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La policía hacia demasiadas preguntas a los padres de ambos chicos, estos respondían con toda la honestidad posible, primeramente los padres de Adrien estaban en ese lugar pues al creer que su hijo se iría del país lo más seguro es que estuviera con Marinette intentando despedirse o escapar, pero nunca pensaron que realmente escaparía llevándose a la chica con él. Por otro lado los padres de Marinette no comprendían por que su hija había escapado, sabían que estaba algo molesta por que ellos no le querían contar sobre quien era Bridgette, pero, tanto así era su enfado.
-Sin ofender señores, pero esto es una tontería de sus hijos, dos adolescentes escapando por "amor."
-¡No es amor!- grito Gabriel, entre cerrando sus ojos.- es solo un berrinche que mi hijo llevo demasiado lejos.
-Berrinche o no señor Agreste, esta es la segunda vez que su familia aleja a dos hijas mías.- Tom se le puso enfrente visiblemente molesto, Gabriel no entendió aquellas palabras y no preguntaría su significado, y tampoco toleraría que un panadero le gritase.
-Señores cálmense.- pidió el oficial.- recuerden son solo niños no deben estar demasiado lejos.
-Gabriel cállate y siéntate, está claro que así de alterado no vas a solucionar nada.- Paulette quito a la pequeña gatita de su regazo regresándola donde sus padres felinos, Gabriel obedeció sin reclamos a su esposa, esa actitud tranquila y seria no debía tomarla a la ligera.
-Marinette... si tan solo hubiéramos dicho la verdad.- Sabine se abrazó a su esposo mientras se lamentaba, si le hubieran dicho la verdad posiblemente nada de eso estaría pasando.
-Entendido... - el oficial quito su radio de su oreja mirando a los padres de los chicos.- un equipo viene en camino, intentaran rastrear el GPS de cualquiera de los dos celulares de sus hijos, solo deberán mantenerlos lo más que puedan en la línea para rastrearlos, de momento las televisoras y radios ya están transmitiendo el mensaje de los desaparecidos.
-Ofreceré una jugosa recompensa a quien de noticias sobre mi hijo.
-Señor Agreste, eso es lo menos recomendable, solo traerá varias noticias erradas. Yo sé lo que le digo.
Claude tenía ese día libre, mañana por la mañana debería estar en el aeropuerto para recoger a Bridgette, calentó los sobrantes de pizza de la noche anterior y saco una cerveza de la nevera, no era un buen desayuno pero de momento tendría algo en el estómago, después iría al supermercado para comprar algo más "decente" , tomo lugar en el sofá frente al televisor, encendiéndolo, si de placeres de la vida se trataban Claude amaba desayunar mientras veía dibujos animados, costumbre que llevo por quince años en el comedor de la prisión.
Su programa rápidamente fue interrumpido, él rodo los ojos con fastidio, tenían que cortar la programación en la parte más divertida cuando el dinosaurio comenzaba a correr sobre un tronco que caía por un barranco, para después estrellarse en un muro, si, lo sabía de memoria y aun así no podía parar de verlos.
Interrumpimos la programación para dar un informe especial: esta mañana los jóvenes Adrien Agreste y Marinette Dupain Cheng, desaparecieron de sus hogares, se estima que los jóvenes se fugaron a altas horas de la madrugada, si les ha visto, por favor comuníquense con la policía toda información es de gran ayuda...
La pizza resbalo de su mano hasta el suelo, no lo podía creer, las noticias volaban, sí, pero que esos dos tarados desaparecieran... ni Félix o Bridgette lo habían pensado antes... bueno Félix una vez pero no por eso se fugaría con su novia de aquel entonces...
Marinette había despertado, justo cuando el autobús estaba llegando a la primera parada, los pasajeros bajaban algunos por llegar a su destino, otros para estirar las piernas pues el camino aún seguía. El móvil de Marinette ya le figuraban alrededor de treinta llamadas perdidas de sus padres, ella miraba el aparato con duda, no debía responderlo, la pantalla prendía y apagaba una y otra vez, no sonaba pues tenía desactivado el audio y el vibrador, cuando la llamada fue colgada treinta y uno era lo que figuraba como llamadas perdidas.
-Tranquila, todo estará bien.- Adrien le tomo de la mano, ahora el móvil que debería estar sonando era el suyo, su padre le llamaba con insistencia y las llamadas perdidas eran casi el doble a las de Marinette.
-A mis padres les dará un ataque cuando regrese, no importa si no son mis padres, me han cuidado desde que llegue al mundo, o eso creo... ¿Me dirás algo?
Adrien suspiro, no pensaba contarle toda la verdad dentro de ese autobús... lo pensó un poco.
-Voy a contarte la historia de Mari Anne Isabey. En cierto modo es por lo que estamos aquí, ella fue una conocida de mi padre. Casi unos treinta años atrás, y no, no tiene que ver contigo de momento.
-Sera un milagro si termino cuerda, pero... ¿Qué tiene que ver eso con mi miedo a la lluvia?
-Ya me entenderás.
Las maletas estaban listas, debía estar completamente loca, pero de algo estaba segura, así como ese niño estaba por cambiar su vida, ella debía hacer lo mismo, enfrentar a los fantasmas del pasado y dejar todo en claro, solo así sus pesadillas terminarían. A quien engañaba... solo se aseguraría de que Claude aprendiera a cuidar a Estefan por un mes y después ella regresaría a Inglaterra a buscar un trabajo nuevo, una editorial nueva.
-Pañales, leche, ropa... pues bien te iras tal y como tu madre te entrego.- dijo para sí observando al bebe mirarle curioso desde la cama...te entrego... ¡Cierto!
Descuidando al pequeño por un par de segundos, corrió a la sala y después a la habitación con su bolso en mano, fue tan estúpida, que había olvidado por completo que Claude había mandado un regalo para él antes de regresar. Saco el pequeño mono de peluche, al verlo el pequeño estiro sus manitas dando algunas patadas al aire.
-¿Te gusta? Tu papá lo manda para ti, es un regalo.- apenas lo tuvo en sus manitas, lo llevo a su boca sonriendo, risitas infantiles que tenía el placer de escuchar... por primera vez.- sabes a donde iras hay una niña parecida a mí, es mi hija, tal vez en algún tiempo se lleguen a encontrar.
Bridgette se recostó a lado del pequeño, colocando su mano sobre su estómago en forma de abrazo, el pequeño coloco su manita sobre su frente, entendía que era tarde para arrepentirse, lo hecho echo estaba, escapo como una cobarde, de nada serbia pensar e imaginar si las cosas hubieran sido diferentes, Marinette nunca le llamaría "madre" y ella nunca sabría que es su hija.
-A tu padre le dará un infarto cuando nos vea llegar. No es el mejor padre del mundo, pero jama sestaras solo.
Las horas seguían pasando, horas largas, la noticia se había esparcido por todos lados, a pesar de ser su día libre, Claude asistió a trabajar, en los pasillos y el patio se podían escuchar rumores sobre la fuga de los chicos uno de los rumores que casi le hace partirse de risa, fue el de que Marinette había secuestrado a Adrien para quemarlo y hacer panes con trozos de su carne... no sabía quién impartía las clases de historia, pero sea quien sea tenía una rara obsesión con la segunda guerra mundial.
-Pensé que hoy era tu día libre.- el director apareció tras de Claude, este se giró un poco asustado.
-Sí, es solo que no podía quedarme quieto en casa, prefiero trabajar, además mañana tengo una visita importante y solo me desesperare de esperar sentado.- explico, el director suspiro observando a los alumnos del colegio.
-Ya te has enterado ¿verdad?
-Que Marinette secuestro al hijo del señor Agreste para quemarlo y hacer panes con su carne.- Damocles estallo a carcajadas, de todos los rumores, ese era el más divertido.
-Otros dicen que el joven Agreste la secuestro para hacer una línea de ropa independiente con piel humana, los chicos de ahora deberían dejar de ver tantas películas de terror... la policía vendrá esta tarde para hacer algunas preguntas a los profesores y empleados ¿Seguro quieres estar aquí?
-Señor, me culparon de un asesinato hace quince años, mi amigo solo me salvo, pero reconozco fue mi culpa, era joven e idiota. Más soy inocente.
-Roguemos que el señor Agreste no venga al interrogatorio, ¿Puedes hacerme un favor?- el castaño asintió.- avisa a los profesores que las clases se suspenden al siguiente toque, y que todos se reúnan en mi oficina.
-Sí señor.
Tal y como se informó, las clases fueron sus pendidas, la policía llego para hacer preguntas sobre los jóvenes, sobre si los habían visto actuar extraño, hablar de ciertas cosas o algo similar, parecían investigar un asesinato en lugar de una desaparición. Claude se enteró que Adrien se había fugado de su casa por estar a punto de ser enviado a un internado en Alemania, pero las razones de por qué Marinette escapo eran desconocidas.
Seis de la tarde y aun no terminaba de creerse estar demasiado lejos de su hogar con Adrien, llegando a quien sabe dónde solo para descubrir aquel gran misterio que el rubio había sembrado en su mente, conoció toda la historia de Mari Anne Isabey y aun así no terminaba de comprender que tenía que ver esa mujer con ella o su miedo a las noches de tormenta. El autobús hizo otra parada la tercera en el día, su espalda dolía terriblemente por las horas sentada, en la siguiente parada lograrían llegar a Tartas.
Adrien esperaba a Marinette un poco lejos de los sanitarios, se había encargado de comprar un par de botellas de yogurt bebible y otras de agua, de entre las cosas de Marinette saco otro de los pasteles para comerlo y ahora que recordaba en todo el viaje no habían hecho más que comer pan cuando su estómago lo pedía. Tal vez comer algo de fruta no les aria nada de daño. Camino hasta uno de los locales en la parada de autobús el rubio estuvo a punto de llamar al encargado cuando su atención se centró en el televisor, su foto y la de Marinette estaban siendo exhibidas como desaparecidos.
-Demonios.- susurro corriendo a los sanitarios, en el camino por los grandes cristales observo el autobús donde viajaban y al conductor hablar con la policía.
Marinette ya le buscaba con la mirada, apenas se encamino hasta donde Adrien, este le tomo del brazo comenzando a caminar al lado contrario.
-Adrien...
-No mires atrás.- le dijo.- la policía nos está buscando.- ella se tensó visiblemente, era lo más lógico que pasara teniendo en cuenta que Adrien era una figura pública.
Salieron de la parada escondiéndose en la parte de atrás donde los camiones con mercancía hacían sus paradas, ambos se escondieron tras un camión que transportaba gallinas en cuanto vieron pasar un par de policías, por uno de los radios alcanzaron a escuchar que los dos chicos desaparecidos habían sido vistos en el autobús y como si se tratara de una confabulación del destino, el chofer de aquel camión discutía con otro hombre sobre estar retrasados para la entrega de mercancía en Tartas.
-Adrien ¡No!- exclamo, el rubio la había tomado del a cintura para subirla dentro del camión.
-Es la única forma de llegar, además ya no está muy lejos, irnos caminando sería más sospechoso y peligroso.
-¡Pero es un camión de pollos!
-Al fondo hay otro de cerdos y no creo que hagan parada a donde vamos, así que tu elijes.
Las gallinas comenzaron a alborotarse, los chicos rápidamente se escondieron tras un par de jaulas esperando no ser descubiertos durante el camino. Los móviles seguían prendiendo y apagando en señal de llamadas ya se superaban las cien llamadas perdidas, la azabache tenía que hacer un esfuerzo sobre humano para no contestar y decirles a sus padres que estaban bien, que nada malo les había pasado. Adrien por su lado, apago definitivamente su móvil, lo único que hizo fue sacar la tarjeta de memoria, lo mejor sería deshacerse de los teléfonos.
-Entonces, los dejaremos aquí...
-Para cuando los encuentren, este camión ya estará en otro lugar y nosotros buscaremos hospedaje en algún lugar.- respondió Adrien quitando el móvil de las manos de Marinette para hacer lo mismo que con el suyo, apagarlo y sacar la tarjeta de memoria.
Cuatro horas fue lo que duro ese viaje, por lo que lograron escuchar entregar a las aves tendría que esperar al día siguiente, aquel camión se detuvo en una gasolinera, momento en que los jóvenes aprovecharon para bajar del camión y con la noche como aliada desaparecer de ese lugar. Por fin estaban en Tartas, aunque ya era bastante tarde, sin su móvil no sabría la hora exacta ella calculaba cerca de las once de la noche.
-Llegamos, ningún hotel nos dará hospedaje, primero llaman a la policía.- Dijo Marinette mientras intentaba quitarse algunas plumas del cabello, apestaba terriblemente a pollo mojado.- Adrien, este lugar da miedo.
-Lo sé, no hay ni un alma- tomándole de la mano comenzaron a caminar por aquellas calles bacías
La policía seguía en casa de los Dupain Cheng, nadie se movía de ese lugar incluidos los padres de Adrien, habían recibido una noticia sobre que habían visto a los chicos abordar un autobús, más con algunas paradas el conductor no podría asegurar en cual lugar bajaron. Las llamadas a los móviles eran insistentes. Para esos padres la noche más larga de sus vidas estaba por comenzar.
-¿Pero adonde irían?- Paulette caminaba de un lado a otro tronándose los dedos, la mujer estaba echa un mar de nervios ya casi eran las once y no había más noticias de su hijo.
-Lo que nos han informado es que ese autobús iba directo a Tartas, los jóvenes pudieron haber bajado en Tours o Saintes. No hubo registros de que dos jóvenes bajaran en tartas.- explico el policía.
-Pero ya es de noche, las calles son peligrosas, más para dos niños- Sabine acariciaba una y otra vez a Plagg el felino intentaba huir de las frenéticas caricias de su ama, Sabine lo había considerado una forma de desahogar el estrés y los nervios.
-Por desgracia no podemos hacer más hasta que la mañana llegue, ya hay policías buscando por todos lados, más en esos lugares clave, prometo los encontraremos.
Ocho de la mañana, el avión había aterrizado y aquellas horas de vuelo fueron terribles para Bridgette, Estefan no dejaba de llorar, de sentirse incomodo mientras viajaban, apenas se tranquilizaba cuando Bridgette le sostenía en brazos y le mecía, caminaron por el pasillo del avión sonriendo a la azafata, otra mujer que se alegraba de que el viaje se terminara.
-Seguro tu padre ya nos espera y ni se imagina la sorpresa que le tengo.- Estefan sonrío sacudiendo su monito de peluche en señal de alegría. Su móvil sonó, eh ahí el hombre de sus pensamientos.- Calladito...Claude.
-Supongo que ya has bajado del avión.
-Exacto voy en camino a la salida, oye podrías hacerme un favor, puedes mirar por las ventanas en dirección a la pista, llevo una chaqueta negra y una falda larga color vino.
Colgó la llamada, Claude se extrañó por esa petición extraña... abriéndose paso entre las personas observo en la pista a las personas avanzar a la puerta de salida donde posiblemente sus familiares o amigos les esperaban. Busco a Bridgette con la mirada hasta localizarla, esta le saludo con la mano que tenía libre, pues mientras caminaba a la puerta llevaba un bulto entre sus brazos, un bebe.
Corrió apresurado empujando a personas sin quererlo, cuando la azabache entro, su corazón se detuvo, ¿Estaba soñando? ¿Era una especie de broma? Bridgette quito la manta que cubría a Estefan para cargarlo mejor y Claude le mirara, él quería llorar, pudo reconocerlo, su hijo su pequeño Estefan... corrió, acorto la distancia abrazando a Bridgette y al bebe, las personas que pasaban a su lado les miraron enternecidas, separándose del abrazo el castaño se limpió las lágrimas.
-Vamos ya es tu turno de cargarlo mis brazos se están entumiendo.
Con cuidado sostuvo al pequeño entre sus brazos, este le miraba sonriente, mientras soltaba pataditas al aire, la azabache tubo que contenerse a liberar lágrimas, la escena era tan conmovedora que un nudo se había formado en su garganta con solo ver a ese hombre abrazar y besar a su hijo con infinito cuidado como si se tratara de alguna ilusión que pudiera desaparecer rápidamente de entre sus brazos.
-P-pero...- intento decir, Bridgette suspiro mientras caminaba, no bastaba decir que estorbaban en medio del camino.
-Pasaron muchas cosas y el tiempo me fue un infierno.- comenzó.- Melody va a casarse con mi editor en jefe que locura.- Claude torció los labios, no le importaba, ella ya no le importaba aunque en su tiempo le amara con locura, la respetaba solo por ser la madre de su hijo.
No entiendo.- dijo mientras tomaba asiento en la sala de espera junto a la azabache.- Pensé que jamás vería a Estefan ¿Cómo le convenciste para que me dejara verlo?
-Claude lo que voy a decirte es terriblemente delicado.- suspiro, en el viaje había pensado una y mil veces como darle esa terrible noticia.- Melody... ella prácticamente había regalado a Estefan.
-¡¿Qué?!
-Si, según ella Rodrigo el bastardo con el que se casara dentro de un mes y mi ex jefe por cierto piensa que criar de un niño que fue concebido en una celda de visita conyugal no sería bueno y ella, esa maldita regalada acepto, por lo tanto regalarme a Estefan fue su mejor opción.
-M-Melody...¡Es su hijo, como preferir a un maldito hombre por sobre su hijo, su sangre!- exclamo, Bridgette solo soplo su flequillo.
-Realmente yo la desconocí, incluso contrate un buen abogado que me facilito unos papeles para que ella renunciara legalmente a Estefan y... si hubieras visto la frialdad al firmar los papeles como si no le importara... es una historia muy larga, pero ese niño estará mejor contigo que conmigo, eres su padre. Mejor vamos a casa, si es que aún hay una quiero descansar Estefan no me ha dejado dormir.
Levantándose de su lugar, Bridgette tenía la intención de caminar a recoger su maleta, más antes de poder seguir avanzando Claude le tomo del brazo, estaba serio, como si dudara en decirle algo.
-Bridgette... algo grabe ah pasado.
En Tartas, Adrien y Marinette habían logrado entrar a una iglesia para poder pasar la noche, era de todas la peor de sus locuras, Marinette no tenía nada en contra de las iglesias, pero estar en una y para pasar la noche, no sabía explicarlo pero se sentía peor que si profanara una tumba. De su maleta Adrien saco un par de pelucas una oscura y otra pelirroja ambas tan naturales que parecía ser cabello natural.
-Adrien quiero bañarme, realmente apesto a pollo mojado, el hedor es terrible.
-Lo se.- respondió mientras se colocaba la peluca negra y se quitaba la chaqueta.- yo también muero por tomar una ducha pero debemos seguir, quedarnos aquí es aun peligroso. Y para llegar a Cannes nos faltan unas ocho horas.
Las puertas de la iglesia se abrieron, ambos se escondieron rápidamente debajo de las butacas, mientras la persona avanzaba ellos retrocedían lentamente hasta llegar a la salida. Marinette se colocó la peluca pelirroja, Adrien lo tenía todo expresamente calculado... bueno dos chicos fugándose siendo buscados, era lógico que necesitarían de un disfraz; ahora debían pensar en una forma de llegar a Cannes, los autobuses ya no eran una opción y caminar sería una locura o tal vez...
-Marinette.
-¿Si?
-¿Qué tal sabes andar en bicicleta?
Las llamadas insistían, ninguno de los dos contestaba y la policía no tenía más pistas. Aquella noche apenas y pudieron dormir, Mientras Paulette y Sabine dormían Gabriel y Tom insistían por los teléfonos, muchas veces despertaron asustadas al escuchar a sus maridos comenzar a pelear, las cuatro mejores horas fueron cuando los hombres terminaron dormidos.
-Casi son las diez de la mañana.- Sabine con su taza de café en manos observo a Paulette luchar por no dormir.
-Deberías dormir un poco más, no es bueno para alguien importante como usted.
-Gracias, pero no gracias, no voy a descansar hasta que mi niño este en mis brazos otra vez...-Sabine suspiro, ella también deseaba ver a su pequeña Marinette.- ¿Puedo preguntar algo?
-Sí.
-La novia de Félix, Bridgette... ¿Realmente se suicidó, no soporto el dolor?
Sabine se mordió los labios, ella y su esposo habían creado esa mentira del suicidio de su sobrina, no querían decir la verdad sobre que había escapado al borde de la locura abandonando a su propia hija.
-Hay cosas que son mejor no saber, lo lamento, pero en cuanto a mi sobrina es algo que solo le concierne a la...
La puerta de la sala se abrió de golpe, todos observaron al a recién llegada, la cual jadeaba intentando recuperar el aire, los tacones no eran un gran aliado a la hora de correr, se había hecho la nota mental pero nunca la obedecía. Sabine se cubrió la boca con una de sus manos, Tom y Gabriel se sorprendieron de verla en ese lugar.
-¡¿Dónde está?! – exigió.
-Bridgette...-susurro Paulette, era la misma, a pesar del tiempo podía reconocerla claramente.
-¡Tú!- exclamo Gabriel, la azabache le ignoro por completo otorgando un semblante serio y molesto a los presentes.
-¡¿Qué le paso a mi hija?!
Notas finales:
Ok, en este momento debería decir algo épico, pero nada se me ocurre... ¡ESTALLO LA BOMBA! Bridgette se ha enterado que Marinette ha desaparecido. Adrien y Marinette escapando en un camión de pollos y profanando una iglesia xD (en el buen sentido jaja) ¿Cómo le aran ahora para llegar a Cannes? Por si lo notaron tuve que cambiar los destinos para hacer el viaje más largo anterior mente era de Paris a La Faloise y de ahí a Mer les Bains pero si checamos google maps el recorrido hubiera durado por lo menos dos horas xD y de Paris a Cannes son por lo menos catorce horas así que concuerda xD ( y eso ya lo corregí en el cap 17) El encuentro de Claude con su hijo awww que lindo, sencillo pero lindo jeje, él se ha enterado de forma breve de lo que Melody ha hecho
¿Qué pasara ahora? Ah lo olvidaba ¡Por fin! Lo que muchos esperaban en el próximo capítulo Gabriel se entera de que Marinette es hija de Félix y con esto, tristemente entramos a la recta final de esta historia ToT
Espero les gustara el capítulo.
Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido.
Hasta la próxima actualización