MI ROGUE [1] © [Editando]

By peakyslut

751K 34.8K 2.1K

TRILOGÍA SANGRE NEGRA: LA SANGRE DE LOS ALFAS #1 • PRIMER LIBRO: MI ROGUE • SEGUNDO LIBRO:... More

prólogo
cast&personajes
i. editado, releer
ii. editado, releer
iii. editado, releer
iv. editado, releer
v. editado, releer
vi. editado, releer
vii. editado, releer
viii. editado, releer
ix. editado, releer.
x. editado, releer
xi. editado, releer
xii. editado, releer.
xiii. editado, releer
xiv. editado, releer
xvi. editado, releer
NOTA MUY IMPORTANTE (leela porque te robo)

xv. editado, releer

25.8K 1.7K 201
By peakyslut

capitulo quince | caleb
compañeros

          — ¡Santo cielo Stefan! Ya leí cuatro libros, se perfectamente como va el tema de los compañeros. ¡Déjame descansar, hombre!

          — Éste es el ultimo. Leelo.

          Tome el libro y continué con la cansina lectura mientras él salía de mi habitación. Si los libros fueran más agradables a la vista quizás no me estaría quejando, incluso disfrutaría de una buena tarde de lectura. Pero era realmente cansino para mi leer libros gigantes con las paginas amarillas y arrugadas que parecía que podrían deshacerse en mis dedos si no las tocaba con una inmensa delicadeza. De nuevo, no es que no me guste leer, no me gusta leer libros que lucen como si hubiesen sido escritos hace mil años, y ahora que lo pienso, seguramente lo son.

          Me atrevo a decir que estoy un poco avergonzado de desconocer el procedimiento de emparejamiento entre los de mi especie, aunque no en voz alta, de lo contrario Stefan me torturaría por el resto de mis días. Cuando uno pasa tantos años vagando por la tierra como yo comienza a ignorar ciertos detalles y asumirlos a su propia manera. El cortejo por ejemplo, es algo que yo jamás había tomado en cuenta, y que había aprendido a llevar a cabo en los últimos siete días que me pasé en la biblioteca en lugar de estar inspeccionando la manada de rogues como se me fue encomendado hacer por mis superiores.

          ¿Estaba siendo un irresponsable? Sin dudas, pero todo por una buena razón, egoísta y personal, pero buena al fin y al cabo.

          Samantha también solía pasarse por la biblioteca de la mansión en estos últimos días, tomaba un libro cualquiera (pero que también hablaba sobre los compañeros) y se sentaba serca de donde yo me encontraba para leer. Algunas veces la atrapaba mirándome a escondidas, otras veces ella a mi. Era un tonteo de adolescentes, pero lo disfrutábamos. Para el cuarto día decidí acercarme, nos sentamos juntos y decidimos hablar sobre nuestra situación, o algo parecido. No hablábamos directamente de nosotros, sino de supuestos otros y sus comportamientos con sus parejas, debatiamos sobre lo que leíamos y progresivamente para mi, ella a veces besaba mi mejilla y la unión entre mi cuello y mi mandíbula.

          Al contrario de otros dias de estudio, hoy estaba cómodamente acostado en mi cama, ya que la biblioteca estaba siendo usada para una reunión entre el casi alfa y algunos de sus hombres y mujeres de confianza. El quinto y por suerte último libro sobre el tema trata de un poco más de lo mismo; la mordida une sus almas, el acto sexual sella el pacto de la eternidad y como el alfa debe tener cachorros.

          — ¿Aun leyendo? —no levanto la mirada de las viejas y polvorientas páginas, conozco la voz y el aroma.

          — Si, mi Beta no me deja en paz —murmuró burlonamente y escucho como cierra la puerta para y se acerca a mi. Samantha gatea en mi cama hasta llegar a mi lado y se recuesta pasando una mano sobre mi torso. Aguardo en silencio, absorto en mi lectura por unos cuantos minutos hasta que ella habla:

          — Es extraño ¿Sabes?

          — ¿Que cosa?

          Ella se acomoda mejor, sentandose con las piernas cruzadas junto a mi y toma mi mano, jugueteando con mis dedos que han dejado el libro. Se ve indecisa.

          — Es sólo que... No lo sé —suspira. Me mira por unos segundos y luego baja la mirada hacia mis dedos, como si fueran lo más interesante de la habitación. Lo que es ridículo, yo soy lo más interesante de la habitación—. Hace unos días mi vida era perfecta sin tu presencia, y ahora no puedo imaginar como sería si no estuvieras aquí... Éste vínculo, me asusta. No quiero ser dependiente de ti, Caleb.

          Me acomodo mejor en la cama y tiro de su mano hasta que queda sentada sobre mis piernas. Jamás habíamos estado tan íntimamente cerca y siendo sinceros hasta yo estoy sorprendido de mi repentino movimiento, pero no me arrepiento. Me gusta y le siento cómodo, y puedo sentir que ella también lo está puesto que pasa sus brazos por mis hombros y me abraza de una forma dulce pero temerosa, con mucho cuidado, como alguien que da sus primeros pasos, y es quizá lo que estamos haciendo. Son nuestros primeros pasos como compañeros.

          — Estoy asustado también, noes como si tuviera mucha experiencia en esto, ¿Sabes? —reímos a la par. Siento su respiración caliente en mi cuello y me estremezco. Paso mis brazos alrededor de su cintura y la apreto contra mi, como si pudiera acercarla aún mas a mi cuerpo—. Pero, eres mi mate, mi compañera, mi todo, en pocas palabras. Estamos destinados a depender del otro para ser felices, quiero decir realmente felices. Y si, no es lo más sano, pero si fuimos destinados a estar juntos, es porque fuimos destinados a jamás separarnos.

          >> Y créeme, no pienso separarme de ti nunca. No ahora que finalmente te tengo conmigo.

          Un beso puede ser el comienzo de todo. También es un acto inocente y puro que fácilmente puede ser corrompido por los deseos carnales que invaden el momento de intimidad. Pero no esta vez. Era un simple beso, dulce, lento, romántico. Un beso de esos que no tenía memoria, uno sin segundas intenciones. Un beso que sólo tenía el objetivo de expresar con una acción el sentimiento que no podía expresar con palabras.

          Nos detenemos unos segundos para recuperar el aliento, siento su frente pegada a la mía, y su respiración chocando contra mi rostro. Temo abrir los ojos y encontrarme con su rostro arrepentido, pero me doy cuenta que no será así cuando oigo lo que me pide:

          — Márcame.

          Su voz sale en un susurro apenas audible para el oído humano, pero se oye perfectamente en el lobuno. Abro mis ojos lentamente y me encuentro con el verde de su mirada viéndome expectante pero temeroso. Ansiaba clavar mis dientes en la delicada zona de su cuello para dejar mi marca, pero esperar un poco más no me mataría, lo había hecho por años y lo seguiría haciendo con tal de verla feliz.

          — No quiero que te sientas presionada a nada.

          — Por favor Caleb, no me gusta rogar. Márcame de una vez.

          — ¿Estas segura? Solo llevamos una semana conviviendo como lo que se podría decir pareja ¡Joder! Ni siquiera te he invitado a cazar...

          — Podemos hacerlo mañana. Ahora, ¡Clava tus malditos dientes en mi cuello Caleb Romannov!

          Sin esperar mas, mis dientes se clavan en su cuello. Sus manos jalan mi cabello y gime, dolor y placer al mismo tiempo. Dejo su cuello y lamo la herida, tomo sus caderas y hago que giremos en la cama, quedando ella debajo de mi.

          — Eres mía.

          — Tú turno.

          Siento sus dientes clavarse entre mis cuello y mi hombro, desgarrando la piel y succionando para dejar una marca. El dolor es inevitable al igual que la sensación placentera que hace que una erección comience a crecer en mi entrepierna. Gruño, pero no la aparto. No cuando empiezo a sentir que la marca en mi cuello comienza a hacer efecto y mi olor corporal cambia, puedo sentirlo, su olor y el mio fusionandose en uno sólo.

           Cuando se separa lame el pequeño hilo de sangre que cae de la comisura de sus labios, llevo mi mano a ml cuello y puedo rozar con mis dedos la pequeña cicatriz que dejó. Mi curación es mas veloz que la suya, y lo que hace segundos era una herida abierta ahora era una cicatriz que parecía llevar días allí.

          Tomo su rostro en mis manos y comienzo a besarla, y mientras tanto, mis dedos juguetean con el borde de su camisa para terminar quitándosela y arrojandola a alguna parte. Mis besos bajan de su boca a su cuello, seguido del valle entre sus pechos y descendiendo lentamente por su vientre. Me sentía en la gloria, pero como siempre, siguien debía entrar inoportunamente a mi habitación.

          — ¡DIOSA, MIS OJOS!

          Rápidamente cubro a Samantha con mi cuerpo de la vista de Stefan, ella toma un almohada y la coloca sobre su semidesnudo torso. Un gruñido sale del fondo de mi garganta al ver que Stefan se ha quedado como idiota en la puerta.

          — ¡No la mires imbécil!

          Él se voltea dispuesto a irse cuando por la puerta aparece Megan:— Wow, mejor me voy y los dejo solos —dijo dándonos una mirada picara—. Vámonos Stefan, alguien ya dejó lo teórico para pasar a lo práctico.

◇◇◇

          — Stefan... No se, si matarte o matarte. — Me siento frustrado. ¿Cómo se le ocurre entrar en un momento haci? Además de eso, ¡Se quedo mirándola! Lo mataría si no fuera porque es alguien indispensable en mi vida, por no decir que ser mi mejor amigo.

          — ¡Lo siento! ¡Lo siento! No sabia que estarían a punto de hacer al futuro alfa. Creí que se estarían dando un par de besitos inofensivos.

          — ¿Es que acaso no oíste los gemidos? ¿No oliste la excitación?

          — ¡Tu mate insonorizo las habitaciones y le pidió a una bruja que tapara ese tipo olores para los que no estén dentro de la habitación! —lo miro curioso, ¿Por qué nunca hicimos eso en casa? Sin embargo, retomo al tema importante recordando lo que Nick Rochester me dijo días atrás.

          — No, eso es imposible. Hace una semana estábamos en una situación parecida y Nick y... Cora nos oyeron.

          — Lo hicieron hace unos días, cuando tú estabas recorriendo los alrededores con Magnus.

          — ¿Por qué no me enteré de eso?

          — Olvide decírtelo... —dice avergonzado.

          En ese momento, justo antes de que pudiera recriminarle, Carter entró a la habitación riendo junto a Megan y molestando a Salomón, pero se detienen al vernos.

          — Caleb, no sabes la noticia que tenemos —dice Carter mirando divertido a Megan.

          — Hubo un ataque de cazadores en la frontera este y... ¡Salomón encontró a su mate! —continuo Megan.

          — ¿Y donde esta? —pregunté interesado, dejando de lado el asunto de mi frustración sexual.

          — Hay un pequeño problema, Caleb. Ella es una cazadora... Y casi me mata —respondió el involucrado.

          — Y yo que creía que Caleb estaba jodido —comenta Stefan

◇◇◇

capitulo con dedicación especial para GeminiProudly que fue su cumpleaños el hace unos días y está presente en este libro desde que lo escribí allá por el 2016 con mil faltas de ortografía y horriblemente redactado ♡.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 142K 172
Cuarta parte de Alfa King
4.4M 224K 35
- Yo Ryan White, Primogénito y futuro alfa de la manada BlockWhite, te Rechazo a TI Hanna Moon como mi compañera de vida destinada por la Diosa, com...
201K 12.9K 89
Kenzo Parker se niega a creer que Jade, la hermana de su mejor amigo, sea su mate y destinada. Piensa que la Diosa Luna le está jugando una broma y n...
1.8M 90.3K 86
- Yo, Logan Carter, alfa de la manada Luna Creciente, te rechazo a ti, Emma Parker, de la manada Luna Creciente -. Podía sentir como se me rompía el...