-Chicas, podríais daros más prisa. !Se nos va a hacer de noche durante el viaje¡ -–metió prisa Trent.
-!Que ya vamos pesados¡ –carcajeó Brit.
Sara y yo observábamos la escena desde la ventana de mi cuarto mientras nos nos reíamos de los comentarios de Ryan y Trey.
También desvíe mi vista hacia Justin, el cual estaba apoyado en su coche con una sonrisa deslumbrante mirando hacia mi, en cuanto me di cuenta, cerré con rapidez la cortina y observé detrás de ella como carcajeaba.
-Oye, ¿Cómo llevas lo de Justin?
-Bien supongo, ¿sabes? creo que aunque me fastidió bastante, le di demasiada importancia. Además estos días de fiesta me voy a olvidar de todo y voy a pasármelo bien. Por supuesto sin dejar que Justin vuelva a jugar conmigo pero voy a intentar dejar atrás poco a poco lo que pasó entre nosotros, le voy a quitar importancia y voy a hacer como si nunca hubiese pasado.
-Me parece genial Mel. Creo que es lo mejor que podrías hacer, es más, es lo que debes hace. Le di un pequeño abrazo a mi amiga y terminamos de cerrar las maletas para salir por la puerta.
Una vez abajo divisé a Selena en la parte delantera del coche de Justin.
Justin se acercó a mi lado y cogió mi maleta para ayudarme a subirla en su coche. Le agradecí el gesto con una leve sonrisa y me monté atrás, en la parte de la ventanilla junto con Ryan y Sara.
Al principio no paraba de mirar hacia el retrovisor por el cual Justin fijaba su vista en mi, durante unos segundos y luego se volvía a centrar en la carretera. Yo hacía prácticamente lo mismo, hasta que recordé mi pequeña conversación con Sara y evité mirarlo durante el resto del trayecto.
Una hora y media después nos encontrábamos todos en el jardín de aquella casa y su enorme piscina.
-¿Que os parece? –rompió el hielo Justin ante nuestra cara de asombro.
-Dios, Bieber me quedaría aquí a vivir encantada.
-Y yo contigo. –comentaron Alis y Sara.
-Bueno vamos, entrar, tenemos que elegir habitaciones. –carcajeó Justin.
Entramos a la casa, que por cierto, por dentro era mucho más bonita.
vi como Selena arrastraba a Justin hasta su supuesta habitación, hice caso omiso, y me dirigí a mi habitación con Sara.
La habitación tenía dos camas lo suficientemente grandes y un baño incorporado.
Cada una coloco su ropa en el armario que tenía la habitación y luego salimos a ver como estaban los demás, y como se habían organizado en las habitaciones.
Ryan y Trent dormían en la habitación mas próxima al salón. Nate y Trey justo enfrente. Alis y Brit a un lado de Nate y Trey. Seguidamente estaban Selena y Justin en una habitación con una cama de matrimonio. Y justo al final del pasillo estábamos Sara y yo.
Estábamos todos en el pasillo, así que Ryan aprovechó para hablar.
-¿Que os parece si nos vamos a la piscina climatizada, y luego preparamos unas pizzas para ver alguna película? –-propuso. Eso sonaba genial, todos estábamos de acuerdo, así que entramos de nuevo a ponernos el bikini.
Bajamos a la parte de abajo del jardín, donde se situaba la piscina climatizada. Vimos a los chicos alrededor de ella gastándose bromas y haciendo el tonto. Entramos y los ojos de Justin viajaron por todo mi cuerpo recorriendo cada centímetro que lo componía.
Me sonroje ante su cara de embobado y me fui acercando por su lado hasta que estaba a medio metro de él, y lo más deprisa que pude lo empuje a la piscina. Todos nos empezamos a reír a carcajadas. Hasta que el salió de nuevo, comenzando una batalla de agua.
Al final todos terminamos metidos en la piscina y jugando al voleibol.
Más tarde nos secamos, mientras Alis, Trey y Brit preparaban las pizzas.
Yo estaba a punto de salir cuando la voz de Justin resonó en mis oídos. Aprovechando que allí cerca no había nadie se acercó unos metros más a mi.
-Rubia, esto no se queda así, te debo una. –musitó más cerca mía, advirtiendo con su dedo.
-Cada uno tiene lo que merece Bieber. –le contesté caminando de manera sobrada hacia afuera.
-Eso ya lo veremos. -–sonrió.
Una hora más tarde nos encontrábamos todos sentados en el sofá mientras cenábamos y elegíamos una película que ver.
-Bueno, ha votaciones, ¿Quién prefiere de comedia? –nos preguntó Trey. Alis y yo levantamos la mano, provocando la risa de los demás al ver que éramos una pequeña minoría.
-Bien pues no hace falta que preguntes, vemos una película de miedo. –soltó Ryan riéndose de mi cara, de broma.
Terminamos de recoger la cocina y me senté lo más rápido que pude en el sofá para coger un buen sitio, al instante Justin se sentó en uno de mis lados y susurro con disimulo.
-Esto va a ser interesante rubia.
Yo solo opte por darle un ligero codazo en el abdomen a lo que el respondió riéndose. Selena vino y se sentó al otro lado de Justin y Sara a mi otro lado. Por lo menos ella me distraería de no caer en el juego de Justin.
Los demás se dispersaron por los dos sofás que quedaban y la película de "el exorcista" comenzó.
Si, perfecto, no podían haber elegido una película que me diera más miedo.
Ryan y Trent no paraban de darme sustos cuando aparecían las escenas de miedo a lo que Justin no paraba de reír y que en cierto modo a mi también me divertía.
Quince, quince minutos le quedaban a la película cuando Justin comenzó a juguetear disimuladamente con mi mano, cogiendo mis dedos, haciendo suaves cosquillas o pellizcando débilmente mis nudillos.
Intentaba hacerme la dura pero era imposible, pequeñas risas salían de mis labios, hasta que intenté ponerme seria y le miré vocalizando un "Estate quieto". El solo marco con sus labios una sonrisa sugestiva y entrelazo nuestras manos.
En ese momento sentí un huracán de hipopótamos pisoteando mi estómago.
El tacto de su mano entrelazada con la mía era tan suave, sus dedos encajaban perfectamente en mi pequeña mano y su piel parecía algodón. Rápidamente me deshice de su mano agarrada a la mía y me levante junto a Sara hacia nuestro cuarto, nos despedimos de todos pues ya era tarde, y todos nos íbamos a descansar.
Yo estaba a punto de entrar en mi cuarto cuando alguien me agarro desde un lado de mi cintura, me gire rápidamente para encontrarme con él.
-Sueña conmigo –guiño un ojo y se metió rápido a su habitación pues ya venia Selena. Yo actué igual y me adentre en la mía.
Me puse el pijama y me acosté.
La verdad es que era muy rara la actitud de Justin para conmigo, se supone que tenía novia, lo cual no lo parecía pues actuaba conmigo igual que como solía hacer antes y eso me desconcertaba. Pero decidí no daré vueltas al tema y dormirme.
Al día siguiente.
Me encontraba en una tumbona de la piscina exterior, tomando el sol con las chicas excepto Selena.
Anoche, a pesar de la terrorífica película que vimos, dormí bastante bien. Hoy no habíamos madrugado mucho, nos levantamos sobre las once y en cuanto desayunamos nos fuimos a tomar el sol.
-¿Que vamos a comer hoy? –-preguntó Alis.
-Creo que los chicos compraron hamburguesas, las preparamos más tarde y cocinamos unas patatas para acompañar. –propuso Brit.
-Voto por eso. –dije yo, entusiasmada. Todas carcajearon por mi entusiasmo.
-Bueno días chicas. -–intervino en la conversación Ryan, aproximándose a nosotras junto a todos los demás.
Mi vista se centró en el Justin. Solo tenía puesto unos pantalones cortos. Tenía la cara adormilada y de esa manera estaba demasiado sexy. Pude ver con claridad su torso bien marcado y definido, y sus fuertes brazos, se notaba que esta trabajado. Eso y sus múltiples tatuajes lo hacían mucho más atrayente de lo que era.
-Oye chicos, ¿comemos y nos lleváis a conocer el centro de Long Beach? –les pregunte.
-Por supuesto, ¿que comemos hoy? –pregunto Justin.
-Hemos pensado hamburguesas. –le conteste yo.
-Perfecto. –guiño un ojo.
Unas horas más tarde habíamos comido y nos subimos al coche en dirección al centro.
Long Beach era muy, muy bonito. Estaba lleno de palmeras y era un sitio muy alegre y animado.
Pasamos le resto de la tarde allí. Primero, como de costumbre las chicas y yo visitamos tiendas mientras los chicos se quejaban. Después estuvimos paseando por el centro. Más tarde fuimos a jugar a los bolos. La verdad es que yo no era muy buena en este deporte, y como en vez de mezclarnos chicas y chicos fuimos todos chicas y todo chicos en la división de los grupos, obviamente perdimos. La apuesta había sido que quién perdiera preparaba la cena así que eso era lo que nos tocaba.
Llegamos a casa sobre las once y media y los chicos no paraban de vacilar y gastarnos bromas respecto a lo que querían de cenar. Cuando al fin decidieron preparamos el horno para hacer una lasaña de carne grande y media hora después cenamos.
-Bueno queridas cocineras, ¿que hay de postre? –vaciló Trent.
-Un buen guantazo, ¿te apetece? –proseguí yo. Todos reíamos ante mi comentario, había tenido gracia y lo peor era la cara con la que se quedó Trent.
-La próxima vez no preguntes bro, Melissa tiene carácter. –defendió Ryan.
Ante ese comentario me gané la mirado picara de Justin, cosa que me ruborizó e hizo que él se reirá aún más.
Los chicos nos ayudaron a recoger la mesa, y poco a poco cada uno se fue a su habitación. Sara y yo hablábamos de lo bien que lo pasamos hoy. Después me contó que esta noche dormiría un rato sola, ya que se iba un rato a la playa con Ryan, en plan romántico supongo.
Sara se fue y yo me quedé en mi cama sin poder dormir, pues no tenía mucho sueño la verdad. Me entró un poco de sed, y aunque tuviera un poco de miedo decidí levantarme sin hacer mucho ruido para ir a la cocina.
Camine por el pasillo haciendo el más mínimo ruido que pude y llegue, serví mi vaso de agua, el cual casí tiro al suelo cuando sentí unas manos apoyadas en la parte baja de mi cintura. Giré rápidamente asusta y me encontré con Justin.
-Ey, rubia, ¿has salido tú afuera? –me preguntó en voz baja.
-No, fueron Sara y Ryan que se han ido hace unos minutos a la playa.
-Mm, ¿quieres que vayamos nosotros? –tenía unas inmensas ganas de decirle que sí, pero eso no era lo correcto, y menos teniendo a su novia esperándole en su habitación.
-Creó que eso, deberías preguntárselo a tu novia, y no a mi. –dije marchándome hacía el pasillo.
El agarro mi muñeca fuertemente, haciéndome girar y quedar apenas centímetros de su rostro. Paso una mano por mi mejilla, acariciando con sus dedos lentamente.
Yo estaba embobada teniéndole tan cerca, y el cada vez acercaba más sus labios a los míos.
-Justin para... por favor. –susurré. El volvió su vista a mis ojos, sin apartarse ni un centímetro.
-Mel, necesito be... –dijo en un hilo de voz. Me estaba matando por dentro, yo tenía las mismas ganas o incluso más de besarle a él. Pero eso no era posible, él tiene novia.
-No. –respondí, sin apenas aire.
-Sí... –susurro el desesperado, rozando nuestros labios.
Por un segundo iba a dejarme llevar, y permitir que nuestros labios tomarán contacto. Pero reaccioné.
-No... no Justin. -puse mis manos en su pecho y me aparté de el. Le mire unos dos segundos y me marché a mi cuarto lo más rápido que pude.
Esas situaciones no eras buenas para mi sistema cardiaco, se me iba a salir el corazón del pecho si continuaba acercándose así.
Me acosté en mi cama tapándome con todas las sabanas y dándole vueltas a lo que acababa de presenciar. Todavía tenia los nervios alterados en mi estómago. Y una vez más me pregunté porque actuaba así cuando tenía novia.
Acordándome de Selena, se pasaba el día hablando por teléfono, mirando revistas y cuando se aburría iba a molestarme a mi con algunas de sus quejas, totalmente indiferentes para mi pues yo la ignoraba completamente. Y solo me molestaba cuando me veía cerca de Justin o hablando con el. Lo que me hizo dudar otra vez de lo que realmente estaba pasando con Justin y ella, era muy raro, ni siquiera parecían pareja. De hecho si nos los conociera diría que no lo son, exceptuando que duerme en la misma cama. Y añadiendo los continuos acercamientos que tenía Justin para conmigo.
-¿Sara? ¿Ya estás aquí?
-Ey, ¿tu que haces despierta?
-Si yo te contara...
-Oh, pues no, estoy muerta, mañana me cuentas y te cuento.
-Pervertida, que habrás echo...
-Nada, mal pensada. -solté una pequeña carcajada y me recosté para dormir.