-¿Ayer donde estaban?- le pregunto a Sofía a la hora del desayuno.
-Reunión de fuentes- me explica, abriendo su pan con el cuchillo para untarle crema agria.
-Pero tengo entendido que Anthony no es una fuente- era del sector de derecho y ahí, Samuel era el jefe,por así decirlo.
-Samuel estaba en Manhattan, encargándose de unas demandas- muerde su pan ya relleno.
-¿Qué demandas?- ¿De donde Sofía sacaba tanta información? Yo si apenas me enteraba que todos respiraban.
Ella toma su jugo de naranja y con una mano me pide esperarla. Sonrió viendo cuan delicada y refinada podía llegar a ser.
-Mil o más personas son despedidas cada día de las empresas Mkcloud, y otras quinientas o más personas ingresan nuevas a trabajar- asiento recibiendo toda la información que me daba- hay despidos o renuncias entre los números, todo es muy variado, la verdad. Pero siempre van haber inconformidades o simples peleas sin resolver. Samuel le toca arreglar las demandas más grandes, que podrían llegar a afectar.
Muerdo mis galletas y asiento, para luego empiezar con mi fruta.
-¿Cómo sabes tantas cosas?¿ Cual es tu Red de información?- era una de esas personas que prefería preguntar a quedarse con la duda.
Ella se ríe por mis preguntas, dejando aun lado el plato con su fruta, y tomando más panes.
-Conozco a todos desde hace un año y medio, compartir con ellos es lo que te espera- dice divertida. Sus ojos inundándose de recuerdos- así que no te preocupes, pronto serán ellos los que vayan a ti,a contarte cuanta cosa harán.
No sabia como tomar sus palabras, nunca había sido muy sociable con las demás personas, siempre era yo y Samanta, no yo y otras siete personas más.
Anastasia se sentó en nuestra mesa con un gran sándwich en su bandeja. Hacia tiempo que no me encontraba o me topaba con ella. Sin importar el tiempo, aun era bastante hermosa,como para que unos hombres voltearan a mirarla cuando se sentó en nuestra mesa.
-¿Qué te trae por aquí Ana?- pregunta amistosamente Sofía que comía un tercer pan.
¿Donde carajos quemaba tanta grasa? Su cuerpo era pequeño y perfectamente plano, claro a excepción de su buen pecho.
-Stiven esta en la oficina de Ian- dice rodando los ojos- ya sabes como se colocan cuando están juntos.
Sofía asiente, con cierta preocupación ante las palabras de Anastasia. Ambas tenían una tristeza que sus palabras no reflejaban, pero que sus miradas mostraban a simple vista.
-Hola Miz, tiempo sin verte- me saluda luego de quitar sus ojos de los de Sofía-¿Va todo bien?
-Anastasia-le saludo- demasiado ocupado, más de lo que estoy acostumbrada.
-Me imagino. Adam no debe dejártela fácil- dice cortando parte de su sándwich.
-Ni en un momento- abro mi jugo natural, para empezar a comer mi fruta-¿Por qué nunca te he visto por aquí?- mi pregunta fue curiosa y un poco imprudente.
Ella parte otros dos pedazos y nos los da a Sofía y a mi. Yo iba a quejarme, pero ella me detuvo antes de que dijera algo.
-Cómo con Ian. El prácticamente se come todo esto- señala el gran sándwich- dada las circunstancias, no podrá hacerlo. Así que, buen provecho- dice antes de darle un gran mordisco a su parte.
Sofía y yo nos miramos, y asentimos, ya sabiendo las palabras no dichas.¡ A comer! y así las tres damos un gran mordisco.
-Esta delicioso- digo con un gemido de satisfacción.
-Ian definitivamente se equivoco de carrera- comenta también satisfecha Sofía.
-Es su sueño frustrado- dice riendo Ana.
-¿El lo preparo?- pregunto,bueno aun no sabia muchas cosas, y al parecer me faltaban muchas otras por saber.
-Si. Ian siempre le ha gustado la cocina, pero nunca lo vio como una profesión. En realidad siempre ganaba un edificio bien elaborado que una torta de tres pisos- me explica Ana al verme tan confundida y fuera de lugar- es su hobby. Y yo solo disfruto de sus comidas, así que, para que gastar dinero en la cafetería, cuando mi esposo es feliz cocinando- dice con una voz hermosa, llena de orgullo y amor, por la persona que hablaba.
-No sabes cuanta enviada te estoy teniendo en este momento- digo al dar otro mordisco y por sus palabras.
Se ríe con una sonrisa de diversión pero también de gratitud por lo dicho.
-Ian antes traía postres para todos, era genial- dice Sofía aun con ese sabor dulce en su boca,por los recuerdos.
Ana asiente y le cuenta a Sofía que Ian había hecho unos nuevos postres. Ella resplandecía cuando hablaba de Ian, eso era lo que causaba el amor verdadero, una personalidad o una perspectiva diferente de las cosas. ¿Yo podría tener algún día eso? Lo dudaba.
Todo el resto del desayuno la pasamos hablando de Ian y sus muchas recetas que sólo Ana tenia el placer de degustar todos los días.
~~
Tenia que llevar unos planos que había llegado de la correspondencia a Adam y de Adam a mi. No era lindo que todo lo que hicieras o fuera hacer, te lo exigieran o lo ordenarán. Pero poco a poco, me estaba acostumbrando.
¡Por qué, vamos! No iba a amargarme la vida en mi trabajo, solo porque mi jefe no le enseñaron los modales.
Cuando llegue a la oficina de Ian,gritos salían desde afuera. Mire a su secretaria, y la mujer se encontraba completamente relajada, como si el alboroto detrás de la puerta no estuviera sucediendo.
Note que la mujer estaba con auriculares, así que me di el propio permiso para entrar en la oficina. Abrí mi boca al ver a ambos hombres cogidos de sus camisas y con sus caras cerca la una de la otra. No sabia describir cual de los dos se dedicaba más odio.
-Eres un idiota que pinta todo un paisaje cuadrilátero en uno de estructuras abstractas- no sabia a que se refería Ian cuando le gritaba, estaban a pocos centímetros de sus caras, no había necesidad de gritar.
-Crees que todos encontramos el amor de la forma en que tu y Ana lo hicieron- se queja con enojo- NO ES ASÍ, hay demasiados números para obtener de diferentes personas, todos los códigos no son los mismo..
Ian empuja a Stiven fuera de su rostro, estaba ahí parada en la puerta viendo a ambos y ellos ni enterados de mi presencia, me causaba gracia.
-No voy a encaminarme por ese tema Stiven-le advierte agitado Ian.
Stiven suelta un bufido, poniendo ambas manos en su cadera y mirando a Ian algo dolido.
-No puedo creer que MI MEJOR AMIGO, terminara en ser la persona que más odio- eso sí fue un golpe demasiado bajo.
Era claro que las palabras que Stiven dijo, afectaron a Ian de algún modo, sea sentimental o personal, fue duro el golpe.
-Y yo nunca creí que MI MEJOR AMIGO, no pudiera ver la realidad frente a sus ojos, peor aún, que no me dejara ayudarle- eso también fue un golpe bajo para Stiven.
Ambos hombres se quedaron mirando un largo rato, y mi tiempo se terminaba. Tenia veinte minutos para entregar los planos y otros veinte para ir a correspondencia a ver un sobre que no le llego a Adam.
Así que hago una pequeña tos falsa, atrayendo la atención de ambos hombres, se veían igual de dolidos y lastimados.
-Miz, ¿Desde cuando estas ahí?-pregunta Ian, mirando mi postura muy acomodada en la puerta.
-No mucho, en realidad llegue hace poco, los hubiera dejado tener mas acción y toda la cosa, pero me faltan las palomitas- mi chiste no hizo que ninguno demostrará una sonrisa- Estos planos son tuyos.
Le paso a Ian los sobres y el los recibe mirando la información antes de abrirlo. Frunció el ceño y no le gusto para nada lo que leyó. Stiven cogió unas carpetas y su Mac, ya listo para salir.
-Tu idiota- le llama Ian, mientras se dirigía a una mesa que luego al llegar encendió, dejando los planos sobre ella. Era como una máquina de radiografías, pero esta servía para planos de construcción- los terrenos que compraste en Dubai, llegaron. ¿Qué hay que construir?
Stiven tira todo en el escritorio, y se vuelve a desabrochar su corbata. Dirigiéndose a donde Ian estaba.
La oficina de Ian era espectacular, tenia su escritorio en todo el centro, a su lado izquierdo tenia una sala con una biblioteca a decoración. Su lado derecho tenia la mesa de planos, y a su alrededor montones de archivos donde guardaba sus proyectos, y en la parte de atrás de la gran mesa,había un escritorio super grande donde tenía un plano a medio terminar.
-Adam quiere expandir el comercio con los árabes. Daniel fue a revisar los terrenos, ambos son para beneficios distintos- empiezan a trabajar.
Y yo vuelvo a ser invisible, la puerta se abrió y Carlos llego con un cuaderno en mano, cuando me vio paro inmediatamente.
-Hola- me saluda algo preocupada.
-Gracias al cielo, que un hombre inteligente viene a mi rescate. Hermano ya estaba que me daba un derrame con este retrasado- las palabras de Stiven salieron hirientes para Ian, pero burlonas para Carlos.
Ian que estaba con ambas manos en la mesa, miro a Stiven de una manera cortante. Los dos se odiaban de una forma rara.
-Yo los dejare, no quisiera interrumpir con su trabajo- me despido de los hombres, que claramente estaban ocupados.
Los tres se despidieron de mi, y al cerrar la puerta, alguien detrás mio me toca la nuca y grita con un "Buua"
Suelto un grito y me volteo, para encontrar a Anthony, riéndose a carcajadas por su travesura.
-No vuelvas hacer eso- le digo enojada, sin chiste en mi voz. Odia que me cogieran desprevenida.
El levanta sus manos y me acerca hacía donde él.
-Lo siento. ¿Me disculpas?- yo asiento cuando veo una hermosa sonrisa en sus labios, se agacha para poder estar en mi oído- te perdiste de una cena, hoy no puedes hacer lo mismo.
Sonrió por la propuesta secreta en sus palabras. Leí el maldito libro está mañana, los jueves y los sábados eran los días de juego, nada más. El resto de la semana era mio.
-Claro- le susurro antes de irme con una sonrisa.
~~
-Venga- me ordena Adam pasando al frente de mi escritorio.
Yo le sigo, cogiendo la carpeta de responsabilidades del día. Pulso el botón del sótano. Lo miré inmediatamente, y el también al mismo momento me paso una carpeta.
La abro y observe un nombre de una empresa llamada Stars. Era demasiado antigua, y el capital era demasiado grande,y las empresas Mkcloud solo tenían acceso al cinco por ciento de este. Mire de nuevo, solo el cinco por ciento, era demasiado poco.
Cuando las puertas se abren, Adam salen y unos hombres le saludan. El sótano estaba lleno de cajas y muchas carpetas, nunca había visto tanto negro y blanco en mi vida. En ese lugar había más de mil personas trabajando. Subimos por unas escaleras hasta llegar a una puerta color marfil.
Al entrar,había toda una habitación de cajones de registro y cajas en el suelo.
-Busque algo que tenga que relacionarse con la empresa- Adam abrió uno de los cajones y empezó a sacar carpetas color piel.
Empecé con las cajas, toso un poco al polvo que salió de ella. Al abrirlas encontré expedientes y información de compañías antiguas que ahora eran historia y otras muy reconocidas.
No se cuanto tiempo estuve con Adam en la habitación. Solo sabia que salí de mi oficina a las cuatro de la tarde, y que ahora estaba buscando una aguja en un pajar.
Llevaba la mitad de las cajas y Adam ya terminaba dos cajones de nueve que habían, nunca íbamos a terminar.
En una carpeta color turquesa, encontré algo relacionado con las empresas Stars. Mire el nombre y luego abrí la carpeta que Adam me había dado hace un momento.
-Aquí hay una compañía que se llamaba December..
-¿Qué tiene que ver?- me corto Adam, sacando otra carpeta y mirándola igual de horrendo que las demás.
-El Sr Born firmó un contrato con los Mkcloud, hace ya varios años, es ahora el mejor asociado de las empresas Stars y ..- Adam me arrebato la carpeta y una sonrisa victoriosa apareció en su rostro.
Pude ver algo de satisfacción en su mirada y una pizca de superioridad.
-Perfecto. Llame a Madrid, confirme mi asistencia a la reunión de Stars- ordena, luego de dejarme en la habitación sola.
Cuando llegó por fin a mi escritorio suspiro, doy vueltas en la silla y me pregunto el ¿Porque Adam me llevo a ese lugar? Bueno no quería sonar perezosa, sabia que era mi trabajo hacer lo que el dijera, pero ahí abajo habían suficientes personas que harían eso en un momento.
¿Porque el hacerlo personalmente?
Detengo la silla al ver una nota verde en la pantalla del Pc, al leerla, miro inmediatamente la hora, eran las once de la noche.
"Me dijeron que estabas ocupada, la cena será para la próxima. No te esfuerces demasiado. Que puedas terminar a tiempo, para que puedas descargar. Cuidate.
Anthony"
Sonrió por sus palabras, aunque no se porque no me sentí aliviada o reconfortada por lo que me decía, pero no le di mucha importancia.
Busco en el Pc el archivo de actividades, ahí estaban las agendas de programas a los cuales Adam tendría que asistir. La asistencia era para el miércoles, en la Puerta de Europa II en Madrid. Investigo en Google el lugar para estar más contextualizada.
La Puerta de Europa I era de los Mkcloud, y la II era de la empresa Realia. Los edificios tenían diferentes funciones, era centros comerciales y oficinas a la vez. Ambos ofrecían servicios completamente diferentes, entre estos estaban las marcas y las comidas. ¿Pero qué tenia que ver las empresas Stars? Estas se especializaban en seguros especiales para cualquier necesidad que las personas requirieran. Abrí otra ventana y busque noticias sobre las empresas Stars.
Y ahí apareció el problema, las empresas estaban pidiendo el 5 por ciento en el contrato que firmó con Mkcloud, con inclusión de propiedad y ganancias en la Puerta de Europa I,ya que no querían nada de ganancias monetarias o de cualquier modo.
No entendía la gravedad del asunto,¿Porque no darle lo que pedía? En la noticia estaba netamente concluso que las empresas Stars no querían una negociación y que los Mkcloud no estaban cediendo a nada. Deje de lado todo el tema de negocios y empecé hacer los papeles y las llamadas para organizar todo el viaje.
Fue algo sencillo la verdad, gracias a la diferencia de horarios, llame apenas fueron las doce, para poder confirmar que en Madrid fueran las 6 de la mañana, y así lograr que me atendieran. Todo se basó en la recopilación de datos y respuestas ante unas preguntas. El resto, que incluía el viaje, no se tuvo que hacer algo, habían otras personas que se encargaban de esto.
~~
-Cita en el ginecólogo, la nutricionista y con un entrenador personal- dice sorprendida al ver las tres ordenes de citas en la mesa que había en la entrada- la gente de plata, tiene otra vida.
Ruedo los ojos, no era que la idea de ir a esas citas me emocionará, o que me agradará tenerlas, era todo lo contrario, las odiaba.
-Deja el drama, son seguimientos que debo hacerme- miento, odia hacerlo, y al parecer cada vez me salían peor las mentiras.
-¿Quién te pidió un seguimiento?- pregunta viendo las maletas de viaje, nuevas aun sin desempacar-¿A donde vas?
-Madrid- digo emocionada, ignorando su pregunta.
Ella me mira con la boca abierta esperando encontrar en mi mirada alguna señal de mentira, pero cuando no la encuentra, empieza a saltar de la emoción junto conmigo.
-Tienes que traerme algo, sino lo haces, nunca te lo perdonaría- ¡Ay el materialismo de las amistades!
Reímos ambas de alegria. Cojo las llaves del carro y también las carpetas junto con las citaciones.
-Se que te estoy utilizando Samanta, pero ¿Podrías empacar mientras voy a las citas?- puse ojos tiernos y hice un pequeño puchero.
La sonrisa que antes tenia se desvaneció, y me dio una mirada de "Cómo no supe que para esto me llamaste"
-Jura traerme un regalo grande y único de España- me obliga prometerle.
Le estiró mi dedo meñique y ella estiró el suyo, y ambas lo entrelazamos.
-Lo juro- digo firmando el pacto más grande que había.
-Una promesa de meñiques es inquebrantable, no lo olvides- yo le asiento a sus palabras.
Me despido, y salgo para poner en marcha las citas que tenia.
En el camino sonreía, Samanta causaba eso en mi, siempre me alegraba el día. Esas idioteces que hacemos,como los juegos de meñique era una conexión entre ambas. Creo que si fuera hombre me enamoraría de ella. Si fuera lesbiana, la volvería bisexual. Río a carcajadas sola en el auto, pero ahora que era completamente heterosexual con orgullo, la veía como una hermana.
~~
La primera cita con el ginecólogo, se demoró una hora, mientras hacían las pruebas y la doctora me hacía otras preguntas, todo fue muy profesional y rápido, directo al grano.
Ahora me dirigía a la cita con la nutricionista, una enfermera me llevaba en una silla de ruedas, como si estuviera enferma, no me molesta. Tenia una bata de color azul, que estaba completamente descubierta por la parte de atrás, gracias al cielo que me dieron otra bata blanca que me cubría toda.
Al llegar a la puerta, la enfermera llama a la doctora y una mujer baja y demasiado gorda, sale a saludarme.
-Hola Miz, estaba esperándote- me saluda, su voz neutra, pero amigable.
-Hola Dra Pepper, un gusto conocerla-le devuelvo el saludo, cuando recibe el mando de la silla de ruedas a la enfermera y me adentra al consultorio.
No era como los otros consultorios de nutricionista. Este tenían una parte que parecía un mercado, con juguetes de comida. Había un espejo con una balanza al frente de él, y en otra parte habían todo tipo de imágenes, demostrando las diferentes contexturas que tenia el cuerpo. Y en una pequeña parte de la sala, estaba su escritorio.
-Puedes ir al minimercado- me pide amablemente, cogiendo una canasta que había en su escritorio.
Asiento y voy a donde ella me pedía, me extendió la canasta y yo se la recibí amablemente.
-Ahora quiero que imagines que estas en el mercado, vas a coger los alimentos que acostumbras llevar. Los que no encuentres, los escribirás en estos papeles y los pondrás en la canasta normalmente- me extiende el bloc de notas, junto con un lapicero-quiero que seas completamente honesta.
Asiento y miro las cosas que había. Habían bastante cosas, mire la parte de enlatados y cojo la Nutella. La mujer me miraba y anotaba en su libreta. Tenia que ser honesta, sino lo hacía, ¿Qué sentido tenia esta cita?
Deje la canasta en la mesa donde ella me indicó, después de terminar. Ella miro las pocas cosas que cogí y sonrió.
-Gracias por ser lo suficientemente honesta contigo- ¿me agradece a mí?, por una razón que no me explicaba, me sentí reconfortada por sus palabras.
-Ahora quiero que en los papeles escribas que comes en tu trabajo,en las tres comidas-me pide.
Lo hago en un momento. Ella puso en una mesa tres canastas, que tenían los nombres de las tres comidas del día. Luego me pidió acomodar los alimentos que elegí en el mercado, en las comidas que los consumía.
Ella se demoró un momento, pero anotaba todo en un papel.
-¿Crees que los alimentos que ingieres son suficientes para tu cuerpo?- pregunta.
Asiento,no era que comiera demasiado, pero no porque no me gustara la comida, simplemente no le encontraba gusto.
-Ven- me lleva a la balanza, y me pesa- mides un metro sesenta, tu peso debe estar aproximadamente entre 50 y 60 kg- me indica mientras mueve una balanza- tu contextura es delgada y eres de aspecto pequeño, tu promedio debe estar entre 51 a 53 kg- mueve otra balanza.
Después mueve una tercera, y me pide subir, cuando lo hago, las balanzas empiezan a moverse al frente mio. Después de unos minutos se quedan quietas.
-Pesas 46 kg, muy por fuera de tu rango, pero estas en el promedio de delgadez aceptable, y no es del todo bueno- dice bajándome de la balanza y poniéndome al frente del espejo- Esto podría causarte problemas en tus defensas inmunitarias, y un gran desastre en tu metabolismo.
No sabia que decirle, la verdad era la primera vez que me había pesado. No me estaba gustando a donde se estaba dirigiendo la charla.
-Tu peso ideal es 52 kg máximo 53 kg, eso quiere decir que tienes 6 kg de diferencia- su voz aunque no sonará preocupada, se notaba que estaba sorprendida- quítate las batas.
Y lo hice sin poner alguna queja. Ahí desnuda frente a la mirada de la mujer, me sentía indefensa, juzgada y otras emociones que me hacían un nudo en la garganta.
-¿Te gusta la mujer que ves en el espejo?- me señala completa-¿Crees que ese es el cuerpo que mereces?- me cuestiona-¿Te sientes linda?
Las preguntas pasaron taladrado las partes más sensibles que tenia. Observándome en el espejo, por primera vez prestando atención. No tenía senos, la verdad NADA, mis costillas sobre salían de una manera no muy linda en mi pecho, mi clavícula era demasiado visible. Mi cintura aunque fuera estrecha, me hacía ver esquelética. Mis huesos de la cadera salían de forma dolorosa, mis piernas eran las únicas que no sufrían una delgadez espantosa.
Me volteo y en un espejo que estaba en mi costado, podía completar toda mi retaguardia. Mis huesos en los omóplatos salían igual que los de la cadera. Se notaba mi columna vertebral. Aunque tenia una nalga demasiado grande, estaba caída y no se veía de una forma redonda o hermosa.
La mujer pone una mano en mi hombro, captando mi atención. Me pasa un pañuelo,¿Estaba llorando? Me fije en el espejo, y si estaba llorando completamente, como una estúpida.
-¿Te quieres a ti misma?- la pregunta que tanto me dolía escuchar.
Limpiándome las lágrimas, niego lentamente. Odiaba mi cuerpo, odiaba que fuera hecho para que los hombres gozarán mirarme y morbosearme, que jugarán a su antojo, que te manipulen y saquen provecho de eso . Me odiaba por haber nacido así, porque simplemente no nací, sin cintura, siendo una plana con orgullo y que me vieran de forma distinta.
-La aceptación empieza contigo misma,Miz. Pero primero tienes que prometerle a una desconocida, que vas a seguir la dieta que te voy a dar- la miro y asiento muy comprometida- subirás de peso ya lo veras, si pones de tu parte. Por el momento no harás ninguna clase de actividad física.
Asiento, aunque ella me hablo de otras cosas, mi mente y yo misma no estábamos en ese lugar, estábamos concentradas en volver a poner el muro de fortaleza que esa mujer pudo destruir sin ningún esfuerzo.
~~
Un jet privado, claro que lo tenia, y no era uno cualquiera. Por dentro tenia las mejores y ultimas tecnologías.
Esta sería mi primera vez saliendo del país, que desastre y desanimo que fuera con Adam Mkcloud. Pero era negocios y así seguiría pensando, para no morir de alguna cosa rara.
¿Qué me espera en España? La pregunta me emocionaba, y una llamada que no me esperaba daño cualquier alegría.
Holass, el cap fue largo, pero es de los mejores que puedo subir. Porque aquí encontramos algo más personal de la protagonista.
Y más intriga, ¿Quien cree que la llamo? Comenten listillos.
Besosss, voten y comenten en las partes que más les guste.
Feliz semana 😘😘😘😘😘