Luna se encontraba en su apartamento siendo más específicos estaba en el suelo de su hogar concentrada en el techo. Su mente y corazón convertidos en un océano de dudas. El vestido para la celebración ya lo llevaba puesto pero todavía no tenia la certeza de salir al encuentro con el. Melissa que le hacía compañía se paro al lado de ella y desde arriba comenzó con su intento de sugestión.
—Considero que Deberías darle una oportunidad. Solo piensa que Darién es un hombre inteligente y decidido. Tú eres como un colorido globo, el cual hay que sujetar para que no vuele lejos y se pierda en el espacio. El puede ser esa mano firme que te sostiene.
— Espera un momento, ya me confundiste Melissa con esa comparación en pocas palabras quieres decir que tengo la cabeza llena de aire y ¿desde cuándo eres tan partidaria de Darién?
—Después de ver 500 días con Summer no me deben sorprender las inevitables derivas que separan por siempre a dos enamorados pero porque también ustedes deben terminar así es que eres tan impulsiva y radical. Creo que todavía están a tiempo de salvar su amor después de todo no es demasiado tarde mientras respiren.
— Esa frase la he escuchado antes. En una ocasión me la dijo Darién. —Luna se levanto del suelo y quedo frente a la rubia que de inmediato arrugó la cara y esquivo su mirada. — ¿Como te convenció?
— Se ofreció tres meses para el voluntariado de los fines de semana. Es que necesitamos gente Luna y su argumento es convincente en especial cuando me pregunto si alguna vez necesite una segunda oportunidad inmerecida. Toco un punto sensible para mí.
— Ojala me sorprendiera pero eres débil Melissa. No quiero solo dejarme llevar por los deseos de Darién es mi vida. Yo decido con quien debo o no debo estar. Es bueno saber que eres parcial.
—Lo siento mucho Luna.
—No te disculpes. Debí buscar la opinión de alguien más madura que tú después de todo eres todavía una adolescente. Es posible que Katherine hubiera sido mas objetiva.
— ¿Tu vecina de 3—b? No me hagas reír si esa es peor que tu.
—Es cierto, yo soy un mar de prudencia comparada con ella. Debo comenzar a buscar amigas sensatas de ahora en adelante.
—Luna no quiero interrumpir tus planes de amigas nuevas pero ya son las tres así que...es ahora o nunca. —Luna miro el reloj sobre su pared confirmando así las palabras de Melissa.
—Tengo que ir Melissa. No voy a quedarme aquí pensando que hubiera pasado si...
***
Llega a la gran casa de Darién y comienza a tocar suena la melodía del timbre del intercomunicador pero nadie contesta después de varios minutos ella se desespera y comienza a buscar entre sus llaves hasta encontrar una en específico. La única del grupo que abría esa puerta. Abrió la puerta Darién estaba justo en frente.
— ¿Por qué no me abriste si estabas tan cerca?
—Quien tiene que andar tocando la puerta de una casa de la cual tiene las llaves. Al menos la conservas. Debe significar algo. — Darién miró su reloj— Cuarenta y cinco minutos tarde.
—Gracias por esperarme. Es bueno ver que practicas la buena virtud de la paciencia.— Se acercó y acomodo la corbata acto innecesario debido a que estaba completamente alineada— Estas muy elegante has de querer provocar que la novia se arrepienta de paso que está por dar.
— ¿Cómo debo interpretar tu comentario? Estas celosa o fue un halago. —
—Tan solo quería decirte que te ves muy bien. Perfecto para la ocasión. Deje pasar el detalle de tu amistad con paulina y su interés por ti. Perdón, no me veas como una pesada.
— Así que me quieres hacer sentir bien. Es una buena señal quiere decir...
—Quiere decir que quiero vivir a plenitud este día Darién. Si acepte venir fue para pasarla bien junto a ti independientemente de mis decisiones. Baja de esa nube y al igual que yo solo relájate y disfruta de la compañía, sin adelantarte a los acontecimientos. Llámale tregua o paréntesis pero no reconciliación.
—No quieres que me ilusione pero me coqueteas con todo el descaro que puedes. Procura no tener aptitud de seductora pues no reparó en lo que pueda pasar.
— Uy si porque yo soy la reina de la seducción. Te reitero que mi intensión fue hacerte sentir bien.
—Bueno, tú también luces muy bien. Realmente hermosa de los pies...— Darién se agacho frente a ella. Toco con las punta de los dedos el calzado de la joven que lo miraba desde arriba con extrañeza. Darién no detuvo se detuvo en el calzado no se resistió a la tentación de tocarla. Paseó sus manos desde los tobillos en un recorrido lento y tortuoso de subida. Cuando pretendían detenerse en las caderas Luna por un momento pensó en decirle basta pero aquel sensato pensamiento se fue tan rápido y fácil como vino. Siguió en silencio ahora con los ojos cerrados. Así que cuando tenia a Darién situado frente a frente tuvo que abrir los ojos y quedarse por unos segundos en el desconcierto cuando termino de susurrarle el final de la frase ya olvidada—... a la cabeza.
—Debemos irnos. Ya estamos bastante tarde.
— Oh si la boda. Crees que realmente notaran nuestra ausencia porque yo pienso...
—Darién lo mejor será que salgamos. No me quiero perder lo que queda de la ceremonia. — En unos minutos ya estaban en la autopista. Darién conducía y Luna estaba sentada a su lado.
— Escuchemos música.
— Tal vez después.
— Amas el suspenso del silencio. Si hubieras querido tanta paz no debiste invitarme. No me obligues a improvisar — Luna encendió la radio del vehículo y comenzó a buscar entre las emisoras.
—Esa canción le encantaba a mi madre. Han pasado años desde la última vez que la escuche— aclaró su garganta y comenzó a cantar en el asiento del pasajero—
♩ ♬Tu amor es algo tímido reñido es algo típico nada especial eso dirían los demás ♪ ♩ ♬, ♪ ♫ ♩ ♬
♫ ♩ ♬Tu amor es una trampa es una lanza que traspasa la tranquilidad, Es algo loco nada más. ♪ ♩ ♬, ♪
♫ ♩ ♬es tan impredecible tan sensible. Que amarra cuando quieres libertad. ♪ ♩ ♬, ♪
— Había olvidado lo mal que cantas. En mis recuerdos no era tan terrible escucharte.
— Bueno no tengo tan buena voz como tu pero al menos me sobra entusiasmo. Si te la sabes puedes ayudarme.
— Gracias pero me abstengo de participar en el dueto.
— Entonces seguiré yo sola — Esta vez Darién fue quien comenzó la estrofa. Estar en un auto con los aullidos de Luna como el siempre decía no era una experiencia muy agradable aunque sí muy cómica.
♪ ♩ ♬, ♪Te quiero así tan satírica y fanática ♪ ♩ ♬, ♪
♪ ♩ ♬, ♪cuando vives cuando matas con o sin razón♬, ♪
♬, ♪No pretendo alejarme, no quiero yo no puedo.♪ ♩ ♬, ♪
*********
—Puede besar a la novia.
Aplausos y vitoreo para los ahora recién casados. Por supuesto que Paulina debía casarse en una idílica boda de ensueño. Justo en la playa así que el paisaje de los novios y los invitados a la ceremonia era el maravilloso mar azul. Digno de la mejor playa del trópico. Todos los invitados se trasladaron a un salón preparado por el hotel elegido por la familia de la novia.
Antes de llegar a las mesas Darién y Luna se encontraron con Jeremy y Leonela. Mientras que Leonela y Darién compartieron una mirada de no disimulada antipatía. Luna y el se acercaron muy animados y se saludaron con un abrazo.
—JEREMY!!!
—Hola Luna. ¡Me ha parecido un siglo desde la última vez que te he visto!
El abrazo lleno de emociones alegres hizo que los jóvenes enmarcaran una sonrisa en su rostro y convalidando que tenían una amistad a prueba del tiempo. Sus acompañantes miraron la escena con una naturalidad que luego se convirtió en desasosiego así que cuando determinaron que el abrazo se había alargado demasiado. Ambos fueron separados. Luna por Darién quien la sostuvo de la cintura delicada pero con firmeza y Leonela quien agarró a Jeremy por la parte trasera del cuello de la camisa hasta colocarlo de vuelta a su lado. En el momento en que se acomodaron en la mesa Leonela comenzó a conversar en voz baja con su novio.
—¿Por qué debemos sentarnos junto a Darién?—La mesa estaba dispuesta para cinco personas las dos parejas y Abril quien mientras ellos charlaban tenía la atención fija en su teléfono la mayoría del tiempo.
—No seas así Leo. Es nuestro amigo y jefe.
—Que destino tan cruel el mío. Primero mi padre me obliga a soportarlo y ahora mi novio me hace lo mismo. —Leonela dio un largo suspiro con la pena plasmada en su rostro pero luego encontró un consuelo— Al menos Luna está aquí. Pobrecita ha vuelto a caer en las garras de la fiera.
La música que entre un Dj y un grupo en vivo se alternaban para amenizar la ocasión tenía a todos los presentes en ánimo de fiesta y romance. Muchos de los invitados ya estaban en la parte del salón que funcionaba como pista de baile. La música estaba tan alta que debían acercarse para ser escuchados.
—Darién he olvidado mi bolso en tu auto. Vuelvo en un minuto.
—No te preocupes yo te lo busco. — Darién salió y Luna se quedo con sus amigos en la mesa. Aprovecho y conoció un poco mas a Abril era algo tímida pero a ella le pareció bastante simpática. Ahora la música se escuchaba más tenue.
—Bailemos Leonela es una de mis canciones favoritas. — dijo Jeremy con algarabía ante la canción de Bruno Mars que empezó.
—Que más quisiera honey pero estos zapatos me están matando. Olvide los incómodos que son pero es el sacrificio del buen estilo.
—Otra vez será —
—No tienes que dejar pasar tu canción por mí. Puedes bailar con Abril
—No es buena idea. Yo nunca aprendí.
—Entonces Jeremy qué te parece con Luna — ella devoraba con ansias un entremés de camarón dirigió su mirada hacia ellos al escuchar su nombre.
— ¿Quieres bailar Luna? o también llevas una máquina de tortura en los pies por glamour. —Luna de inmediato sonrió y dijo que si a la propuesta. Nunca antepuso la elegancia antes que la comodidad. Tomó la mano de Jeremy y ambos llegaron a la pista para comenzar a bailar divertidos
—Es bueno tenerte cerca de nuevo.
—También me alegra estar con ustedes.
—Así que ¿Darién y tú están juntos de nuevo?
—No, solo lo estoy acompañando pero no estamos juntos de la manera que insinúas.
—Sabes, yo siempre escondí mis sentimientos hacia ti porque estabas con el pero ahora no veo motivos que me obliguen a seguir callando. — Se acerco y junto sus mejillas y le hablaba al oído mientras se movían de un lado al otro al ritmo de la canción— Luna Necesito decirte que te amo y que eres la mujer que siempre soñé.
— ¡Oh mi Dios! no esperaba esta confesión de tu parte. — Ella se aparto pero solo lo suficiente para mirar a sus ojos mientras continuaba— pero tienes novia Jeremy. ¿Que pasara con Leonela?
—Leonela estará bien. Siempre hemos sido más amigos que novios. Y si se resiente la enviare algo Louis Vuitton y nos perdonará.
— ¿Tal vez tienes razón y a ella no le importe pero y Darién?
—Ustedes terminaron ¿cierto? Ahora el es tu pasado y yo puedo ser tu futuro. Nunca me diste una oportunidad y creo que me la merezco. Creo que podemos ser muy felices juntos. Siempre hemos congeniado tan bien. Me llegaras a amar como nunca imaginaste porque yo te llenare de risas, detalles y muchos besos. Aseguró que de brindarme la oportunidad seré tu último amor.
—La verdad es que siempre pensé que haríamos una pareja perfecta. Es que tenemos tantas cosas en común y creo que yo de alguna forma también te amaba pero no creo que sea correcto.
— No sacrifiques nuestra felicidad por otros. Olvidémonos de todo y salgamos huyendo de aquí sin mirar atrás. Te ofrezco mis sueños y anhelos todo lo que tengo todo lo que soy ¿Lo aceptaras?— El le tendió la mano. Ella no estaba dubitativa era una aventura y ella amaba las aventuras. Sostuvo su mano y ambos felices y extasiados salían de la pista en medio de la canción. Corrían esquivando a las parejas que bailaban con destino hacia la salida.
— ¡Señor Fernández! ¡Señor Fernández! ¿Se encuentra bien? — La voz de Abril se escuchaba alarmada. Darién coloco el bolso negro de su acompañante encima de la mesa.
— ¿Que?—
—Es que me preocupa jefe. Esta muy rojo y parece que va a sufrir un ataque. Luce realmente enojado y con todo el respeto que se merece es mucho decir cuando es de usted quien habló. — Su imaginación le jugó una mala pasada. Darién volvió sus ojos a la pista y logró ver que Jeremy le daba vueltas a Luna. Quien risueña cuando termino de girar miraba hacia Leonela y la invitaba a unirse con un movimiento de sus manos. Leo negó señalando hacia sus pies. Luna no pudo evitar preguntarle a su amigo.
—Eres feliz al lado de Leonela?
—Muy feliz y a sido una sorpresa para mi. Nunca pensé que en Leonela iba a encontrar alguien a quien amar verdaderamente.
— Sabes que ella tiene planes de que la próxima boda sea la suya.
— Se que le gustan las cosas a su manera pero aunque estamos bien no hemos llegado a ese punto. Creo que ella lo aceptara.
—Si tú lo dices.
—Luna no se lo que sucede entre tu y Darién y no me atrevo a preguntar pero me siento en el deber de decir por que a ambos los considero grandes personas y buenos amigos que piensen en las todo los que los unen. Yo creo que a tu lado se muestra la mejor parte de el y creo que a ti te pasa lo mismo. —La canción terminó y Darién dejo escapar "Gracias Jesús" que solo la confiable Abril alcanzó a escuchar. Jeremy regreso a la mesa pero Luna se quedó esta vez bailando en solitario.
— ¿También te duelen los pies Darién?—
—Muy gracioso Jeremy pero no. Tu me visualizas saltando de aquí para ya con esas melodías.
—La verdad es que no.
—Luna se ve muy eufórica y energía a en la pista al parecer le han hecho efecto los tragos.
—Nada de eso. Luna ha sido abstemia toda la vida. Es que esa mujer siempre tiene la oxitócica al cien por ciento. — el ambiente se lo permitía pues todos alrededor estaban contagiados del pegajoso y enérgico ritmo. La melodía le parecía preciosa con aquel ritmo de campanas de coro muy al fondo en combinación con la batería, piano y guitarra. Contoneándose al ritmo del bit y moviendo sus brazos arriba y abajo alternativamente. El cantante hablaba de hacer cosas tontas y de matrimonio.
—A de ser que la fiesta la lleva por dentro.