Mi Casa No Es Tu Casa

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Todavia Luna no había entrado a la casa y Darien ya se encontraba arrepentido de la decisión que tomó. Cómo iba a compartir algo tan privado y personal como su casa que era más como una fortaleza de paz y tranquilidad armoniosamente construida. Luna quien en la mayoría del tiempo lo sacaba de sus casillas sería cohabitante de su preciada Mansion. ¿Por qué no simplemente dijo buena suerte y adiós cuando ella amablemente le ofreció marcharse? Darien detuvo el hilo de sus pensamientos tal vez si indagaba mucho encontraría respuestas peligrosas para su tranquila manera de vivir.

El chofer entró con la maleta rosada que Luna llevó y se detuvo a preguntar donde la colocaba.

—Antes de eso llama a la Sra.Carmen y a las demás empleadas por favor.— Darien tenía los ojos cerrados y mordía su labio con lo que parecía un gesto de dolor. Todos los empleados de la casa se encontraban reunidos en la estancia. Darien abrió los ojos y habló con autoridad- Quiero que todos ustedes presten atención a lo que les dire. Luna se quedara en esta casa por un tiempo. Espero que la traten con la amabilidad que se merece. Es cuanto, se pueden retirar.

Luna mira la casa detenidamente no había sido muy difícil convencerla de vivir allí mientras conseguía un lugar más seguro. Confiaba en que Darien no atentaría contra las buenas costumbres a decir verdad comenzaba a sospechar que  era más considerado de lo que sus palabras y su porte arrogante demostraba. Le había dado trabajo y ahora le brindaba un techo. Nunca espero tal proceder del hombre de hierro sin un corazón. Aunque ahora parecía tener uno. Luna incluyó en sus agenda mental. Devolver a Darien sus buenas obras ayudando de alguna manera.

— Espero que estes comoda en tu corta estadía en mi hogar.— Lo dijo fríamente con el tono severo que usaba siempre.

—Serán como una vacaciones en un Hotel de Lujo.— Ella le sonreía con todo el descaro que le fue posible.-Iré a dormir. Hoy ha sido un dia agotador.

Darien se quedó mirándola con su vestido formal azul hasta que se perdió de su vista. La casa era grande pensó. Posiblemente ni siquiera notará la presencia de Luna. Solo seran unos dias o quien sabe si mañana Sousa encuentra una solucion mas practica y asi no la tendría tan cerca. Esos pensamientos lo tranquilizaron. Esa noche durmió plácidamente.

***

—Eran las cinco de la mañana y Darien hacia ejercicio en su gimnasio. Se sentía en óptimas condiciones y su pierna no le causaba molestias. Eso le extrañó pues ya se había acostumbrado al dolor constante que sufría desde el accidente. Culminó en hora y media y siguió con su ritual matutino. Mientras estaba en la ducha con la cabeza llena de espuma por el shampoo recordó los acontecimientos de ayer. Rayos, ahora era roomate de Sarandy pensó. Camino hacia el comedor y ahí estaba Luna sentada al lado de su lugar en la mesa. Con unos jeans y una camiseta blanca. y con el cabello desordenado. Era la reina del extreme makeover.

— Buenos días Darién ¿Como amaneciste?

—Sorprendido de que estés lista tan temprano.— Darien comenzó a ver detalladamente la comida servida en la mesa. No era lo que él acostumbraba.

— Imagine que deberías verme para recargarte de ánimo antes de ir a la oficina.— El ama de llaves estaba detrás de Darien así que él se contuvo y no dijo lo que pensaba— Y asi tendras la oportunidad de llevarme a la universidad. Te ves un poco distante. ¿hay algo que quieras decirme?

— Hay muchas cosas que quisiera decirte pero por ahora solo necesito saber ¿porque mi jugo de naranja es verde el dia de hoy?

— Es que lo mande a preparar con unos ingredientes muy nutritivos. Hoy estarás lleno de energía para gritar y perseguir a tus pobres empleados. Ya sabes infundir terror.— El se llevó el vaso a los labios y cuando tomó un trago arrugó la cara.

— ¿¡Qué es esto!? Sabe horrible, como a jengibre mezclado con apio.

— Si, tiene un poco de ambos. Te va a ayudar con tu problema de digestión.— Darien comenzó a sentir que le hervía la sangre.

— Yo no tengo problemas de digestión y además no es tu asunto Luna. Te crees nutricionista.

— No entiendo ¿por qué entonces tienes esa cara de constipado todo el dia? No te avergüences y come. No quiero que digas que no es mi asunto. Claro que es mi problema, no olvides que  soy la mujer de tu vida. Por ello tengo que soportar tu temperamento. Ansío verte relajado y dejando atrás la ira.

— Le puedo hacer su jugo señor.— la ama de llaves a tratado con Darien desde niño y conocía de sobra su temperamento.

— Déjelo no tengo tiempo, tomaré el brebaje con sabor a raíz de pantano que preparó— bebió rápido en tragos largos y comió con mala cara todo el desayuno.

— Debo decir que tienes buenos genes Darién, deberías aparentar unos años más siempre estás enojado. No sabes que le puede hacer daño a tu salud.

Darien se paró de la silla y la ama de llaves retiró su plato y salió rumbo a la cocina. Dejando a Luna indefensa y a solas con el. Rápidamente comenzó a ir hacia la salida casi corriendo pero Darien era más rápido y utilizó su brazo de barrera para impedir que ella abra la puerta.

— No eres tan valiente y perspicaz cuando no hay nadie alrededor— Luna soltó una risita nerviosa.

— No lo hice para hacerte enojar. Solo quería hacer algo bueno por ti pero considero que me excedi. No debo llevar tan lejos la actuación.

— He notado últimamente que te gusta jugar conmigo.— Luna daba pasos hacia atrás pero el la seguía para conservar la misma distancia.— Me quieres convertir en tu juguete particular. Disfrutas provocandome.

—No jefe le aseguró...—Luna chocó la espalda con las escaleras. Eso impidió que siguiera el camino de reversa pero no hizo que Darien dejará de avanzar.

— Ahora recuerdas que soy tu jefe y me hablas de manera formal.— A el le parecía irrisoria la situación Luna temblando como una gelatina. Cuando las cosas se ponen serias se desinfla su impertinencia. Nunca le afectaron sus gritos o advertencias. Aquella reacción era impropia de ella. Cuando advirtió que no habían estado en esa posición desde la presentacion se alejó bruscamente. El no era un loco acosador de empleadas. Siempre ha sido rudo con sus palabras pero nunca acorralo de esa manera a una mujer especialmente una que trabaja para el. Todo era culpa de Luna.— Sarandí MO-DE-RA-TE.

— Si, lo siento.

— Ahora ve y busca tus cosas para dejarte en la universidad y que conste que solo lo permito porque está cerca de la compañía.—  Luna fue a su habitación.

"Eso fue extraño, ha de ser que está de peor humor en la mañana"

La Novia Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora