Siempre has sido tú ✔ (EN LIB...

By CMStrongville

21.5M 1.2M 304K

Esta historia se encuentra publicada con NOVA CASA EDITORIAL. ❇❇❇GANADORA DE LOS WATTYS 2016 EN LA CATEGORÍA... More

Sinopsis
Epígrafe
Prólogo
01- DOLOROSAMENTE MARAVILLOSO
02- NUNCA ES SUFICIENTE
03-COSA DE SUERTE (1)
04-COSA DE SUERTE (2)
05-UN PASATIEMPO (1)
06-UN PASATIEMPO (2)
07- ¿Y EL NOVIO? (1)
08-¿Y EL NOVIO? (2)
09-INSPIRACIÓN
10-DEMASIADO CONSCIENTE
11-LA ÚNICA EXPLICACIÓN
12- EL GRAN MONSTRUO VERDE
13-LA MIRADA EN ELLA
14-DE UNA VEZ POR TODAS
15- CUANDO ENTRÓ EN MI VIDA
16- SU OPINIÓN
18-ALGO EN SUS OJOS (2)
19- CULPAS ENCADENADAS
20- SILENCIO APLASTANTE
21- CORAZÓN LACERADO
22- UNA NUEVA EN EL GRUPO
23- HORA DE HABLAR
24- INESTABLE
25- OLVIDO (1)
26- OLVIDO (2)
27- TE ESCUCHO
28- CONFESAR Y DECIDIR
29- LA VERDAD
30- INCREÍBLE (1)
31- INCREÍBLE (2)
32- OTRA CARA
32 [+18]
33- ES RIDÍCULO
34- MIEDO Y DOLOR
35- SU VOZ (1)
36- SU VOZ (2)
37- RESPIRAR DUELE
38- DE SU BOCA
39- TODO ESTARÁ BIEN (1)
40- TODO ESTARÁ BIEN (2)
41- NUNCA ANTES
42- PUNTOS DÉBILES
43- EL ÚLTIMO HOMBRE
EPÍLOGO
EXTRA

17- ALGO EN SUS OJOS (1)

382K 26.9K 4.9K
By CMStrongville

ALGO EN SU MIRADA
***


Para cuando Levi volvió del trabajo yo ya había limpiado el lugar y escrito cuatro capítulos nuevos. Aquello me había servido para distraerme durante un rato, para olvidar el tema que debía tratar con Levi lo antes posible, pero cuando escuché que la puerta se abría recordé lo que había estado pensando en la mañana.

Había llegado a un acuerdo conmigo misma: tenía que mudarme lo antes posible.

Elevé la vista cuando lo sentí acercarse y se rio al verme sentada en el piso con el portátil entre las piernas.

—Hola, enana. ¿Estás cómoda ahí abajo?

—La verdad es que sí.

Se acercó a sentarse sobre el sillón en el que tenía recargada mi espalda y tiró de mi coleta.

—¿Sigues escribiendo?

Cerré el aparato con cuidado cuando vi que se asomaba intentando pescar algo. Miré por encima del hombro y lo encontré sonriendo.

—No, ya acabé. Pero vas a tener que esperar para leer.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque no he editado.

El bufido que dejó escapar me causó gracia.

—Pues ya que. —Se incorporó para ir a la cocina y alcancé a escuchar que abría el refrigerador. Sabía lo que estaba buscando y también sabía que no iba a encontrar nada. Cuando volvió a mi lado con las manos vacías y un ligero ceño fruncido, me burlé.

—¿Se han acabado las manzanas?

—Sí, pero podía jurar que quedaban un par.

Lo miré con fingida inocencia cuando fijó sus ojos en mí y entonces me eché a reír.

—¡Lo siento!

—¡Te comiste las últimas! Traidora. Ahora moriré de hambre.

Rodé los ojos ante su dramatismo y me puse de pie. A Levi le gustaba exagerar. Pasé a su lado y palmeé su abdomen antes de encaminarme a la cocina.

—Hice pasta. Y hay una ensalada que ni siquiera notaste dentro del refrigerador. —Tomé un par de platos de la alacena y lo escuché caminar detrás de mí. Le serví una generosa porción antes de colocar el plato sobre la mesa.

Sonrió.

—Te irás al cielo. No sé qué haría sin ti.

—Morir de hambre tal vez.

Enredó los tallarines alrededor del tenedor y se los llevó a la boca sin dejar de sonreír bastante animado. Mi sonrisa, en cambio, era forzada. Debía hablar con él y decirle lo que quería hacer. También pedirle ayuda, a ser posible. Solo esperaba que no se molestara conmigo una vez que se lo contara. Habíamos convivido tan a gusto los dos años pasados que no podía imaginar ahora un lugar propio, sin su compañía.

Tomé asiento frente a él y comencé a comer en silencio mientras lo escuchaba contarme acerca de algunos problemas que había tenido ese día con un compañero de trabajo. Lo escuché despotricar contra él y soltar uno que otro insulto, pero de repente no tenía ánimos para regañarlo. De igual manera no era como si yo tuviera un vocabulario de lo más limpio. Era una malhablada una vez que entraba en confianza. Insultaba hasta por los codos, aunque estaba tratando de cambiar aquello. Según mi madre las señoritas no maldecían y yo... Bien, en ocasiones pensaba que había sido hombre en mi vida pasada.

Un par de dedos chasqueando frente a mí me hicieron dar un respingo y volver de mis pensamientos. Levi me miraba preocupado.

—¿Estás bien? Estás distraída.

Parpadeé un par de veces y asentí bajando la vista al plato. Distraída era un eufemismo.

—Sí, solo estaba pensando.

Di un bocado a mi almuerzo cuando vi que Levi ya había acabado. No parecía estar tranquilo por verme así, tan poco centrada. No era que soliera perderme tanto dentro de mis pensamientos. Cuando se trataba de él siempre le había prestado atención, hasta cuando tocaba los temas más ridículos. Supongo que no le agradaba ver que no tenía tanto interés en lo que decía.

Una vez que terminé de comer, Levi enjuagó los platos sin decir nada más. Cuando terminó, se quedó un momento observándome todavía en silencio. No sabía si era mi imaginación, pero parecía verme con más... intensidad. Sentía sus ojos clavados en mi perfil y aquello me producía escalofríos.

Me pregunté qué pensaba, qué pasaba por su cabeza.

¿Pensaba que estaba loca? ¿Que sufría de bipolaridad? ¿Que era incapaz de entenderme?

Aquellas eran cosas que en ocasiones pensaba yo de él, así que estábamos a mano.

—¿Qué? —pregunté cuando fui incapaz de soportar su mirada por más tiempo.

Sus cejas se elevaron, al igual que las comisuras de sus labios.

—Nada. ¿Ahora ya no puedo verte o qué?

Puse los ojos en blanco ante su pregunta y comencé a caminar con rumbo a mi habitación.

—Voy a leer un rato —avisé.

Sabía que en un rato más se iría al gimnasio y tal vez entonces a casa de su amigo, Carson. Era lo que solía hacer cuando llegaba de trabajar. No me sorprendería tampoco que, siendo lunes, saliera de fiesta y volviera hasta la madrugada. Eran vacaciones, después de todo.

—¿No quieres ver una película mejor? —cuestionó antes de perderme de vista.

Ya había llegado hasta la puerta de mi habitación, pero me detuve para verlo. Estaba de pie al inicio del pasillo y me observaba casi suplicante. Había algo nuevo en él, en su actitud; había algo en el brillo de sus ojos, algo diferente, aunque no podía decir con exactitud qué era.

—¿No irás a entrenar? —pregunté sorprendida. Él se encogió de hombros y pasó su peso de un pie al otro. Parecía incómodo.

—No pasa nada porque falte un día. Además... tengo ganas de estar contigo.

Ladeó el rostro al decir aquello y sonrió de esa manera que tanto me gustaba. Sincero, sin maldad ni flirteo. Este era Levi solo siendo mi amigo, queriendo pasar tiempo con su amiga. Sonreí enternecida y caminé hasta detenerme a unos centímetros de su cuerpo. Miré hacia arriba para encontrarme con su mirada y palmeé su pecho con suavidad.

—Bien. Pero yo la escojo.

Pasé a su lado cuando lo escuché carcajear con suavidad.

Aún no sabía cuándo hablaría con él, mucho menos cuándo me mudaría. No sabía cuánto tiempo me quedaba para disfrutar por completo la compañía de Levi, pero iba a deleitarme con cada segundo que pasara a su lado, empezando por aquel instante.

***

Cuando la noche cayó, Levi y yo ya habíamos visto tres películas. La extraña incomodidad que se había instalado entre nosotros al principio desapareció por completo después de algunos minutos. Estuvimos juntos, divirtiéndonos, bromeando y disfrutando de una tarde juntos como cualquier pareja de amigos haría. Los ojos me pesaban, pero no quería ir a dormir aún. Me sentía demasiado cómoda y ligera. Me sentía feliz. Deseaba quedarme solo un rato más con él y fue por eso que recargué mi cabeza en su hombro para seguir viendo la película.

Su brazo rodeaba mis hombros y sus dedos jugaban con mi cabello —el cual necesitaba ya un buen corte—, pero seguí sin decir nada. Era un gesto inocente y yo estaba demasiado a gusto como para decir algo. Detrás de aquel movimiento no había segundas intenciones. Levi sabía cuánto me relajaba el que jugara con mi cabello o trazara círculos sobre mis hombros desnudos, por eso fue que pensé que estaba tratando de hacerme sentir cómoda cuando sus dedos tocaron mi piel.

Seguí sin decir nada. Solo cerré los ojos y disfruté. Dejé que mis músculos se relajaran y arqueé el cuello hacia un lado cuando sentí sus dedos rozarlo. Ahora mi nariz estaba prácticamente enterrada en el hueco debajo de su cuello, inhalando aquel aroma que tanto me gustaba y me hacía sentir en casa. Sus labios cálidos y suaves se presionaron contra mi frente y suspiró.

Aquello alcanzó a llamar mi atención. Esa exhalación tan pesada fue lo que me hizo alejarme de su cuerpo y mirarlo a los ojos, los cuales tenía cerrados. Levi mostraba un semblante tan triste que casi me partió el corazón. Y cuando abrió los ojos...

Un escalofrío me recorrió los brazos al darme cuenta de que algo estaba torturando a mi mejor amigo.

—Lev, ¿qué pasa? —cuestioné preocupada.

Estiré la mano para alcanzarlo y posé la palma abierta sobre su antebrazo. Su mirada cayó de inmediato sobre mi toque, aunque no tardó mucho antes de volver a mirarme a los ojos. Sonrió débil.

—Nada. Solo estaba pensando.

—No te esfuerces mucho —dije en broma. Él rio.

—Para nada. —Colocó su brazo de nuevo sobre mis hombros y volvió a atraerme a su costado. En algún momento me metí de lleno en la película y dejé de pensar en su triste expresión, sin embargo algunos minutos después volvió a besarme en la sien—. Promete que nunca vas a olvidarme, enana. Prométeme que no me vas a cambiar —exigió de pronto.

Aquellas palabras estaban tan teñidas de súplica y desesperación que no me quedó más remedio que alejarme un poco para mirarlo con atención. Al encontrarme con sus ojos apagados, asentí. No sabía qué era lo que estaba pensando ni por qué de repente parecía inseguro y temeroso, pero si estaba en mis manos infundirle algo de tranquilidad, iba a hacerlo.

—Siempre voy a ser tu mejor amiga —aseguré.

Pero aquello no pareció consolarlo en absoluto.


Instagram: cmstrongville
Twitter: cmstrongville
Grupo en fb: Leyendo a Cee

Continue Reading

You'll Also Like

2.1M 235K 37
«Escribiría todas mis canciones sobre ti». Holland finge que tiene una vida perfecta. Alex sabe que la suya es un desastre. Ambos renunciaron a sus s...
8.8M 472K 49
Aaron Foster nunca supo en qué momento las cosas cambiaron con ella. Empezó siendo solo un juego para él, besos, toqueteos y pura diversión, nada más...
8M 371K 60
Engreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso define perfectamente a Alexander Harris...