Lauren's POV
Apagando el motor y bajando de mi auto, pude sentir mis músculos debilitarse ni bien puse los pies en el suelo.
Abrí la puerta con un poco de dificultad para encajar la llave en la cerradura.
¿Por qué rayos no paro de temblar?
Aunque me daba una idea de la razón, no estaba a punto admitirme a mi misma que una persona esté teniendo tal efecto sobre mí.
Subí las escaleras hasta mi habitación y me tumbé boca abajo sobre la cama de un salto.
No puedo entenderlo.
Nadie jamás me había llamado tanto la atención como ella, a tal punto que siento el impulso de querer tomarla de la mano, acariciar su cabello, sus piernas, tal vez besar su cuello, o mejor aún, toda la longitud de su cuerpo. No quiero dejar ni un centímetro de su cuerpo sin mi marca.
Me di la vuelta y dejé los brazos a los costados del cuerpo.
Sólo la conozco desde hace unas horas, esto no puede ser normal.
Lo peor de todo, es que la he invitado a salir con un coraje que no sé de donde saqué en el momento, simplemente pasó. Deseaba tanto pasar más tiempo con ella que me lancé a la primera chance que se presentó.
No es que sea insegura de mí misma con respecto a mi apariencia, pero nunca antes había tratado así con una chica. Jamás me sentí capaz ni merecedora de salir con alguna, por obvias razones. Cualquiera se asustaría o al menos le parecería raro si se enterase de que tengo un amiguito entre las piernas. No estaba dispuesta a correr el riesgo de enamorarme y que luego huyeran lejos de mí.
Saqué mi teléfono del bolsillo de mis jeans, 2:23 p.m. Ningún mensaje, por suerte. No estoy segura de poder escribir ni hablar en este estado.
''Bien, tengo una hora y media para darme otra ducha, cambiarme, ponerme algo de maquillaje, ir por Chris y Taylor y salir de nuevo.'' Largué un suspiro.
Entré al baño y comencé a quitarme la ropa frente al espejo.
''Woah, el ejercicio está dando frutos.'' Dije, observando mis abdominales con asombro.
Me tomé unos 15 minutos para ducharme, salí y me cambié la ropa por algo más abrigado por si llegase a volver tarde.
Lavé mis dientes, me coloqué un poco más de maquillaje del que suelo utilizar diariamente y descendí por las escaleras hasta la puerta que lleva al garaje. Una vez en el auto encendí el motor y comencé a conducir hacia la escuela.
Bajé del auto y pude ver a todos los niños saliendo, divisé a Chris.
''¡Chris, aquí!'' Grité e hice una seña alzando la mano. Chris tomó del brazo a Taylor y casi que la arrastra hasta el auto para luego subirse.
''Hey monstruitos ¿Qué tal la escuela?'' Pregunté mientras arrancaba el motor.
''Bien, los niños aquí son buenos, no como en Texas.'' Expresó Chris cambiando a un tono molesto al final de la oración. Taylor asintió con una sonrisa y alzó el pulgar.
''Me alegro, no tendré que hablar personalmente con ninguno de ellos entonces.'' Le lancé una expresión contenta por el espejo retrovisor. Chris sonrió levemente y negó con la cabeza.
''Tengo que salir en unos minutos así que los dejaré con los abuelos ¿O prefieren ir a lo de la tía Beatriz?''
''¡Abuelos!'' Se apresuraron a gritar los dos al unísono.
''Bueno, ya. No hacía falta dejarme sorda.'' Dije, riendo y tapándome un oído.
Estacioné al frente de la casa de mis abuelos y bajé para acompañarlos a la puerta. Toqué el timbre tres veces como hacemos siempre en mi familia para saber que se trata de alguno de nosotros.
''¿Si?'' Se escuchó del intercomunicador.
''Abuela soy yo, Lauren, traje a Chris y Taylor ¿recuerdas que te llamé hace unas horas para decirte que tal vez venga a dejarlos?''
''¡Ah! sí mi niña, ya salgo.''
La puerta se abrió y los niños casi que se le suben encima.
''Bueno, ya no tengo treinta años, no puedo cargarlos.'' Dijo, largando una risita.
''¿Abuela podrías cuidarlos por unas horas? hice planes con unas amigas y no quiero dejarlos solos en casa. Sé que Chris ya puede bañarse solo y calentar cosas en el microondas, pero no quiero arriesgarme.'' Expresé con preocupación. Chris me dedicó una mirada asesina y me mostró la lengua.
''Claro que sí, no te preocupes por eso, sabes que tu abuelo y yo siempre estamos disponibles para lo que necesites, Lolo.'' Me dedicó una cálida sonrisa.
''Genial, muchas gracias, en serio.'' La envolví en un fuerte abrazo.
''No hay problema mi niña, ahora ve, tus amigas te esperan.'' Señaló su reloj, lo que me recordó que se me hacía tarde.
''Claro, ¡adiós monstruitos!'' Chris y Taylor ya se encontraban correteando por la casa.
''¡Adiós Lolo!'' Gritaron algo agitados.
Volví a subir al auto y conduje hacia la casa de Camila.
Estacioné en frente de su jardín delantero, apagué el motor y me quedé mirando hacia adelante con las manos todavía sobre el volante. Verifiqué la hora, 3:57 p.m.
''Puedes hacerlo, es solo una chica.'' Hice una pausa. ''Bueno, no, es más que eso pero debes mantenerte en calma y mostrarte segura de ti misma como mamá dijo.''
Tomé aire y salí del auto. Me encaminé hacia su puerta y luego de unos segundos de repensar lo que estaba a punto de hacer, toqué el timbre.
Camila's POV
Mis padres y Sofi se fueron de visita a lo de mis tíos así que tendré la casa para mí sola por un día. Decidí invitar a Dinah para que me ayudara a elegir mi outfit. Debo estar perfecta.
No sería mi primera cita ya que anteriormente salí una vez con un chico del equipo de baloncesto llamado Austin, pero la cosa no funcionó así que decidimos quedar como sólo amigos. Como sea, si sería mi primera cita con alguien que de verdad me guste, si es que a esto se le puede llamar una 'cita', ya que Lauren lo puso más como una salida de compras entre amigas.
''Yo creo que esos zapatos y el maquillaje le dan el toque perfecto.'' Expresó Dinah con orgullo.
''Sí, creo que me queda bien, ¿verdad?'' Pregunté todavía dubitativa, mientras me observaba frente al espejo.
''Totalmente, tu trasero se ve de primera con esa falda.'' Frunció los labios como un pico de pato, alzó las cejas y asintió.
''¡Dinah!'' Le di una leve palmada en el brazo. Dinah largó una fuerte carcajada y se puso la mano sobre el estomago.
''¡Deja de decir esas cosas, me pones nerviosa!'' Exclamé.
''Mila, todo irá bien, te ves hermosa.'' Dijo, ya calmándose de su previo ataque de risa.
''Gracias Cheech.'' La abracé.
Nos separamos y la observé a los ojos. ''Y gracias por ayudarme con el maquillaje y peinado también, no sé qué haría sin ti.'' Volví a abrazarla, ésta vez más fuerte.
''Yo tampoco sé que harías sin mí.'' Dijo, largando otra carcajada. Me separé de ella y le di otra palmada en el brazo.
Tomé mi teléfono que se encontraba sobre la mesita de luz. ''Dios santo, ya son las 3:57, Lauren llegará en cualquier momen-'' No pude terminar la oración ya que el timbre sonó justo en ese instante.
''¡Oh dios, oh dios, oh dios!'' Entré en pánico y comencé a dar vueltas en círculos.
Dinah me tomó por los hombros y me sacudió. ''¡Mila ya cálmate y ve a abrirle o se irá!''
Me quedé mirándola por un momento hasta que volví a tomar conciencia.
''Tienes razón, lo siento, ¿qué harás tu? no puede verte. No quiero que sepa que te pedí ayuda para elegir mi ropa.'' Dinah me soltó y puso frente a mi rostro una llave que sacó del bolsillo trasero de sus jeans.
''Siempre ando preparada para estas cosas, Chancho.'' Me guiñó un ojo y salió de mi cuarto.
Descendimos por las escaleras, Dinah se paró en seco al último escalón y se dio la vuelta para mirarme.
''Yo me iré por la puerta trasera, tu sal a ver a tu novia.'' Me volvió a guiñar y siguió su camino hacia la cocina.
Sonreí como una boba. 'Novia', me gusta como suena eso. Lo pensé por un momento. ''¡No es mi novia!'' Exclamé.
''¡Como digas!'' Devolvió Dinah.
Rodé mis ojos y me encaminé hacia la puerta, no sin antes verificar mi apariencia en el espejo de la sala. Acomodé un par de mechones de cabello, me di la vuelta, tomé aire, coloqué la mano sobre la manija y la giré.
Dios. Santo. Santo. Dios.
Lauren se encontraba recargada de espaldas contra la pared del pasillo de la entrada, sus manos escondidas dentro de los bolsillos delanteros de sus jeans. Al verme enderezó su postura, quitó una mano del bolsillo y la agitó suavemente.
''Hola...'' Me observó de arriba a abajo con la boca entreabierta y sin vergüenza. Comencé a jugar con el borde de mi blusa como suelo hacer cuando algo me pone nerviosa. ''...te ves hermosa.'' Estoy segura de que mis mejillas parecen tomates ahora mismo.
''Hola, gracias... tú también te ves muy bien.'' Mantuve mi mirada en el suelo para que no viera mi cara. Creo que notó la acción ya que acto siguiente, me tomó de la barbilla y elevó mi rostro hasta que mis ojos chocaron con los suyos. Ardientes orbes color verde que me hacen sentir como si el cielo y el infierno fueran el mismo lugar.
''¿Ocurre algo?'' Salí de mi trance y negué rápidamente con la cabeza, para mi desgracia, haciendo que alejara su mano y volviera a esconderla dentro de su bolsillo.
''No, todo está bien es solo que no quería hacerte esperar.'' Esta vez intenté mirarla a los ojos al hablar.
''Oh, no te preocupes por eso, sólo fueron unos minutos.'' Se encogió de hombros y me sonrió.
Hizo una seña con el brazo como para que avanzara yo primera. Nos dirigimos hacia su auto y ella abrió la puerta por mí. Me encanta, me encanta, me encanta.
''Gracias, no hacía falta tanta caballerosidad.'' Enfoqué la mirada en el suelo del auto y continué jugando con el borde de mi blusa.
''Claro que sí, cualquier cosa que sea capaz de sacarte una sonrisa vale la pena.'' Levanté la vista, me enfoqué en sus ojos por un momento y luego en sus labios, curvados en una encantadora sonrisa. Estoy perdida.
''G-gracias, eres muy linda.'' Y tú eres un tomate, Camilita.
Lauren soltó una risita y arrancó el motor. Como si fuera un ritual de hace años, conectó su teléfono al estéreo y The 1975 comenzó a sonar. Fuimos todo el camino cantando, yo lo hacía en voz baja ya que todavía me daba algo de vergüenza, mucho más frente a ella.
Luego de lo que se sintió como un concierto completo de Rihanna, Kanye West, Drake y Beyoncé (no es como si me hubiese molestado, su voz es muy hermosa), llegamos al centro comercial.
-
Estuvimos aproximadamente una hora explorando por todas las tiendas pero nunca me atreví a probarme nada, no quería arriesgarme a que algo se viera mal en mí.
''Hey, mira esto.'' Lauren llamó mi atención, mientras alzaba una percha con una falda floreada y otra con un crop top a rayas.
''Woah, ¡me encantan!'' Lauren con una falda... por alguna razón no la imagino.
''¿Verdad que sí? deberías probártelos.'' Mi sonrisa se desvaneció de mi rostro.
''Ah, uh, no creo que me queden bien...'' Comencé a jugar nerviosamente con mis dedos.
''Hey, vamos, si no te gustan no los compras y ya, pero al menos pruebalos.'' Parecía emocionada por verme con esa ropa. Siento que estoy por entrar en pánico.
''Estoy segura de que lucirás hermosa, Camz.'' Alcé la vista y la observé con sorpresa.
''¿Cómo dijiste?'' Cuestioné en shock, pero aún así una pequeña sonrisa logró formarse en mi rostro.
''Camz. De camino aquí pensé en ponerte un apodo de cariño, ese fue el primero que se me ocurrió y me gustó, así que desde ahora eres Camz.'' No pude contener la sonrisa que surgió en mi rostro.
''Está bien, voy a probarme las dos cosas, pero si luego me deprimo, será tu culpa.'' La señalé con mi dedo acusador.
''Sé que te quedará precioso.'' Me acompañó hasta los probadores y abrió la cortina para que ingresara.
''Eso espero...'' Murmuré sin que me oyera.
Comencé a ponerme el crop top, luego la falda y la verdad es que el resultado me agradó bastante, me veía bien.
''Camz, ¿estás lista?'' Se escuchó del otro lado de la cortina.
''Uh... creo que sí...'' Dije, en un tono dudoso.
''Voy a abrir la cortina...'' Advirtió Lauren.
Cerré los ojos, tomé aire y lo solté justo antes de que la cortina se abriera.
''Wow... eres... estás... hermosa...'' Abrí los ojos y me encontré con una Lauren que lucía atontada. Su boca se encontraba entreabierta.
''Gracias.'' Coloqué un mechón de cabello detrás de mi oreja y le ofrecí una tímida sonrisa que ella devolvió inmediatamente.
''¿Va a llevar las dos cosas, Srta?'' Preguntó detrás de Lauren una muchacha bastante joven que asumo, vendría a ser la vendedora.
''Oh, sí.'' Entré nuevamente al probador, me quité la ropa nueva y me vestí con la que llevaba antes.
''Bien, serán unos $64.'' Le entregué la extensión que mi padre me dio de su tarjeta.
''Gracias por comprar aquí, que tenga un buen día.'' Dijo la muchacha con una sonrisa.
''Gracias a usted.'' Devolví amablemente la sonrisa.
Lauren y yo seguimos curioseando por algunas tiendas hasta que nos dio hambre y decidimos ir por algo de comer.
''¿Aquí está bien?'' Preguntó, estacionando el auto frente a una pizzería.
''Claro, amo la pizza.'' Se apresuró a bajar para abrirme la puerta.
Ordenamos una pizza con doble queso y salchicha, nos apoyamos en el capó de su auto y la devoramos en menos de lo que canta un gallo, mientras discutíamos sobre bandas y celebridades. Lo mejor es que no había nadie fuera así que estábamos completamente solas, en un estacionamiento desierto.
Luego de eso subimos al auto y condujo hasta mi casa. Ya era oficialmente un ritual escuchar al menos una canción de The 1975 o Drake en el viaje.
Al llegar bajamos del auto y me acompañó hasta la puerta. Hubo un silencio de aproximadamente cinco segundos en el que nos quedamos mirando una a la otra, hasta que ella aclaró su garganta y habló.
''Siento no poder llevarte a un restaurante de verdad, Camz, para la próxima prometo que iremos a uno.'' Dijo, cabizbaja. Sonaba apenada. Es el ser más lindo que he visto en mi vida.
''Lauren, no te pre-''
''Hablo en serio. Cuando consiga un trabajo y gane mi propio dinero, juro que t-'' Tomé el impulso, me puse en puntitas de pies y presioné mis labios suavemente sobre la comisura de los suyos. Duró unos tres segundos, los mejores de mi vida.
Me separé y observé su expresión, mantuvo sus ojos cerrados por unos momentos y cuando comenzó a abrirlos pude ver un indicio de sonrisa en su rostro.
''No necesitas impresionarme con cosas extravagantes, ya lo haces siendo tú misma.'' Le regalé una sonrisa junto con una mirada cálida.
''Uh, bueno, eso ha sido... algo.'' Desvió su mirada, parecía nerviosa.
Oh dios, ¡¿y si no le gustó?!
''L-lo siento, y-yo no... no quería incomodarte.'' Era mi turno de desviar la mirada.
''¡No! no es eso. Solo me tomó por sorpresa, no tuve tiempo de reaccionar...'' Se rascó la nuca.
No estoy segura de si debería creerle, quizás solo lo diga para hacerme sentir mejor...
Me removí en mi lugar, algo nerviosa.
''Se está haciendo algo tarde, ya debería entrar'' Señalé con el pulgar hacia la puerta que se encontraba detrás mío.
''Sí, lo siento. Hoy fue un gran día, y si no te molesta, me encantaría repetirlo...''
¿Acaso bromeas? Claro que me fascinaría repetirlo.
''Seguro, hay que repetirlo.'' Sonreí y coloqué un mechón de cabello detrás de mi oreja.
''Bueno, entonces, buenas noches, nos vemos mañana.'' Noté que dudó por un momento pero luego se acercó y depositó un pequeño beso en mi mejilla.
''Igualmente, nos vemos...'' Me di la vuelta y me apresuré a abrir la puerta.
Una vez dentro corrí hacia la ventana y la espié por las rendijas de la persiana. Noté que se quedó quieta por un momento, quizás pensando en algo. Sacudió la cabeza y luego partió.
Suspiré y me fui directo a la cama.
Nota: Espero que les haya gustado, y si no, las sugerencias son siempre bienvenidas!