Lauren POV
Una semana ha pasado ya desde que entré al instituto. He notado que por estar en el equipo de softball varias personas se te acercan a hablar, así que no me ha costado hacer amigos. Ojalá hubiese sido así toda mi vida.
Los días pasan un tanto más lento debido a mi trabajo y las prácticas con el equipo, por suerte me han dado un pase para tener práctica en los recesos. Las cosas van bien y no me puedo quejar, excepto que algunos días llego a casa bastante agotada, pero no es nada que unas buenas horas de descanso no puedan reparar.
''Lauren, pásame la 4'' Susurró Normani a mi izquierda.
''No tenemos el mismo examen, idiota.'' Susurré sin siquiera mirarla.
''¿Cuál es el cuadrado de la resta entre 126 y 117?'' Lo analicé por un momento. Qué pregunta más idiota.
''Es 81.''
''Gracias, te debo una.'' Rodé los ojos y reí por lo bajo, todo esto sin levantar la vista de mi examen.
La gente en este instituto pareciera cada uno ocuparse de su propia vida, al menos la mayoría. Me han hablado de un grupo de chicas y chicos que como no pueden faltar, vendrían a ser los ''populares''. No pienso mantener contacto con ellos así que no creo que deba preocuparme.
El timbre sonó y todos empezaron a empacar sus cosas apresuradamente.
''Muy bien alumnos, entreguen sus exámenes. Recuerden que la próxima clase veremos un documental sobre la vida de...'' Hice oídos sordos al resto de la habladuría ya que matemáticas es fácil y no necesito ningún refuerzo además de un libro y mi cerebro para aprobar.
Me puse de pie e hice mi camino hacia el frente de la clase. Coloqué mi examen sobre el escritorio negro de madera plastificada y esperé a Normani fuera del salón.
Normani salía del salón con unos cinco libros en mano, tuve que acompañarla a la biblioteca a dejarlos ya que eran libros de apoyo y no podía llevárselos por más tiempo, alguien más podría necesitarlos.
''¿Has visto a Camila?'' No la vi a la entrada así que supuse que estaba llegando tarde, pero tampoco la crucé en el primer receso... Algo no andaba bien.
''Dinah me dijo que pescó un resfriado en el fin de semana y que ya se encuentra mejor, tal vez vuelva mañana.'' Puse los labios en forma de O y asentí con algo de desconsuelo.
Las horas pasan más lento cuando no la veo. Es como una tortura interminable.
En el almuerzo preferí quedarme afuera leyendo un libro de Stephen King y comiendo mi sándwich. No estaba de humor para tener a tanta gente rodeándome. Para mi desgracia, no había manera de que pudiera concentrarme en el libro que se encontraba frente a mis ojos. Las palabras parecían entrar y salir de mi cabeza sin siquiera poder comprenderlas. Retiré mi teléfono del bolsillo delantero de mis jeans y me rendí a mi intento de completar al menos un capítulo.
[12:25 p.m.]
Lauren: Oí que pescaste un resfriado, te encuentras mejor?
Casi como si Camila estuviese esperando mi mensaje, mi teléfono vibró y la pantalla se encendió mostrando un nuevo mensaje de su parte.
Camz: Sí, ya me siento mucho mejor! gracias por preguntar <3
[12:26 p.m.]
Lauren: Es bueno saberlo, pero... estamos a un clima bastante cálido, cómo lograste resfriarte?
Camz: El agua en la piscina lucía más cristalina de lo normal, supuse que mi padre por fin se habría dignado a limpiarla y decidí darme un pequeño chapuzón en la noche... luego me quedé dormida con el cabello mojado y ya te imaginarás el resto 😷
¿Camila en bikini? Ese espectáculo podría hacer que un ciego recupere la vista.
Un momento... ¡Ella se enfermó porque YO limpié su piscina! Rayos, ahora me siento culpable.
[12:27 p.m.]
Lauren: Camz, no debes quedarte dormida con el cabello mojado, ya deberías saberlo!
[12:28 p.m.]
Camz: Lo sé, lo sé, ya entendí 😭
[12:29 p.m.]
Lauren: Bueno, para la próxima no lo olvides! Ya debo ir a entrenar 😩
Camz: Oww, segura que no puedes quedarte un rato más?
Lauren: No, lo siento. Son bastante estrictos con el horario de los entrenamientos y los juegos...
[12:30 p.m.]
Lauren: Además, el primer partido será en unas semanas y no puedo perder la constancia 😩
Camz: Oh, bueno, nos vemos mañana entonces...
Lauren: Lo siento!! en serio.
Mierda. En serio quiero verla. Extraño ver su sonrisa...
Camz: Está bien, Laur. No puedo pretender que faltes a las prácticas por mí.
Lo está poniendo más difícil de lo que ya es.
[12:31 p.m.]
Camz: No te preocupes. Ve y entrena duro, serás la estrella del colegio 😉
Lauren: Haré lo que pueda 😉
Camz: Mucha suerte! Nos vemos luego <3
Lauren: Gracias! Nos vemos 😄
Recordé que hoy no me tocaba trabajar en lo de los Cabello y una idea loca pasó por mi cabeza.
Definitivamente nos veremos luego.
-
El entrenamiento fue arduo, no me costó demasiado mantener el ritmo ya que estoy acostumbrada. Aún así decidí tomar una ducha de agua fría para evitar futuros dolores musculares. Luego de mi última clase, me apresuré y conduje directo a la casa de Camila.
Toqué el timbre de la residencia Cabello con manos sudorosas, como de costumbre. Una ola de alivio recorrió por mi cuerpo cuando Sinuhe abrió la puerta y sonrió al verme.
''¡Lauren! Qué sorpresa, no esperaba verte hoy...'' Inspeccionó que la costa estuviera libre.
Colocó una mano a un costado de su boca para que no se oyera tanto su voz. ''¿Sabes que no tienes que trabajar hoy, verdad?'' Alzó una ceja.
''Oh, sí. Vine a ver a Camila, Dinah me contó sobre su resfriado y quise pasar a verla por un rato.'' Ladeó ligeramente la cabeza y sonrió.
''Eres muy considerada. Karla se encuentra en su cuarto en este momento, puedes subir a buscarla.'' Hizo un gesto para que pasara.
''Genial, gracias.'' Le ofrecí una sonrisa y subí por las escaleras, llegando a un pasillo con tres habitaciones. Me dirigí hacia la tercera puerta con el cartel de ''Karla'' en letra cursiva, colgando de un clavo.
La puerta se encontraba medio abierta y parecía no haber nadie así que asomé mi cabeza para asegurarme. Mala idea.
Una Camila en tan solo un conjunto de ropa interior de un color claro y una toalla al rededor de su cabello salió del baño y se dirigió hacia su armario de madera, agachándose en el proceso de retirar algo de ropa del mismo.
Una prominente erección se fue formando dentro de mis boxers, haciendo que mi miembro rozara duramente contra la tela. Mierda.
Sacó un par de prendas de vestir y las lanzó sobre su cama sin siquiera mirar hacia atrás.
Sin querer dejé escapar un ahogado jadeo. Camila se dio la vuelta bruscamente y abrí mis ojos como platos. ¡RAYOS, NO OTRA VEZ!
''¡OH DIOS MÍO!'' Camila se quitó la toalla de la cabeza e intentó cubrirse el cuerpo.
Me cubrí los ojos con las manos y cerré la puerta de un portazo ''¡L-lo siento!'' Me quedé con el oído pegado a la puerta. Pasaron unos segundos y hablé.
''Camila, juro que no lo hice a propósito. Tu madre me dijo que podía subir a buscarte y vi la puerta medio abierta pero no había nadie dentro así que creí que no estabas y yo simplemente me quería asegurar por es-''
''¿Q-qué viste?'' Una pequeña voz me interrumpió del otro lado de la puerta.
''Y-yo... Bueno, uh...'' ¡PIENSA EN ALGO IDIOTA!
''No mientas.'' Tragué en seco.
''Bueno... si vi algo, ¡pero no me odies! juro que no estaba espiando ni nada.'' Suspiró y oí pasos alejándose de la puerta.
Un minuto después, Camila abrió la puerta y se sentó al borde de su cama con una pierna flexionada bajo la otra. Llevaba un sweater que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, no podía ver que llevaba bajo el sweater pero supuse que sería algún short clásico.
Camila me miró a los ojos y luego bajó la vista a sus manos, que jugueteaban tímida y tal vez nerviosamente con el borde del sweater. Noté inseguridad en su comportamiento.
''Camila...'' Llamé, esperando una respuesta. Luego de unos segundos de silencio, insistí. Esta vez me acerqué y me senté junto a ella.
''Camz, mírame.'' Dios, quisiera abrazarla en este instante.
Tampoco hubo respuesta. Continuó jugando con su sweater.
Tomé su barbilla con mis dedos pulgar e indice y moví su rostro, logrando que nuestros ojos por fin se encontraran.
''Eres hermosa.'' Sus labios se entreabrieron, como si mi cumplido la hubiese tomado por sorpresa.
''S-solo lo dices para hacerme sentir mejor.'' Su expresión se tornó a una de angustia y sentí mi corazón partirse en un millón de pedazos. Se zafó de mi agarre y volvió a fijar la vista en sus manos.
''¿Por qué crees eso?'' Ladeé la cabeza, corrí un mechón de cabello que cayó sobre su rostro y lo coloqué delicadamente detrás de su oreja.
''Mi cuerpo no es perfecto como el tuyo,'' ¡Ja! si supieras. ''Tengo un trasero gigante y mis pechos son... ni siquiera tengo pechos.'' Sus ojos se cristalizaron y mi corazón se sentía como si estuviese siendo pisoteado una y otra vez.
''Camz, no llores. Hey, eres total y completamente hermosa así.'' Tomé su rostro con mis dos manos y limpie las lagrimas que habían escapado de sus ojos.
Ojalá pudieras verte a través de mis ojos.
''¿En serio crees eso?'' Esperanza nació en su semblante.
''Claro que sí. Nunca te compares con nadie, todos somos diferentes. Tu belleza es única, Camz.'' Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
Eres tan hermosa que desde que te vi no he podido quitarte los ojos de encima.
Sus manos dejaron lo que estaban haciendo y posicionó una sobre mi pierna. Miré rápidamente entre la mano y sus ojos. Ella sonrió tímidamente y luego envolvió sus brazos al rededor de mi cuerpo. La posición era algo incómoda ya que las dos nos encontrábamos de costado a la otra, así que se levantó de su lugar en la cama y se sentó en mis piernas para volver a abrazarme, ésta vez sus pequeños y suaves brazos se envolvieron al rededor de mi cuello y yo llevé los míos al rededor de su cintura, entrelazando mis dedos un poco más arriba de sus caderas. Escondió su rostro en el hueco de mi cuello y clavículas. La admiré por unos instantes y luego coloqué un suave beso en su frente. Recé por que mi amiguito hubiese captado el mensaje de que no era momento para pensar en esas cosas.
Nos mantuvimos en esa posición por lo que se sintió como una eternidad, hasta que ella alejó su rostro de mi cuello y fijó su vista en mis ojos.
Alzó una mano y con un dedo recorrió la longitud de mi mandíbula. Su rostro se acercó al mío y tragué en seco. Por un momento creí que me besaría. No estaba tan equivocada ya que segundos después, Camila plantó un casto beso sobre mi mejilla, dejándome con la boca entreabierta y sin habla.
''Tú también.'' Su voz salió fina y como en un susurro.
''¿Huh?'' Fruncí el ceño.
''Tú también eres hermosa.'' Mi expresión se suavizó.
''G-gracias.'' Sonreí y desvié mi mirada.
Comenzó a reír de la nada. ''Es gracioso porque es la segunda vez que algo como esto ocurre.''
Intenté reír de la manera más autentica posible. ''Sí...'' Musité incómodamente.
''Entonces, ¿cómo vas con tu resfrío?'' Cambié de tema para evitar sonrojarme.
''Mucho mejor, me di una ducha de agua bien caliente.'' Sonrió.
Asentí y regresé el gesto.
Camila abrió los ojos, jadeó y colocó sus manos sobre su boca. Abrí los ojos yo también al notar que algo andaba mal.
''¿Qué ocurre?'' Pregunté preocupada.
''¡No he secado mi cabello todavía!'' Como una bala, se levantó de la cama y corrió al baño. Me eché a reír.
Luego de unos minutos de escuchar sin parar el insoportable sonido del secador, me dirigí hacia la puerta y recargué un hombro sobre el marco. Crucé mis brazos y reí al ver que el cabello de Camila lucía como la melena de un león recién levantado.
Apagó el secador y me observó frunciendo el ceño y haciendo un puchero. ''No te burles. Esto,'' Señaló a su cabello. ''Es TU culpa.'' Hizo énfasis en el 'tu'.
Continué riéndome. Camila gruñó y siguió arreglando su cabello.
-
Camila POV
Luego de todo el drama, risas, llanto y mi cabello enmarañado, Lauren y yo decidimos mirar un par de películas y acurrucarnos en mi cama. Su cuerpo pareciera encajar perfectamente con el mío. Yo me encontraba entre sus piernas, mi cabeza descansaba sobre su firme pecho, sus brazos envueltos al rededor de mi cintura y sus manos entrelazadas con las mías sobre mi estomago. Cualquiera creería que somos una pareja de adolescentes enamoradas.
*UGHRR*
Escuché rugir con furia al estomago de Lauren y me levanté para observarla. Ella esquivó mi mirada, parecía avergonzada.
''¿Tienes hambre?'' Fruncí el ceño algo confundida.
''Tal vez, un poco...'' Continuaba sin mirarme.
''Lauren, ¿comiste algo?'' Mi rostro exhibía obvia preocupación.
''Claro que sí, comí en el almuerzo.'' Se encogió de un hombro e hizo una expresión como si no fuera la gran cosa.
''¡¿Pero comiste algo antes de venir aquí?!'' Alcé un poco la voz para que supiera que estaba hablando en serio.
''No... Vine directo luego de salir...'' Cerré los ojos, presioné mis labios y liberé aire por la nariz.
Me puse rápidamente mis converse negras. ''Ven, tienes que comer.'' Sin darle tiempo para que formulara una respuesta, la tomé de la mano y la arrastré hasta la cocina en la planta baja.
Le preparé un café y unos waffles con fruta. Lauren los comenzó a devorar como si no se alimentase hace días.
''Wow ¡Estos waffles si que están buenos!'' Rodé los ojos mientras reía.
''Eso es porque no comes desde hace unas...'' Verifiqué la hora en mi teléfono. ''¡Cuatro horas!'' Puse mis manos en mi cintura y fruncí el ceño.
Levantó la vista del plato. ''¿Qué?'' Preguntó, aparentemente sin tener idea de mi irritación. Contuve las ganas de besar su ternura.
''Lauren, no vuelvas a saltear comidas.'' Traté de sonar firme.
''Mmm, está bien. Pero yo si creo que estén buenos.'' Dijo mientras señalaba a los waffles y masticaba.
''Meh. No son la gran cosa, cualquiera puede hacerlos.'' Me encogí de hombros.
...
''¡No cambies de tema!'' Se echó a reír e hice un puchero, cruzándome de brazos.
''Lo digo en serio. Debes comer al menos cada dos horas,'' La vi limpiarse los restos de sus labios con una servilleta. ''Tu cuerpo es fuerte y te la pasas haciendo ejercicio, sin una buena alimentación no tendrás energías y no pod-.'' Se levantó de su silla bruscamente y en un segundo una de sus manos se encontraba en mi cintura y otra en mi barbilla, alzándola ligeramente para que la viera a los ojos.
Quedé completamente inmersa en esas esferas color esmeralda que para mi sorpresa de un momento a otro se habían tornado grises, cosa que me volvió más loca de lo usual.
''Relájate, Camz,'' Me sentí, y literalmente estaba atrapada en ella. Su mano apretó ligeramente mi cintura para luego acariciar su camino hacia abajo unos centímetros y luego de vuelta hacia arriba. ''Esto no es algo que ocurra seguido. Suelo comer lo justo y necesario, a veces de más, incluso. Solo hice una excepción hoy porque quería verte lo antes posible.'' Si mi corazón estaba agitado antes, ahora estaba que se me salía del pecho.
''E-entiendo.'' Tragué con dificultad, todavía no podía quitar mis ojos de los suyos.
El sonido de la puerta principal nos regresó a la realidad y Lauren separó sus manos de mi cuerpo. Mi cintura comenzó a sentirse más fría al perder contacto con sus cálidas y fuertes, pero suaves, manos.
''¡KAKIII!'' Escuché gritar a Sofi desde la sala de estar.
Sofi entró por la puerta de la cocina hecha un manojo de energía y emoción. Me abrazó y le revolví el cabello con una mano.
Todavía abrazada a mi cintura, Sofi observó a Lauren y ladeó la cabeza. ''¿Tienes algún apodo?'' Preguntó de la nada, genuinamente interesada.
Lauren se colocó a su altura. ''Pues sí. Mis amigas me llaman 'Laur', pero mi familia me llama 'Lolo'.'' Lauren sonrió y le dio un pequeño toque en la nariz.
''Voy a llamarte Lolo, suena más cariñoso.'' Lauren y yo reímos por la confesión de la menor.
''Como tu quieras, princesa.'' Sofi jadeó y cubrió su boca con sus pequeñas manos.
''¿Crees que soy una princesa?'' Preguntó con los ojos y la boca bien abiertos.
''¡Pues claro que sí!'' Sofi sonrió enormemente y se alejó de mí para abrazar a Lauren del cuello. Lauren correspondió y envolvió sus brazos al rededor de su torso.
''Siempre supe que algún día se darían cuenta.'' Dijo, separándose del abrazo.
Lauren y yo reímos y pasamos media hora más jugando con Sofi hasta que Lauren anunció que debía marcharse. Sofi casi se larga en llanto cuando la oyó decir eso.
''Debo irme princesa, no puedo llegar muy tarde a casa...'' Sofi hizo un puchero y Lauren me pidió ayuda con la mirada.
''Sofi, Lauren debe irse, ella también tiene hermanitos en casa que la esperan.'' A esto Sofi levantó la cabeza y alternó su mirada entre mi figura y la de Lauren.
''¿No te irás para siempre, cierto?'' Lauren abrió los ojos grande, frunció el ceño y negó furiosamente con la cabeza.
''Claro que no pequeña, nos veremos muy pronto. Lo prometo.'' Sofi sonrió una media sonrisa y asintió.
Acompañé a Lauren hasta la puerta junto con Sofi para despedirla.
''Bien, ahora sí, nos vemos luego...'' Depositó un beso en la frente de Sofi.
Antes de que regresara a su altura, quise probar suerte. ''Avísame cuando llegues, Lo.'' Sonreí. Lauren levantó la vista, se quedó unos segundos estupefacta y luego una gran y brillante sonrisa se hizo presente en su rostro.
''Seguro, Camz.'' Se acercó a mi rostro y depositó un tierno beso en mi mejilla para luego hacer su camino hasta su auto. Agitó una mano en saludo, arrancó el motor y desapareció por las calles de Miami.