala, en la que había bastante gente, y encontré a todos allí. Incluso Melissa, la cual estaba con su móvil, disimulando como siempre. Hasta así se veía tierna.
Saludé a todos, los cuales me felicitaban y ya hablaban entre ellos, y luego me dirigí ha Melissa.
-Pensaba que no ibas a venir rubia. –le dije con una sonrisa juguetona.
-Tú siempre piensas mal Bieber. Además no quería quedarme en casa sola. –dijo provocando que yo me riera. Que buena excusa, pensé por mis adentros. La miré a los ojos y se creó un pequeño silencio incomodo.
-Esto... hm... Creo que tenemos algo que hablar. –dije un poco nervioso. Rascando mi nuca.
-Sí, yo creo que deberíamos aclarar ya todo. –dijo ella un poco ¿insegura?.
-Bien, pues... –dije dirigiéndome a todos los demás-. Chicos ¿vamos a mi apartamento?. –pregunté a todos. Todos respondieron afirmativamente-. Tú vienes en mi coche, conmigo, ¿vale?. –le dije a Melissa. Ella solo asintió y nos dirigimos hacia la parte trasera donde estaba mi coche. La verdad es que después de cada concierto me solía ir de fiesta, pero hoy no me apetecía demasiado.
Una vez abajo, le abrí la puerta del coche y ella subió. Yo rodee el coche y me subí encendiendo el motor.
Comencé a conducir y miraba a Melissa de reojo, ella estaba bastante nerviosa por lo que podía notar. Y yo no sabía por donde empezar. Así que busqué las palabras adecuadas para empezar y así lo hice. Carraspee segundos antes.
-Mel, mm... –me puse nervioso, cosa que no me solía pasar. Por dios era Justin Bieber-. Yo quería explicarte lo de, ya sabes, Selena. Aunque en realidad la culpa es tuya. –en ese momento ella mi interrumpió exaltada. Yo solo me eché a reír, era realmente graciosa.
-¿Que? Bieber, ¿la culpa mía? por dios, no tendrás la vergüenz... –la interrumpi yo.
-A ver, de alguna manera sí, si me hubieras dejado explicártelo y no me hubieras cerrado la puerta en la cara. –ella solo rodó los ojos, porque en cierto modo estaba de broma, para suavizar un poco el ambiente.
Oí vibrar mi teléfono, un mensaje de Selena.
En ese momento un golpe de realidad me choco en la cara. Melissa y yo no podíamos llegar a nada. Lo nuestro había sido una pequeña aventura, inolvidable, pero nada más. Tal vez si Selena no se hubiera entrometido podríamos a ver llegado a algo, pero no fue así. Por lo tanto había que aceptar la realidad y poner fin. Supongo que no sería difícil, podríamos ser amigos.
-No ahora enserio, Mel... –me costaba expresarme-. Selena y yo estamos... –carrraspee de nuevo-. Bien, supongo. Estamos juntos y se que me porté como un imbécil contigo. Y que no debí hacerte eso, tenia que haberlo consultado antes contigo, pero todo surgió muy rápido. –me sentía bastante sucio diciéndole esta cantidad de mentiras. Pero supongo que era lo mejor. Creo que incluso ya me estaba arrepintiendo, porque tenerla a un asiento de separación y no besarla era un delito-. Yo solo quería pedirte disculpas y intentar ser... no sé, tal vez... ¿Amigos?.
Ví como al principio se tensaba, después la veía con ganas incontrolables de asesinarme y finalmente la ví dar un gran suspiro.
-Sí, yo también pienso que es lo mejor, podemos ser amigos, supongo. –otra vez la maldita indiferencia, no había nada que odiara más. Pero supongo que la merezco, ella no esperaba que le dijera todo eso, y menos después de lo que paso en la playa y en la chimenea.
-Bueno pues, bien, supongo. –aparque el coche, la ayude a salir y subimos todos a mi apartamento.
Narra Melissa.
No sé que me dolía más, que me dijera que estaba realmente con Selena o que me propusiera ser "amigos" por favor eso quien se lo cree, no tiene ni sentido. Justin claramente era un bipolar y un mujeriego estúpido. Había intentado estar calmada mientras estábamos con los chicos, pero no me dejaba de comer la cabeza.
No me sentía nada cómoda ante esta situación, así que al pasar un par de horas, le dije a Sara que no fuéramos y gracias a dios ella también estaba cansada y aceptó.
Cogimos un taxi y llegamos a casa.
-¿Que a pasado con Justin?. Te noto un poco... ¿Tensa?. –tenía razón ella me conocía. Pero ahora no iba a darle vueltas al tema, ni ahora ni nunca más. Aunque me cueste, Justin ahora solo es un "amigo" para mi. Que irónico, pensé.
-Con Justin no a pasado nada, ni volverá a pasar.