Narra Kayla:
No podía ser...
Intento abrir la puerta de la camioneta. Pero mi puerta tiene seguro.
—Joder... Como se abre la mierda esta...—digo en voz alta como si alguien me fuese a responder.
Miro fijamente la puerta del conductor. Debe estar abierta. Es la del conductor. Paso por encima de las cuatro sillas a cuatro patas hasta llegar a la del conductor. Escucho como están contando hacia atrás para tirar la puerta abajo.
—Tres...dos... —los interumpo.
—¡Parar! ¡No tireis la puerta! —grito. Estos se giran todos a la vez. El jefe levanta una ceja y me mira enfadado.
—¿Pero niña quieres dejarnos trabajar? —pregunta el jefe con enfado.
—¡¡Noo!! ¡¡Veo a Rayan!! Y me a dicho que no abramos la puerta, no tengo ni idea de porque pero no creo que sea algo bueno. —les informo con los nervios a flor de piel. Esta se me eriza.
—¿Lo dices enserio? —pregunta el jefe. ¿Se cree que soy tonta?
¿Pero que mierda..?
No, si te parece lo digo en broma.
—Claro que no, venid. Necesitamos escalar y entrar por esa pequeña ventana. —les digo acompañándolos hasta la furgoneta para que lo vean desde el punto de vista que yo lo habia visto.
—Está bien —dice el jefe—haber necesito al más bajo y pequeño de todos. Debe caber por esa ventana. —dice. En ese momento comienzo a ojear uno por uno, todos los trabajadores tienen los mismos cuerpos igual de anchos. Igual que el jefe o más.
Uno de todos ellos da un paso adelante es algo más pequeño que los demás pero no demasiado. No había ni notado la diferencia.
—Tenemos un problema jefe. Ninguno de nosotros cabe por esa ventana. —dice el que parece ser el coordinador.
—Eso no puede ser, debe haber alguien...—dice pensativo frotándose la barbilla.
Levanto la mirada hacia la ventana en la que Rayan esta y veo como cierra los ojos poco a poco.
—Señor se esta desmayando. Hay que hacer algo rápido. —le digo a punto de que me de algo a mi también. No me gustaba nada ver a Rayan así. Nunca lo había visto tan débil.
—Nico. ¿Donde esté Nico? pregunta el jefe —él es el más pequeño ¿no? —pregunta.
—Si, pero esta en la oficina. —dice el coordinador—Y si lo llamamos tardará mucho en venir. —el agente le informa al jefe, este se asquea y da vueltas intentando pensar en una idea mejor
Me imagino a mi escalado por el techo para llegar a la ventana que se encuentra como a veinte metros del suelo.
—Subiré yo. —les digo. Se que dirán que no, pero no es difícil conseguir que hagan lo que quieres.
—¿Que? ¡No! No estas enseñada, te puedes caer y no queremos más desgracias. —dice el jefe. Y vuelve a bajar la vista al suelo.
—Ponme los arneses ya... No hay más tiempo. Si no nos damos prisa morirá, no se lo ve muy bien, por mi que tiene una herida y se está desangrando. —lo deduzco por la palidez y la manera en como se le cae la cabeza hacia atrás.
—No puedes subir tu. No estás preparada. —dice cabezón. Estoy por matar al jefe estampandolo contra la furgoneta. Pero mi yo agresivo se relaja.
—Jefe si no hacemos algo ahora perderemos al chico —dice el coordinador.
Me dan ganas de gritar gracias en alto pero me callo. Y miro fijamente al jefe.
—Esta bien. Ponerle los arneses, apretarlas bien. —manda el jefe mirando a un punto fijo. Intentando disimular lo mal formado que está su equipo.
—Acompáñeme señorita. —dice el coordinador de unos veintidós años.
Lo sigo hasta la parte de atrás de la furgoneta, abre las puertas correderas y sube en el gran maletero en el que hay materiales para hacer todo tipo de cosas, armas de todo tipo, sedantes, maquinas de ADN, entre ellas los arneses. Los coge y me los coloca.
El tiempo pasa lentamente y estoy que me salgo de los nervios, pero el maldito guardia me pone los arneses con toda la calma del mundo.
—Puede darse prisa por favor —le pregunto exasperada.
—Calmese jovencita, no puede subir ahí arriba tan nerviosa, es peligroso. —me dice con toda la calma.
Aaggghh...
Recuerdo cuando Rayan veía que estaba muy nerviosa y siempre conseguía que me relajase.
—Esta bien.. —digo para no perder la calma. La poco que tengo.
Después de unos tres largos minutos lo tengo todo colocado. El jefe que estaba a mi lado mientras me ponían los arneses, me coje de la mano y me lleva rápidamente donde nos encontrábamos antes.
Esta todo bien preparado y yo hago un impulso con las piernas para dar el primer paso hacia arriba. Los agentes me ayudan hasta donde llegan.
Subo poco a poco subo con calma como lo hacía cuando escalaba de pequeña los árboles.
Me gustaba escalar, más bien me la pasaba escalando. Cuando la madre de Rayan, mi madre y él íbamos al parque yo me la pasaba en los árboles, y gracias a eso conseguí quitarle el miedo a las alturas a Rayan. Ya que yo misma lo enseñe a escalar.
Sin darme cuenta ya he llegado a la ventana, Rayan está desmayado y se me eriza la piel solo de pensar que todo depende de mi.
Tengo un cinturón en el que tengo todo tipo de herramientas para romper la ventana. Cojo lo primero que pillo y golpeo la ventana dejando caer trozos de cristal hacia abajo.
—Todo bien —escucho como me pregunta el jefe.
—Si si, pero esta desmayado así que necesitare mas ayuda. —grito.
—No te preocupes, ya están preparando a un guardia con arneses, tu solo entra y sácalo de ahí. —grita como puede.
Rompo la ventana de manera que al pasar no me corte con los cristales y lo primero que hago es meter la pierna derecha. Luego la izquierda y después paso escurriendome. Cuando ya estoy dentro saco la mano y hago un gesto de que estoy bien.
Veo a Rayan, está como cuando lo deje pero con cortes en los brazos y envuelto en una silla con celofán y algunas cuerdas.
Cogí un cristal de los que había roto de la ventana y le quito todo el celofán que tiene por el cuerpo.
No se donde mierda estará Kim pero no me importa cuando consigo quitarle el celofán veo que está atado con las mismas esposas que le había puesto a Kim. Mierda mierda ¿ahora que hago?
Un clip... ¿Pero de donde saco un clip? Bajo la mirada a mi cinturón y busco algo parecido a un clip. Nada.
Subo las manos a la cabeza echa una bolsa de nervios. El tiempo corre que y no se como quitarle unas esposas. Noto un bulto en la parte derecha de mi pelo y me doy cuenta de que llevo un clip.
Me lo quito corriendo sin importarme que el pelo se haya quedado hecho un desastre. Introduzco el clip en el cierre y rápidamente se abre ya que son solo para jugar.
Arrastro la silla en la que está Rayan sentado desmayado. Para que el agente que esta en la ventana esperando para bajar a Rayan.
—Ayudame... —me dice el guardia joven con las manos extendidas para que le pase a Rayan.
Lo levanto como puedo y se lo paso para que lo saque. Lo coge bruscamente con algo de prisa le da un golpe en la cabeza con la ventana sin querer.
—Hey, tenga cuidado —exclamo.
—Callese, a lo mejor ni sale con vida así que no presione. —me dice mirando fijamente.
—No sea tan hijo de pûta, haber si el que no va a salir vivo de aquí es usted... —este abre los ojos como dos naranjas y coge a Rayan con más cuidado y precaución.
Veo como el agente baja del tejado con Rayan en brazos. Voy a salir pero la ventana tenia aun un cristal que por lo visto, no me había dado cuenta me hago un leve corte en la pierna, debilitándose así mis piernas.
—Auchh —gimo de dolor. La pierna me sangra más de lo previsto, y el corte es algo profundo.
—¿Todo bien por ahí arriba? —pregunta el jefe, no se como se a dado cuenta pero intento disimular. No me queda demasiado para llegar a tierra firme cuando siento un dolor de cabeza insoportable y empiezo a ver borroso. La vista se me nubla. Y lo último que siento es un golpe en la cabeza.
Narra Rayan:
Un dolor de cabeza horrible me obliga a abrir los ojos abruptamente.
Kayla.
¿Dónde está? ¿Donde estoy?
Me levanto de la camilla blanca en la que estoy tumbado.
Siento un pinchazo en la muñeca cuando fijo la vista, tengo una via en esta.
Gimo de dolor y miro a mi alrededor. Tengo a un hombre con una bata blanca de espaldas.
Carraspeo.
—¡Oh! Ya se ha despertado señor Mired. —se fija en mi brazo. Antes de que vea que casi me saco la vía en la que tengo conectada el suero.
—¿Donde esta Kayla? ¿Esta bien? —pregunto nervioso. Me levanto de la camilla.
—¡Noo! ¡Tranquiloo! —exclama el doctor —Kayla... Se encuentra aquí... Esta... —murmura bajando la mirada.
—¿Que? ¿Dónde está? ¿Le a pasado algo? —me deshago de los electrodos un tipo de pegatinas con gelatina que no se para que mierda sirven pero me molestan para salir de aquí.
—Pe-pero señor...no se quite esto... Es peligro..—no lo dejo acabar porque abro la puerta y sin importar que voy en bata y se me ve medio trasero, camino hacia la recepción siguiendo las señales. No hay demasiada gente pero si me miran raro los enfermeros y enfermeras.
No solo por el simple hecho de que llevo el culo al aire. Si no porque no debo tener muy buena cara después de que me hayan pegado a rabiar.
Cuando llego veo a una anciana sentada mirando fijamente al ordenador.
—¿Me puede decir en qué habitación se encuentra Kayla Ross? —pregunto. Esta con la mirada fija al ordenador.
La última vez que vi a Kayla estaba bien. Así que no tengo ni idea de que le a pasado.
—Esa chica morena... Ha entrado hace unas horas de emergencias, creo que era por desnutrición. —dice, se acuerda de lo que le he preguntado y prosigue— Sala diez. —sigue sin apartar la mirada del ordenador.
El corazón golpea con fuerza en mi caja torácica y creo que me va a salir por la boca.
Camino rápido y hasta que veo unas letras en grande. "Sala de emergencias, 10"
Empujo la puerta con fuerza. Un guardia vigila la puerta.
Lo que faltaba.
Este mira como una doctora pasa por delante y le echa una mirada muy picara. Cuando desaparece su mirada se fija en mi.
Mm.. Venga Rayan piensa algo...
Me acerco poco a poco al chico me levanta el dedo índice, antes de que comience a echarme el rollo del año, de que aquí no puedo entrar y todas esas chorradas.
Se lo ve un poco tonto no creo que sea muy difícil de engañar.
—Antes de que me digas nada. Esa chava me ha dicho que te espera en los lavabos de chicos. —le digo. Este como el tonto que es se sorprende y camina por donde se a ido la chica.
Se gira y me mira con una ceja levantada —Pero... ¿El de la planta baja o está? —pregunta.
—El de abajo. —le digo. Cuanto más lejos de aquí mejor— Pero a dicho que tardara un rato... Se está poniendo un buen tanga. —le digo metiendo morbo y que no moleste.
Sale corriendo. Desesperado.
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Nota de Autora:
¡FELIZ NAVIDAD!🎅🎉
Sois los mejores..se os quiere mucho...
No me quiero enrollar, porque cada vez me gusta menos...
¿Que tal os a parecido?
¿Del 0 al 10?
Jeje...ahora os deseo unas felices fiestas! Sois los mejores..😘
¡Kissings babosos!