Desde la "comodidad" de su celda Claude miraba la foto que Bridgette le había entregado preguntándose el por qué Melody había tomado la decisión de ponerle Estefan a su hijo, tal vez eso no importaba de momento, estaba feliz de poder conocer al pequeño aunque sea por una foto, aunque las palabras de la azabache las tenía muy clavadas en su mente ¿No es apta para ser madre?
-¿Qué paso en todo este tiempo Bridgette?- se preguntó mirando por la pequeña ventana de su celda pronto se cumplirían quince años de la muerte de su mejor amigo, el que dio su vida por la de él...-realmente fuiste un idiota Claude...
Bridgette dio una nueva calada a su cigarrillo el quinto en ese día, tiro la colilla pisándola fuertemente con la punta de su zapato, debía de hacer una segunda parada, un poco más lejos... el cementerio.
Respiraba profundo, las calles estaban un tanto vacías por lo cual escuchar el sonido de sus tacones contra el pavimento le resultaba un tanto relajante, observo un adorno floral sobre una mesa de exhibición tal vez el llegar con las manos vacías no sería buena opción por lo cual, entro ala florería comprando un sencillo ramo de lirios blanco, las flores preferidas de él. Respiro el aroma de las flores cuando las tuvo entre sus manos y la melancolía invadió cada fibra de su ser, era imposible no recordarlo, era imposible siquiera olvidar el tono de su voz y su forma de respirar a cada segundo. Félix seguía vivo dentro de sus recuerdos.
-A tu padre no le gustara la noticia. Será padre y a vuelo casi al mismo tiempo.
-Respecto a eso... tengo que decirte algo... pero no aquí, ya será después, mi padre no va a enterarse de ese bebe
-Pero...
-No preguntes por favor, solo no debe enterarse.
Era sorprendente como una persona podía perderse en sus pensamientos y olvidarse del mundo entero, fe un milagro el poder a ver llegado al cementerio sin ser arrollada, prácticamente no había prestado nada de atención a su alrededor... entro al cementerio dirigiéndose a donde si mal no recordaba estaba la tumba del amor de su vida, más solo encontró una lápida cubierta de hierba seca, casi perdida entre aquella muerta vegetación, se notaba que Gabriel Agreste le había perdido total interés. Observo un poco a lo lejos a un par de cuidadores del lugar a los cuales pago por cortar y arreglar aquella lapida posiblemente olvidada.
Cuando todo estuvo en perfecto orden tomo dos de las flores del ramo y lo demás lo dejo al frente de la lápida.
-Lo siento en verdad, yo... se que no tengo cara para venir a verte después de quince años y seguramente me estas odiando por lo que hice en el pasado y no hay excusas, tú no eres una excusa, soy débil y torpe soy un asco de persona. Pero sé que tú no la has abandonado que has estado a su lado todo este tiempo... un lo lamento no basta y nunca bastara por todo el daño que le hice.
Cerró sus ojos con fuerza sintiendo un terrible nudo en la garganta, la cabeza le comenzó a doler por el vago intento de contener las lágrimas... los recuerdos regresaron a su mente.
Félix y Bridgette habían abandonado el hospital aun aturdidos por la sorpresa, el rubio había dicho que no debía por qué preocuparse. Pero de igual modo sabía que Bridgette tarde o temprano sacara el tema de por qué su padre no tenía por qué enterarse del embarazo. Llegaron hasta un parque donde de forma desinteresada la azabache se sentó sobre los columpios meciéndose lentamente, su mente solo podía pensar en una cosas y eso era él bebe que crecía en su interior.
-Brid... respecto a lo que te dije hace un rato yo...
-Piensas dejarme, no estás listo para ser padre, no el hijo del famoso Gabriel Agreste, quieres que guarde silencio y me haga responsable yo sola y...
-¡Por dios Bridgette! ¡¿Cómo puedes hablar de esa forma?! Claro que no es lo que pienso... demonios yo quería explicarte por qué Gabriel no debe de enterarse de tu embarazo.
Bridgette miro a Félix atentamente, el rubio miro el anillo sobre su mano la cabeza de un gato negro con una piedra roja en la frente, el anillo no parecía ser de oro o plata, era muy sencillo y la verdad que hasta ahora no se había cuestionado por que el usaba algo tan corriente siendo que su familia era adinerada.
-El nombre de mi madre fue Mari Anne Isabey.- le dijo haciendo una pausa, a Bridgette aquella pausa le pareció era de cierta incomodidad para le rubio hablar de su madre fallecida.- Gabriel siempre ha sido una persona honesta y siempre ha sido sincero conmigo... realmente él no es mi padre biológico, solo de palabra
-¿Qué dices? F-Félix no te entiendo.
-Para que lo entiendas debo contarte la historia de ella.
Diecisiete años atrás.
Gabriel Agreste se encontraba como de costumbre encerrada en su oficina sobre su escritorio reposaban trazos de telas con diferentes texturas y materiales, debía de crear una nueva línea de moda, al que fuera especial nuevo y único en su campo de trabajo, el problema era "Que" era muy extraño que él se quedara sin la inspiración para crear nuevas piezas de arte para la moda, la tendencia estaba, el estilo estaba presente pero su tema, su inspiración simplemente no... golpeo el escritorio frustrado por no tener una idea fresca haciendo que los trozos de tela se esparcieran por el suelo, tomo todos sus bocetos arrugándolos y tirándolos con coraje dentro del cesto de basura, el lugar era un asco.
-¡¿Quién?!- pregunto con molestia al escuchar tocar la puerta, esta se abrió lentamente dejando el espacio suficiente para que alguien se asomara.
-Lo siento señor yo vengo...- silencio la ver le desastre.- venía a ver si necesitaba me deshiciera de la basura pero creo necesita que limpie su oficina.
La mujer entro a la oficina con total naturalidad, por un momento Gabriel no le presto la más mínima atención, más sin embargo después comenzó a detallarla su uniforme de limpieza en diferentes variedades de tono verde aqua le quedaba algo ajustado, lo necesario para hacer sobre saltar una parte de su cuerpo, y ahora que lo recordaba mejor a esa chica nunca antes la había visto por ese lugar. La mujer intento agacharse para recoger los trocos de tela, más el uniforme algo justo le dificultaba la labor.
-Deja eso, yo lo levantare.- le dijo, la mujer de cabellos marrones le quedo mirando, para después agacharse por completo con trabajo y recoger la tela. – Te dije que lo dejaras.
-Este es mi trabajo señor, mi jefe se va a enfadar y no necesito más gritos de su parte.- confeso entre risas. Ambos recogieron las telas rápidamente y Gabriel ayudo a la mujer a ponerse de pie.
-Deberías de tener un poco más de cuidado, no creo que en tu estado debas de trabajar en esto.- le dijo, ella le miro sin comprender sus palabras.
-Descuide, no eh sabido de nadie que muera por trabajar en la intendencia, menos estando embarazada.
-Los pisos de mármol son más peligrosos de lo que crees más si acaban de pulirlos, por cierto ¿Cuál es tu nombre?
-Yo...
¡Mari Anne!
Al escuchar el grito la morena se encogió de hombros, soplando su flequillo con algo de fastidio, aquello no era sino la vos de su jefe exigiendo su presencia. Ella le sonrío de forma inocente, para después y de forma rápida brasear el pequeño cesto de basura, en uno más grande que llevaba consigo.
-Ese es mi nombre, lamento la interrupción señor Agreste, debo seguir trabajando.
Después de aquello Gabriel no se cruzó más con la joven de cabellos marrones y ojos grises, más ese pequeño encuentro despertó en el lo que estaba buscando con desesperación. La inspiración; necesitaba crear una nueva línea de moda y hasta donde el recuerda jamás había utilizado la temática de la maternidad en ninguna de sus obras ¿Y por qué no hacer algo nuevo? No solo ropa de moda para maternidad sino también para mujeres que trabajan estando embarazadas sea el área que sea.
Paso todo un mes desde que la inspiración se apodero de él y que se encerró por completo en u oficina. Una mañana Gabriel llego como era su costumbre a la compañía donde trabajaba, podía escuchar los gritos de un hombre en el estacionamiento y no era porque él fuese una persona curiosa, sino que esos gritos estaban cerca del asesor que el debía tomar para llegar hasta su oficina. Aquel hombre gritaba a una joven que solo permanecía callada y con la cabeza hacia abajo con cierto temor, y pudo reconocerla, ella era Mari Anne. Al terminar sus gritos, el hombre le dio una orden seguido de un fuerte empujo a la chica quien apenas y se logró mantener en pie.
-Ese sujeto no debería de gritarle así a los empleados.- Mari Anne le miro sorprendida, no esperaba que alguna persona escuchase el regaño que recibió, pero teniendo en cuenta que su jefe gritaba para todos los continentes le restó importancia.
-E-está bien... fue mi culpa... me sentí un poco mareada e hice un desastre.- le respondió dándole la espalda, con un poco de esfuerzo, ella se inclinó para tomar un par de casas e intentar cargarlas, Gabriel la detuvo de inmediato.
Tomo una de las cajas entre sus manos y rápidamente se dio cuenta de que el peso era demasiado.
-¿Qué hay dentro de las cajas?- le pregunto, Mari Anne negó con la cabeza para después abrir una de ellas, dentro se encontraban los materiales para los fotógrafos de la sesión de esa tarde junto a otras cosas, y fue hasta ese momento donde se cuestionó si el jefe de Mari Anne carecía de sentido común, aquello no era necesariamente un trabajo para que una mujer embarazada realizara. Negó con la cabeza.- Deja todo esto y ve a hacer alguna otra cosa.
-¡¿Qué?! Disculpe señor, pero este es mi trabajo, tengo que hacerlo no puedo perder el empleo.
-Si ocurre algún accidente con este material, no solo tu serás la responsable, puedes poner en peligro la vida de tu bebe, vete a hacer otra cosa yo me encargo de todo esto.
A regañadientes hizo caso a las órdenes, la chica se dispuso a hacer alguna otra función en la compañía y durante la mayor parte de ese día no volvieron a cruzarse siquiera. El set para las fotografías estaba listo, todos se habían tomado un receso después de la grandiosa seción que se desarrollaba sin problema alguno, un milagro que las tomas salieran bien a la primera.
El camarógrafo encargado estaba satisfecho con su trabajo, por lo cual ahora necesitaría una iluminación un poco mayor, quería experimentar algo nuevo, sin embargo las lámparas superiores tenían polvo y eso afectaba demasiado.
Gabriel inspeccionaba algunas de las prendas para la siguiente sesión verificando todo estuviese en orden, hasta que los gritos ya conocidos se hicieron presentes nuevamente. Aquel sujeto le gritaba nuevamente a Mari Anne por su incompetencia, la mujer solo tenía la miraba clavada en el piso. El hombre enojado le lanzo a la cabeza una franela ordenándole subir la escalera y limpiar las lámparas. Para ella aquella escalera estaba mal fija en el suelo y para rematar nadie la sostendría mientras ella intentaba subir, trago saliva nerviosa poniendo ambas manos en la orilla de la escalera, hasta que una mano le sujeto de la muñeca.
-¿Estás loco acaso?- ella miro con espanto a Gabriel, el le miraba molesto a su jefe.- Esta cosa podría caerse en cualquier momento y le pides a ella que haga un trabajo así ¿Entiendes lo que significa que ella este embarazada?
-Eso no le impide hacer su trabajo señor, aquí todos lo hacemos para ganarnos el sueldo, esta niña no ha hecho más que holgazanear.
-Se entiende por su estado y no es motivo para que abuces así de ella como su superior.
-Muy bien señor, no se preocupe, no sucederá nuevamente... ¡estas despedida!
Mari Anne abrió sus ojos con sorpresa ¿Escucho bien? ¿Despedida? Gabriel sin soltarla la condujo hasta la parte de los camerinos, ella parecía estar en shock hasta que rompió en llanto, aquello no le podía estar pasando.
-¿Estas bien?
-¡NO!- exclamo.- no, no estoy bien, perdí mi trabajo ¿Qué are ahora? Así no me van a aceptar en otro lugar, no podre pagar la renta de la habitación, el medico... ¿Qué va a pasar ahora con mi bebe? ¡¿Cómo pude ser tan tonta para perder mi trabajo?!
-Tal vez podrías pedir ayuda a tus padres, el padre de tu hijo puede entenderlo...
-Ah ese bastardo apenas y le interesa lo que pase conmigo o su hijo, prefiere no saber nada.- dijo, Gabriel no pudo evitar sorprenderse por esas palabras.- y mis padres... apenas mencione mi estado me corrieron de casa... por dios soy un asco.- Mari Anne se veía realmente mal...
Gabriel respiro profundamente, ella se veía realmente joven y no le calculaba más de veinte años, no era lastima lo que sentía por ella, pero jamás creyó en su vida experimentar aquella situación, ni lo que lo llevaría a llegar e intervenir en asuntos demasiados ajenos a él.
-¿Qué edad tienes?- le pregunto. Ella se limpió las lágrimas con frustración.
-Veintitrés.- respondió sin interés, pues si era joven, tres años más joven que él.
-Si no tienes un lugar a donde ir, puedes quedarte en mi mansión.- dijo, la de cabellos castaños le miro sin entender sus palabras.- Puedes quedarte en ese lugar hasta que encuentres algo mejor, no lo hago por lastima, te lo debo como un favor.
-¿Un favor?
-Tú me diste la idea para esta nueva colección suckers nuages...
-Gracias, pero no gracias, no quiero vivir de la lastima de las personas, tengo mi orgullo aunque no lo crea, por eso no puedo aceptarlo señor.
-En estos momentos indirectamente solo dos personas viven en ese lugar, el mayordomo y el ama de llaves, no frecuento mucho la mansión por el trabajo así que... hagamos un trato, te quedaras a vivir hasta que tu hijo o hija nazca, después encontraras la manera de pagarme.
-Yo... me parece un trato razonable si...
-Siempre y cuando no te sobre esfuerces, te pagare el médico y todo lo demás, incluso podrías trabajar como mi cocinera... si es que sabes cocinar.- ella rio inocentemente, y acepto el trato.
Al finalizar el día la llevo a su mansión y presento a sus dos únicos empleados, el ama de llaves era una mujer ya algo grande pero de buen corazón, mientras que el mayordomo le daba cierto temor por su semblante serio, más con el tiempo descubrió que era una buena persona. En ese tiempo Gabriel se ocupó de Mari Anne, hasta llevarla personalmente a las consultas médicas las cuales siempre se negaba a tener. El embarazo de la joven era delicado a causa de no cuidarse correctamente en esos tres meces y medio que tenía, realmente no le daban esperanzas de que él bebe llegase a nacer... sin embargo con el pasar del tiempo el embarazo se comenzaba a desarrollar mejor.
Cinco meces más tarde, Mari Anne había sido internada en el hospital con urgencia, esa mañana despertó realmente mal y por accidente resbalo un par de escalones adelantando su parto. Gabriel había sido notificado por el ama de llaves marchándose a toda prisa al hospital, nadie le decía nada, ni siquiera podía entrar a verla. Y aunque lo había prometido que jamás buscaría a la familia de la castaña, pensó que en ese momento sus padres se alegrarían por la noticia del nacimiento del bebe. Grande fue su sorpresa cuando el padre de Mari Anne la desconoció por completo diciendo que esa "desagradecida" no era su hija y colgó la llamada.
Las horas siguieron pasando, por lo menos ya le habían notificado que en cosa de nada podría nacer él bebe, claramente estaba preocupado, Mari Anne no solo era una empleada, sino que se había convertido en su mejor amiga. La puerta del quirófano se abrió, una enfermera había salido con una incubadora con el recién nacido, Gabriel le inspecciono brevemente, aquel infante debería de haber nacido idéntico a su padre, no encontraba ningún rasgo de Mari en él.
Una especie de pequeña alarma se pudo escuchar, otro par de médicos entraron corriendo al quirófano donde atendían a Mari Anne... y minutos más tarde... el medico salió.
-Doctor.
-Lo lamento... su esposa perdió mucha sangre y sufrió un paro respiratorio, no logramos salvarle.- le dijo, Gabriel trago grueso por la notica y solo pudo pensar en aquel bebe.
-Lo lamento, pero Mari Anne Isabey no era mi esposa, era mi amiga.- le dijo, el medico carraspeo con la garganta por su error.
-En todo caso si pudiera contactar con sus familiares nos ayudaría para registrar y entregar al bebe en cuanto sea dado de alta.- Gabriel negó con la cabeza.
-La familia de Mari Anne no quiere saber y tener contacto con él bebe, el padre del niño está desaparecido.
-Entiendo.- el doctor suspiro con pesar.- El niño en todo caso permanecerá un mes internado, queremos verificar que el golpe que sufrió cuando su madre resbalo por las escaleras no le traerá ninguna consecuencia, por ahora se iniciaran los trámites para llevarlo a una casa hogar en cuanto le den el alta.
El doctor se alejó dejando a Gabriel solo en el pasillo, pasado un rato fue a mirar al pequeño que lloraba dentro del cunero, y lo pensó detenidamente ese niño no merecía nada de lo que le paso a su madre ni lo que le pasaría en el futuro, no sabía con qué tipo de familia terminaría, si sería o no feliz, además... era el hijo de su mejor amiga.
Lagrimas brotaban de los ojos de Bridgette en silencio, aquella era un terrible historia que le hizo un nudo en la garganta y sentir un malestar en el estómago. Ella jamás imagino que Félix pudiera guardar una triste historia como esa.
-El anillo, fue una pertenencia de mi madre y me ha acompañado todo este tiempo... Gabriel en aquel entonces decidió hacerse cargo de mí y me adopto... como te dije él siempre fue sincero me conto la verdad sobre mi madre cuanto tenía diez años, cada año visitábamos su tumba y creyó que lo mejor para mí fue conocer su historia, cuando cumplí los quince Gabriel y Paulette se habían comprometido y poco después se casaron.
-Pero aun así, el té cuido como su hijo Félix, te dio un nombre y un hogar.
-No, de hecho... el nombre me lo dio mi madre, ya lo había elegido en caso de ser niño.- dijo entre risas.- en fin... sino quiero que Gabriel se entere es porque no quiero que piense que soy un malagradecido por todo lo que le hizo por mi desde que nací o incluso antes de. Quiero pensar en cómo voy a decirle o por lo menos esperar a terminar la preparatoria.
-La preparatoria termina en seis meces y yo tendré por lo menos ocho ¿No vas a esperar a decirle cuando él bebe ya haiga nacido o sí?
-No, será antes, trabajare y estudiare la universidad, no soy idiota se hacer muchas cosas, además hace dos semanas Gabriel me pidió no sentirme menos con la llegada de su hijo, y menos que le contara sobre mi historia, yo le dije que no tenía por qué preocuparse, mi historia solo es mi asunto y a ese niño que está por nacer lo voy a querer como mi verdadero hermano menor.
-Félix te amo.
Bridgette sacudió su cabeza un par de veces sacando aquellos recuerdos de su cabeza, limpio sus lágrimas productos de aquellos recuerdos, para después centrar su atención en la lápida olvidada aun lado de la de Félix... Mari Anne Isabey...
Gabriel se había encargado de enterrar al que fue su hijo por casi dieciocho años al lado de su madre biológica. Dejo las flores que había quitado del ramo del rubio y las coloco sobre las de aquella tumba, para después proceder a marcharse del lugar.
Notas finales:
No lloren, no lloren... bueno lloren, Ahora todos conocemos la verdad sobre el pasado de Felix y créanme que escribir un recuerdo dentro de otro recuerdo me fue un poco difícil xD... muchos decían que el Adrinette en esta historia seria incesto porque Marinette es hija del hermano de Adrien y pues ahora ya saben por qué no se cataloga como tal, aunque ellos no lo sepan.
Espero les gustara el capitulo
Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido
Hasta la próxima actualización n.n