The Guest || Luke Hemmings.

By Harua_girl

149K 7.7K 851

Por un momento pensé que tener a un chico sexy en casa, sería una buena historia para contar. 📍: Portada de... More

La llegada.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Epílogo.
Agradecimientos.

Capítulo 35.

2.2K 124 18
By Harua_girl

Tentación interrumpida.






Era sábado por la tarde. Desde la mañana estuve como loca buscando un vestido apropiado para la noche de hoy. Me había levantado temprano con la esperanza de encontrar uno en mi closet.

Lo único que tenía eran dos vestidos que parecían atuendos para un funeral. Luego de entrar en una mini depresión, por no tener que ponerme, llamé a Kelly.

No pasó ni la hora cuando ya se encontraba frente a mi puerta. Le pedí que me acompañara a ir de compras. No soy experta en todo eso de la moda y para elegir un vestido necesito una segunda voz. Y que mejor que la de mi mejor amiga.

Mucho antes de irme, había ido a la habitación de Luke para ver como seguía de sus heridas. Pero para mi sorpresa, estaba dormido.

Al verlo recostado sobre la cama con las sábanas enredadas en sus pies y con su pecho desnudo, me dieron ganas de olvidar todo y quedarme sentada como idiota para admirarlo mientras dormía.

Pero luego pensé en que parecería una psicópata si Luke se despierta y me encontraba observándolo como una novia en celo.

Fue por eso que no decidí hacerlo, sólo me limité a darle un pequeño beso en la mejilla.

Cuando llegamos a la tienda de ropa, me estrese. Kelly comenzó a buscar varias opciones. En su mayoría no eran de mi gusto. Me mostró diferentes vestidos, de colores y medidas diferentes.

Utilicé el vestidor varias veces y ya comenzaba a odiarlo. Ninguno me era suficiente. Buscaba algo más sencillo pero a la vez elegante y atractivo sin la necesidad de mostrar demasiada piel.

Pero al parecer, en este lugar solo tenían vestidos idénticos al que Daniela usó aquella vez, que por cierto, no le duró mucho ya que tuve la dicha de destrozarselo con las manos.

Y lo que menos quería era parecerme a ella con respecto a su forma de vestir.

- Sam, ya te mostré la mitad de los vestidos que venden en este lugar y no te decides por uno -dijo eufórica lanzando sus brazos al aire.

- Éste está horrible -señalé el horrible vestido azul chillante que llevaba puesto.

- Se te ve bien -dijo, rodeando los ojos.

- ¡Claro que no! No me cubre nada -argumente haciendo una mueca.

Kelly soltó un suspiro llevándose las manos a la cara para calmar su ansiedad. Después se levantó del pequeño sofá de piel y se dirigió a la última sección que faltaba.

Me sentía estresada, enojada y patética. ¡Es sólo un vestido Sam! No actúes como si fuera el fin del mundo.

Esa estúpida vocecita me ponía de mal humor cada vez que se cruzaba por mi mente. Yo nunca fui ese tipo de chicas que se preocupan por su aspecto, si estuviera en otra situación elegiría uno sin siquiera medirmelo.

Y aunque no quería admitirlo, quería impresionar a Luke. Es por él por lo que estoy así tan frustrada por no encontrar algo adecuado para la ocasión.

Ahora entiendo a las chicas que están a punto de casarse cuando no encuentran un vestido de novia ideal. Es como tener una crisis cerebral al triple.

Ya ni sé porque me estoy comparando con una novia a punto de contraer matrimonio.

Gruñendo de desesperación, entré de nuevo al estúpido vestidor.

¡Sólo a ti se te ocurre comprar un vestido el mismo día del festejo!

Me quité el asqueroso vestido (si es que se le puede llamar así) y lo dejé en la silla que se encontraba en el rincón.

- Estos tres son los últimos, si no te gusta ninguno tendremos que ir a otra tienda -escuché la voz de Kelly mientras me lanzaba los vestidos por encima de la puerta.

Los tomé y fui examinándolos uno por uno. El primero era gris con lentejuelas, descartado. El segundo era color amarillo mata pupilas, descartado. El tercero era un color turquesa, lo sujete bien y lo puse frente a mí para observarlo con detenimiento.

El color era hermoso, en la parte del escote tenía forma de corazón. El vestido terminaba unos seis dedos por arriba de la rodilla, la medida perfecta. A simple vista me encantó.

Con la esperanza en mis venas me puse el vestido rápidamente. Me miré al espejo y perfecto. Más que perfecto. Me sentía cómoda y la apariencia que tenía era elegante y a la vez sexy.

Me giré para ver la parte de atrás y más feliz no pude estar. La espalda estaba al descubierto de una manera sencilla y provocativa. No queda duda de que el último es el mejor.

Cuando le dije a Kelly que me había decidido por uno, alzo sus manos al techo y dijo “¡por fin!”.

Luego de hablar de unas cuantas cosas, me llevó de vuelta a la casa y como siempre, me pidió que le diera detalles una vez que terminara el evento.

Y ahora me encontraba en mi habitación colocando el vestido como si estuviera hecho de cristal y lo guarde en el armario.

Mi estómago comenzó a rugir, lo único que había calmado mi apetito fueron unos cócteles de fruta que mi amiga y yo comparamos antes de que me trajera.

Me quité los jeans ajustados que comenzaban a matarme y me puse un short negro. Salí de la habitación y con mis pies descalzos comencé a caminar por el pasillo para bajar las escaleras.

En eso, Luke aparece cuando abrió su puerta. Estaba duchado e informal. Un short largo de mezclilla y una camiseta con un logo extraño en el centro.

- Hey, ¿dónde estuviste toda la mañana? -preguntó con cierta preocupación a la vez que cerraba la puerta detrás de él.

- Salí con Kelly -dije tranquila.

Si le cuento que fui a comprarme un vestido para esta noche, no dudará en entrar a mi habitación y buscarlo solo para hacerme enojar.

Asintiendo, caminó hacia a mí y bajamos juntos hasta la cocina. Se sentó sobre la silla y comenzó a teclear su celular.

Me dirigí a la nevera y saqué el pastel de chocolate que Melina había comprado ayer.

Más vale que no te excedas en calorías, no ayudará a la hora de ponerte el vestido.

Ignorando mi vanidad corporal, corté un buen pedazo y tomé asiento frente a él.

- ¿Calum no te a molestado? -preguntó dejando a un lado su celular.

- No -contesté llevándome un trozo del exquisito pastel.

Al diablo las calorías, tengo hambre y esto está condenadamente delicioso.

Luke levantó la mirada y se me quedó mirando mientras yo continuaba comiendo. Comencé a sentirme nerviosa y lo miré con fastidio.

- ¿Tengo monos en la cara? -dije sin humor.

Esperaba a que se enojara y se fuera a su habitación pero en vez de eso, me sonrió. Lo que aumentó mi deseo. Sus ojos se llenaron de un brillo irresistible y sin decir nada fue levantándose de su lugar y rodeó la mesa hasta estar de mi lado.

Girando mi cabeza, lo miré confundida. Sin dejar de quitar esa maldita y sensual sonrisa de su cara se inclinó hacia mí.

Su pulgar hizo contacto con la textura de mi labio inferior y retiró una pequeña porción de chocolate. El silencio y sin aparatar su mirada de la mía, se llevó el dedo a su boca lamiendo el chocolate que hace unos segundos se encontraba en mis labios. Pasé saliva con dificultad tratando de calmarme.

¡Eso ha sido lo más sexy que he visto hasta ahora! No puedo contenerme. Lo quiero a él de todas las maneras posibles. Lo sé, soy una desesperada pero eso es lo que Luke me causa cuando hace cosas como esas.

- Así esta mejor -dijo una vez que retiró su pulgar de la boca.

Sentía como un calor insaciable recorría mi rostro estancándose en mis mejillas.

- Deja de hacer eso -susurré volviendo mi vista al plato.

Tenía hambre, pero no exactamente de pastel.

- ¿Hacer qué? -cuestionó divertido.

- Mis padres o Melina pueden llegar en cualquier momento -advertí en voz baja.

- Mi madrina no se sorprendería.

- Pero mis padres sí -dije levantándome de la silla.

- ¿A qué hora es el evento de tu padre? -cambió el tema.

- A las nueve, ¿ya tienes que ponerte? -pregunté con indiferencia.

Aunque por dentro me moría de ganas de verlo de traje.

- No exactamente. Ashton me habló sobre un lugar donde rentan esmoquins, más tarde iré a buscar uno -contestó a la vez que tomaba mi mano y la entrelazaba con la suya.

- Espero que encuentres uno que te guste.

- ¿Y tú? ¿Ya sabes que ponerte? -preguntó con intriga.

- Sí -sonreí satisfecha al recordar el vestido.

- Realmente no importa lo que te pongas. Para mi seguirás siendo hermosa ¿lo sabes verdad? -su mano libre llegó a mi rostro y con su pulgar acarició mi mejilla con suavidad.

Sonreí ante su cumplido. Me devolvió la sonrisa y sin resistirse me acercó a él. En cuanto nuestros labios rozaron entre sí, se pusieron en acción.

Entre movimientos y choques de nuestras bocas, su lengua se fue adentrando hasta encontrar la mía. Una sensación de descarga fue invadiendo mi cuerpo causando que el beso se fuera profundizando con rapidez.

Sin duda, esta cocina tiene algo especial. Siempre terminamos juntando nuestras bocas en este lugar.

Sus manos bajaron a mi cintura manteniendome sujeta a su cuerpo. Las mías rodearon su cuello a la vez que jugaba con los cabellos que caían de su nuca.

Comenzaba a sentir calor cuando escuché a alguien aclarar su garganta. En ese instante, Melina apareció en mi mente.

Con la respiración acelerada alejé mis labios. Sentí el cuerpo de Luke tensarse a medida que parpadeaba. Recibiendo su sospecha, miré sobre mi hombro.

Mi mamá se encontraba en el umbral de la puerta de la cocina mirándonos sin ninguna expresión en su rostro.

Mierda.













***

Editado: O8.O3.2O21


Créditos a Wendy ✔

Continue Reading

You'll Also Like

951 158 24
Asesinatos, preguntas cuyas respuesta no son fáciles de descifrar, sospechas desapariciones y nuevos habitantes, se volvieron el día a día de Seattl...
1M 90.6K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
421K 27.5K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
3.7M 163K 134
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...