Aterrizamos y de una vez por todas llegamos a Miami Beach.
-¡Estoy en Miami perra! –Gritó Louis, lo que provocó risas.
Cinco hombres cargaban las valijas de todos nosotros.
-No sé cómo hacen para saberlo, pero me acaban de avisar que miles de Directioners están afuera del aeropuerto. –Murmuró Harry, mientras miraba su celular.
-Saldrán por la parte de atrás. –Nos informó Paul.
Todos le hicimos caso, y nos estaba esperando una camioneta negra. Subimos y fuimos directo al hotel.
Mi cara no dejaba nada bueno que desear. Aquellas tipas me habían dejado muy mal.
-¿Qué pasa Eve? –Me preguntó Hardie, al ver que todos reían menos yo.
-Nada… es que el viaje me ha cansado… nada más… -Sonreí forzadamente… Zayn me miró con preocupación.
Llegamos al hotel, y por suerte las Directioners no sabían donde se hospedaban los chicos. Así que pudimos rondar con tranquilidad.
Zayn pidió una habitación para él y para mí. Noté como lo miraba Niall, al tiempo que Zayn le respondió a una de las mujeres que se encargaba de designar las habitaciones.
-¿Cama matrimonial? –Preguntó ella.
Zayn ni siquiera me lo preguntó. Solamente asintió.
No apresté atención a como se ubicaron los demás… ni tampoco me interesaba. No estaba de humor.
Entramos a la habitación, era increíblemente gigante y me hacía sentir muy cómoda. A un costado se encontraba un hermoso ventanal que daba vista al bonito mar con la gran playa.
-¿Te gusta? –Me preguntó Zayn, interrumpiendo mis pensamientos.
-Esta linda. –Dije sin ganas.
Me acerqué a la ventana y observé por unos minutos el mar.
Zayn se acercó a mí, quedando atrás mío.
-¿Por qué le haces caso a esas descerebradas? –Preguntó él. Lo sabía todo, Zayn había escuchado lo que dijeron aquellas mujeres.
-¿De qué hablas? –Fingí no saber nada de lo que decía.
-¿Crees que te dejaré? –Susurró a mi oído, provocando un escalofrío por todo mi cuerpo.
Me mordí el labio e intente no llorar.
-Responde lo que te pregunté… -Su tono de voz se volvió duro.
-¿Y tú qué crees? –Volteé para mirarlo, y sus hermosos ojos se volvieron cristalinos.
Deseaba no haber dicho aquello.
Él negó con la cabeza y salió de la habitacion.
-¡Zayn! –Grité, pero no obtuve una respuesta de su parte.
Recorrí el hotel buscándolo, pero no lo encontré.
Fui afuera y me acerqué al mar. No había nadie, me encontraba alejada de todos…
Me quité los zapatos y fui metiéndome lentamente en el agua… solamente mojando mis pies…
Miré al mar… pero de la nada sentí un fuerte mareo…
-¡Evelyn! –Oí una voz desde lo lejos… no logré reconocerla.
-¡Evelyn! –Volvió a repetir aquella voz, y eso fue lo último que escuché.