Te Vas Conmigo

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Era de noche y Luna iba junto a Darien dentro del auto en el trayecto de la boda a la casa de la joven. Ambos en los asientos de atrás tenían buen ánimo. Ella porque asistió a una boda y el porque al fin había acabado y como bono logro su objetivo.

— Ha sido un evento fructífero para mis negocios. Valio la pena el esfuerzo y no has estado nada mal noté que estabas conversando con gente importante como la Sra. Benedetti.

—Si, Leonela me la presento es una dama muy agradable incluso nos ha invitado a una subasta pro recaudación de fondos para un asilo de ancianos.

—¿En serio? pero esa mujer no me soporta.

—¿Y quien si lo hace?-Esto lo dijo entre dientes pero aun así Darien la escucho y la miró severamente.

—En esta vida Sarandí hay cosas que no se pueden comprar. Como por ejemplo...

—La salvación de tu alma, la salud,el amor.

— Esas tambien, pero yo iba a decir el carisma. Se nace con el. Simplemente  lo tienes o no. Y en definitiva tu lo posees. Aunque irónicamente yo seré el que le va sacar provecho en mis negocios.

—Tu y yo somos tan diferentes. A mi me educaron para darle prioridad a las cosas invaluables. Todo lo realmente importante. La belleza que el tiempo no se lleva.

—Tus palabras son muy hermosas y enternecedoras pero solo han logrado que trabajes para alguien como yo. Así que los poetas y la gente con tan bellos pensamiento tienen pocas oportunidades en este mundo tan comercial.

— Si, lo se. Por eso soy realista. Antes de aceptar busque trabajo pero no pude conseguir nada. Este mundo es muy cruel.

—Antes de que se me olvide.— Le paso un Smartphone nuevo de color blanco- Aquí tienes.

—Oh muchas gracias.— Luna comenzó a buscar las aplicaciones— Que detalle, necesitaba cambiar el mio.

— Si lo he notado y no es un regalo, te lo facilito porque trabajas para mi y ese teléfono con la pantalla en mil pedazos no va con la imagen que necesito que proyectes. A diferencia de los vestidos se te descontará el costo de tu segundo pago. Es de excelente calidad lo distribuye mi compañía.-Luna comprendió que con Darien avanzaba un paso y retrocede dos.

—Yo era una cliente pero me cambie ya que se iba mucho la señal— Darien queria responder pero ya habian llegado al edificio donde Luna reside. Ella miró por la ventanilla del auto a una adolescente rubia y salió de una manera rápida. Al ver este comportamiento tan extraño el la siguió.

—¿Ha pasado algo Melissa? Pareces estar nerviosa.— Melissa le sostuvo las manos y la miro a los ojos.

-Lo siento Luna Han entrado ladrones a tu casa.-Luna abrió los ojos y soltó a la joven. Comenzó a subir las escaleras corriendo. Su amiga y Darién fueron detrás de ella. Al llegar al apartamento la puerta estaba abierta. Encontró la sala vacía a excepción de los libros que estaban tirados en el suelo. Miraba con la boca abierta todo lo que le rodeaba y de improviso dijo con cara de pánico.

-Oh por Dios espero que no...-Entro a toda velocidad a su habitación seguida por sus dos acompañantes quienes permanecen silentes. La habitación estaba en el mismo estado solo que en vez de libros tenía ropa tirada por todas partes. Ella comenzó a buscar frenética entre la ropa. Casi llorando hasta que encontró un retrato de tamaño considerable de una hermosa mujer abrazada a una pequeña niña.

—Qué alivio.— suspiró y volvió a recobrar la compostura.—Ahora explícame Melissa como ha pasado esto.

—Te lo dije yo no estaba en casa y solamente Pedro de la primera planta vio a los ladrones. Cuando le pregunto que estaban haciendo los infelices le respondieron que te estás mudando y el muy inútil se tragó el cuento.

—Vamos a llamar a la policía— Darien comenzó a marcar en su móvil al terminar la frase pero Luna lo interrumpió.

—¿Donde crees que estas? Esta es la cuarta vez que entran a robar. Claro que nunca habían llegado a este extremo. Pero tu crees que vendrá el jefe de la policía a investigar quién ha sido. Cuando le des la dirección se reirán en tu cara. Sería una total pérdida de tiempo.-Darien no respondió pues al ver la situación en que Luna se encontraba no queria ser inoportuno. A diferencia de Melissa.

—¿Y quién es este Luna?— Miró a Darien como a un bicho raro. El llevaba un traje formal oscuro.

—El es Darien, Melissa.— Luna comenzó a doblar su ropa luego de colocar el retrato en una esquina. Melissa hizo lo mismo.

— Y ustedes dos ¿que son?— Melissa comenzó a mirarlos alternativamente quedándose con unos jeans a medio doblar en las manos.— Vamos responde Luna.

—El es mi....mi....ya sabes mi....— Darien no daba credito a lo que estaba viendo Luna Sarandí sin saber qué decir.

—Su novio. Yo soy Darien su novio. Aunque no eres quien para andar preguntando. Niña mal educada.—Estaba más que satisfecho con la reacción de Melissa tenía los ojos como platos. El se coloco al lado de Luna quien estaba ajena a la conversación y se unió a las otras dos doblando un vestido. Melissa salió de su estado de shock y luego de un largo silencio respondió.

—Soy la mejor amiga de Luna así que tengo el derecho de saber.

—Si tardas media hora para responder significa que yo gane. Así que mejor sigue doblando niña.— Darien miró a Luna quien seguía concentrada en lo que hacía.— Mejor amiga, eso explica muchas cosas.

Al terminar con la ropa siguieron los libros pero Darien se detuvo para comenzar a usar su móvil.

—Sousa no me contesta-El observo lo desolado que estaba el pequeño apartamento y lo tranquila que estaba Luna. La rubia a la que consideraba una molestia salió diciendo que buscaría una maleta para acomodar la ropa. Quedaron solos.

—Todo estará bien Luna.— El toco su hombro y luego retiró su mano con lentitud.

—Lo se, tengo experiencia. Lo que más me molesta es que apenas termine de pagar todo lo que se han llevado.— Su tono era de indignación para luego suspirar y decir resignada— No importa así son las cosas. Es tarde Darien gracias por todo pero ya te puedes marchar.

— ¿Y qué harás tú?

—Lo de siempre, sobrevivir y luego superarlo.— levantó la cabeza y sus ojos mostraron cierta valentía.

— No Sarandí. Vivir en estas condiciones es incómodo y hasta peligroso.— Darien colocó las manos en su bolsillo y con firmeza continuo— Puedes venir a casa conmigo.

La Novia Del JefeWhere stories live. Discover now