Parte tres: Un dolor no físico
Un aroma denso y extraño invade sus fosas nasales. No es desagradable, pero le marea, incluso le resulta familiar, pero no logra identificarlo. Siente como si flotara, siendo esclavo de su propio sueño. Muchos recuerdos invaden su mente, no todos son exactamente agradables y aparecen como imágenes rápidas y artificiales que se dispersan tan pronto como llegan.
Sabe que está vivo porque su corazón late desesperadamente, golpeando dentro de su pecho, haciéndole saber que necesita algo. Y quiere gritar, quiere moverse, rogar por ayuda, regresar a la realidad, no seguir en este horrible sueño en el que no tiene certeza sobre nada. Está asustado, todo es un misterio en este momento, un confuso estado entre el sueño, la realidad y el dolor. Pensaba que iba a morir, ¿es realmente así?
Es de madrugada, el cielo está entre azul y negro y el ambiente es sofocante. Los párpados le pesan, pero ya no tiene ese mareo y esa sensación de vaga existencia que lo estaba enloqueciendo. Está regresando a la realidad.
Puede escuchar el sonido de pequeñas gotas contra la ventana, está cerrada, eso explica por qué hace tanto calor. Entre el sonido de su pesada respiración y la lluvia es capaz de percibir una distraída voz ¿está enloqueciendo? Siente calientes lágrimas caer por sus mejillas y la voz se escucha nuevamente, más clara esta vez.
Con todas las fuerzas que le quedan, abre un poco los ojos y, con visión borrosa, es capaz de reconocer ese rostro, puede sentir ese aliento, puede diferenciar esa voz y puede disfrutar ese calor.
El corazón de D.O se derrite y quiere gritar, quiere extender sus brazos y aferrarse al cuerpo ajeno, pero tiene miedo de caer en un espacio vacío, porque esto todavía puede ser un sueño, puede que no sea capaz de encontrarlo o estar con él al menos una vez más.
Y eso duele.
Su cabeza vuelve a dar vueltas y sus ojos siguen viendo la imagen de un Kai preocupado. Sí, está ahí, iluminándole como la blanca luz de la luna y su corazón se vuelve a acelerar, casi hasta doler.
Y Kai realmente está ahí, en la débil imagen que puede tener en esa espesa noche, es él quien realmente esta susurrando en su oído, a su lado. Le está devolviendo la vida que tanto teme perder. Está ahí, físicamente, como cada noche que duerme a su lado. D.O vuelve a cerrar los ojos y el suave susurro de la profunda voz del otro hombre resuena en la oscuridad.
D.O solloza, es un sonido suave pero parece como un estruendo debido al silencio que invade el cuarto. ¿Por qué? De todas las personas, ¿por qué tenía que ser Kai quien lo cuidara esa noche? Él, el dueño de todo lo que ama y lo que odia. La persona que le da sus mayores felicidades y provoca sus más dolorosas tristezas. La persona que lo acompaña, pero que le causa el más grande miedo de quedarse solo.
Duele
Duele
–Duele– la rasposa voz del herido sale junto a una tos ronca y Kai se sienta en el colchón, a su lado, mientras acerca sus manos a su cuerpo ansioso, sin llegar a tocarlo por miedo de lastimarlo más.
–¿Dónde duele, D.O? ¿Dónde? ¿Quieres más medicina?– Baekhyun está dormido y Kai tiene miedo de despertarlo, no deben ser ni las cuatro de la mañana y no quiere tener que estar dando explicaciones otra vez.
–Duele– repite el muchacho y Kai es capaz esta vez de darse cuenta que necesita líquidos. Se levanta y busca una botella de agua con torpeza, todavía no puede caminar con facilidad, luego regresa y lo acomoda de tal manera, que termina sentado sobre la cama, con D.O acostado, apoyándose en su cuerpo. Abre las piernas y coloca la espalda y la cabeza de su amante contra su pecho, sosteniéndolo con un brazo, mientras le da de beber con el otro. Su propio dolor no importa en este momento.
–Todo va a estar bien, ¿si? Te llevaré de nuevo al hospital cuando amanezca, si te duele mucho dime, no importa la hora.
–Suho...
El nombre fue suficiente para que la ansiedad vuelva a invadir a Kai. ¿Suho? ¿Cómo podía responder esa pregunta? No sabía nada de Suho, no tenía idea de qué había pasado ni con Chanyeol, Sehun o cualquiera de los demás. Podían seguir con Kris o haberse ido poco después.
–Están bien, todos están bien. Debes descansar y dormir, curar esas heridas para que podamos seguir trabajando. Cuando estés mejor... ¿D.O? ¿Estás bien?
Un poco de tos busca su espacio para salir por su dolorido cuerpo y Kai le ayuda a acomodarse nuevamente.
–Todo va a estar bien. Duerme... duerme...
* *
–¿Y por eso abandonó al grupo? ¿Por una perra con dinero? ¡Ahí está tu tan amado líder, Suho! Ahí lo tienes, nos dejó un grupo inestable, con deudas, con problemas y con todo hecho a medias para largarse con una puta... ese miserable...
–Kyuhyun tomó la decisión de dejar al grupo. Pudo ser por esa o por cualquier otra razón, los hechos son que simplemente ya no está. El grupo continuó como si nada por mucho tiempo y...
–¡El grupo no continuó como si nada! ¡Se dividió y ahora es un dolor en el trasero para mi! ¿Crees que me llevé a tu niñito porque si? Tu grupo poco a poco está afectando al mío, ¿entiendes? Tus finanzas, tu organización, todo es perfecto... mientras que mis asesores se rompen la cabeza para tener todo en orden y no dejarnos estafar, tú alimentas a un solo mocoso que hace todo por ti. ¿Crees que no lo sé? ¡Yo lo sé todo!– grita Kris fuera de si, dejando caer al piso el cuarto cigarrillo que ha fumado y no tarda en prender el quinto.
–Que nuestro grupo se haya separado no tiene nada que ver con Kyuhyun, no tiene nada que ver con D.O... todo es tú culpa. Tú separaste al grupo, tú deshiciste todo lo que estaba armado ya y tú arruinaste todo por... tu actitud. ¡Por años estuvimos mejor que cuando el mismo Kyuhyun estaba al mando! ¡Fuiste tú quien se fue!
–¿Querías que me quedara? ¿Después de todas las estupideces que dijiste del amor y de que eras marica y todas esas cosas? ¡Olvídalo! Tú querías tener todo controlado y seducirme era tu forma de lograrlo. ¿Pensaste que iba a ser tu perra? ¿Sinceramente crees que voy a creer que lo decías en serio? Es sólo otro de tus malditos intentos de controlarlo todo como siempre. No soy uno de tus idiotas, nunca lo seré...
–Se acabó– Suho cortó por completo– No pienso seguir escuchando esto, es cuestión del pasado ya no me importa. Cumplí con darte la información que querías. Kyuhyun se fue porque se cansó de todo, se cansó de nosotros, no hay nada más que decir, sigue con tu vida yo seguiré con la mía y...
–Alto ahí– era el turno de Kris de interrumpir. ¿Crees que me voy a quedar así de tranquilo? ¿Realmente lo crees? Tenemos mucho de que hablar aquí, ¿sabes?
–¿Hablar sobre qué?– pregunta Suho fastidiado
–De Lay, por ejemplo– Kris sonríe al ver como la expresión de Suho cambia por completo– De Lay, de Xiumin, de Chen... los tres traidores. Tan traidores como tú... tú eres un traidor, Kyuhyun lo es, todos lo son. No hay como confiar en nadie ya. Tuve que enviarlos lejos para poder hacer esto, ¿sabes? Fue doloroso, saber que los niños que me escogieron sobre ti, regresaron donde su estúpido líder anterior pensando que no me iba a enterar. Lay no hace esto para ayudar a los grupos con los negocios, no es ningún maldito intermediario ni nada del estilo como finge ser. Los tres se oponen a mis planes constantemente, así que te los voy a vender. Si los quieres, me darás el área del influencia de la parte sur.
Y esta era el Kris que Suho podía controlar. Una sonrisa apareció en su rostro, ya que si pensaba que una maldita área de influencia valía más que tres hombres fieles a morir, realmente estaba perdido. Ese era el tipo de situaciones para las que Suho había venido preparado. Así que intercambió a Lay, Chen y Xiumin por un buen poco de vendedores de droga y prostitutas. Kris era un idiota.
–Tú– Kris señaló a uno de sus hombres cuando finalmente sus "invitados" se habían ido.
–Si– respondió haciendo una venia el nombrado y esperó por órdenes.
–A ti te gusta nuestro Xiuminnie, ¿verdad? Te encanta verlo, te gusta, lo deseas, ¿es cierto?–El hombre se tensó y no dio una respuesta, Kris sonrió.
–Tienes mi permiso– explicó tranquilo– Los chicos se irán pronto con Suho, ya lo dijeron, posiblemente para mañana o pasado mañana estarán ya fuera de nuestro territorio. ¿Por qué no tomas a Xiuminnie antes de que lo hagan? Para que no te quedes con las ganas, tu sabes, conocer ese traserito que tanta falta te hace.
Kris le guiñó un ojo y luego puso una expresión tan sombría que el hombre se dio cuenta que no sólo era una especie de premio, sino una orden, una orden que tenía que ser cumplida lo más pronto posible
* *
Son las ocho de la mañana y D.O ya está en urgencias de otro hospital, con otro contacto de Suho. La idea es que mientras menos lo conozcan y menos registros llenen en hospitales o instituciones en general, mejor.
Generalmente los realmente heridos terminaban en el hospital, porque se curaban entre ellos, pero D.O ya no aguantaba el dolor y su pierna debía ser mejor atendida.
Sólo él y Kai estaban en el hospital, para evitar involucrar a más personas y este contacto era conocido de Kai, por lo tanto sería mucho más fácil su atención. D.O insistió en que Kai también estaba herido, pero este tercamente se negó ha dejar que otros lo llevaran.
–Bien– empezó el médico residente– veré exactamente qué es lo que necesita y luego lo llevaremos a otro lado para evitar fichas y cosas por el estilo. Hice lo posible para ser yo el único que vea su cédula de identidad.
–Perfecto ¿tendré que firmar algo?– pregunta preocupado Kai.
–Lamentablemente si, pero puedes hacer un garabato sin importancia y ya, yo me encargaré de lo demás.
El residente salió en busca de lo necesario y D.O se quedó a solas con el otro chico. No han hablado propiamente dicho, pero no se siente incómodo, sólo extraño.
–¿Por qué tanto lío con mi cédula y mis documentos?– quiere saber el chico, más que por curiosidad, por tener algo que decir.
–El rato que ingresan tu nombre, van a salir tus antecedentes penales y, eso, siempre es un riesgo.
D.O no pudo evitar sonreír. ¿Era en serio? ¿Todo este lío y misterio era por eso? ¡Impresionante! Eso definitivamente no hablaba muy bien de Suho y su grupo.
–Kai, yo no tengo antecedentes penales.
El chico abrió los ojos como platos. ¿No tenía antecedentes penales? ¡Eso! ¡Eso era bueno y malo! Bueno porque tendría una atención más fácil y podría servirles en el futuro, y era malo porque... ¿Cómo es que no los tenía? ¿Quién es exactamente Do Kyungsoo?
–N-no ¿no los tienes?
–No– reafirmó tranquilo y se acomodó, porque dolía un poco estar en esa pose.
–Iré a llamarlo, espera aquí.
Las cosas fueron muchísimo más fáciles desde ahí. D.O pudo ser atendido como cualquier persona normal y pudo incluso firmar él mismo todos sus papeles sin problema. La policía jamás lo iba a asociar con nada. No tenía antecedentes penales.
Increíble.
Cuando estaban de regreso, D.O tuvo que alquilar unas muletas, cortesía de el contacto de Suho, hasta que sea capaz de conseguir unas nuevas por su cuenta, seguramente cortesía de el mismo Suho en poco tiempo. Le resultó tan difícil apoyarse por lo maltratado de su cuerpo, que tuvieron que sacarlo en silla de ruedas hasta el taxi que Kai consiguió.
Era casi mediodía cuando llegaron a su base. Suho estaba de vuelta y estaba listo para comer cuando los chicos entraron. Inmediatamente se puso de pie y todos lo imitaron. Con ayuda de Kai, D.O fue casi saltando y apoyándose en todo lo que podía mientras otras personas también se acercaron a ayudar.
–Familia– dijo en voz alta y firme Suho, cuando todos estaban reunidos– Hemos tenido terribles pérdidas, sobretodo entre los novatos y nuestros amigos de seguridad. D.O, nuestro hermano, ha sido atacado brutalmente al punto de quedar en este estado. Seis de los nuestros han caído, pero también vamos a ganar. Nuestros antiguos compañeros regresarán, ya que se han revelado contra Kris y sus malas decisiones. Nosotros no somos una pandilla vulgar, somos una familia, yo confío plenamente en ustedes y todos son importantes, eso es lo que nos diferencia así que, pase lo que pase de aquí en adelante, lo que necesito es saber que están de mi lado y puedo creer en ustedes, confiar ciegamente en ustedes y que no me apuñalarán por la espalda, como Kris lo ha hecho.
Silbidos, gritos y barras resonaron por el lugar en signo de apoyo de las palabras del líder, que sonrió e hizo un gesto para que regresaran al silencio.
–D.O, estoy orgulloso de ti. Sometido a las más crueles torturas, preferiste el peor dolor físico que traicionar a los tuyos. Has demostrado lo que vales y, aquí frente a todos, te prometo que así como eres fiel a mi, yo lo seré a ti. Todas las personas a tu alrededor están heridas también, y todos nos recuperamos de todo lo que hemos perdido, pero esto sólo nos unirá más, como familia.
Otra ronda de aplausos y era hora de comer. El ambiente era pesado, triste, así las palabras de Suho y su pequeño show hubieran llamado la atención del grupo y subido un poco los ánimos, todavía estaban de luto.